- Buen trabajo Hugash... - le felicito, aún en voz baja pues no sé si habrán más en los alrededores. Estoy deseando continuar hacia esa guarida y descubrir qué hay allí.
Cuando termino de dar la vuelta mis sospechas se confirman, el barbaro se habia encargado perfectamente de la "posible amenaza" al cortar su cabeza de un solo golpe. Me dedico a asentir antes sus palabras y sin guardar el arco ni la flecha espero por el resto del grupo para volver a tomar nuestra distancia como "equipo de reconocimiento".
Definitvamente hay que tener cuidado con el barbaro...
Pensaba para mi mientras esperaba a la mole de musculoso que acababa de decapitar un trasgo, para continuar el camino.
Durbara anduvo con el ceño fruncido y haciendo aspavientos hoscos. Andar por aquel bosque tan denso la ponía de muy mal humor. Su cuerpo estaba hecho para andar bajo tierra con kilómetros de roca por encima de su cabeza, no para danzar alegremente por el campo. De tanto en cuanto tropezaba con alguna rama invisible o se retrasaba al tener que ascender por algún repecho. Esos momentos se veían acompañados por una retahíla en voz baja de maldiciones en enano.
Antes de que detectaran una amenaza, la enana ya tenía preparada su hacha y su escudo. Había una sensación de peligro. Bajo tierra todo era silencio y sólo debías cuidarte de lo que se agazapara tras la próxima esquina, o lo que moraba sobre tu cabeza. Pero en ese bosque tan denso podía caber un ejército entero de enemigos escondidos entre las sombras.
--Pues avancemos de una vez --espetó bruscamente la enana--. Este bosque me crispa los nervios.
Perdón por el retraso, Nico y compañeros. Llevo una semanita que ojo...
El camino que llevaba a la cueva de los trasgos no estaba tan exento de peligro como podía parecer en un principio. Por fortuna Hugash logró detectarlo a tiempo. Al estar más avanzados que el resto del grupo, Hugash y Lorethel emboscaron al vigia y el barbaro pudo eliminar al vigia trasgo.
Cuando el resto del grupo se acercó Hugash estaba limpiando ya su arma.
Bien hecho chicos. Sigamos como hasta ahora. Y mucho cuidado.
Tras la demostraciòn realizada por el bárbaro respecto de lo que "matar de un golpe" significa, el grupo puede avanzar nuevamente para llegar ahora si, hasta el linde con el claro.
Una vez allí pueden observar que la circunferencia tiene cerca de veinte piés de radio, y la piedra que les mencionara Lorethel es chata y rojiza. El cesped que cubre el suelo del circulo es corto y claro, absolutamente opuesto a la la oscura hojarasca en el lecho boscoso...
Se toman un instante para observar los alrededores en busca de más centinelas y la busqueda parece lo suficientemente detallada para indicarles que no hay moros en la costa.
Se adentran en el claro, quedando absolutamente expuestos a ser descubiertos... Sin embargo, no hay sonido alguno que delate alarma, o ataque contra el grupo...
Tan solo descampado y la enorme piedra en cuarenta pies a la redonda...
;) Durb! tudu legal!
Al parecer sólo había un vigia por fuera. Ya que no encontraron más problemas hasta llegar a la entrada. Ahora sólo tenían que lograr entrar sin hacer ruido. O por lo menos no demasiado.
Bueno. Creo que una vez entremos ya sí que tendremos que pelear queramos o no. Esto no forma parte de la misión que nos encomendaron y por la que nos pagaron. Así que cualquiera que no quiera entrar está en su derecho.
Yo me arriesgaré pues un número tan grande de estas criaturas es algo que no podemos dejar que campen a sus anchas.
¿Alguien me acompaña?
Doy un paso al frente mirando seriamente hacia Magnus.
- Cuenta conmigo
No me molestaba pelear, lo que me molestaba era alejarnos del fin inicial, bueno, en realidad si que me molestaba pelear pero no me iba a echar para atrás porque seguro que era la única. Moví la cabeza, ya eran demasiados muertos y esperaba que siguieran siendo los muertos de los demás y no los nuestros; no porque los quisiera yo mucho, sino porque una compañía mermada, es doblemente herida.
-Y conmigo porque la otra opción no me parece viable, además, ya vimos lo que pasa cuando los dejo solos-alcancé a bromear.
Tras entrar en el claro y ver que no habian enemigos a nuestro alrededor guarde mi arco y la flecha. Me tome un momento para analizar la Roca que cubria la entrada y sus alrededores, en busca de alguna traba o mecanismo para su apertura.
Mientras estaba buscando escuche las palabras de Magnus... si ya los habia guiado hasta aqui estaba descontado que tambien iba a entrar a la cueva, pero no perdia nada con confirmarlo nuevamente.
- Cuenta una mas para la expedicion.
Dije levantando la mano, pero atenta a mi tarea de busqueda e inspeccion de la entrada.
Master, avisame si tengo que hacer alguna tirada para buscar trampas, etc...
Llegaron al claro sin ninguna interrupción más, así que faltaba poco para encontrarse con más trasgos y descargar la carga que soportaba contra alguien... Mientras Lorethe manejba la entrada Magnus preguntó, algo que al bárbaro le parecía obvio, pero por lo visto quería estar seguro de que era una opción...
- Ya hemos llegado hasta aquí... A que esperamos?
Asì las cosas, el variopinto grupo se pone casi de manera unánime de acuerdo en su curso de acciòn! Habrían de "limpiar" la cueva de los trasgos...
Ahora bien, un pequeño detalle se situa entre ustedes y su cometido... Una roca de dos metros de largo, uno y medio de ancho y casi igual tamaño de alto...
Tirada oculta
Tirada: 6d20
Motivo: avistar en el orden que aparecen
Dificultad: 18+
Resultados: 2, 20, 7, 6, 19, 20
Exitos: 3
Mientras deciden como superar el escollo, mirando al nordeste, en una elevaciòn que, transitando dentro del bosque no habìas notado gracias a lo espeso de la arboleda, descubres que en el faldeo de una loma hay una entrada tallada en piedra viva... Haciendo uso del sentido de la orientaciòn caes en la cuenta que, a pesar de estar a buena distancia aùn màs al norte que el sitio en que emboscaran al Hugash, Arhade y Crotar, debe ser sin duda la entrada al otrora templo, ahora meras ruinas enterradas...
Mientras deciden como superar el escollo, mirando al nordeste, en una elevaciòn que, transitando dentro del bosque no habìas notado gracias a lo espeso de la arboleda, descubres que en el faldeo de una loma hay una entrada tallada en piedra viva... Haciendo uso del sentido de la orientaciòn caes en la cuenta que, a pesar de estar a buena distancia aùn màs al norte que el sitio en que emboscaran al Hugash, Arhade y Crotar, debe ser sin duda la entrada al otrora templo, ahora meras ruinas enterradas...
Mientras deciden como superar el escollo, mirando al nordeste, en una elevaciòn que, transitando dentro del bosque no habìas notado gracias a lo espeso de la arboleda, descubres que en el faldeo de una loma hay una entrada tallada en piedra viva... Haciendo uso del sentido de la orientaciòn caes en la cuenta que, a pesar de estar a buena distancia aùn màs al norte que el sitio en que emboscaran al Hugash, Arhade y Crotar, debe ser sin duda la entrada al otrora templo, ahora meras ruinas enterradas...
Mientras discutimos de qué manera logramos entrar en la guarida echo un vistazo a los alrededores. Algo en la lejanía me llama la atención, y lo primero que se me ocurre es comentárselo a Magnus, pues él es el líder del grupo.
- Magnus, no creo que tenga que ver con la guarida, pero he visto algo interesante... - comento señalando a lo lejos, hacia el noroeste, hacia la falda de una loma.
Al ver que el grupo decidía acompañarle Magnus asintió.
Gracias a todos. Muy bien. Pues ahora toca entrar.
Mientras Lorethel buscaba algún mecanismo o algo que ayudara a mover la piedra (estaba claro que los trasgos por sí mismos no podrían moverla a la fuerza, con lo que debería haber otra manera de entrar), el clérigo se fijó en una loma al nordeste en la que parecía haber una entrada.
A punto estaba de comentarlo cuando Nathan también se la señaló.
Sí. La estaba mirando. Parece la entrada a nuestra misión.
- Parece que no he sido el único en verlo - comento sonriente, antes de centrarme nuevamente en la piedra. Procuro no acercarme mucho por temor a activar alguna trampa, y miro también por los alrededores. Después me acerco a Arshade y comento, con tono de broma - ¿No puedes destrozarlo con una enorme bola de fuego?
Ahora que Nathan y Magnus lo mencionan, todos caen en la cuenta del detalle en cuestión.
Al nordeste, descansando en el faldeo de una loma se encuentra una entrada a la montaña tallada en piedra...
Sin duda alguna, ya contaban con vuestro norte una vez salieran (si es que acaso lograban salir) de la guarida de los bandidos trasgos...
Quizá a consecuencia de la proximidad de tesoros por tus pares trasgoides acumulados no puedes concentrarte en descubrir detalle alguno sobre el mecanismo que abra la "puerta" de acceso... En realidad, casi puedes percibir el oro, los objetos mágicos... Quién sabe qué cosa! Y todo al alcance de la mano acero de por medio... Sí, casi debieras agradecerle a Ra´s por el grupo de ayudantes que había colocado a tu lado, encargándose él mismo de los costos!
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: Buscar mecanismo (search)
Resultado: 3(+5)=8
La encargada de seguridad parece perdida en sus propios pensamientos, y la ven pasear de un lado al otro mirando la piedra, pero con la mirada perdida en quièn sabe donde...
Su silencio deja muy en claro que no ha encontrado absolutamente nada...
Por ello, vuestros sentidos se ponen en buscar algun detalle... Algo.
Tirada oculta
Tirada: 5d20
Motivo: Buscar en el orden que aparecen
Dificultad: 12+
Resultados: 15, 2, 5, 2, 14
Exitos: 2