Partida Rol por web

-No se hable más.-Duncan sale corriendo hacia la habitación donde dejaron al difunto orco atado y recoge la cuerda volviendo al poco y atándola a la estalagmita.

aprovecho el lapsus de tiempo y miro mejor el brazalete.

Es un brazalete de plata de buena factura que tiene grabadas unas palabras en su superficie. Te quedas un rato mirando las runas y finalmente sabes de que te suenan: el idioma es Enano, ya lo habias visto alguna que otra vez.

Me recuesto un poco mejor contra la estalagmita contra la que estoy apoyado.

- Parece buena idea lo de tirar con la cuerda de la estalagmita pero perdonar si no os ayudo. ¡Cof, cof!, aun necesito descansar un poco mas.

- Elfo marica - dice imperceptiblemente el guerrero - Sí, sí, hagamos lo de la cuerda - comenta cambiando el semblante hacia uno más agradable que el que puso cuando oyó al elfo.

Una vez todos sus compañeros apoyándole, Ataulfo tiró con todas sus fuerzas...

A la señal que os da Ataulfo empezais a tirar de la cuerda con todas vuestras fuerzas, al principio parece que no pasa nada pero poco a poco parece que la estalagmita empieza a moverse y a ceder. De repente se escucha un pequeño crujido y la roca se parte en dos, y mientras vosotros caeis hacia atras al no tener resistencia la parte de arriba de la roca atada a vuestra cuerda se precipita volando y cae contra el suelo con un gran estruendo quedando partida en mil pedazos.

Despues de levantaros y separar los trozos de roca podeis ver unos huesos pertenecientes a un brazo humano y en uno de los dedos de la mano tiene puesto un anillo de oro de bella factura con una pequeña esmeralda engarzada. Sorprendentemente a pesar de que los huesos deben de ser muy antiguos el anillo tiene un aspecto reluciente y parece nuevo.

-una manufactura excelente- digo acercándome el anillo a los ojos para verlo mejor

-tal vez sea mágico, mañana con un poco de calma podría saberlo, a no ser que alguien tenga ganas de hacer una prueba- añado sonriendo a mis compañeros y ofreciendo el anillo

-Creo que paso, de niño oí una vez de uno que uso un objeto de estos y se convirtió en una silla.-Comenta el ladrón moviéndose inquietamente hacia la entrada.-Espero que el ruido no haya alertado a los demas orcos.-Chicos deberíamos movernos deprisa para encontrar a Alaric cuanto antes.- 

- Si me lo pongo, me lo quedo - sentencia el guerrero alargando la mano para coger el anillo.

Rápidamente cierro la mano y la aparto del alcance de Ataulfo -eso no seria muy justo, ¿no crees? y ademas, ¿de que nos servirias convertido en silla?- le digo sonriente

-mejor sigamos adelante y ya veremos al final que es lo que tenemos-

Con una mueca a modo de sonrisa, el guerrero contestó tranquilo - como deseis. Sólo os noté... temerosos - y enfiló la salida.

Tras vuestra breve charla y tras inspeccionar la sala y no encontar nada mas que os llame la atención volveis al pasillo principal que continua hacia el norte, veis un par de puertas a la izquierda y un tramo que continua un poco mas y despues parece que se desvia hacia el oeste. ¿Seran estas las puertas de las celdas de las que hablo el orco?.

Me acerco a una de las puertas y pego la oreja a ella.

Duncan os hace una seña y se acerca a la primera puerta donde pega la oreja, el silencio es sepulcral y no se escucha nada ni en la habitacion ni en el pasillo. Si no fuera por vuestros combates anteriores podriais creer que estas cavernas llevan años abandonadas.

Abro la puerta, si está abierta, si no saco las ganzúas. Hago la tirada por si acaso.

Agarras el pomo de la puerta para comprobar si esta cerrada y compruebas que gira sin problemas. A continuación abres la puerta intentando que no haga demasiado chirrido y puedes ver una pequeña sala con el suelo cubierto de paja sucia, en el centro de la habitación hay una mesa y un par de sillas, en la pared sur hay un escudo colgado con dos espadas herrumbosas cruzadas y al lado una tabla de madera con una cabeza de un enano disecada como trofeo. Tambien hay un par de cofres apoyados contra la pared y un estante con una pequeña coleccion de armas: dos lanzas, una ballesta con saetas, una espada corta y unas dagas, una de ellas parece que de plata.

Miro todo lo que hay pero sin entrar en la sala -parece la habitación del tesoro de los orcos. ¿Podrias mirar si hay trampas Duncan?-

-Eso esta hecho-Dice el ladrón mientras entra más atento a los objetos de la estancia que a las trampas.