Partida Rol por web

Duncan se lanza rodando dentro de la habitación como quien no quiere la cosa mientras que Siriel al escuchar los gritos y ver el percal da un paso hacia atras para no bloquear la entrada de la sala. El mago con unos reflejos inauditos lanza una daga que vuela certera hacia el guardian rozando su petrea piel y provocando que un poco de sangre roja caiga al suelo.

- En fin - suspira el guerrero al ver como, una vez más, queda expuesto a los ataques enemigos.

Dando un paso hacia adelante Ataulfo aprovecha la velocidad de la gargoal de piedra para propinarle un salvaje golpe con su mandoble que provoca que salten esquirlas de la petrea piedra y abundante sangre. Pero a pesar de ello y quizas con mas rabia el guardian se lanza con sanguinaria furia contra los dos guerreros lanzando un garrazo al humano que le ha herido Ataulfo aunque afortunadamente las uñas resbalan en la coraza, y el resto al querrero que esta su lado, Romualdo. Abalanzadose contra el e intentando arañarle sin exito pero si haciendole daño al morderle con sus enormes y afilados dientes.

También entro en la habitación balanceando mi maza mientras dejo el bastón en el suelo. Sin embargo mi golpe se desvía por mucho. Me asombro como ha aguantado el poderoso golpe de ataulfo.

- Vamos compañeros, a ella- animo-

Romualdo se abalanza contra la criutura pero debido a la gravedad de sus heridas y al entumecimiento de sus musculos falla estrepitosamente.

Por un instante la peleas se detiene y solo se escucha vuestras fuertes respiraciones y el goteo de la sangre de Romualdo y del Guadian cayendo al suelo. Pero este instante pasa fugazmente y de nuevo la batalla se reanuda con violencia.

- ¡Muere maldito! - grita la bella ladrona lanzando una de sus dagas pero esta rebota en la piel de piedra sin hacer daño alguno.

El ladrón reaccionó todo lo deprisa que pudo. Su vista se posó sobre todos y cada uno de los objetos que había en la habitación. A su espalda la lucha comenzaba de nuevo tras una breve pausa y no había tiempo que perder. 

Siriel se movió para intentar coger a la criatura por detrás. Usó su espada contra la escurridiza criatura

- ¡¿Hay algo por ahi Duncan?!-

"bueno, no parece tan malo como me temía" ver que podemos herir a la criatura me anima cuando le arrojo una daga de nuevo sin perder de vista el pasillo desde el que ataco, no sea que llegue alguna sorpresa

Romualdo a pesar de la gravedad de sus heridas sigue combatiendo contra la criatura.

Examians rapidamente la habitación y por un momento te parece que una de las estanterias del fondo es un poco mas delgada que las otras pero no estas totalmente seguro. Tambien te das cuenta de que el guardian te ha ignorado totlamente asi que quizas esta sea tu oportunidad para golpearlo por sorpresa por la espalda.

La habitación no revelaba nada demasiado interesante. El monstruo había ignorada por completo al ladrón centrándose en la amenaza mas directa, los dos guerreros.-Yo no estoy aquí, no te des la vuelta.-Pensaba Duncan mientras se aproximaba a la gárgola por la espalda. Un golpe certero de Romualdo colocó su espalda en el sitio indicado, en el momento justo. El ladrón saltó y hundió su daga en la espalda de la criatura con fuerza y el apoyo de su cuerpo. 

Aprovechando que la criatura queda aturdida tras el poderosos golpe propinado por el guerrero Duncan se acerca por detras a la gargola y le clava su daga con tanta fuerza que la punta sobresale por el pecho del ser, el cual dando un horrible grito de agonia cae al suelo y se rompe en pedazos.

Bien la criatura está muerta, sigamos explorando pero antes por favor Vasily curame, el más minimo golpe sin duda me mataría. Romualdo completamete ensangrentado se cae al suelo de rodillas debido al dolor y la perdida de sangre.

El guardián, espero que el último, ha caido. Guardo mis dagas y entro en la sala dejando que Vasily se ocupe de las heridas de Romualdo

-bueno, vamos a buscar bien por aquí. Ya no quedan muchos sitios donde esconder esa espada-

Buen golpe Rom, veo que vas aprendiendo de todo lo que te voy enseñando. Mi tío ya me dijo que no me separara de ti cuando emprendimos esta aventura, seguro que serás tan buen guerrero como lo fue él.

El pequeño Siriel se acercó a su amigo sonriendo mientras intentaba guardar su espada en su funda. No era una acción tan fácil como parecía aunque poco a poco le iba cogiendo el truquillo

Una vez liquidado el guardian y mientras recuperais el aliento e intentais vendar vuestras heridas mirais a vuestro alrededor observando la colección de armas que incluyen dos docenas de espadas largas, 3 mandobles, 4 espadas cortas, 1 arco largo, 2 ballestas, 6 lanzas y una maza ademas de un carcaj lleno de flechas y una caja con virotes. Uno de los mandobles es de muy buena factura y tiene una joya en el pomo asi que claramente es la que os han encargado encontrar.