Partida Rol por web

Eso no es cierto, te prometieron curación y traslado a mi mundo. Si insistes en tu posicionamiento, no puedo hacer nada por ti. Ni por mi, pues en su momento ya dije que me hacía responsable de lo que hicieras. Así que la suerte está echada. Tu destino será el mío. No es una negociación, es mi palabra, y solo tengo una. Extiendo mi brazo izquierdo al ejecutor. Por de pronto, me sobra una mano. O la cortais vos, o lo haré yo mismo, y mi gente sabe que soy muy capaz. (Muestro el corte que yo mismo me hice, en la taberna).

No quiero que nadie sufra por mis errores Miro suplicante a Qimaera, a Diego,luego al Duque..y por fin al ejecutor..aunque a este último solo dirijo una mirada de respeto, pues aunque es un psicópata es muy bueno en su trabajo. Ni aún completamente sana y totalmente equipada era rival para ese elfo.
Me da igual la muerte, incluso la tortura con la que me amenazan. Solo es dolor y humillación..ya he tenido mi parte de eso y no me asusta. Ya perdí manos y piernas en una ocasión. Ya perdí a mis hermanas, por las que habría dado ojos, oídos y lengua. Ya perdi una hija y habría muerto mil veces en vez de ella.
Haré lo que sea, juraré lo que sea, venderé el cuerpo y el alma...pero no hagáis daño..a mis amigos..Ni a Diego. Mi señor Diego no me merece como vasalla ni como amiga
Las lágrimas corren por mi rostro ahora. No son de dolor,rencor, temor o angustia. Lloro al recordar lo que era el verdadero dolor, el llorar por otros.

Qimaera recordó sus propias palabras:

A mi y a otros nos representa el bienaventurado Don Diego Guzmán Reales de Ulloa y Moncloa, -inclinó respetuosamente la cabeza hacia él, para luego proseguir-  líder indiscutible y honorable nuestro en estos trances, 

Como consecuencia, mi Duque Aureo, señor mío en la Arcadia circunvecina, sigo yo el hacer y ofrecer de Don Diego, quien me representa, y con amor de hermana ofrezco yo también mi mano a ser cortada, para que la tortura sea evitada, o no vivida en soledad.  

Con confianza lo hago, pues en Arcadia no es extraño, que aquí las manos retoñen, tanto como los perdones, los cuales son mezcla de pendones y profundos honores, y cual compás de de paz, logren sumarnos y alejarnos, destos terrenales errores, destos terrores y horrores. 

Si, no me quedó muy claro. Lo siento

El Ejecutor y La Legisladora miran al Duque. El Duque asiente y se levanta.

– Muy bien… si es lo que…

De repente un Faérico vestido de naranja y oro sale de la multitud y lo interrumpe.

– Excelencia, por alusiones permitidme que os interrumpa…

El Duque lo mira, arquea una ceja, duda…

- Tenéis la palabra Caballero Fuego en el Viento.

El joven caballero hace una reverencia y asiente levemente.

– Faéricos, Humanos, Hermanos… somos vasallos de nuestro mismo señor… el Duque… nosotros también nos debemos a nuestra gente. Como hermano de Don Diego yo también pido recibir el castigo si él decide recibirlo.

El Ejecutor sonríe, la Legisladora se asombra… el Duque pone cara de intrigado.

– Querido Don Diego… Apenas os conozco, pocos tratos he tenido con vuestra raza y mucho menos con alguien como vos. Pero… habéis jurado ante el Duque, habláis de honor y de palabra como debe de hacerse. Os considero mi hermano y os considero digno y fuerte de nuestro Duque y de vuestro Alexander. Entiendo vuestras palabras y vuestro sentir.

Conforme va hablando más faéricos se adelantan y se colocan a vuestro lado. Asienten y os miran a los ojos. El caballero lo nota y asiente hacia ellos.

– Don Diego… Como hermano os hablaré de hermano a hermano. Lo que veo aquí es una injusticia. Pero no de nuestro Duque, no de nuestro Ejecutor, no de nuestra Legisladora. Sino de esta… Roja…

Fuego en el Viento señala a Eva con toda su pasión.

– Esta mujer, delante de mi familia nos ha insultado a todos… Y ahora llora, habla de dolor, habla de pasado, os habla como si de verdad pidiera perdón por algo que ha hecho a sabiendas… Ella no sabe lo que es el dolor… no tiene ni idea. Habla de amor y de amistad, y creo que tampoco sabe lo que es eso… Nosotros te amamos y te damos nuestra amistad porque has resultado un hombre digno de ella, nos has tratado como debe ser. Has mediado con tu gente y has conseguido que muchos lo entendieran… pero ESTA MUJER… Te está manipulando para salirse con la suya… juega contigo, y quiere jugar con nosotros… y eso no puedo permitirlo sin quitarte la venda de los ojos…

Literalmente su dedo, que apunta a Eva, se incendia en llamas, su cabello y sus ojos también.

– "No quiero que nadie sufra por mis errores" ¡Mentira! Se regodea en ello, os lanza al abismo y después pide perdón… Vinisteis juntos, sabe que lo que haga repercutirá en los demás… El Duque ha tenido una paciencia infinita, por eso le amamos… En la corte no tenemos esta paciencia. Sabemos defender a nuestros amigos, hermanos, amantes. Y tú eres eso ahora… Don Diego Guzman… amigo, hermano, amante. Y vuestros compañeros que han jurado ante el Duque también. Ninguno ha intentado nada vergonzoso… ninguno ha insultado a esta corte, a nuestro reino, a nuestra sangre, diciendo que nuestra amistad y nuestro amor no valen.

Todos los faéricos asienten (menos los Dignatarios) y cada vez más faéricos dan un paso adelante, mujeres, niños, goblins, trolls, sátiros…

– Dama Quimaera, eres especial, en parte pareces una de los nuestros, con tus palabras y como miras nuestro reino.

Gira su mirada a Aamale.

– Dama Aamale, tu aura y tus palabras nos agradan y has sabido como vernos y tratarnos…

Saluda a Ferro con su cabeza.

- Y Caballero Ferro, nos parece que tu vínculo con Don Diego es fuerte como la hermandad de vuestras auras.

Tras esto mueve su brazo en llamas y muestra a todos los faéricos a su alrededor.

- Todos nosotros sufriremos tu castigo, Don Diego, si insistes en tu petición. Te puedo asegurar que eso creara odio mas que dolor… Muchos de estos amigos y hermanos odiarán a esta mujer si tu sufres este trance… No le auguro un buen futuro y sé muy bien que vivirá muuuuucho tiempo… Porque no somos de acabar con la vida de quienes odiamos. Los enemigos dignos mueren digna y rápidamente. Aquellos que nos hacen sufrir, que nos crean odio… no mueren nunca… nunca…

Todos los que se han adelantado se arrodillan, más de 50 personas están a vuestro lado.

– Mi Duque si Don Diego acepta sufrir el mismo castigo que esta… mujer… todos nosotros también…

Al unísono, bajan todos la cabeza.

El elfo llameante me acusa ahora. Soy así realmente? O es simplemente estupidez, ganas de protagonismo,el odio al orden establecido, leyes y tradiciones. ¿Acaso estoy viendo el mundo desde una torre construida de egoísmo y manipulación
No-susurro-Yo no soy asi
Que he hecho mal? Resistirme al control, buscar mi propio camino. Enfrentarme a todo y a todos. Todo conflicto, confrontación, sin responsabilidad, sin pensar en los demás
O sí lo soy?
Una parte de mi deseaba que los elfos que habían dado un paso adelnte sufriesen también. Pero Diego me había conmovido, un honor y honradez tan puros que parecían irradiar de él, afectando a todos a su alrededor.
Hablo con voz suave, calmada tras el intempestivo, equivocado, cargado de prejuicios elfo.
Diego.. escúchame. Rompí mi juramento al tomar las armas sin pensar que te perjudicaba a ti y a mis compañeros. He sido egoísta e irrespetuosa, está en mi naturaleza. Déjame, fallé a mi juramento. No quiero que sufra nadie mas..no quiero que sufras tú
No lo soy
NO SOY ASÍ, ELFOS!

Decidme, Dama Legisladora, que valor queda en mis palabras, si ahora me libero del nudo que con ellas me hice, atendiendo a la lógica de que permitir que todos estos inocentes sufran un castigo, no por un juramento, si no por hermandad querida, sería nefando error, pues por uno pagaran muchos?

Dijisteis que podriais darnos "luz" y sapienza al respecto de lo legal y etiqueta... o que teniamos derecho a pedir asistencia en ello. Yo os pido ahora, esa ayuda. Pues temo que adopte la decision que adopte, estaré fallando. 

Yo declaré que me hacia responsable de los actos de Eva. Por tanto entiendo que si ella era castigada yo deberia de serlo...

Quimaera rodeada de una sensibilidad del entorno muy superior a la media nuestra, voluntariamente se a prestado a recibir el mismo castigo por compañerismo, pues su vasallaje no le obliga, ya que no ha habido orden al respecto.

Así mismo, cuento varias decenas de Sidhes que por amor, van a compartir mi mismo destino... 

Por otro lado Eva la Roja, pide que no compartamos su destino. Acepta su error. Y yo me pregunto, Es eso motivo suficiente para liberarme de mi propio juramento?

Observaba la escena totalmente atónito. En vez de intentar aceptar la nueva situación con aquella raza con sus propias leyes y etiquetas, seguían siendo duros de mollera sobre todo Eva ¿Es que no se daba cuenta que estaba metiendo la pata hasta el fondo? Que se tratase su orgullo por aquella vez no significaría nada. En nuestro mundo eso no tendría repercusión alguna pero por lo que veía aquí y tras su tremenda e irracional estupidez usando una granada, su respuesta es que te mutilan y torturan.

Eso no es lógico ni humano, ¿pero acaso ellos son humanos? No, es su mundo, sus reglas, código de honor y castigo, así que yo me mantuve en completo silencio a la espera de que solucionase la escena de aquel juicio, esperando ver allí mismo como le cortaban la mano pero Diego con su buen hacer y usando una lógica respetuosa con aquel pueblo consiguió ganarse el favor de otros caballeros allí presentes.

-Gran Duque, nobles caballeros, permitidme unas pocas palabras de éste humilde humano. De dónde provenimos ha existido una historia repleta de violencia y muerte por muchas estupideces, muchas origen de una simple acción- miré reprobatorio a Eva-Si una sola persona hubiese pensado mejor lo que hizo, nada hubiese ocurrido, ahorrando sufrimiento a todos los pueblos, por tanto...- miré a Diego con cara de pesar y pidiéndole perdón.

-Si el sufrimiento de una sola persona, evita la de otras decenas como bien dice el Caballero de Fuego en el Viento, que así sea...lo siento Eva, pero tú sola te has metido en esto y no voy a permitir que me arrastres contigo...-dije manteniéndome en mi lugar sin moverme salvo un nuevo reverencia hacia los Áureos.

Duque Aureo, ¿puedo toma la palabra?  Busco alerta algo que abra la puerta.   -esperó su asentimiento, luego continuó.

Legisladora, ¿un Geas aquí sería conducente?   Si, nos salvaron de un demente, de la locura y su desquicio, pero la tortura también es desperdicio, aquí y en la China, de mi mente.   Eso perdura cual roca dura de hondura redondura.   Por mi roja compañera, habla la bravura, lo sé, sólo actúa segura, habla el ave de la nada aviesa naturaleza que nos atraviesa.    ¿No correspondería entonces mejor, a la ocasión, un grillete mágico como castigo, uno amarrado al ombligo?   ¿Puede buscar en sus libros?   ¿En vez de estar atada de pies y manos, inexistentes, mejor que haya oficio y beneficio en la búsqueda de un artificio?   El condicionar su salida a que no pueda hacer nada más hasta lograr algo por esta Corte, Arcadia y nuestro Duque?  Se me ocurre, de lejos, que deba recuperar tres espejos.  Por ejemplo, los de agua, la de los lagos robados a Arcadia y los humanos, por los sembradores de guerras y fuegos, de muertes y destierros.   Otra, la de los ojos, los de de los ancianos y niños, que sepan sus historias diarias y arcadias, cada noche, en cuento y recuento.   Los terceros espejos, ¿cuales serían?    

Es una mera sugerencia, para su infinita paciencia, que es mezcla de paz y conciencia, pues juntando toda mi sapiencia, veo que es sólo la de un sapo, aprendiendo ciencia. 

Toda esta situación está terminando con mi paciencia, pero parece que aquí los lances requieren su tiempo. Y parece que eso es lo que va a tener Eva, tiempo, una eternidad de sufrimiento. No me quiero pronunciar para evitar que la situación se complique aún más. No tengo el conocimiento para hacer cambiar de opinión al elfo, ni a Don Diego, así que me resigno y espero a que se cumpla la palabra del Ejecutor. 

La Legisladora levanta su mano, mira a todos deteniéndose en Qimaera.

– Hermanos y hermanas, habéis hablado, ahora hablará la ley. Un geas es un poderoso efecto y que conlleva un castigo añadido a su poder… Esta mujer ha demostrado que su sentido del deber es nulo, es inútil hacer el gasto de poder y protocolo en alguien que muy probablemente termine rompiendo el geas, ya que ha demostrado aquí que su control y su capacidad de cumplir con su palabra no existen.

Mirando a Ferro

– Esta mujer, Eva Corralejo, demuestra que pensar y conocer las consecuencias de sus acciones no son capacidades que tenga o valore.

Se gira a Don Diego

– Querido Don Diego Guzmán Reales de Ulloa y Moncloa. Como veis aquí ya eres querido. Respecto a tus preguntas legales, si Eva Corralejo te libera de tu palabra el juramento ya no se considera roto… Sin embargo este tribunal comprende vuestro propio sentido del deber… Podemos añadir clausulas a la condena para reducirla en vista que la situación aquí se ha convertido en extraordinaria.

Se gira a la muchedumbre

– Los actos de esta mujer no pueden ser perdonados, pues los agravios son cosas muy importantes en estas tierras, sin embargo…

Mira a Diego y los faéricos arrodillados.

- Si renunciáis a sufrir el castigo con ella, el Duque plantea una única condena… No habrán mutilaciones, ni sufrirá ningún daño físico... Sus ojos, su mano, su lengua y sus piernas permanecerán intactos. La mano que perdió en su mala acción se mantendrá perdida pues es un castigo de respuesta, no de condena. Tendrá que quedarse aquí en nuestro Reino. Su nombre quedará para siempre vinculado al Duque para usarlo a voluntad si es requerido por su excelencia.

El Duque asiente. La Legisladora sigue.

– El Duque NO RECONOCERÁ ningún resultado que no resulte con esta mujer de invitada en nuestro reino. Mientras se porte bien, será tratada como una vasalla más, alimentada, vestida y cuidada. No se requerirá ningún trabajo de ella. Y no podrá salir del palacio y estará sujeta a las normas del reino, si las rompe, este pacto se trocara en un castigo más severo de acuerdo con su crimen.

La Legisladora se arrodilla ante el Duque.

– Los demás no sufriréis castigo alguno más que el que vosotros os asignéis fuera de esta corte.

Fuego en el aire y el resto miran a Diego.

 si Eva Corralejo te libera de tu palabra el juramento ya no se considera roto… Sin embargo este tribunal comprende vuestro propio sentido del deber… Podemos añadir clausulas a la condena para reducirla en vista que la situación aquí se ha convertido en extraordinaria.

Comprendo lo que me decís, Legisladora, así solo me queda esperar a ser liberado del juramento que proferí. Más si no hay anulación del mismo, poco puedo hacer.

Triste y con los ojos abatidos, miro a Eva, dando espacio a que se pronuncie. 

En cuanto a las muestras de respeto y cariño mostradas por este pueblo hacia mi, me dan cierto júbilo, pero ensombrecido por el fracaso de mi mal liderazgo. Pues no conseguí mantener el equipo.

Entiendo el desmarque de Ferro, la intranquilidad que se refleja en el rostro de Aamale, e intento valorar el odio que crearía el que toda esta gente faerica sufriera mi mismo destino... Si esto es una prueba de Alexander, es bien dura...

Os agradezco en lo que vale, la enmienda a la condena, pués debe ser un acto dificil para vos. Ciertamente evitaría mucho odio, dolor y humillación, a muchos.

Y aun aquí sigo pensando en que si no volvemos alguno de nosotros para avisar a Vulkan, muchos otros sufrirán las consecuencias...

Eva, por Alexander te lo pido...

La guapa portuguesa se quedó quieta, esperando a ver que acontecía.  Las negociaciones entre Don Diego, Eva, y los faéricos, estaban llegando a su punto crítico, y era mejor dejar todo quieto de su parte para no alterar el equilibrio que emergía. 

Su excelencia, Duque áureo-Exclamo con voz ronca -Desearia poder tomar la palabra...antes de que mis amigos partan
La voz se me entrecorta..bajo el pie del EJECUTOR cuesta incluso coger aire.

Si se me otorga el permiso, hago un gesto para que el EJECUTOR me permita quedarme sentada, al menos.

Si no me dejan hablar o solo me dejan hablar para anular el juramento De Diego, pues lo hago y punto.

El Caballero Rojo retira su pierna y su espada, te deja levantarte y espera. 

No. Eva no ha pensado eso todavía. Dije que, en caso de verme torturada largos años, como jugador estaba explorando diferentes desarrollos del personaje de Eva. Uno era el de zorra vengativa. XD

Dice Pedro que "si tienes unos planes tan pensados, me niego a pensar que no las está pensando tu personaje porque lo que estás haciendo es dirigir el personaje en esa dirección".