Partida Rol por web

Eva yacía en el suelo, desvanecida, vencida por el cansancio y el dolor. Su cuerpo  doblegado al fin, no aguanto más. Confio en que su espíritu, sea mucho mas duro.

La observo mientras duerme eterna en un descanso que no era deseado, pero sí necesario.

Junto al estanque dorado, mojo mi pañuelo y le humedezco los labios, refresco la frente y el cuello. La miro y me impregno de esa piel. Luego con suma delicadeza, le lavo la herida de su mano invisible... y al final le beso la misma.

Me tumbo a su lado mientras le estrecho su mano entre las mías y mi pecho... se que ha de sentir en lo  profundo de su sueño, el latir de mi corazón. Y en un prácticamente inaudible susurro le digo al oído:

Hubiera querido darte un nuevo hogar, crecer juntos, compartir el día a día... Devolverte la felicidad perdida antaño, algo más real que esa ficción melancólica en la que vivías sumida. La vida te ha hecho rebelde, pero los sentimientos a veces también lo son...

Volveré a por ti, solo te pido que me esperes lo que haga falta... y que seas mas sensata, No quiero amar a Reinas o a faéricas, de belleza sin igual, que me verán marchitar, mientras ellas siguen floreciendo. Si hay alguna Princesa creo que eras tu... y si tu quieres, de daré mi corazón... Espero que Alexander apruebe mi decisión, pero si no es así, tampoco le he pedido permiso...

Al final le doy un beso profundo en los labios, y me recuesto junto a ella, el poco tiempo que nos queda.

Cuando falten pocos minutos para vencer esa hora, me levanto, y llevo en brazos a Eva hasta algún lugar donde me digan que puedo dejarla descansar. y le dejo una de las plumas de mi sombrero entre sus dedos. Luego me voy sin volver la mirada... hay una misión, otros nos necesitan... 

... Quien se interponga en mi  camino padecerá mi ira... y en estos momentos hay mucha contenida dentro de mi...

Acomodo mi espejo vinculado dentro de la faltriquera, saco mi pipa y  fumo, mientras camino hacia el resto del grupo.

Abro los ojos cuando Diego se recuesta a mi lado. Cojo su mano y, apoyándome en el, me siento junto al estanque.
Ayudame, Diego~susurro mientras intento quitarme el mono de plastiacero. Concentrada, sería, en mis ojos el fuego de la batalla, del último esfuerzo antes de caer rendida. Dejo que Diego me vea desnudarme, que sus ojos absorban cada centímetro de mi piel. Sin vergüenza alguna esta vez, al contrario que en las duchas en Nueva Roma,dejo que vea la miríada de cuadrados con un tono de piel más claro que adornan piernas y brazos. Dejo que vea mi cuerpo esbelto y bronceado . Me acerco a él y le beso, con furia, dejando claro que no ha de tratarme como a una damisela. Guío su mano, su boca, hacia mis pechos, pequeños y firmes...no nos queda mucho tiempo.
Dejo que él haga a su antojo, mis fuerzas agotadas. Acostada en la hierba, olvido el dolor y atesoro cada momento, disfrutando de su pasión.
Buen viaje,Diego-susurro en su oído, los ojos se me cierran . Aqui estaré bien....

- Lo que pedís es algo que requiere una vida de dedicación, una mente especial y un entrenamiento. Tan solo aquellos en comunión con los espíritus naturales tienen ese poder. Es un don muy preciado desarrollado por gentes que sirven luego de mediadores entre ese mundo y los nuestros. Los espíritus naturales, los elementales y los vegetales son criaturas extrañas, introvertidas e incomprensibles… y no siempre están disponibles para "hablar". Su comunicación es parca, retorcida y limitada. Por eso muy poca gente posee esa habilidad. Lo lamento no está en mi mano…

Bien, si no hablar con ellas, al menos entenderlas un poco más, ¿se podrá? 

Tomó camino hacia donde partirían, acomodando los pertrechos entregados en una forma fácil de cargar. 

¿Algún mensaje más o envío transmitimos más a la familia Godfriki, su Señoría?  -preguntó al Duque, y de paso a los otros cortesanos.   ¿A que retos se enfrentan en este tiempolugar? 

No seas loca, no es falta de pasión, ni exceso de delicadeza, sino justo la que mereces, y más en el estado que te encuentras. 

Ya habrá tiempo de que la furia nos posea, ahora atesora cada instante, porque ha de ser lo que alimente tu voluntad hasta mi regreso.

Estaré bien... si tu estas conmigo, aunque la distancia pueda intentar confundirnos. 

Intento colmar de placer los últimos minutos que nos quedan, mientras Eva se deja ir... sus ojos se cierran. 

Al fin, tras el reaprovisionamiento del grupo y la reunión de la gente perdida… Os encontráis en un círculo de piedras en los amplios jardines del palacio Áureo. Alrededor del círculo se han congregado multitud de faéricos, esta vez de todas las clases sociales. Niños, pucks, sprigans, etc. El Duque y un par de elfos de ropajes que parecen de magos os colocan en el centro del círculo.

– El hechizo está vinculado a una reliquia que entregamos a los Godfrik en señal de amistad… Perdimos el contacto, es hora de reanudarlo.

Tras ello, los tres nobles faéricos se ponen cantar y las piedras brillan y resuenan ante su canto. Es como un coro harmónico de música faérica, la luz y el sonido se intensifican hasta que veis como el entorno se disuelve y desaparece mientras vosotras os sentís desvanecer y dormir en la oscuridad.

Eva estaba encaramada sobre uno de los numerosísimos tejados del Palacio Áureo; su respiración aún agitada tras una hora corriendo alrededor De la Fuente Espina del Jardín Refulgente. Cinco o seis hadas mariposa, pequeñas como moscas y brillantes como estrellas, silbaban angustiadas alrededor de su brazo desprovisto de mano. Para estas hadas que nacían con el sol y se convertían en flores al anochecer, todo era nuevo y excitante y, en estas tierras sin mácula, Eva les llamaba la atención.
Observaba la innumerable sucesión de torres de todos los colores del arcoíris mientras comía un puñado de dulces frutos.
Durante la primavera en Arcadia, el palacio era vida, estaba vivo y cambiaba constantemente. La senda que tomaba Eva hoy podía ser el doble de largo mañana y sólo la guardia y los nobles podían moverse sin dilación de un lugar a otro...

Y aun así, la estructura fundamental del palacio permanecía igual:

Construido sobre una altísima montaña de oro macizo y roca volcánica , su estructura subía en espiral desde el sombrío bosque de hongos hasta la cumbre, por encima de las nubes policromaticas, dando ocho vueltas completas. Ocho portentosas puertas, siempre abiertas, permitían el paso libre de viajeros, fauna y criaturas por el palacio y los alrededores. Todos ellos, incluso las bestias más terribles, pasaban con respeto bajo el resplandor de la ley dorada de un palacio que bien podría haber estado en pie un millón de años.

Llevaba tiempo Eva dedicándose a recuperar la forma física que una vez tuvo..y, excepto por su mano, la joven hispana era casi una atleta de élite. Era una manera de ocupar el tiempo y agotarse de tal manera que no le quedaban fuerzas para pensar o lamentarse. Un día, sin embargo, un par de elfos de aspecto adolescente, con ropajes oro y naranja, se acercaron a ella para ofrecerle participar en unos cursos de esgrima básicos, aquellos que daban a niños. Aceptar cambio su actitud y su vida. Rodeada de niños, su melancolía se tornó esperanza y una sonrisa en su rostro apareció y nunca más se borró
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Eva pasó todo el verano de Arcadia enfocada en la esgrima. Su maestro tardó largo tiempo en conseguir algo parecido al arte del estilo sanguinario y práctico de Eva, pero una vez lo hizo, la humana se convirtió rápidamente en una maestra. Sus alumnos fueron sobretodo goblin y duendes, gremlins y diversas criaturas a los que enseñó a defenderse de la tecnología y a usar armas de fuego, para el horror de los fae más tradicionales.

Para el otoño, Eva era ya respetada en la corte. Sus alumnos, que gracias a Eva, se habían interesado en las tierras físicas, en Aliens y el espacio, eran, en muchos casos, agentes de los grandes poderes, héroes incluso, y habían tomado parte en conflictos más allá de Arcadia. Eva dejó de combatir por aquel entonces y dedicó su tiempo al dibujo, a la exploración de Arcadia y a ir a tantas fiestas como pudo. Se cree que fue entonces cuando escribió e ilustró el Bestiario de Arcadia, que dejaría a Qimaera do Sul cuando llegase a visitarla. Sus ex-alumnos, amigos y amantes, la tuvieron siempre en alta estima. Le fabricaron un estoque y una pistola mágicos que nunca llegó a usar. Y ella, a su vez,siempre amó con locura a sus amigos y al Duque Aureo. Y no dejó de preguntarse que estarían haciendo sus amigos de la Mega y PetroTerras.

Para cuando llegó el Invierno de Arcadia, Eva era apenas humana. Su piel era casi traslúcida y su pelo era blanco como la nieve. Ya solo bebía ambrosía y, aunque su ingenio y su mordacidad continuaban intactas, el frío del reino de las hadas le impedía correr y andar como antes. El día que falleció, dejó el Bestiario a Qimaera, su pistola a Aamale, a Vulkan un tratado de esgrima y a Don Diego el estoque mágico y una cajita de plata. En ella estaba su mano recién cortada, aún caliente y sangrante, preservada mágicamente y una nota que sólo el podría leer.
De acuerdo con sus últimos deseos, su carne se dio a las bestias y sus huesos se enterraron bajo el estanque dorado.

Para sus compañeros, en el mundo real, solo había pasado un día.

Fin.