Partida Rol por web

Los primeros días pasaron tranquilos, sin ningún atisbo de peligro. Eso tranquilizó el corazón del montaraz. Sin embargo dos días después al subir por una duna, Lorgan había desparecido. Eadar miró a un lado y otro. Se paró y echó la vista atrás:

-¡Esperad! ¿Dónde está Lorgan? Preguntó a sus compañeros.

Eadar volvió pasos atrás buscando a su compañero:

-¡Lorgan! le llamó mientras le buscaba.

Observo que nuestro compañero Lorgan ha desaparecido y eso me alarma.

- No lo veo... 

Examino nuestro alrededor para ver si noto algo fuera de lugar o que llame mi atención, luego me centro en el sitio lo vi por última vez e intento encontrar su rastro para dar con él. Es posible que cayera en un hoyo oculto por la arena.

- Andad con cuidado, puede que el suelo no sea firme...

Detenéis al grupo y os ponéis de inmediato a buscar a vuestro compañero desaparecido. Es Eadar el que volviendo sobre vuestros pasos llega a un lugar en el que hay un agujero de unos 80 centímetros de diámetro en la arena. Parece profundo y está oscuro. El agujero no va en perpendicular al suelo sino más bien inclinado con bastante pendiente, quizá es posible deslizarse por allí, aunque para salir parece un poco más complicado.

Gritáis con la esperanza de que Lorgan esté allí y de que os pueda ocurrir.

- Lo mejor es que baje yo atado con una cuerda, soy pequeño, peso poco y soy ágil por lo que no hay problema si el túnel se vuelve angosto - les comento - así que ya podéis ir desenrollando la cuerda. 

Abres tu mochila, localizas todo lo necesario y te pones a intentar encender el fuego, no es algo fácil de conseguir, normalmente suele costar casi un minuto de chasquear las piedras.

Oyes un lejano rumor proveniente de la oscuridad ¿El viento¿ ¿Imaginaciones? Otro sonido que te resulta más familiar lo escuchas proveniente del agujero por el que te colaste en la caída, era la voz de Eadar:

-¡Lorgan! 

La leve voz que entra, tan familiar ya, me alegra el corazón.. ¡Mis amigos! Respondí con celeridad, intentando que me escuchasen, enviándoles la tranquilidad de saberme vivo y a salvo.

-¡¡Amigos!! ¡¡Estoy bien!! ¡Es la entrada a algún lugar! ¡Quizás el templo! ¡No puedo subir!

Ojalá me escuchen. Haberlos oído a ellos ya me ha tranquilizado, al menos me siguen la pista. Vuelvo a mirar las escaleras.. Esperaré a ver si bajan, o si continúo solo.

El camino había resultado lo suficientemente tranquilo durante buena parte del viaje, pero fue primero el golpe seco del desierto junto a la presencia que parecía estar sobre nosotros y luego este extraño accidente, lo que comienza a obligarnos a estar ojo avizor.

Me acerco como los demás hacia el agujero que ha encontrado Eadar y observo para tratar de hacerme una idea de qué tan profundo podría ser, pero me resultaría imposible hasta no escuchar la voz de Lorgan.

"- ¡Traicionera arena! No me di cuenta en momento alguno de este pozo- digo por el enojo y la impotencia-. Espero que se encuentre bien... si el agujero continúa recto puede que la caída no haya sido peligrosa- comento y miro a Mut que expresa sus intenciones-. Me parece bien, compañero".

Comienzo a buscar la cuerda en mis pertrechos y la extiendo para prepararla. Miro hacia todos lados, intentando observar algo extraño en el paisaje, tal vez alguna estructura.

"- Vayamos uniendo las cuerdas, no sabemos qué tan larga es la caída. Si abajo hay algún tipo de estructura o cueva, imagino que debe haber otra forma de ingresar relativamente cerca... sin embargo, dada la monotonía del paisaje temo no poder volver a encontrar este agujero si me alejo buscando una entrada- comento mientras sedo la cuerda a Mut para que la use-. Manari, Karmarac, ¿creen que este pozo tenga algo que ver con el lugar que buscamos? Y, de ser así, ¿sabrían de algún ingreso aparte que pudiese ayudarnos?- les pregunto".

La idea del mediano es buena y lógica. Eadar y Angainor se preparan para ayudar a bajar a su compañero mientras ellos sujetaban y fijaban la cuerda. Entonces el enano propone algo que no había pasado por la cabeza del montaraz y era que quizá aquel pozo implicaba que la arena hubiese cubierto un área. Eadar le grita a su compañero mediano:

-Si necesitas ayuda tira dos veces de la cuera y te sacaremos. Tres significa que bajemos. Dijo ante la posibilidad de perder de vista a su compañero.

Angainor le cede la cuerda a Mut, incluso ata un par de ella por si la distancia así lo requiriese. Eadar y los otros dos patrones también ayudaron al enano sosteniendo la cuerda, por lo que no debería de haber complicación debido al escaso peso del mediano.

Justo antes de bajar se escucha proveniente del agujero...

-¡¡Amigos!! ¡¡Estoy bien!! ¡Es la entrada a algún lugar! ¡Quizás el templo! ¡No puedo subir!

Esto acaba de animar a Mut que comienza a descender por el hueco y desaparece de vuestra vista.

La pendiente aunque empinada, no tenía más de diez o doce metros. Y la arena se encarga de suavizar la caída por lo que Lorgan, como pudiste ver está sano y salvo en la parte inferior. Te lo encuentras cerca de donde acaba la caída y está intentando encender una antorcha. Ya salen chispas de la yesca pero aún le falta un poco.

Está oscuro y no se ve gran cosa... Pero... El suelo es sólido. La arena daba paso a una superficie lisa y dura, estabas como dentro de una construcción y a pocos metros de ti había unos escalones que descendían, lástima no tener visión élfica para ver más allá, aunque seguro que cuando esté esa antorcha encendida se puede ver bastante más.

Sigues intentando encender la antorcha, es una labor que suele costar dos o tres minutos, por lo que entra dentro de lo normal. Ya salen chispas de la yesca pero aún le falta un poco.

Escuchas un sonido deslizante desde el agujero y ves aparecer al mediano con una cuerda atada a la cintura, llega a situarse a tu lado.

- Buenos ojos te vean maese Lorgan...me alegra ver que estás de una pieza compañero... - lo saludo intuyendo donde está por las chispas que brotan al intentar encender un fuego - en cuanto enciendas la luz y revisemos la zona les diré al resto que bajen...

Escucho ruidos a mi alrededor, y por el rabillo del ojo veo a Mut, cosa que me alegra enormemente. Pero apenas me detengo en mi labor de avivar la mecha, pues detenerme sería fatal para ello. Le contesto a sus amables palabras, intentando conseguir la luz.

-¡Mut! ¡Nunca me alegré tanto de verte! Estoy intetando encender mi antorcha, pero si miras más adelante cuando te acostumbres a la oscuridad, verás unas escaleras descendentes. No sabía qué ibais a hacer, pero mi única opción era bajar por ellas. Creo que es el lugar que buscábamos. No parece que haya peligro, os he gritado con tiento, y no hubo movimiento alguno. Diría que pueden bajar los demás sin peligro.

- Pues la única opción que era factible...bajar a buscarte y para eso me tienes aquí...pequeño y perfecto para misiones de esta índole... - digo sonriendo - en cuanto enciendas la antorcha buscaremos a ver si hay alguna más para iluminarlo bien para que baje el resto.

Piso con cuidado para comprobar el firme del suelo y ver si es un sitio bueno para hacer un pequeño campamento antes de entrar en el templo. Toco con mis pies y manos a ver si la tierra es húmeda por si por fortuna brotara algún manantial o pudieramos sacar agua que nunca viene mal tener una fuente cercana.

Eadar se alegró de que Lorgan estuviese allí dentro y se encontrase bien. Eso le quitó parte de la preocupación que sentía y ayudó a Mut a descender. Solo faltaba esperar a que saliesen y ver la forma de entrar sin quedar atrapados abajo. Al parecer la subida desde abajo era casi imposible, a juzgar por la afirmación de Lorgan.

"- ¡Muy bien compañero!, ya va Mut para ayudar a salir de ahí adentro- contesto a gritos al escuchar las palabras de Lorgan viniendo desde el agujero".

Saber que se encuentra bien ayuda a relajarnos un poco, aunque aún falta el problema de lograr sacarlo tanto a él como a Mut que ahora baja por el pozo. Ayudo mientras el hobbit continúa bajando, quedándonos esperar a saber si podrán subir luego por este mismo lugar.

Una vez descendido, miro a los que quedamos arriba. "- Veré en los alrededores si se ve alguna entrada o lo que fuere que pueda ayudarnos a sacarlos cuanto antes- digo y comienzo a observar en las cercanías".

La antorcha por fin se enciende iluminando un espacio de unos cinco metros de forma bastante clara y de unos diez en penumbra. Vuestro cuerpo proyecta en las paredes extrañas formas que no son precisamente tranquilizadoras, pero por lo demás, silencio.

Ante vosotros una escalinata desciende hacia una cámara. Pero desde la posición en la que estáis solo veis cascotes y arena. Parecen haber más cámaras y algo pegado a la pared del noreste como unas estatuas o algo así.

Os llega alguna voz desde arriba, la primera de Angainor

¡Muy bien compañero!, ya va Mut para ayudar a salir de ahí adentro

Y luego la que parece ser de uno de los patrones.

¡¿Qué hay abajo?!

La cuerda se destensa, probablemente Mut ha llegado al suelo. Pero por el momento no se produce ningún tirón para transmitir señal alguna.

Los patrones se comienzan a impacientar - ¡¿Qué hay abajo?! - Pregunta manari

Angainor va una vuelta, pero el sol es cegador y no ve gran cosa. Se produce un efecto ondulado por el calor. Ve un punto negro en la distancia. ¿Será algo o una de las ilusión optica? El punto negro desaparece

Grito para que puedan escucharme:

- Parece un acceso a una cámara...puede que haya varias estancias y estatuas... - digo para que me escuchen y decidan si bajan o no.

-A ver si te escuchan.. Yo voy a ver qué pasa con la escalera..

Mut les respondió, y mientras esperamos su reacción, yo me asomo a la escalera con la antorcha. Quiero asegurarme de lo que hay allí abajo, y tiro uno de los cascotes a la oscuridad, a lo que yo creo que es el fondo de las escaleras. Escucho, por si hay alguna reacción, o sí la piedra rebota en los escalones mucho rato, y me quedo pendiente del sonido.