Partida Rol por web

Me giro al escuchar la voz y veo que las cosas no parecen mejorar. Miro a nuestro compañero herido y me doy cuenta de que él es ahora la prioridad. Desenvaino una daga por si las moscas pero la mantengo apuntado al suelo mientras les murmuro en voz baja a mis compañeros:

- Debemos proteger a Lorgan...así que no empecemos algo que no sepamos que vamos a terminar rápido.

Luego miro a los recién llegados y les pregunto:

- ¿Quiénes sois y por qué estáis aquí? - los miro con cautela atento a sus movimientos pero protegiendo a Lorgan con mi pequeño cuerpo ya que no podemos permitir que resulte más dañado.

Cada vez me siento más estorbo, y las nuevas voces me lo confirman. No me muevo, pero sé que estamos en problemas.. Por desgracia lo están, me corrijo a mí mismo. Yo, con mi forzada inmovilidad, no puedo ayudarles.

Los recién llegados parecen saqueadores, por cómo hablan, pero no puedo verles bien. Quizás nos han seguido desde la ciudad, y ahora que hemos hecho el trabajo sucio con los esqueletos, pretenden asaltarnos.. ¡Malditos sean! Aunque.. ¿llevan armadura? Entonces la cosa cambia..

Mut procura darles conversación, a ver qué ideas tienen. Me quedo escuchando su posible respuesta al hobbit.

Ojalá estén solos, ojalá no causen más problemas. Aunque creo que no tendremos esa suerte, pienso.

Observo a los recién llegados y mis preocupaciones regresan de nuevo. No son esta vez esqueletos, sino enemigos con carne los que se presentan ante nosotros, y parecen habernos seguido hasta aquí. Mi intención inicial sería lanzarme a ellos por la agresividad de su presentación, pero las palabras de Mut me hacen pensar mis actos.

"- Gelek menu caragu rukhs... - digo por lo bajo mientras mis rasgos se endurecen".

Doy unos pasos hacia el frente para ponerme a la par de Eadar y los demás, para escudar a nuestro compañero herido. La situación se ve tensa y más aún por lo sardónico en el semblante del extraño, y no puedo más que sujetar nuevamente mi arma y escudo, esperando un inevitable ataque.

"- Debería haber confiado en mí vista cuando vi algo extraño a lo lejos en la arena- expreso con seriedad-. Declaren sus intenciones- agrego y miro tanto a Manari como a Karmarac un momento pues no sé si saben quiénes son estos extraños".

Mut (35): Saca daga

Eadar (20) [38 de 45]:

Jaeru (20) [90 de 90]:

Angainor (15) [59 de 59]:

Lorgan (10) [6 de 40 +3xAs -10Act]:

Karmarac (10) [45 de 45 quedan 14PP] A:

Manari Akaji (10) [35 de 35]:

Kuran (10) [50 de 50]:

Paji (5) [30 de 30]:

- Esa pequeña criatura es bastante inteligente – Interviene refiriéndose a Mut y poco a poco siguen acercándose. Despacio y por el momento sin desenvainar las armas.

- Os propongo un trato sencillo. Nos llevamos esas dos piedras esféricas y os dejamos con vida. Parece que vuestro amigo está muy malherido, no creo que pueda soportar ni un leve corte más... sería una lástima... - Dice con voz socarrona. El del centro parece el jefe o al menos el que lleva la voz cantante, sus facciones son rectas y marcadas.

Karmarac da un rodeo por detrás y se coloca junto a Manari, entre ambos se ponen a murmurar.

- ¿No parece mala oferta...pero quién nos asegura que no nos esperáis afuera para acabar con nosotros en cuanto salgamos? - pregunto mientras tenso mis músculos al ver que se acercan.

Necesito ganar tiempo y ver qué piensan mis compañeros, son tres y podríamos con ellos ya que somos más y encima tenemos un mago pero tampoco sabemos que buenos son combatiendo.

Miro de reojo a mis dos compañeros y me preocupo al ver que los dos mercaderes murmuran puede que no valoren la vida de nuestro compañero como la valoramos nosotros. Al final les digo al mayor interesado en las piedras:

- Las piedras pertenecen a vuestra familia, así que la decisión es también vuestra...¿qué opináis?

Permanezco callado, escuchando el diálogo existente. Mut lo lleva maravillosamente, ganando tiempo con su astucia. Me gustaría poder hacer algo, pero jamás me he sentido tan inútil.. y no sólo eso, sino una carga. además. 

Mi forzada inmovilidad juega en mi contra, y en la de todos. Por lo que sabemos, son sólo los que vemos, pero puede haber más gente esperando donde no la veamos. 

-Pueden ser más.. -le susurro al hobbit, aunque supongo que ya se ha dado cuenta. No conviene fiarse.

"... Sería una lástima...". El final de la frase hace eco en mi mente; mi nariz se frunce y mi boca apenas si deja relucir mis dientes, que rechinan entre ellos al moverse de un costado a otro. Aspiro y exhalo aire para intentar tranquilizarme, pero en verdad resulta difícil.

Escucho las palabras del mediano y en verdad envidio su capacidad... tanto para pensar con tranquilidad como para guardar la compostura en un momento así. Y al instante miró a mi derecha.

"- ¿Y bien... Karmarac, Manari...?- consulto en susurros a los hombres y miro a Karmarac-. No sé qué quieren hacer pero... si...- digo y se cortan  con un respiro un momento mis palabras a la vez que se endurece mi rostro- espero que tengas la misma vehemencia que con esos esqueletos de ser así- concluyo".

Karmarac y Manari cuchichean, el tono se va elevando hasta que el tema acaba en gritos.

- ¡Que no, es mi última palabra! - Dice Manari a su compañero – Ya ha muerto suficiente gente, recuperé el santuario de mis antepasados y tenemos más cosas. No voy a dejar que pese sobre mi conciencia la muerte de otra persona.

Karmarac agarra a su compañero del hombro con los ojos cerrados y niega con la cabeza – Espero que sepas lo que haces...

Tomó aire y se dirigió a los intrusos – Muy a mi pesar podéis hacerlo, pero no podeis coger nada más y como nos tendais una emboscada lucharemos hasta la muerte, al menos yo. Podéis estar seguros

Aquel adversario siguió sonriente – Estoy casi por decir que es una lástima no luchar... - Se rió – Pero bien, tenemos claro que es lo que queremos y nuestras prioridades. Es suficiente así.

Se giró en dirección a uno de los que le acompañaba - ¡Kuran. las piedras! Cógelas

Ese compañero comenzó a caminar en dirección a la gran estátua del fondo para seguir con las indicaciones de su cabecilla.

Mut (35): Saca daga

Eadar (20) [38 de 45]:

Jaeru (20) [90 de 90]:

Angainor (15) [59 de 59]:

Lorgan (10) [9 de 40 +3xAs -10Act]:

Karmarac (10) [45 de 45 quedan 14PP] A:

Manari Akaji (10) [35 de 35]:

Kuran (10) [50 de 50]:

Paji (5) [30 de 30]:

Antes de que se vayan pregunto al líder:

- ¿Por qué queréis las piedras? Habéis corrido un gran peligro viniendo hasta aquí...en nuestro grupo tenemos buenos guerreros y las cosas habían podido torcerse para ustedes...¿o teníais un segundo plan?

Mi voz suena tranquila y curiosa, intentando conocer más datos sobre ellos como sus motivaciones, si tienen más hombres fuera...nos contrataron por algo y hay que intentar ganar tiempo y saber más de ellos.

Seguía sintiéndome una carga, y no sabía en qué momento notaría una mejoría que me permitiese moverme y no empeorar.. la carga sobre mi conciencia era terrible, y preferi mantenerme discretamente callado, tr atando de parecer desapercibido ante lo que se nos podía venir encima, y ante lo que yo no podía ayudar.

Dioses.. necesito recuperarme pronto.. necesito vivir.. 

Cierro los ojos, y solo escucho las voces de los hablantes. El dolor había remitido, aunque seguía latente.. ¿cuándo pararía?

- Oh, simplemente hacemos colección de piedras bonitas – Dijo sin resultar convincente ni intentarlo y luego dedicó una sonrisa sarcástica al mediano – ¿Torcer? No veo aquí a nadie capaz de torcer nuestros planes...

El otro compinche recogió las piedras y se reunió con los suyos – Cuidad de vuestro compañero, no tiene buen aspecto... - Y con ese volvieron a la oscuridad de la que habían salido.

…

Dando la situación por válida, y entre otras cosas, debido a que la situación de Lorgan era tan delicada, quizá fue lo mejor dejar las cosas así. Los intrusos os quitaron la cuerda de acceso, lo que complicó vuestra salida, pero con tiempo y paciencia todo se logra. Lo que no hubo fue ninguna emboscada, aquellos humanos se conformaron con aquellas piedras con propiedades que no llegasteis a comprender del todo.

Pero había que mirar el lado bueno. Lorgan consiguió salvar la vida y con la misión finalizada y cobrada, el grupo miró en dirección al norte. Ya iba siendo hora de regresar en dirección a Gondor, donde a buen seguro nuevas aventuras les esperaban. Pues poco a poco y sin que casi se notara, el ambiente en toda la tierra media se iba volviendo cada vez más sombría. Y esta misión que acaban de finalizar era una buena muestra de ello.