Partida Rol por web

Siguió a Pelendur como le indicó y se quitó el yelmo cogiendolo con una mano. Escuchó atento las palabras del veterano y esperó paciente a que otros aportaran algo o sencillamente la misión fuera explicada.

Me aproximo al caballero Pelendur, mostrando atención a sus futuras palabras.

Una vez que todos los presentes prestan atención, continuo.
La misión que se nos ha encomendado, no es fácil. Pero se que todos los presentes, se esforzaran al máximo en su cumplimiento. Pues todos somos hijos de Gondor y es a los designios de la oscuridad a lo que nos enfrentamos.
Dichas estas palabras, desenrrollo el pergamino que llevo bajo el brazo derecho sobre la mesa.
Ante todos los presentes, aparece un mapa detallado de toda la bahía de Bel Falas hasta el gran cabo de Umbar.

Y con el índice derecho, señalo un lugar determinado en la costa sur de la desembocadura del rio Harnen. Alzo la vista para observar los rostros de los presentes y añado.
¿Veis todos el punto nombrado como Kiba por nuestros cartógrafos?. Allí, en esa pequeña ensenada, un capitán de Umbar, feroz enemigo de Gondor, ha montado su base de operaciones. Los informes indican que ha construido con gran rapidez, una fortaleza de madera desde la que domina la ensenada. En la cual, tiene los muelles y almacenes necesarios para mantener plenamente operativos un numero indeterminado de Dromones de poco calado.
Nosotros, partiremos desde el cercano puerto fluvial De Mithlond, a bordo de una nave ya preparada y que esta esperándonos. Y evidentemente, el cometido de nuestra misión es arrasar ese lugar y acabar con todos aquellos que nos oponga resistencia.
Nuestra mejor baza es un ataque por sorpresa al amparo de la noche. Pues mucho me temo que estaremos en inferioridad numérica. Aunque eso, no es que sea un factor determinante. Somos hijos de Gondor después de todo.
Y no puedo evitar sonreír levemente al decir esto.
Podemos dividir el objetivo en tres fases. Primera, destrucción total de la flota que hallemos anclada en esa ensenada. Segundo, enfrentamiento y exterminio de todas las fuerzas que se nos opogan.
Alzo la vista del mapa de nuevo al decir esto.
No quiero prisioneros. Ea escoria de sucia sangre traidora ha de pagar con su vida el haber desafiado a Gondor.
Y tercero, asalto de la fortaleza y muerte del Capitán enemigo.
Callo entonces dejando que transcurran unos instantes para que mis compañeros vayan asimilando los datos de la misión. Y pasados esos instantes, concluyo diciendo.
Desde mi punto de vista, la mejor manera de lograr esto es con un ataque simultaneo en dos frentes. Uno, un grupo desembarcado en las proximidades de la ensenada. Dos, entrar a sangre y fuego con nuestro navío en las instalaciones de la ensenada. Cuando nuestros oponentes estén distraidos por el ataque de nuestra nave, el grupo desembarcado, atacara desde tierra sumándose al caos de la batalla y provocando el máximo daño posible. En medio de ese caos, no nos resultara difícil aproximarnos a la fortaleza para asaltarla. Además, cuantos mas hombres destine el Capitán enemigo a la defensa de sus preciadas naves, mejor para nosotros. Menos trabajo tendremos luego.
Y finalmente callo. Me limito a volver a examinar los rostros de los presentes. Pues es, sin duda alguna, una misión para guerreros de espíritu audaz.
Si alguno de los presentes tiene alguna duda, este es el momento de presentarla. Pues en combate, no habrá tiempo para pensar.

En aquel momento maldijo su incapacidad para hablar, el plan era bueno, pero quizás otras ideas podrían contemplarse... desembarcar un grupo antes del ataque para infiltrarse y abrir las puertas, lanzar un barco o bote señuelo con brea e incendiarlo cuando llegara a la ensenada... esas fueron las ideas que se la pasaron primero por la mente. Las empezó a escribir y se las fue cediendo a Pelendur para que las leyera... solo eran otras opciones, por aportar ideas, no imponer lo que él creía.

Tras mis palabras, el silencio se mantiene. Y he aquí que persiste pues el caballero de Dol Amroth, hace nuevamente uso de su particular medio de comunicacion.
Naturalmente, me abstengo de hacer comentario alguno aunque alguno que otro se me pasa por la cabeza.
Por tanto, en silencio yo también, leo las indicaciones de nuestro particular caballero y, tras un leve carraspeo, paso a contestar.
Lo de desembarcar un grupo, ya esta dicho. Sin embargo, has de tener en cuenta que el objetivo prioritario es la destrucción de la escuadra de Dromones. De este modo, logramos bloquear cualquier posible intento de fuga por mar hasta el cercano Umbar y también, neutralizamos el peligro que se cierne sobre las costas de Gondor.
Usar un señuelo, no me parece pertinente. Nuestra propia nave actuara de señuelo si logramos infiltrarnos. Y desde su cubierta, golpearemos con todo lo que tengamos para destrozar a la flota enemiga. Sera ese momento, el adecuado para que el grupo de tierra se sume a la batalla en los muelles.
Y una vez hayamos asegurado la posición, aprovechando el fuego de cobertura de nuestra nave, nos ocuparemos de la fortificacion del chacal Morumedain. Ten presente que es de madera. No creo que le siente bien un par de andanadas de nuestras ballistas usando proyectiles impregnados en aceite.
Callo entonces dando tiempo a los demás para proseguir con sus meditaciones.

Al joven Caballero aún le faltaba experiencia en estas tesituras, la planificación y organización de una estratagema para ir a la guerra... él mismo lo sabía pero no pudo evitar reprimirse, por ello se sonrojo levemente y miró el mapa algo avergonzado esperando a que alguien rompiera tan incomodo silencio. 

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Rompo el silencio.. -Señor, si se me permite hablar, diré que la idea de dividirnos y atacar desde dos frentes distintos no me parece mala, sobre todo aprovechando el factor sorpresa, por lo cual no creo que un señuelo sea útil. Al dividirnos nosotros automáticamente los dividiremos a ellos en la lucha..Mi duda está en cómo podemos destruir la flota ya existente. Ha de ser algo inmediato y altamente eficaz..Brea o algún otro material inflamable.

Algarrobo espera pacientemente y se remite a asintir con la cabeza.

Escuchada la duda de nuestra compañera, asiento en silencio con una leve sonrisa. Todos son guerreros audaces pues de lo contrario, no hubieran sido elegidos para esta mision. Pero es evidente, que no son gente de la armada.
Y puesto que la duda expuesta es perfectamente compresible, paso a dar la pertinente explicacion.
Contamos para la mision, con un navio de la armada de Gondor. Equipado con ballistas a lo largo de sus bordas. Estas Ballistas, pueden disparar tres clases de proyectiles. Incendiarios, los que nos interesan. Enormes saetas de unos dos metros de largo, con un recipiente de aceite inflamable en su extremo y la punta recubierta de lona tambien inflamable.
Perforantes. Un proyectil de tamaño similar cuya punta es de acero forjado en los astilleros de Pelargir. Creedme. Con la potencia de disparo adecuada, nada puede detener un proyectil de ese tipo.
Finalmente, proyectiles de metralla. Esferas de treinta centímetros de diámetro, que rompen al impactar enviando su relleno de cientos de pequeñas bolas de plomo en todas direcciones a causa de la potencia del impacto.
Una vez aclarado este punto, soy yo el que tiene una duda.
Por tanto, mirando a los presentes la expongo.
Queda una cuestión por resolver. ¿Quienes formaran el grupo desembarcado y cual de los presentes lo comandara?. Yo no puedo ocuparme de ese grupo pues me encargare de penetrar en la bahía al frente de nuestra nave. Recordad. Este segundo grupo de ataque por tierra ha de esperar al inicio de nuestro ataque antes de lanzarse a la batalla.

Aram se había acercado, como todos los demás, a la mesa donde Pelendur había tendido el mapa. Allí no dejaba de mirar el mapa e intentar ver mentálmente como se desarrollaría la batalla.

Asintiendo levemente ante las palabras de Pelendur, mira luego hacia sus compañeros en espera de que alguien se decida a tomar el mando de las tropas que se desplegarán en tierra. Antes de que nadie hable, lo hace él mismo.-Perdoneme.-Dijo para captar la atención de los presentes.- Antes de saber quien tomará elmando, deberíamos saber quienes de nosotros estaremos en tierra y quienes en el barco.- Expuso el viejo guerrero.- Para ello, si me lo permite,- miró a Pelendur para tener su beneplácito y continuó,- lo primero que haría es ver quien es mejor para afrontar la misión en tierra. Me explico: en tierra se supone que se han de acercar sigilosamente, sin ser vistos. También han de usar, si se dispone, habilidades que tengan que ver con la exploración, los más diestros, para no perderse a oscuras ni tropezar por el terreno que no conocemos.- Aram miró a todos y luego continuó.- Luego, los que mejor disparen, serán un buen segundo grupo para ir por tierra.- El guerrero volvió a posar la vista sobre cada uno de ellos y dejó que cada uno expusiera sus facultades.

Antes lo dijo el las suyas.- Yo, por mi parte, no soy muy sigiloso y mi destreza se ha reducido con el paso de los años, por lo que creo que debería quedarme en el barco.- Aram miró a todos y posó en Pelendur su mirada.- Pero mi experiencia me permite dirigir un grupo en cualquier circustancia... aunque creo que todos, o casi todos los presentes serán capaces de capitanear el grupo de tierra.- Tras estas palabras elviejo guerrero sonrió levemente y se hechó hacia atrás para que los demás tomaran la palabra.

Algarrobo se limito a escuchar y luego exclamar una frase breve.

-Yo por tierra me destaco-

Mientras Aram habla, vuelvo a examinar el mapa que tenemos delante. Y teniendo presente sus palabras, explico.
Pienso desembarcar a las tropas para el ataque terrestre lo mas cerca posible. Y puedo asegurar, que en el momento en que comience el ataque, la zona sera facil de distinguir.
Nuevamente la sombra de una sonrisa aparece en mi rostro mientras hablo.
Creedme. Un Dromon en llamas, puede resultar muy llamativo.
Pero cierto es que sera necesaro cierto grado de sigilo para el avance por el tierra.
Es entonces cuando escucho a Algarrobo y asiento con la cabeza mirandole.
Excelente entonces. Tu podras guiar a las tropas terrestres para aproximarlas lo posible sin ser detectados antes de nuestro ataque.
Ahora, vuelvo a mirar a Aram antes de proseguir.
Veo adecuado dejar el mando del grupo de tierra en manos experimentadas. La veterania es un factor a tener en cuenta y es mucho lo que nos jugamos en esta operación. Por tanto, tuyo es el mando del ataque terrestre si lo quieres Aram.
Ahora, Miro a la Dama que nos acompaña, al caballero de Dol Amrorth y al guerrero de los valles altos del Morth hond.
Tambien quisiera que uno de vosotros, formara parte del grupo terrestre. Un guerrero curtido y capacitado para abrir brecha en las lineas enemigas. ¿Algun voluntario?

Duinhir se limitó a levantar la mano... sabía que él podría liderar, pero aunque no fuera nombrado líder del ataque terrestre, su sitio estaba ahí... armadura pesada, mandoble y su secreto...

Y he aquí que nuevamente sin pronunciar sonido alguno, nuestro caballero de Dol Amroth levanta su diestra.
Sea. Pues entonces, todo esta ya dicho. Liderando el grupo de tierra, tendremos a Aram, Algarrobo sera su guia y explorador y finalmente, Duinhir sera nuestro ariete.
Zeltia y Amildir, compartireis conmigo la vanguardia en el ataque a los muelles de Kiba. Espero que todos podamos reunirnos sin contra tiempos ante las puertas de la fortaleza enemiga. Pero tened presente el grado de peligrosidad de la misión. Habrá bajas, no lo dudéis.
Mientras pronuncio estas palabras, voy recogiendo y enrollando el mapa que había desplegado en la mesa. Con el nuevamente bajo mi brazo derecho, añado.
Dama y caballeros, es hora de ponernos en marchas. Nuestro siguiente destino, el puerto de Harlond en la ribera oeste del Anduin. Si tenéis algún pertrecho que recoger o alguien de quien despediros en la ciudad, este es el momento. Pues tenéis tiempo libre hasta el anochecer. Al alba, pienso partir. Por mi parte, parto inmediatamente hacia el Harlond para pasar revista a nuestra nave y ultimar los preparativos para la nuestra marcha.
Y tras un saludo a los que, desde este mismo momento son mis hermanos de armas, doy media vuelta y me encamino hacia la salida del cuartel que nos ha servido de sala de reuniones.

-¡Perfectamente, señor!

Había permanecido en silencio todo este tiempo, mas sin perder una palabra de cuanto se dijo. La seguridad y resolución con que Pelendur hablaba me infunden confianza.

Miro a mi alrededor buscando las armas que dejé al entrar. Recuperándolas, recupero todo el equipaje que necesito para la misión.

-Caballeros, ya tenemos instrucciones y destino.. Realmente siento que tengamos que separarnos, pero es necesario. Si no hay nada más que hacer, creo que tal vez deberíamos descansar un poco..Mañana nos aguarda un día duro.

Los observo pertrecharse también. En realidad no tengo ninguna gana de retirarme. Salgo al exterior, al sol que todo hace resplandecer..incluso a mi ánimo sombrío. Repaso mentalmente todo lo acontecido, y me sorprende un pensamiento:

Creo que, de todos los hermanos de armas, el que más curiosidad me produce es Duinhir, y su mudez. Pese a no hablar, parece muy resuelto en sus acciones..

Algarrobo mira a los demas se ajusta su tunica y dice.

-Pues que esperamos, vamos ya-