Partida Rol por web

Mmm, escuchad, de cuantos arcos disponemos? Si preparáramos una pocas flechas embreadas, una para cada arco, e hiciéramos un disparo conjunto con tales flechas, previamente prendidas en el fuego, quizás nos permita ver en donde ahora, por la distancia y la escasez de luz, no vemos nada...

El disparo no es de precisión, es mandar una fuente de luz a cierta distancia y si lo hacemos suficientemente rápido, igual pillamos desprevenidos a posibles emboscadores y les descubramos, aunque sea por un instante... Pero en ese caso, Aegon y su vista élfica dará buena cuenta de ellos...

Pero mínimo 3 ó 4 arcos... menos no se si nos serviría de algo...

Me temo que yo no tengo arco, así que poco os puedo ayudar en eso. 

Caleb tapa su daga centelleante con su capa manteniendola encendida pero escondiendo la fuente de luz, momentanemante.

-Por si acaso nos emboscan, es mejor evitar ser un blanco fácil mientras cruzamos el puente.

Tras escuchar la recomendación de Allister, asiento con la cabeza.

-"Sí, creo que es una buena idea. Yo tengo arco, pequeño, de tamaño hobbit. No sé si llegaré al otro lado del abismo... Mejor disparen ustedes, que son más grandes y fuertes que yo." Le contesté. "Iré a revisar el puente."

Avancé hasta el principio del mismo y registré que no hubiera ninguna trampa ni enano oculto bajo una piedra. La sensación de peligro hacía que los pelos del cogote estuvieran de punta.

Allister cogió tres flechas de su carcaj. No le gustaba malgastar munición, pero el lugar era demasiado tentador para una emboscada y debían prevenir. Si nadie más podía disparar, lo haría el solo. Buscaría tres disparos y les daría un mayor arco al primero y un tiro mas directo al ultimo, de forma que la luz de las tres flechas embreadas, se juntaran a una altura determinada (más o menos).

Tras elegir los proyectiles les envolvió la punta con una ligera tira de tela (arpillera de algún saquito o ropa de algún cadáver servía). Luego las embreó ligeramente y se dispuso a encenderlas, pero antes se dirigió a Aegon...

Aegon, serías tan amable de sujetarme las flechas e ir dándomelas de forma seguida, pero de una en una, de forma que no se les apague la punta? Y ya de paso, ves aquel punto - Allister le mostró señalando con su dedo una zona - voy a intentar que se ilumine aquella zona, se que con tu vista y con una poca luz podrás intentar descubrir si alguien nos acecha desde allí.

El humano esperó a prender las flechas a que su compañero Eldar le contestara.

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   Todo está en silencio, y no ves a nadie por los alrededores, al menos donde te alcanza la vista, pero si notas algo extraño en el puente, presientes que hay algún tipo de trampa o daño que os acecha en él, y haces una seña a Fosco. Ambos os aproximáis y examináis con cuidado el puente.

   Pronto llegáis a la conclusión de que la trampa se activa si se camina por el lado derecho del puente, está pensado para bascular por el peso y activar... algo, sin embargo, caminando por el lado izquierdo del mismo no se corre ningún peligro. Fosco trastea algo en unos engranajes cerca del inicio del puente para ver si anula la trampa, aunque no podéis estar seguros de si lo ha logrado. De lo que sí estáis seguros ambos, es que por el lado izquierdo no hay peligro alguno para cruzar.

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   Aegon y Fosco se aproximan al puente y lo examinan. Durante un rato Fosco mira el inicio del puente donde comienza seguido de la mirada atenta de Aegon y luego vuelven a examinar ambos el puente.

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   Caleb tapa momentáneamente la luz, mientras Allister prepara tres flechas. No es problema improvisar flechas ígneas con Aegon y Caleb, que pueden prender fuego a las flechas si así lo desean, aunque así no harán daño al consumirse la madera ardiendo no es esa su función en este caso.
 

   Las flechas iluminan brevemente un abismo enorme, aparentemente cuyo fondo no se aprecia, una de las flechas cae en él y la luz cada vez va haciéndose más pequeña según va cayendo sin visos de llegar a tocar fondo hasta que al final perdéis de vista su luz. El techo también es enorme y al otro lado os parece ver una entrada decorada. Si hay algo o está escondido en las profundidades del abismo, está detrás o está delante de vosotros.

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Dastar también habría podido usar su arco y flechas pero dejó que solo Allister intentara hacer el lanzamiento. Pero no se queda ocioso sino que intenta concentrar sus sentidos atento a cualquier ruido sospechoso.

Había encontrado ciertos elementos que me indicaban que había una trampa en el puente, en concreto en el lado derecho. Al otro lado, ni rastro de enanos, orcos o lombrices. Volviendo al puente, había que cruzarlo andando por el lado izquierdo y solo por ese, si no la trampa se activaría. Los demás se divertían lanzando flechas encendidas al otro lado y al abismo.

-"Aegon y yo no hemos divisado nada al otro lado. Parece que no hay nadie, así que podemos avanzar. ¡Ah! Eso sí, hay que ir por la izquierda, repito, por la izquierda. Hay una trampa en el lado derecho, así que yo no recomiendo ir por ahí, jejeje." Dije alegre.

Con las mismas, me puse a andar muy dicharacheramente hacia el puente para pasar al otro lado. Obviaba el peligro, ya que suponía que mi visión no me había engañado y que mis manos habían desactivado la trampa... ¿O no?

Amigo Fosco, eres un tipo muy ligero. Quizás sería buena idea que te aseguraras con una cuerda por si las cosas se torcieran en el puente. Cierto es que tu peso no equipara al de un enano ni al de un orco, pero los nuestros si. Que vayas por delante puede sernos de utilidad, pero la precaución es nuestra aliada, no te parece?

Paré en seco y me giré. Miré al guerrero y le sonreí.

-"Sabias palabras y llenas de certeza, pero no me gusta estar atado, es como si fuera un perro. Allá en mi tierra todo ser vivo nace libre y libre recorre el mundo. Gracias por preocuparte por mi, amigo, pero prefiero ir sin estar atado." Le contesté afablemente.

Volví a girarme y seguí mi avance por el lado izquierdo del puente.

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   A pesar de las precauciones, nada malo ocurre y Fosco trota alegremente por la mitad izquierda del puente hasta cruzar. Le seguís con precaución pisando por donde pasó. Nada ocurre. Llegáis a salvo al otro extremo.

   Al otro extremo, un amplio pasillo, casi una galería, os lleva a una entrada.

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   Vosotros y Bain os encontráis ante la entrada de la Gran Estancia de la familia de Bram y el Viejo Bror. El techo parece perderse sobre vuestras cabezas y lo sostienen catorce columnas de mármol negro. Hacia la mitad de su altura, unos soportes de plata bruñida presentan unas brillantes piedras de luz que cobran vida ante la presencia del amuleto de Bain.

   Sin embargo, lo que queda iluminado en el centro de la estancia es una escena inquietante. En el suelo yacen los cadáveres de tres orcos, por las pintas han sido abatidos hace poco tiempo, la sangre fresca aún mancha el suelo.

   Por lo demás, el resto de la cámara presenta en su parte norte un muro lleno de adornos flanqueado por numerosas columnas en forma de estatua, mientras que la parte sur, la más cercana, deja entrever una mesa de madera baja.

   - El testamento de mi familia está cerca de aquí. Partiendo de esta estancia, debemos encontrar la cripta donde se halla el legado de Bram, pero puede que no nos resulte fácil. Los cuerpos de estos orcos sugieren que los primos de mi tío se han adelantado, pero no pueden abrir el acceso. Necesitan la llave rúnica y sólo la tenemos nosotros. -

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   Estáis en B1, en la entrada a la Gran Estancia, decid donde os movéis y adonde vais.

La sala a la que llegamos al cruzar el puente es una maravilla y me quedo estupefacto al examinarla. ¡Qué gran trabajo de quién la construyó! Al acercarse Bain, las farolas se encendieron debido al amuleto que el enano portaba. La estancia se iluminó y pude ver mejor su esplendorosa arquitectura.

-"¡Vaya, que maravilla!" Dije en alto. "Sí, ya hemos comprobado que tus primos están aquí, así que intentemos que no nos quiten la llave... o mejor dicho, que no me la quiten." Dije palpando mi bolsillo, donde esta se encontraba. "¿Habéis pensado qué hacer con ellos? Tal vez podríamos negociar..."

Me pongo a mirar por la estancia, para ver qué veo.

 Mientras los demás estaban a lo suyo, yo miraba a mi alrededor, buscando posibles enemigos ocultos detrás de las columnas o indicios de por donde se habían ido los asesinos de los orcos:

 - Hay que estar atentos, por si hay alguna trampa. Es un buen sitio para poner una, precisamente por lo inverosímil que parecería el ponerla aquí. - Comenté a todos, de manera pensativa.

Ahora empuñaba su espada el joven Dastar, alerta a todo a su al rededor. Ahora ya no le preocupaban los orcos si no el otro grupo de enanos que pretendía también la herencia que reclamaba el contratante del grupo. Su aventura iba siendo sin mayores angustias y eso le inquietaba un poco dada la distancia que habían recorrido y el lugar en que se encontraban ahora.

—Mi buen Fosco dudo que quieran negociar a estas alturas del conflicto, ya que han tenido muchas oportunidades para ponerse de acuerdo. No creo que estén dispuestos a compartir nada con sus otros familiares.

Impresionado por la construccion enana y la escena Caleb suelta a Urko para que se ponga junto a el y trate de detectar algo.
Como los demas integrantes del grupo me pongo en guardia.
Cojo mi baston con una mano y prepara la espada con la mano buena y me muevo los mas silenciosamente posible

- ...los tenemos encima.

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   Después de esperar lo que parece una eternidad, al final Caleb da el paso al frente y se acerca a la mesa de la pared.

   Es una gran mesa de madera que mide unos dos metros de largo y tan alta como la cintura... de un enano. El borde la mesa está adornado con una hilera de cabezas de hacha, grabadas por una mano fuerte y habilidosa. La mesa está finamente pulida, pero cubierta de polvo.

   En el centro de la estancia (B4), la sangre de los cadáveres de los tres orcos oscurece parcialmente los complicados dibujos que decoran el suelo de la estancia. Los azulejos representan batallas con trasgos de las montañas, montañas, valles, lagos y robustos trabajadores picando en la montaña. Junto con el mural del muro grabado de la pared norte (B6) y las cabezas grabadas, sin duda representan la historia de la familia, pero no tenéis tiempo de deteneros a contemplarla.

   Sin duda los enanos deben estar ocultos en una de las zonas de las columnas, pero ¿cuál?

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