Beohal dispara un virote de ballesta a la charca que hay junto a la gruta donde dejasteis enjaulados a los kobolds. El ruido que hace al introducirse en el agua distrae a la criatura y se acerca para ver qué ha pasado. El resto del grupo, que se encuentra hablando y divagando sobre los intrusos, no presta atención.
Motivo: Sigilo Beohal
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: Actitud kobolds
Tirada: 2d6
Resultado: 9 [4, 5]
Beohal, habéis vuelto al punto donde dejasteis a los kobolds enjaulados y estáis lejos de la zona de los sapos. Pero sí había una charca subterránea, así que entiendo que disparas ahí. La idea de enfrentar a los kobolds con los sapos era buena ;-)
Mucho cuidado con la ballesta, es un arma que hace ruido mecánico y delata tu posición. Lo dejo pasar porque los otros están hablando y tú podrías estar relativamente lejos de Dasron y el kobold.
En la tirada de Reacción ha salido 9: indiferencia. Por eso el resto del grupo de enemigos va a la suya.
Hubiera preferido cruzar el río y los sapos, pero ya era tarde y estábamos escondidos tras unas piedras, en la oscuridad de la caverna. No veía nada a mi alrededor, ya que tuve que apagar la antorcha al ver al nutrido grupo de kobolds. Solo podía percibir ligeros ruidos guturales (el habla de estas criaturas), el entrechocar de metal y sus pisadas. Mis compañeros estaban alrededor, parapetados y escondidos. La idea era esperar a que se alejaran hacia el río e ir nosotros por el camino que habíamos desechado al principio.
Esperé un buen rato y uno parecía acercarse, pero oí el sonido metálico de una ballesta y el chapoteo después de la saeta al hundirse en el agua de la charca cercana. Beohal había actuado rápido y bien, podría llegar a ser de gran ayuda. Recordaba que Dasron le había nombrado a Leyacar y él había mudado el rostro a uno de pena. Dijo algo de que la anciana se iba a poner muy triste. Más tarde le preguntaría por ello. Ahora había que esperar un poco a que se marcharan los caradeperro, encender una tea y seguir el camino.
¡Ya estoy de vuelta!
Tuve suerte. El kobold venía directo hacia mi escondite cuando Beohal lo distrajo. Esperaría a que se marchara antes de salir. Y después lo mejor sería salir de allí cuanto antes por si volvían a investigar. Aquel subterráneo me ponía de los nervios. Habían enemigos en todas partes y cualquier paso en falso podría resultar fatal.
En la penumbra me entero de poco pero hasta el momento todo parece que va en nuestro favor. Mantengo la posición con mi daga empuñada esperando la señal que den los demás para proseguir, o en su defecto el ruido del ataque de los kobolds hacía alguien del grupo.
Perdonad que he estado de viaje y no he podido escribir. Yo os diría de ir por donde los sapos: podemos distraerles echándoles comida a ver si así no nos estorban al pasar. Por el otro lado, me da a mí, que va a ser más problemático. Pero si conseguimos burlar a los sapos, no pensarán que hubiéramos pasados pro allí sin matar a los dichosos batracios.
Tras acabar de organizarse, un grupo de cinco kobolds con lanza encabezados por el kobold al que encerrasteis marcha en la dirección del paso de los sapos, mientras que los dos guerreros restantes acompañan al grupo de trabajadores hacia el lugar donde se supone que hacen sus labores. Permanecéis escondidos hasta que se marchan todos.
En principio tenéis dos posibilidades: seguir a la partida de búsqueda por el camino de los sapos o explorar la zona que desconocéis, por donde han ido los trabajadores. El espacio inexplorado es grande y no alcanzáis a ver el límite desde vuestra posición. Dada la oscuridad reinante y la amplitud de espacio, no será difícil evitar a los kobolds que restan, si eso es lo que queréis.
Los kobolds se habían dividido en dos grupos y habían partido. El más numeroso y peligroso se había dirigido al río de los sapos gigantes, mientras que el otro se había dirigido a la vasta caverna donde se escuchaban martilleos y golpes.
-"Voy a encender la antorcha, creo que ya se han ido. Ya que dimos la vuelta para venir hasta aquí, sigamos por el camino que aún no conocemos. Dada la extensión de la caverna y de la oscuridad reinante, creo que podemos pasar desapercibidos." Dije mientras se me iluminaba la cara cada vez que golpeaba el pedernal.
Una vez encendida, salí de mi escondite y miré a mi alrededor.
-"Por cierto Beohal. Cuando Dasron pronunció el nombre de nuestro compañero muerto, pusiste mala cara y dijiste unas palabras. ¿Acaso conocías a nuestro explorador?" Le pregunté a Beohal.
Salí de mi escondite y me reuní con el resto. Había faltado poco para que nos descubrieran. Tal como dijera el kobold eran legión e iban bien armados.
- Será mejor ir por el otro lado tal como dice Barrik. El grupo que ha ido hacia el río es muy numeroso y están armados.
Los kobolds eran inferiores en lo físico pero si te acorralaban unos cuantos te podían dar una paliza. Me quedé esperando a lo que tuviera que decir Beohal.
Con mucha cautela os dedicáis a explorar la zona amplia sumida en tinieblas. El ambiente es húmedo y terroso, huele a materia orgánica y descomposición. Al noroeste podéis observar a los kobolds trabajando mientras los guardias vigilan. Excavan la tierra en busca de lombrices gigantes, que depositan en jaulas toscas de las que a veces consiguen escapar. Los obreros están en pésimas condiciones físicas, fruto de la sobreexplotación. Poseen algunas herramientas y maderas que van colocando para evitar que se derrumbe el techo cuando excavan nuevos túneles.
La zona este tiene una bifurcación que da a dos caminos cortos que desembocan en un lago subterráneo. Las aguas son oscuras, profundas y no llegáis a ver el final. Probablemente conecte con el río en el que se encontraban los sapos gigantes. Este lago tenebroso no augura nada bueno.
Dejo que Beohal conteste mientras avanzáis.
Me muevo junto a los demás, y al ver aquella escena de kobolds trabajando bajo condiciones muy malas asumo que es posible que estos obreros estén forzados, y que quizá su deseo era salir de aquella situación.
—Señor enano —digo a Dasron esperando que su conocimiento de el idioma de los reptiloides nos pueda ayudar a conseguir aliados inesperados—, ¿cree usted que aquellos kobolds trabajadores podrían ponerse de nuestro lado si les hacemos la promesa de liberarlos de su esclavitud?
Beohal aparto la mirada mientras recargaba su ballesta -si...... Lo conoci.... Trabajamos juntos varias veces
Los kobolds trabajaban en unas condiciones horribles así que la idea de Garsam no podía ser mala. Sólo que habría que ir con tiento al comunicarnos con ellos pero podría funcionar.
Ummm... Podría ser una buena idea. Si yo estuviera en sus condiciones desde luego que preferiría ser liberado. Por probar no perderemos nada.
Aguardo hasta que emprendáis una acción concreta.
Viendo que los dos compañeros quieren tentar a la suerte, doy mi opinión sobre ello.
-"Puede que sea buena idea o puede que no. Si hacéis lo que pretendéis, delataréis nuestra posición y seremos rodeados por una ingente muchedumbre de kobolds. Pensad que son todos de la misma raza, aunque algunos estén casi esclavizados. ¿Os vais a fiar de unos seres así? Además, que Lord Kroakus parece dominar sus mentes. Si queréis ir a ver si se unen a nosotros, sabed que estáis arriesgando vuestras vidas y las nuestras." Dije en tono serio.
-estoy deacuerdo con el mago - penso un momento - además Lord Kroakus ya sabe que vamos para alla con su ejercito - hizo notar lo obvio
No era momento de pararse a discutir. El tiempo corría en nuestra contra, cada segundo que pasaba Lord Kroakus se hacía más fuerte. Habría que desechar la idea de reclutar kobolds para la causa. Y le pedí a los dioses estar equivocado, pues si no lo estaba perdíamos una oportunidad de oro para fortalecernos.
- Está bien, los dejamos en paz - concedí a regañadientes - ¿Y ahora para dónde tiramos?
Teníamos la opción del río de los sapos gigantes, los túneles de las lombrices llenos de kobolds y la zona del lago tenebroso que seguramente tendría toda una fauna deseosa de conocernos. Entonces se me ocurrió una idea.
- Ayudadme a excavar. Vamos a sacar una de esas lombrices y la usaremos de cebo con los sapos. Haber si se distraen y podemos cruzar.
- Concuerdo con Barrik... sigamos nuestro camino.
Dasron se pone a excavar con sus herramientas. Tras un rato de rebuscar en la tierra húmeda no encuentra ninguna lombriz, los kobolds deben haber esquilmado la zona y por eso cada vez les resulta más difícil encontrar nuevos ejemplares.
Motivo: Probabilidad de encontrar lombriz
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 92 (Fracaso) [92]
La idea de atraer kobolds a nuestras filas solo fue bien vista por el señor enano, los humanos no quisieron intentarlo, sumado a que el intento de sacar lombrices para usarlas de cebo con los sapos no tuvo éxito, nos quedamos sin opciones. Ahora sin más ocurrencias por parte mía y del enano tocaba dejar a los humanos decidir el plan a seguir.
—No tengo más ideas —digo—, así que ustedes dirán.
Eñ nuevo exprisionero penso un momento -no pofriamos electrificar o calentar la temperatura del agua para ahuyentar a los sapos...... Digo son de sangre vfria y eso los incomoda