Partida Rol por web

Garsam prepara su onda con ánimo de proteger a Dasron, pero es imposible atacar sin darse la posibilidad de dar a su compañero. Barrik dispara sin miramientos una pedrada con su honda, que le rompe la cara a una criatura, la cual cae redonda en el suelo. Dasig hace lo propio con su maza y cae una más. Dasron intenta amedrentar a otra, pero en lugar de hacerlo consigue esquivarlo con soltura. No son los gritos terrenales lo que las asustan, sino el poder divino. El monstruo que ha sufrido el ataque de Dasron le intenta dar un zarpazo, pero este también logra esquivarlo.

Una criatura se le echa encima a Leyacar y le clava sus garras hasta el fondo. Siente que la vida se le va de las manos.

Garsam, que ha sido descubierto por el comentario de Leyacar, lanza una pedrada a la criatura que va a por él, pero los nervios le traicionan y fracasa. La criatura le da un zarpazo.

Al ver que las bestias caían bajo nuestro empuje, volví a cargar una piedra y lanzarla sobre otra de estas criaturas.

-"¡Vamos compañeros, ya son nuestras!" Grité.

Esta vez, debido a que una intentó morderme y tuve que retroceder unos pasos, fallé mi disparo.

O

El animal era ágil y esquivó mi lanzada. Se revolvió y me lanzó un zarpazo que no me alcanzó por los pelos. 

-¡Aguantad muchachos! 

Cargué todo el peso de mi cuerpo en una nueva lanzada. 

Estoy morido, bien morido, por favor entreguen mi salario y rquipo a mi ancisna abuela

Siento como las garras de aquel engendro se me clavan en la piel, un dolor se apodera de mi, pero no tengo tiempo para dolerme pues Ley a caído nuevamente. Intento reponerme para atacar a la criatura, desenfundo mi puñal y se lo clavo con furia. Siento como se hunde hasta la empuñadura haciendo lo que parece un daño letal.

- ¡Adelante! ¡acabemos con estos engendros!

Garsam se defiende como un bravo, apuñala a la bestia que lo acosa y la mata mientras clava su daga hasta lo más profundo de su corazón. Dasig se interpone entre la criatura y Barrik, el cual a corta distancia no puede hacerle gran cosa con su honda. Con otro mazazo la manda a hacer compañía a sus dioses oscuros. Leyacar sucumbe ante el monstruo que se le ha tirado encima, comienza a devorarlo sin darse cuenta de que es el último que queda en pie y no tiene defensa posible. Garsam y su puñal están cerca para vengar al compañero caído.

Desgraciadamente, Leyacar no volverá a casa. Tendréis que darle digna sepultura por haber dado la vida tratando de ayudar a las gentes del pueblo.

El pobre explorador estaba siendo devorado por la única criatura que quedaba. El grupo iba menguando poco a poco. Apunté de nuevo con mi honda y traté de darle a la bestia. Pero fuera por los nervios de ver al compañero caído o porque me repugnaba la escena, el caso es que volví a fallar el disparo.

-"¡Maldita bestia!" Grité.

Leyacar había caído y la bestia lo devoraba. Pobre montaraz... No iba a permitir que sirviera de alimento a aquel engendro.

-¡ Apártate de él bestia!

Golpeé con toda la fuerza que pude reunir.

Dasron, furioso por la pérdida, atraviesa a la criatura con su lanza, acabando con ella para siempre. Lloráis la pérdida de Leyacar, vuestro querido amigo. Se hace el silencio.

Os encontráis en un túnel bastante ancho que llega hasta una bifurcación. A la derecha podéis observar una charca subterránea y una extensión del camino. A la izquierda, otro túnel.

No pudimos enorgullecernos por derrotar a aquellas criaturas, la perdida de Ley era una derrota, me lamento por su muerte y le pido a los demás que "Ahora con más razón debemos salvar al Árbol Esmeralda. Tenemos que hacer que la muerte de Ley valga la pena".

Me acerqué a Garsam y puse la mano en su hombro.

- Adiós, amigo. Descansa en paz. Te honraremos salvando al árbol. Que tu muerte nos dé el valor y las energías necesarias.

Debíamos superar la pérdida y continuar nuestro camino.

- ¿Derecha o izquierda?

El combate había termiando y tocaba seguir adelante, con la pena en nuestros corazones por haber perdido a un compañero. Estaba claro que la misión iba a ser fatal para más de uno. Aún así, había que continuar, como bien dijeron el mediano y el enano.

-"No sé, cualquiera de los dos caminos debe de llevar a algún lado. Señor enano, usted que tiene afinidad con la piedra, ¿no puede recabar algo de información? O tal vez Dasig pueda concentrarse y saber en qué camino está la maldad que asola al árbol. Garsam puede escuchar con su fino oído. Uniendo todas nuestras acciones, tendremos mas información para debatir hacia donde ir." Dije pensativo.

Yo msmo me concentré para ver si notaba algo de magia en el lugar.

Barrik se concentra para averiguar si encuentra una emanación de magia y siente un hilo muy débil en dirección a su derecha. Al mismo tiempo, escucha unos sollozos que parecen venir de algo más allá de la charca subterránea. Diríais que es la voz de un humano.

Estaba intentado concentrar mis sentidos como sugirió Barrik cuando me pareció oír algo.

- Shhh... ¿Habéis escuchado? Parece que hay alguien por ahí - señalé el camino de la derecha - Vayamos a investigar. Tal vez necesite ayuda.

Seguí caminando, siguiendo aquellos sollozos.¿Quién podría estar en un lugar como éste?¿También buscaría las raíces del Árbol Esmeralda?