Partida Rol por web

Ante vosotros desfilan las más extrañas de las criaturas imaginables; Animales salvajes, bestias mágicas y razas no humanas. Un grupo de trolls persiguen a varias driades que corren en busca de un lugar donde cobijarse; Un dragón siembra el terror arrojando fuego sobre unas flores vivientes y varios cazadores de aspecto primitivo convencen a los más sabios de qué camino deben tomar. Es la mayor fiesta de disfraces que jamás hubierais imaginado.

Os han destinado a la ciudad de Yuthuppa, capital cultural y santa del Imperio. Hoy se celebra el aniversario del Emperador y por ello toda la ciudad se viste de las formas más variopintas. Os encontrais en la universidad de la ciudad, un edificio enorme repleto de jóvenes que se divierten bebiendo y bailando al son de la música de una banda local. Vuestra misión aquí es vigilar que la fiesta transcurra en paz, sin incidentes molestos y evitar que cualquier persona ajena a la universidad acceda a ella. Los disfraces son una buena forma de ocultar las malas intenciones d ealgunos para con las jóvenes estudiantes.

 Vehexa mira a su alrededor gruñendo - Grrr... no me gusta estar entre manadas de locos....

Malhumorado por la nueva misión, estaba allí cruzado de brazos mirando a los niños locos:

-Pasamos de matar a brujas, a ser torturado por niños.

Al menos Loranda estará contenta -pensaba, ya que al estar en un sitio de estudios, ella podría aprovechar la ocasión para ir a leer.-

-¡Mas despacio niño! - le digo a uno que iba corriendo demasiado deprisa y vertía el contenido de su vaso.

Una fiesta de estudiantes, de pronto me siento triste y feliz al mismo tiempo. Siento envidia de ellos, divirtiendose y a la vez instruyendose en la universidad. Lo que hubiera dado por tener la oportunidad de ampliar mis conocimientos en un lugar como aquel. Pensativa suspiro, aun no he olvidado a Arrhya, la pequeña salvaje que protegiamos y a la que se llevaron los lunares para evitar una boda inevitable. Que habra sido de ella? Realmente la llevaron a estudiar o nos engañaron? La posiblidad de buscarla entre aquellos chicos es unica, tal vez este alli. Estoy decida a aprovechar la ocasion y se lo hago saber a nuestro guia. 

-Kilder, recuerdas a Arrhya? la niña de aquel pueblo de Brolia? Dijeron que la llevarian a la universidad, tal vez este aqui. Creo que echare un ojo a las aulas, puede que encuentre el lugar donde guardan los archivos o lo que sea que tengan para llevar el control de los alumnos que han pasado por aqui. Se supone que ahora no hay nadie alli, no creo que tenga problemas si curioseo un poco. Podeis venir conmigo o esperarme por aqui, no tardare mucho. 

Hago un aspaviento con la mano, y le digo a Loranda:

-Ves, haz lo que quieras, y no tengas prisa. -mientras me pregunto- ¿cómo puede creer que me he olvidado de la cría o de Felke?

Me pongo la capucha, y me hundo en ella.

Con mi tamaño, y sin que se me vea la cara, me podré infiltrar en las filas enemigas, aish... en fin, que le vamos a hacer.

-Vehexa, tómate algo y relájate. ¿Por qué no consigues un disfraz de caballo y te disfrazas de centaura?, si lo consigues... ¿me dejas patrullar encima tuyo?, así me enseñas a montar, que se que te mueres de ganas.

Entro en el edificio y trato de encontrar algun documento en cualquiera de las aulas que hay dentro. 

Embotado dentro de mi capucha, pensaba lo insufribles que eran los adolescentes...

El bullicio de la sala principal te resulta muy desagradable, por lo que mirando por el lugar, encuentras una salida a un gran jardín trasero. Sales al exterior y el aire de la tarde te tranquiliza. Aquí afuera apenas hay nadie, a excepción de algunas parejas que aprovechando la soledad, deciden dar rienda suelta a su amor de juventud.

Llevando cuidado de que no te vean te introduces en una sala repleta de archivos. Dejas la puerta entreabierta para evitar quedarte encerrada en el interior y echas una ojeada que te hace sentir abrumada. Podría llevarte horas o incluso dias examinar a fondo estos archivos. Solo te queda la esperanza de tener suerte.

Paseando por entre los estudiantes, cada vez más enloquecidos, te fijas en una curiosa competición que algunos llevan a cabo. Situados en corrillo, una vela arde en el centro y uno tras otro, intentan aumentar la intensidad de la llama de forma mágica. Algunos logran doblar la llama, mientras que otros son capaces de darle el tamaño de una fogata, arrancando aplausos y ovaciones de sus compañeros. Al parecer, la mágia e suna de las disciplinas que se estudia aquí.

Observo como están jugueteando con la llama, y escondo las manos por dentro de las mangas, y comienzo a recitar un hechizo mentalmente con cierto disimulo...

Les apago el fuego, y sonrío por debajo de la capucha...

Debería aprender a controlar el fuego y poder moverlo como hacen ellos, me ha parecido sumamente interesante.

Busco a alguno que pueda informarme...

Me doy cuenta de que buscar algun documento que me resulte util no sera facil. Paciente, y poniendo cuidado en no llamar mucho la atencion rebusco entre los archivos esperando encontrar algo. 

Los archivos de la universidad son tan enormes que podrían llevarte dias enteros de búsqueda, aunque esperas que un golpe de suerte te dé con lo que buscas. Pasas un buen rato buscando, tratando de dejarlo todo en su sitio y mirando de reojo la puerta de entrada temerosa de que alguien te descubra aquí.

De pronto, en una de esas miradas furtivas, te das cuenta de que no estás sola. Un jóven está plantado frente a la puerta mirandote. No es mucho mayor que la mayoría de estudiantes, va disfrazado de bufón y cuando ve que reparas en él da un respingo que hace que suenen varios cascabeles adosados a sus ropas, como si fuese él el sorprendido. Antes de que puedas decir nada, su voz nerviosa llena la sala.

-Saludos señora, señorit...  (Carraspeo). Debo suponer que es usted Loranda, miembro ilustre del ejército imperial. Mi nombre es Godrius Pompis, recién nombrado emisario lunar. He venido a informarle de que hay tres hombres que desean hablar con usted en el exterior. Desconozco los detalles pero parece tratarse de un asunto de importancia.

El emisario permanece en la puerta, tieso como un palo.

Los jóvenes miran decepcionados como acaba de extinguirse su diversión y buscan con la mirada, algo cabreados a quién ha podido hacerlo. Algunos te ven entre la gente y deciden no volver a encender un fuego, por lo que pueda pasar. Parece que tu nueva túnica carmesí es más intimidante de lo que podías pensar.

Cuando te das la vuelta, te das cuenta de que te han dejado solo. Sabes que Loranda quería buscar algunos archivos, pero Vehexa no tienes ni idea de donde puede haberse metido.

Mientras paseas por el enorme jardín, tratando de no pisar a ninguna parejita oculta entre los arbustos, oyes lo que parece ser una discusión. Al acercarte te encuentras con una joven, de unos 13 o 14 años vestida con un disfraz de barbaro, con pieles y pinturas en la piel, que está siendo increpada por tres jóvenes vestidos de formas dispares.

Al parecer a los jóvenes les disgusta su disfraz, perteneciente a una cultura inferior, según ellos y le hacen comentarios sobre su supuesto olor corporal o costumbres gastronómicas. La niña trata de ignorarlos pero ante su insistencia, estalla de rábia y trata en vano de responder a sus insultos, recibiendo solo más burlas.

Vehexa se acerca al grupo usando su pose más bárbara y con aire peligroso. Termina de dar sus grandes zancadas junto al que parece el líder y se agacha hasta dejar su cara frente a la suya. - En mi tribu partimos guerreros en dos por palabras más suaves - dice acariciando su hacha - ¿Tú imaginas que podría hacer mi hacha a tu culo de niña?

Al ver al joven intento aparentar tranquilidad, tras escucharlo sonrio cordialmente y asiento a sus palabras. 

-En efecto, soy Loranda. Creo que he acabado, gracias por avisarme Godrius. LLevame donde estan esos hombres. 

Una vez dejo todo tal y como estaba salgo detras del joven preguntandome quienes seran los tres hombres que me buscan.