Partida Rol por web

Pasais un par de dias entre preparativos para vuestra nueva misión y en este tiempo la pequeña aldea de los Cuervos Rojos se va llenando de gentes venidas dse todos los rincones de Brolia. Veis aparecer grupos de guerreros bien preparados, iniciados de Orlanth listos para defender su tierra; bandas de berserkers mugrientos, sucios y violentos pero dispuestos a dar la vida luchando contra los cerdos lunares; guerreros solitarios, callados y taciturnos que exhiben las runas de la verdad y la muerte en sus armaduras y espadas, fieles a Humakt,la espada; sacerdotes de los vientos, maestros cazadores y mercaderes que han conseguido alguna pieza de armadura o arma de metal y que buscan una última venta desesperada y grupos de mujeres rudas y aguerridas dispuestas a matar en nombre de Vinga. Pero la gran mayoría son hombres, posiblemente campesinos que acuden protegidos con ropas gruesas de cuero y armas tan simples como palos, hoces o guadañas a las que han montado el filo de forma vertical para transformarlas en algo similar a lanzas; algunos de ellos apenas han dejado de ser niños mientras que otros a duras penas sostienen las herramientas con las que han tenido que trabajar tantos años de su vida.
Todos ellos se asientan alredeor de la aldea, en tiendas de lona, barracones y carretas. El ritmo de llegada de todos esos guerreros es cada vez mayor y ya se cuentan por miles los que esperan la señal que les llevará a la libertad o a la muerte.
Y en el momento en que todos se apresuran por llegar, vosotros partís buscando la forma de sacar una ventaja por ppequeña que sea, que pueda inclinar la balanza a vuestro favor.

He estado practicando con la capa de plumas y llevamos una mula con unas jaulas. Los cuervos son egoístas e independientes, pero muy inteligentes, y son los que mejor resultado han dado como mensajeros. Otra de las jaulas contiene tres palomas, no tan listas como sus hermanos negros, pero sí más fiables. Todos los pájaros conocen al resto del grupo, y saben encontrar el pueblo, donde se ocuparán de darles de comer, aunque distan mucho de ser una garantía de éxito.

Hay un  par de cuervos lo bastante listos hasta para explorar... si supieran qué buscar. De momento no me atrevo a utilizarlos para eso. 

El tiempo está revuelto, y hace frío mientras nos apresuramos hacia los Pasos. Voy un poco delante, notando a ratos la extraña presencia a mi lado de los "amigos" de Swen. Confío en que el Hombre Santo los envíe de vez en cuando a reconocer el terreno y salvarnos de meternos directamente en la boca del lobo. Por si acaso, avanzo relativamente despacio, con el arco preparado y con todos los sentidos alerta. Estoy cazando. Cazando lunares.

Erikand le da unos golpecitos en el lomo de la mula. Su compañera de aventuras esos últimos 4 años. Nieve la había llamado, porque su pelaje era un poco más claro que la mayoría de las otras mulas. Era una buena mula y soportaría el peso de esos pequeños pájaros de sobra.

- Nieve, no sé si volveremos a la aldea. Pero han sido unos buenos cuatro años.

Habían hecho buenos negocios juntos. Ella había estado transportado sus cacharros mientras el le daba toda la atención y cariño que podía. No es que fuese la compañía más inteligente, pero a veces el cariño de un animal era suficiente para sentirse bien.

Mira hacia Kenvent. Han sido unos buenos 4 años para él también. Se le ve bastante más seguro y fuerte. Swen en cambio... Miró hacia él. Seguía prácticamente igual. Pero se imaginaba que también habría cambiado mucho.

Mientras hago los preparativos para partir a las colinas, charlo con varios de los brolianos de los primeros clanes orlanthis en llegar y les agradezco que hayan acudido rápidamente. Me hago con un par de bolsas de carne en salazón, queso y odres de agua, material para hacer fuego y mi armamento. Cuando me reúno con Aldar, con sus pájaros y con Erikand con su mula, sonrío para mí y me enorgullezco en silencio de lo mucho que hemos cambiado en este tiempo. Tengo la certeza de que no importa lo que está por venir, podremos vencer.

Ya fuera de la aldea y del bullicio, caminando a buen paso con el viento azotándonos el rostro, permanezco un buen rato en silencio antes de dirigirme a los demás.

-Me pregunto cuánto tardaremos en ver el primer rastro de los lunares -tras una larga pausa, propongo-: Podríamos subir a la colina del Viejo Tuerto. Desde allí podremos otear y ver las fuerzas del enemigo.

Antes de salir Swen os recuerda eventos ya olvidados. Os recuerda que puede ayudaros desde el otro mundo, pero para ello necesita un lugar seguro y tiempo. Llegado el momento, si es posible, lo hará; pero mientras tanto siempre se puede contar con Randan y Gunhar, los cuales a veces se dejan ver -prueba de la confianza que han adquirido con los miembros de la expedición-. Extrañamente cada vez os parece menos loco ya que ahora muchas veces veis con quién habla.

Para el viaje se ha armado de gran cantidad de amuletos que le cuelgan de todas partes. En este tiempo se han multiplicado, ya no son el puñado que portaba hace cuatro años.

La determinación se muestra en su actitud mientras anda junto al grupo cuando Kenvent hace un alto.

- Y decidir si alguno tiene que acercarse, y como, a saber más. Recuerdo lo que le dijiste al loco al salir -mira a Kenvent- no tengo su obsesión pero podría hacer algo parecido -hace un gesto como de imposición de manos que recuerda lo que algunas veces le habéis visto hacer para encender la hoguera-.

Brolia es un territorio extenso dominado por una docena de clanes mayores y otros muchos menores, repartidos por toda su geografía; Ésta es tan accidentada, que algunas veces el moverse de un clan a otro obliga al viajero a cruzar barrancos, avanzar entre desfiladeros y sortear todo tipo de obstáculos naturales. A causa de ello, los primeros habitantes de estas tierras debíeron buscar cualquier lugar llano donde plantar sus casas y sus cosechas, y ello hizo que los enfrentamientos entre los distintos clanes fueran frecuentes, al disputarse pedazos de tierra fértil. Pero esta orografía tan complicada es también el motivo por el que hoy en dia Brolia sigue sin ser conquistada por el Imperio, ya que resulta imposible organizar ejército alguno y los nativos saben perfectamente como aprovechar el territorio.
El clan de los Cuervos Rojos es el único situado ante una gran llanura, que asciende suavemente desde las tierras carmanianas y donde tendrá lugar la batalla. El sitio ha sido previamente consensuado por ambas partes, aunque el número de tropas que pariciparán es algo desconocido.
Vuestros compañeros disfrazados de lunares han avanzado directamente hacia la frontera, al encuentro del enemigo mientras que vosotros habeis decidido peinar la zona más cercana al clan en busca de avanzadillas, espías o cualquier otra cosa relevante.

Avanzo por delante del grupo, aprovechando el terreno para ocultarme. El tiempo pasa sin novedad hasta que...

Oteo los alrededores con mucha atención, tratando de no pasar nada por alto.

Erikand camina detrás del grupo, confiado, acariciando a Nieve.

En un punto de vuestro camino Aldar y Kenvent distinguen un curioso apilamiento de piedras oscuras. Al acercaros, confirmais que se trata de una hoguera de campamento que debió arder anoche mismo. Está en una zona abierta sin demasiado cobijo y por su tamaño, puede que se sentaran unas cuatro personas a su alrededor.

Erikand se acerca a la hoguera y se agacha intentando ver algún rastro despreocupadamente. Esas cosas nunca se le han dado demasiado bien, y Aldar es experto en eso, así que sería mejor dejarlo en sus manos.

Me acerco a los rescoldos. Algunos todavía humean. En cuclillas examino los alrededores, moviéndome lentamente y mascullando entre dientes. Me levanto y me acerco hacia uno de los bordes del claro. Después levanto el brazo y apunto con el dedo hacia adelante.

- Por allí, se fueron por allí. Creo que menos de media docena.

Sigo los pasos de Aldar, examinando lo mismo que él, pero instantes más tarde.

-Sí, se fueron por allí -confirmo.

El joven chamán observa el entorno dejando hacer a los que saben y concentrado en aquello invisible al resto. ¿Habrá algún rastro en el más allá?

Entre los dos deducís lo siguiente:
Hay huellas de 4 personas y todoas son d elas mismas botas, lo que os hace pensar que iban uniformados. Os llevarán algunas horas de ventaja y se dirigen hacia el Sur.
En esa zona está el "Desfiladero del Lobo", un paso estrecho donde sería posible tender una emboscada o simplemente vigilar sin ser visto a quien pase.