Partida Rol por web

El tipo, desde luego, no era el rey de los trabajos discretos y sin pistas. La Llama encuentra varias facturas de reparaciones del coche en la guantera que coinciden con lo visto en el carné de conducir: Peter Fitzgerald, Ashland Street 20 en Newark. Aparte de eso en el maletero hay una escopeta de caza y bajo uno de los asientos una pistola, una beretta 9mm con un cargador. Vaya angelito.

Sarah echa un vistazo a su reloj de muñeca: las 12:02.

Visto que aún tiene algo de tiempo (benditas vacaciones), Sarah decide hacer lo que se supone que un vigilante debe hacer: vigilar.

Vuelve de nuevo al edificio frente al que dejó al sicario y comprueba si sigue allí y los movimientos que puedan ocurrir a su alrededor.

Quizás el tonto del jefe se le ocurra ir a por él...

Dejando atrás el coche Sarah regresa a la zona anterior. Parece que los bomberos ya tienen el incendio controlado. Ahora son los medios de comunicación los que llegan. Hay ya varias furgonetas de la tele aparcadas en la calle y algunos reporteros toman fotos. Al subir al edificio cercano Sarah se da cuenta de que no está sola: un par de reporteros han tomado la terraza como punto desde el que tomar fotos.

En la terraza de al lado hay también movimiento. Un par de policías están 'desempaquetando' el regalo que la Llama ha dejado allí colgado del pilón de agua. Los reporteros sacan fotos tanto a la extraña situación de la policía como al incendio. No parecen haberse dado cuenta siquiera de la llegada de Sarah a la azotea.

Sarah se acerca a los periodistas sin hacer ruido, por detrás y de repente, les saluda.

- Buenos días. ¿Saben qué está pasando?, no paro de escuchar sirenas

Uno de los fotógrafos sigue a su trabajo sin prestar la más mínima atención a la recién llegada. El otro, que empieza a guardar su cámara, le sonríe a Sarah mientras contesta:

- ¿Qué ha pasado? De todo,- dice riéndose - desde un incendio a una vigilante vestida con ropas de cuero pasando por aquel tipo de allí que apareció colgado como una piñata de navidad... Serán un peligro para la sociedad pero hacen las cosas divertidas, si señor.

Sarah no puede evitar sonreir ante el comentario final del reportero, y vuelve a preguntarle.

- Joder, ¿y se sabe qué hacía la vigilante por aquí?, ¿tiene algo que ver con el incendio?

- Pues por el momento ni idea... No sé si mi compañero abajo se habrá enterado de algo.- el chico mira a Sarah con desconfianza - Pero ¿que pasa? ¿eres del Inquirer, que siempre mandan novatos en prácticas?

- Qué va, cariño, sólo curioseaba un poco... por las sirenas y todo eso, ya sabes., dice Sarah intentando parecer natural.- Bueno, si no os importa me quedaré por aquí un poco echando un vistazo..., dice y se acerca al borde de la terraza para seguir observando el espectáculo.

Los reporteros recogen sus bártulos y descienden por las escaleras, dejando a Sarah en el tejado. Abajo los bomberos ya tienen controlado el incendio. Los reporteros que han ido llegando parece que ya están acabando su trabajo también. La policía acordona la zona.

Sarah vuelve a sacar el walkie e intenta comunicarse con quien esté al otro lado.

- ¿Hola?, ¿aún andas por ahí?

Mientras Sarah habla por el walkie sin obtener información nota algo extraño abajo. Los reporteros se están moviendo a toda velocidad, subiendo en las furgonetas y arrancando, como si algo nuevo y sorprendente pasase en otro lado de la ciudad.

Sarah baja de la terraza lo más rápido posible para ver si puede enterarse de lo que está pasando.

Sarah baja y se encuentra con el mismo reportero con el que habló en la azotea. Antes de que el hombre suba apresurado a una furgoneta le pregunta que pasa. El tipo le dice desde la ventanilla:

- Parece que ha habido una persecución policial en el Lincoln Tunel y que los ladrones han usado explosivos dentro de él... Vamos a cubrir la noticia..

La furgoneta arranca a gran velocidad dejando a Sarah con la palabra en la boca.

Parece que hay más acción por la ciudad... quizás necesiten mi ayuda...

Sarah, pese a que no le gusta la idea, decide que la mejor idea de llegar a la zona del túnel es utilizando un coche. Y resulta que tiene las llaves de uno justo en sus bolsillos, así que, después de pensárselo dos o tres veces, finalmente se decide, mete la llave en el contacto del viejo cacharro con ruedas del maleante y pone rumbo al túnel de Lincoln.

Arrancando el coche Sarah comienza su recorrido hacia el Licoln Tunnel, que une New York con Jersey City. Debería pasar antes por la gran manzana, lo cual dejaba claro que antes de tres cuartos de hora, viendo el tráfico actual, no estaría en su destino...

45 minutos después

Quizás algo tarde para ver la acción en directo. Sarah aparca el coche en un lado de la calle y se asoma, con otros curiosos, al cordón policial que mantiene a todo el mundo a una distancia de unos cincuenta metros de la entrada del túnel. No se ve nada desde aquí, salvo las sirenas de los coches policía en el túnel de la izquierda. Los reporteros intentan cubrir la noticia desde este lugar. Sarah llega a escuchar algunas informaciones sueltas:

- Un tipo que lanzaba rayos por las manos...

- .. por lo que otra vez los enmascarados ponen en peligro a los ciudadanos decentes...

- ...guerra campal en el túnel de Lincoln...

- ...la policía no descarta que no haya sido un mero enfrentamiento entre bandas...

- ... agentes del FBI estudian la escena...