Partida Rol por web

Hoy era un día de esos que era mejor olvidar, en el periódico no había mucho por hacer y tenía que cumplir horas estando allí haciendo nada. Los eventos de las celebridades tenían fecha dentro de una semana pero tampoco podía tomarme vacaciones, por lo tanto permanecía inerte en mi trabajo contando los minutos. 

La sensación de duda por todo lo sucedido en el foro me mantuvo lo suficientemente inquieta aunque no abandoné mis ideales de "no creer en nada, solo en lo que compruebe la ciencia". Pero cuando suceden estas cosas por más que el factor principal es dudar, siempre ese camino te impulsa a buscar respuestas o al menos conocer la verdad. Estaba claro que si era una broma de mal gusto, debía felicitar a los creadores. 

Finalmente las horas pasaron, subo a mi coche y el sonido de mi móvil reclama atención. Al ver que era Mixi atiendo enseguida, aunque no negaré mi sorpresa porque de todos los miembros del foro justo al troll mas grande está llamando, coincidencias de la dimensión desconocida. 

- Hola Mixi... -saludo automáticamente, el detector de llamada es un crack en esto. Escucho su discurso muy atenta, parecía que en verdad estaba muy asustada. - No te preocupes, paso a buscarte ya que estoy de pasada. Solo dame unos minutos y no salgas de allí hasta que vuelva a llamarte. ¿De acuerdo? - parecía una detective o un seguridad privada por la forma en que manejaba el asunto, la verdad es que si la estaba siguiendo no tenía opción de ayudarla y también comprobaba la veracidad del asunto. ¡Mato dos pájaros de un tiro! 

Ya con la decisión tomada, doblo por la izquierda y me dirijo hacia el trabajo de Mixi. Al llegar marco el número de Mixi y espero a que salga del lugar para llevarla a donde quisiera.

Aquello era toda una sorpresa, con aquel bonito detalle, Robert, había conseguido sacarle el asunto de Kain de la cabeza, aun sentada en el escritorio tras el bonito beso de su pareja, cerró los ojos para oler las naturales rosas rojas. Por un momento pensó que aquella mañana era la mañana de un día especial, pero haciendo memoria comprendió que había sido un gesto espontáneo de Robert, lo que hacía aquel detalle incluso más encantador.

- Muchas gracias por las rosas, me encantan, eres un cielo cariño - dijo mientras se levantaba de su asiento para hacer "la prueba del algodón."

La prueba del algodón consistía en acercarse lo suficiente como para oler el cuello de su camisa, buscando un olor femenino, no tenía ningún motivo para sospechar que Robert le fuese infiel, quizá solo fuese un bonito detalle como muestra de su amor, pero ella había leído un artículo por internet recientemente que advertía de que los hombres, en ocasiones, regalaban flores movidos por un sentimiento de culpabilidad después de haber sido infieles a sus parejas.

Dejó las rosas sobre su escritorio y rodeó el cuello de Robert con sus brazos, de puntillas besó sus labios algo excitada, el contacto con sus labios hizo recorrer un leve escalofrió por toda su columna vertebral mientras le imaginaba completamente desnudo y recordaba lo buen amante que era también en la cama.

Antes de recrearse demasiado con aquel beso apasionado dejó de besarle, había escuchado los pasos de alguien que posiblemente se acercaba a la puerta de la consulta, entonces miró fijamente a Robert y le sonrió de manera encantadora – Te quiero – dijo para después abrazarle intentando encontrar el posible rastro de algún tipo de perfume de mujer.   

-Ya. Yo también sé hacer eso de echarle cara -comentó mientras le daba un sorbo a la bebida.

Aquello sencillamente no terminaba de encajar. En el foro la gente estaba que echaba chispas, y algo seguía dándole golpecitos en la sien como "ey, ey, despierta". Pero por más que miraba y buscaba, aquel tipo seguía convencido y a gusto tras su fachada, la que no terminaba de decidir si de verdad era fachada o realidad.

-Sí, podría -dijo con una sonrisa colgando de la comisura de los labios. Sin embargo, ni cogió el bolígrafo ni la libreta. Se volvió hacia el cubata para darle un trago-. ¿Qué quieren?

Cuando Sarah llegó a la tienda, Morrison's house of rock, Mixi salió de la misma ante su llamada con ojeras y cara de haber dormido poco aquellos días. A la joven le nació una sonrisa aliviada al ver a Sarah y se lanzó directamente a darle un abrazo agradecido.

- Menos mal que has venido... - suspiró, señalando hacia un lugar de la calle con la cabeza. Cuando Sarah miró hacia allí pudo ver media docena de mesas con sus respectivas sillas en una terraza: había tres de ellas ocupadas. - ¿Ves a esos dos hombres con traje? Llevan ahí toda la mañana... -

Sarah comprobó que en una de las mesas efectivamente había dos tipos, uno más fornido y otro algo más bajito, bien vestidos y que parecían charlar distendidamente con un par de cervezas sobre la mesa. - Parece que no soy la única a la que están vigilando. Y tengo miedo, Sarah... -

La llamada se cortó dejándole totalmente a cuadros y con las piernas temblándole más fuerte que la primera vez que se fue de putas cuando tenía dieciséis años. No sabía hasta qué punto aquello podía ser una broma o una realidad, pero estaba empezando a acojonarse y con todo el motivo del mundo...

Un pitido repentino casi le sacó el corazón por la boca y vió que su móvil estaba parpadeando: era un nuevo mensaje privado del foro, y al echarle un vistazo pudo observar que se trataba de Frohike.

- @TheDuke, las cosas están muy jodidas y tengo que hablar contigo. ¿Cuánto podríamos vernos en un bar? No puedo decirte más, no me fío de que estén leyendo ésto ahora mismo.

- Sólo te doy lo que mereces. - dijo con una amplia sonrisa su chico mientras colocaba las manos en las caderas de Savannah y la juntaba a su propio cuerpo para devolverle aquel deseoso beso. Por la forma en la que él apretaba los dedos en sus caderas estaba claro que Rob también la había echado de menos y a priori no sintió ningún olor más allá del perfume de hombre que él solía llevar.

Él escuchó los pasos también y le dió una leve palmada en el trasero como para avisarla aunque Savannah ya se hubiese dando cuenta, dedicándole una sonrisa llena de complicidad y respondiendo al último abrazo antes de separarse definitivamente. - Y yo a ti, preciosa. - se giró para salir hacia afuera a recibir a quien estaba por llegar, mientras Savannah escuchaba un sonido en su teléfono que anunciaba un nuevo mensaje privado del foro.

- @QueenOfDisaster, ¿estás por ahí? Las cosas están algo jodidas y tengo noticias... Acabo de enviarle un privado a @TheDuke también. ¿Podemos vernos en alguna cafetería hoy?

- Bueno, quizás alguna noticia que deje de ser un rumor... ¿A qué se ha dedicado estos años y por qué ha vuelto ahora? ¿Está escribiendo algo? Ya sabe, hay quien rumorea que se ha estado buscando problemas y que ahora le tienen puesto el ojo encima... - comentó aquel tipo como si nada mientras el que había a su lado sólo miraba. ¿Le estaban insinuando algo?

- Puta vida... - Murmuró, volviendo a su cubículo sudando más... ni siquiera se le ocurría ni una simple comparación graciosa. Acojonado era poco para como estaba. Y si la llamada había sido poca cosa, el mensaje de Frohike remató la jugada. 

Estuvo un rato mordisqueándose los labios con el móvil en las manos, pensando si responderle o no. Le sudaban las manos y sentía el vientre flojo. 

- Mierda Duke... que se supone que eres un adulto, joder... - Se aleccionó, tratando de meterse un poco de valor en los calzones antes de tener que salir por piernas al aseo. Solo hablaba para si mismo cuando estaba de los nervios. Y lo estaba. Le dio con el codo al ratón para quitar el salvapantallas, que ya le había saltado, y se levantó haciendo un esfuerzo sobrehumano para controlar sus ganas de salir corriendo y mandarlo todo al carajo.

Fue hasta el office fingiendo toda la normalidad de la que era capaz, sacó sus donuts de emergencia del fondo de armario donde los guardaba y se comió dos a lo pavo antes de reunir el valor de responderle a Frohike. 

@Frohike Si, están jodidas. Dónde y cuando quieras. Cuanto antes arreglemos esta mierda mejor, que voy a empezar a perder peso de la puta tensión. O la cabeza.

Al llegar encuentro a una Mixi muy aterrada, no comprendía el motivo ya que esto parecía una paranoia. - ¡Me persiguen! Ohhh Auxilioooo. Dios, en que mundo estamos yo creía que solo en las películas sucede. - pienso al acercarme y saludarla. - Mixi, creo que debemos investigar en vez de salir corriendo. Vayamos a tomar algo y que ellos se sientan vigilados, no seamos tan cobardes. No les tengo miedo. - no pensaba irme de aquel lugar hasta averiguar algo más sobre esos sujetos. 

Tomando la iniciativa cruzo la calle tirando de la mano de Mixi, nos dirigimos hacia aquel café para escoger un sitio y vigilar a nuestros supuestos "perseguidores". -Si esperaban que escapemos, van perdidos conmigo. - era ese tipo de personas que enfrenta las cosas y estos tipejos no me asustaban en absoluto.

Volví a mi asiento contemplando aquel maravilloso ramo de flores, estaba encantada con el detalle. De repente escuché los tonos del teléfono móvil y atendí al mensaje de forma despreocupada hasta que comprobé que se trataba de Frohike.

- Salgo del trabajo a las seis de la tarde, tengo una hora libre, si quieres puedes acompañarme al supermercado y charlamos mientras hago la compra, o mejor, la pediré por internet para que la lleven a casa y merendamos juntos. ¿Quedamos en el parking que hay al lado del Starbucks de W42nd St.? Trabajo en el edificio de cristal. - Decía mi mensaje envíado.

No quería involucrarme demasiado en el asunto de Kain, tenía en mente preparar una cena romántica para Robert, era lo menos que podía hacer por él después del detallazo de las flores, sin embargo, una mezcla de curiosidad, morbo y simpatía hacía Frohike hizo que ajustase mis planes.

- A las 18:00 te espero en el parking que hay junto al Starbucks de W42nd St. @QueenOfDisaster va a estar allí e intentaré también contactar con @CFarrell. Nos vemos allí, hermano. - fue el último mensaje que Frohike le envió, dejándole con una extraño desazón y alivio en el estómago que sólo podría tapar con comida. Reunirse para tratar el tema era bueno y más sabiendo que no estaría a solas con Frohike, pero daba miedo pensar qué cojones podría estar pasando en realidad.

La hora le venía bien, pues era poco después de su hora de salir del curro. Sin embargo allí tendría que quedarse hasta entonces, cosa que no le desagradaba en absoluto sabiendo que mientras estuviera rodeado de gente estaría seguro.

Con una leve vibración, el teléfono de Cobb vibró ligeramente para indicar que había recibido algún tipo de notificación. Sólo necesitó pulsar el botón de desbloqueo de pantalla para que el mensaje se mostrara. Era de Frohike.

- @CFarrell, tenemos que vernos, hay algo que quiero que veas. He quedado con @TheDuke y @QueenOfDisaster en el parking junto al Starbucks de W42nd St. a las 18:00. ¿Podrás acudir?

- Estaré a las seis ahí. - fue todo lo que él respondió. Si Duke estaba también presente y alguien más acudía no sería un encuentro tan personal con el administrador, pero aquello era mejor que nada. Además, tampoco debía involucrarla mucho en todo aquello solo escuchar lo que el hombre quería decirle, ¿no?

Robert pasó por delante de ella acompañado de un señor mayor que acudía a la consulta por segunda vez y su pareja le dedicó un pícaro guiño de la que pasaba, sin dejar de hablar con su cliente. Ambos se perdieron tras la puerta de la consulta dejando a Savannah sola con su ramo y con una jornada laboral por delante.

La cara de Mixi era un poema y parecía no tener ningún tipo de ganas de ir allí, pero la seguridad de Sarah terminó por convencerla y asintió con algo de temor mientras le acompañaba a la cafetería. Ambas se sentaron en la terraza, dejando una mesa libre entre aquellos tipos que seguían hablando entre ellos como si nada ocurriese. Sin embargo Sarah sí que pudo notar antes de sentarse que uno de ellos (el que estaba más de cara a ambas mujeres) se fijó claramente en ellas: eso podía significar mucho o no significar nada, pero estaba claro que sabían que ambas estaban allí.

- Claro, entendí perfectamente que decidiera despedirle pero... ¿con esas formas? Creo que Bill no se lo merecía. - fue en aquel momento en el que el teléfono móvil de Sarah vibró, anunciando la llegada de un mensaje privado nuevo. Al ver la pantalla pudo ver que se trataba de Frohike.

- @Águila_Nocturna, tengo unas cosas que contaros y he hablado con el resto para vernos esta tarde, a eso de las 18h en el parking junto al Starbucks de W42nd St. ¿Te viene bien? Gracias.

Cobb les prestó atención cabeceando ligeramente mientras le daba un trago al cubata. ¿Era muy pronto para empezar? Nah. Echó un vistazo a la mesa donde esperaba Reyle.

-Soy un hombre demasiado atrayente y con demasiada jeta como para que no me tengan el ojo echado, ¿no cree? -Le sonrió directamente haciendo ojitos. Sacó el movil y lo revisó mientras contestaba-. Pues volví hace ya tiempo, a sí que no sé de qué se extraña. Se me acabó el dinero para vivir a todo trapo en Europa así que regresé a lamerle el culo a alguien para que publicase la mierda que escribo.

-Si no me secuestran iré. Les estoy tocando los huevos un poco. Igual aparezco muerto en un callejón. EN tal caso dile a @TheDuke que siempre fue mi favorito (mentira) XXX

-¿Estoy en un lío, señor agente?

Había captado al segundo el rostro desencajado de Mixi cuando sugiero sentarnos cerca de nuestros supuestos perseguidores. Era una mujer que estaba acostumbrada a estar en la calle y relacionarme con una variedad bastante amplia de personas.

Son las ventajas de codearse con las celebridades y sus neurosis, uno aprende de los locos y terminas encontrando la forma de tratarlos. Por lo tanto estos dos mequetrefes tampoco serán un hueso duro de roer. 

Como quien no quiere la cosa inicio la conversación con mi temerosa amiga, fingiendo distracción para que no sospechen de mis instintos de detective privado, no era buena en esto pero hacía lo mejor que podía. Todo sea por no correr despavorida y encerrarme en mi casa. 

Sin dejar de observarlos con cierto desimulo, escucho como el móvil vibra y al revisar era un mensaje privado de Frohike. Tras meditarlo unos segundos, se lo entrego a Mixi para que lea también lo que decía el administrador del foro. Una vez que ella me devuelve el móvil respondo, siempre con mi toque de gracia. 

@Frohike: No voy a negar que me halaga semejante invitación, lástima que sea con todo el grupo. Cuenta conmigo y con Mixi que se encuentra aquí a mi lado. Ya sabes, me encanta jugar a los detectives privados y estamos vigilando a nuestros propios perseguidores. No quieras saber la cara de Mixi cuando se lo propuse. xD

Lo dicho, allí estaremos si vez que no llego puntual es porque mi plan falló y estamos secuestradas. 

¡Goodbye! 

Luego de responder el mensaje prosigo con la conversación. - No sé si has leído los libros de John katzenbach, generalmente tratan de un psicópata que se quiere cargar a alguien, ya sea una familia o a su propio psicoanalista. Algo totalmente irreal... ¿Verdad? - no pude evitar decir algo alusivo, era la magia de ser yo.