Partida Rol por web

Los escorpiones se aproximan hacia vosotros hasta llegar a 150 pies de vosotros.

Cuando los escorpiones estuvieron al fin a un mínimo de distancia, Cirel soltó la flecha. Rápidamente, comenzó a recargar; puede que le diera tiempo a disparar algún tiro más antes de que se les echaran encima.

Mukuruk apunta con la ballesta y dispara contra los escorpiones peor están demasiado lejos para su habilidad

Cirel consigue clavar una flecha en el lomo de los escorpiones. Los insectos se siguen aproximando

Había logrado acertar a una de esas bestias, aunque seguían avanzando. Ya estaban más cerca, y estaba seguro de que podría clavar aún una o dos flechas más a los monstruos. Quizá incluso abatir al que estaba herido. Sacó otra flecha de su carcaj y apuntó a la bestia a la que había alcanzado.

Me huele que estos bichos son tremendamente duros.. podremos con ellos y su veneno?

Si puedo disparo una flecha y suelto todo para armarme con la espada

- Al menos intentemos eliminar a uno, concentremos el daño - dice disparando al mismo que Cirel

Mukuruk consigue matar a uno de los escorpiones. El otro sigue avanzando

El semiorco se cuelga la ballesta y aferra el espadón que había dejado clavado en el suelo a su lado.

Cirel guardó su arco en la aljaba, embrazó su escudo y desenvainó su espada larga, colocándose hombro con hombro junto al semiorco. - ¡Detrás de nosotros! - dijo, dirigiéndose al resto de sus compañeros. Con un poco de suerte podrían bloquear al monstruo mientras los otros les ayudaban.

Farid sigue en el interior de aquella tumba, esperando a que el resto de sus compañeros entre; lamentando su suerte de no haber traído material de lectura y pensando sobre las maravillosas nuevas normas que impondría en Faridlandia.

El escorpion avanza y ataca a Trake pero no consigue herirle.

Mukuruk descarga con más furia que acierto su espadón que rebota en el suelo.

Cirel se quedó un poco sorprendido al ver la ferocidad del monstruo, que les atacaba con garras y su mortífero aguijón. Se preocupó más por cubrirse al principio, así que las pocas estocadas que lanzó no fueron demasiado inspiradas.