Partida Rol por web

 Veo como nos atiende un espíritu y tan rápido otro se tira sobre Kitsu, tomo las mas manos del otro espíritu. No tienes respeto por las personas que vienen a preguntar, yo tampoco o sueltas sus manos o explotan aquí y ahora. Dejo notar un poco de papel para que sepa que no voy a jugar con esto.

 Shiro buenas noches y puede ser un poco de ayuda, no quiero hacer nada indebido porque su compañera no puede controlarse. Miro a Kitsu, no me preocupo solo sonrío.

Los ojos de Shiro brillaron con un blanco puro justo cuando Axel amenazo a Alice, su cara no había cambiado en lo mas mínimo, seguía sonriendo casi amablemente pero el aire cambio de repente. Un frio azoto el césped que cubría el suelo casi hasta llegar a congelarlo solo por su paso, un viento se empezaba a levantar mientras Shiro ladeaba la cabeza lentamente. -Alice es mi invocación, a una palabra mia no le habría hecho ningún daño a tu acompañante, pero la has amenazado y amenazarla a ella es amenazarme a mi, amenazarme a mi es igual a amenazar al clan Mainfeil.

Un potente golpe de viento tiro varios metros hacia atrás a Axel sin siquiera tocar a Kitsu en el camino, Alice tuvo que retroceder por el viento hacia mas atrás de Shiro. En la mansión de los Mainfeil, el viento helado iba formando una figura que se enroscaba en la madera, cubriendo casi toda la mansión con su presencia. Un enorme dragón de hielo miraba a todos los presentes con sus gélidos ojos como si se trataran de témpanos de hielo. -Retira lo que has dicho o no garantizo tu seguridad.

Cuando abren la puerta Kitsu se queda un poco extrañada, lo cierto es que está nerviosa porque no sabía si ese sería su hogar o no, así que junta los pies y espera, se disponía a decir algo cuando la chica se le lanza encima y le abraza, una sensación rara le recorre el cuerpo cuando ve como esa chica parecía querer saborearla, es en ese momento cuando Axel le coge las manos y le dice que la suelte, pero entonces la otra persona invoca un dragón de hielo y amenaza a Axel, Kitsu realmente se sorprende y se coloca delante, agacha la cabeza y dice:

- Por favor perdónele... el no es malo, solo quería protegerme y yo... yo, el me ha ayudado perdónele por favor, solo queremos saber si yo vivía aquí

Mira al suelo y después con preocupación y con cierto cariz de suplica en su mirada:

- Solo queremos saber quién soy y de donde vengo... me he despertado en el bosque sin saber nada y él me ha ayudado, no es malo

 Observo el dragon y como me vuela, sin sacar la mirada en la chica observo. Retiro lo dicho y que tu espiritu se disculpe por lo que hace, dices una palabra tuya pero no has hecho nada. La miro mientras me limpio. Así tratas a todos aquellos que vienen pidiendo respuestas?. Sin mas guardo todo. No amenazo a su familia pero me gustaría hablar con alguien que si me respete.

Antes de poder dan un solo bocado a la chica golosina un viento la empujó hacia atrás haciéndole perder el equilibrio y cayendo al suelo. Miró a Shiro ofendida a punto de quejarse, pero no tuvo tiempo pues al otro chico se le habían subido los humos más que a ella.

Se levantó despacio, mirándolo fija y seriamente pero sin moverse de su sitio. Sabía que algunos humanos teníais más ego del que se necesita, pero pensaba que tendrías dos dedos de frente y no te meterías con... mi invocadora, quién te había recibido con hospitalidad. En primer lugar, tu amiga es lo bastante fuerte cómo para defenderse ella sola de mí, y en segundo lugar no te recomiendo meterte conmigo, simple humano. Porque si lo haces... de sus ojos se podían ver cómo salía un humo de un color violáceo que desencadenó una aura formada por ese mismo humo con una forma, algo borrosa, de un esqueleto de más de tres metros que miraba al humano con su larga “sonrisa”. ...vas a ser uno de mis platos. Dijo con una sonrisa en sus labios.

En un principio, parecía que Shiro se había tranquilizado por las palabras de Kitsu, después de todo sus palabras eran tranquilizadoras y educadas dentro de la ofensa que había recibido. Pero para variar, Axel no escogía sus palabras y eso pasaba factura. Lo primero que hizo fue hacer desvanecer la manifestación de Alice, solo le hizo falta un movimiento de su mano para que su collar brillara con un tono blanco, no le hizo daño a la espíritu pero si que se sintió un poco incomoda. -Tranquila Alice, no necesito que me defiendas para nada, en la casa Mainfeil nuestros poderes y manifestaciones aumentan considerablemente, pero es divertido que ya me consideres tu invocadora, buena chica. Sonrió durante unos instantes mientras se echaba a caminar hacia la pareja después de pasar la mano por el cuello de Alice.

-Perdida, en el bosque y seguramente por lo que dices amnesica. Pasa dentro, quizás podamos hacer algo por ti, consultare con mi abuelo pero....tu no puedes entrar. Se puso justo delante de Axel, el dragón de hielo abrió la boca enseñando unos colmillos de lo mas amenazadores por ver a su señora acercarse a algo que consideraba enemigo. -Vienes a mi casa y no solo cuestionas mis métodos, ya que tu amiguita no a estado en peligro en ningún momento, que yo sepa y veo no a sufrido daño alguno, ademas te crees superior. Os he tratado con la cortesía que merecéis y al contrario que tu no he amenazado primero, solo defiendo lo que es mio como la heredera Mainfeil. Quieres respeto? Vuestros rostros estaban casi que se rozaban, sus ojos se clavaron en los tuyos, mirando fijamente. -Largo, aquí no eres bienvenido. Dio media vuelta y se fue dirigiendo al interior de la mansión. -La chica puede entrar.

 Mira a Shiro. Tienes razon aqui tu no has tenido nada que ver, como siempre las palabras sobran y las acciones dicen mas. Miro a Kitsu. A ti te debo una disculpa, perdon Kitsu. Tu que puedes entrar hazlo y busca sobre tu pasado mi camino aquí ha terminado. Podría hacer muchas cosas para bajar el honor de la familia por la forma en que se le trato y mas siendo ellos los culpables pero aquí siempre parece que los correctos son los que poseen poder.

 Se que algun dia nos veremos en forma diferente y todo cambiara. Mientras espero su respuesta.

Y por fin apareció, aunque eso no ayudó a que me relajara. Seguía decidida a hacer frente a aquel espíritu y someterlo a mi voluntad, pero su sed de sangre era realmente notable. No había dudas, era probable que tuviera que defenderme con uñas y dientes si quería conseguir mi objetivo, y aún más probable que de aquel duelo no saliera ilesa del todo.

Aun así, sin dudar ni un segundo me coloqué rápidamente en una posición que me permitiera tener mayor probabilidad de evadir al espíritu en caso de que decidiera abalanzarse sobre mí, y saqué mi querida libreta de sellos y mi pincel. Puede que el arma de mi familia me la hubiera dejado olvidada en mi cuarto, pero siempre procuraba llevar mi querido pincel y algo de papel conmigo. Nunca se sabía qué podía pasar, y en momentos como éste me alegraba de tener esta fría mentalidad.

El pincel comenzó a moverse con gracia y a una velocidad realmente increíble sobre el papel, dibujando los kanjis y formando los sellos. Cinco en total, cinco en apenas un par de segundos que lancé al suelo con precisión. Con suerte, aquello lograría atar a la criatura dándome algo de tiempo para preparar una ofensiva más potente en caso de ser necesario.

Abrió la boca enseñándote unos colmillos de oscuridad y una garganta capaz de tragarse la luz mientras tu te preparabas, estaba ansiosa, hambrienta y en ese momento con ira por haberse salvado una descendiente Morimitsu. Justo cuando tus papeles cayeron al suelo brillando con una tenue luz amarilla, la bestia se lanzo contra ti, no se escuchaba casi el paso de la bestia sobre el tatami, como si se tratara del viento. No habías combatido muchas veces de una forma seria, ni probado tus habilidades en combate, de verdad esos papeles podrían pararla? Efectivamente.

Al pasar por encima, los papeles brillaron con fuerza, cegándola durante unas milésimas antes de pegarse a su cuerpo con un peso tremendo. La bestia soltó un rugido espectral que retumbo por todo el tembló, intentando escapar de su cárcel de tinta. No podía moverse, no podía atacar, por unos segundos no podría hacer nada, pero la rabia crecía dentro de su cuerpo mirándote con instinto asesino.

Kitsu se queda mirando lo que sucede, realmente no sabía qué hacer, por un lado podría recibir ayuda pero por otro no dejarían entrar al chico que le había ayudado, así que se sentía mal, agacha la cabeza y tratando de ser amable dice:

- Yo... muchas gracias por atendernos, pero él me ha ayudado cuando he aparecido sin saber nada y me ha ido guiando y tengo que ser agradecida... espero no haberles molestado demasiado

Termina haciendo una reverencia y finalmente mira a la mujer y dice:

- Muchas gracias por su ofrecimiento de ayuda pero... no deseo molestarles mas

Realmente quería entrar y poder saber algo más de sí misma, pero tampoco quería dejar a Axel así pero su curiosidad era muy grande, así que en realidad no sabía qué hacer, ya que su consciencia le decía que no entrara, pero su cuerpo prácticamente solo indicaba que entrase

Alice se quedó pensando por un momento y, con un suspiro, se acercó a la Kitsune Si es verdad que el humano tiene algo de corazón puede ir a alguna posada cercana y esperar a que obtengas lo que buscas. Seguramente Shiro conocerá alguno cercano. No desperdicies esta oportunidad de encontrar respuestas, si es que en verdad te podemos ayudar. Yo no lo haría, y menos por él. Dijo mirando un momento al chico. ¿Estas de acuerdo Shiro...Shiro-sama? Le pregunta, girándose hacia ella. Sinceramente, no sabía porque estaba ayudando a esa kitsune ahora que no podía comérsela.

Cerro los ojos durante unos instantes, unos breves segundos que parecían casi minutos. Respiro tranquilamente antes de abrir los ojos lentamente y dejarlos medio cerrados. -Un hogar. Eso es lo que te ofrezco Inugami. Se levanto de donde estaba, la serpiente se deslizo por su regazo hasta serpentear detrás de ella, quedándose como si se tratara de su sombra, te miraba con desconfianza pero no se tiro contra ti, hasta que no te viera como una potencial amenaza no haría nada. -Creo que te lo he dicho varias veces, no te obligo a quedarte, puedes marcharte en cuanto lo desees. No me gusta atar a nadie, ella me acompaña por que quiere, no pediría otra cosa. Alarga la mano dejándola a la altura de tus ojos, si fuera por amistad o lo que fuera la mano iria un poco mas abajo, era cierto que era ciega, no te podía ver bien. -Aceptas eso?

Me siento tentado a hacerle un gesto obsceno a la estúpida serpiente...pero al fin y al cabo solo hace su trabajo. Ella no tiene la culpa de que a mi me fuera tan mal, aunque me pregunto si ningún humano le dio a ella un disgusto, una traición...no los conoces realmente hasta que no lo vives.

Sintiendo que estoy cometiendo un error al confiar en esta humana, le estrecho la mano esperando no meterme en una lio que no pueda manejar. Lo que si que tengo claro y así se lo he dicho, que si me huelo cualquier cosa que parezca una traición, lo menos malo que haré para ella sera marcharme sin decir ni pio.

Vale, juguemos...a ver como sale la cosa. Solo espero que no tengas que arrepentirte. Ni yo, claro...

Había conseguido paralizarla con las ataduras, y justo en el último momento. Una duda que me hubiera hecho perder unos segundos y quizá las tornas hubieran cambiado y hubiera sido yo la que estuviera atrapada entre las fauces de aquel espíritu. No podía perder la concentración.

—Fuiste tú...

La frase se interrumpió nada más nacer. Mi mirada estaba fríamente clavada en el espíritu y mis mandíbulas se cerraron instintivamente con odio. Mis manos comenzaron a crear entonces otra serie de grafías sobre un nuevo sello... pero no era tinta lo que usaba esta vez. Mis uñas había perforado la piel de mi muñeca, por la que manaba un pequeño hilo de sangre. Era mi sangre la que había usado para escribir esos kanjis llenos tinieblas e ira sin ni siquiera llegar a ser consciente de ello...

El espíritu ya estaba debilitado tras años de estar encarcelado, su glorioso poder y el miedo que había infundido a los Morimitsu en su momento no era ni el umbral de lo que tenia ahora. El papel y la escritura que habías formado, crearon una especie de bola de tinieblas que al lanzarla se parecía mas a una mandíbula de algún espíritu oscuro, impacto con fuerza en el espirita que cayo en el suelo medio jadeando por el dolor.

-Si.... Se escucho una voz fantasmagórica que no paraba de reír, incluso en esa situación. -Yo mate a tu familia..me comí a tu padre...devore a tu madre y.... Te mira con cierto odio, sus ojos rojizos se clavan en los tuyos mientras sonríe. -Te matare a ti.

-Me he arrepentido de muy pocas cosas a lo largo de mi vida, no creo que esta sea una de ellas. Dijo después de unos segundos estrechando tu mano. Lo único curioso fue que no era cálido, su mano era fría. Te soltó y acaricio su serpiente mientras caminaba hacia el salón, alejándose de la sala de ceremonias. -Ahora mismo no hay ningún habitante en este templo. Me dejaron sola para combatir al nuevo espíritu, que eres tu, no te pueden molestar. Deberías aprovechar para alimentarte bien o si lo deseas refrescarte un poco en el agua. No se cuanto tiempo llevas vagando pero no quiero que nadie en este templo este incomodo. La joven caminaba despacio, guiada por el siseo de su serpiente, parecía querer dirigirse a un piso superior, tal vez a su habitación. Estaba en ti seguirla o investigar el templo por tu cuenta.

Se sintió satisfecha de escuchar el apelativo que Alice le daba, poco a poco se daba cuenta de su posición o por lo menos del poder que tenia la joven Shiro. Pero no dio su brazo a torcer, por encima de todo estaba el honor de su familia y no se caracterizaba por tener un buen humor cuando se lo tocaban. -Hacer o no hacer es cosa vuestra, he vetado el acceso a uno de los dos, lo que haga el otro es solo cuestión suya. Me parece muy bien que te haya ayudado o que te haya salvado, por mi como si es tu invocador. No me importa. A sido mi decisión y la mantengo.

-Hay una posada de viajeros a pocos minutos caminando por la calle este, allí encontraras alojamiento. Si quieres hablar con mi abuelo kitsune, eres libre, si le debes mucho al chico ve con el. Yo no obligo a nadie a hacer nada. Bueno.....exceptuando a ella. Señalo a Alice, aunque al verla tampoco se podría decir que estuvieran muy mal entre las dos.

Kitsu asiente y dice:

- Esto... nos veremos en la posada dentro de un rato...muchas gracias por la ayuda, volverle, tengo que agradecerte como es debido.

Tras esto mira a la mujer y dice:

- Gracias... por permitirme entrar, es muy amable el permitirme poder hablar con su señor abuelo

Decía mientras se disponía a seguir a esa mujer

Me huelo la axila discretamente. Desde luego mi olor bastaría para tirar de espaldas a cualquier de los finolis del templo, pero si estaba así era por su culpa, así que mejor no se quejaran.

Si ellos no son capullos conmigo me comprometo a no arrancarles la cabeza.Vacilo un poco entonces mientras la sigo y llega la vergüenza por estar como estoy, vestido con harapos y con mugre y sangre de varias semanas. Creo que voy a buscar ese agua para lavarme, y espero que también tengan jabón, porque me doy asco a mi mismo.

La miro a los ojos. Muchos dicen eso pero te espero si no has llegado en la mañana me ire. La miro sin ganas ahora y vuelvo mi vista la posada.

Espero que el honor sea lo que piense Miro a Shiro y una sonrisa maliciosa cruza mis ojos. Ojala encuentres a alguien mejor que ellos Kitsu.

Me voy con las manos en los bolsillos.