Partida Rol por web

Avanzas por la parte izquierda del bosque, rodeando el lago, no encuentras  a nadie según avanzas, es como si todos tus compañeros se hubieran desvanecido. 

Al cabo de un buen rato, llegas a la granja, en donde parece que tampoco hay nadie. ves un granero rojo de tamaño industrial, parece que no esta cerrado, y unos establos abandonados que parece que hace tiempo que no se utilizan.

Pasas una hora en la que el tiempo se te hace eterno, pero consigues centrarte y salir por fin del faro, intentas no mirar demasiado el cuerpo de Kuro, pero visualizas su arma tirada a unos 5 metros de su cuerpo, es una ametralladora, pero en el momento de recogerla levantas la cabeza y ves a 3 personas saliendo de diferentes partes del bosque.

Al llegar a la zona del faro salís del bosque más o menos al unisono, lo primero que veis es a Midori agachada cerca del cadáver de Kuro, y a vuestro alrededor veis a otros dos compañeros que han salido del bosque a la vez que vosotros, seguramente también atraídos por la explosión que se ha oído previamente. 

 ahhhh que rabia, somos 4 a ver como me voy de aqui sin matar a nadie y sin que maten... veo que esta Naoko tambien y le digo: Naoko corre !!! Salvate tu y gana este macabro "juego" en honor de todos los participantes, no hagas que te obligen a matar a tus amigos!! 

dicho esto me intento ir no sin antes decirles a los otros dos una cosa con el cuchillo militar en la mano : hagamos una cosa, nos damos un margen... No nos matemos ahora todos porque a lo mejor les estamos haciendo un favor a los otros. Vayamonos de aqui sin atacarnos y sin seguirnos. Y a la que nos veamos de nuevo nos atacaremos a muerte pero hasta entonces haria una tregua momentanea.

Suspiro como si con ello expresara el descanso de no encontrarme con nadie"aun así no puedo confiarme"frunzo el ceño cojo con fuerza la pistola por un instante y me dirijo primero al granero en busca de algo que recoger de utilidad después decido probar suerte también en los establos.

-¡No!- niego efusivamente -¡Ha cogido un cristal, seguro que ha matado a alguien...!- trago saliva, mientras seguía pensando en que Tsuneo estaba muerto. -Tenemos que ir a ver si hay alguien herido...- miro a Akito.

-No te preocupes- digo a la par que meto mi mano en la bolsa y saco mi arma, una pistola -No sé si sé usar esto pero algo es algo...- decidí no preguntar qué arma tenía él. Era consciente de que había dado un gran paso enseñándole mi arma, y más siendo esta una pistola.

Cuando salgo al claro junto al faro, con las manos en los bolsillos, con caminar tranquilo pero tensión en mi rostro, veo a Midori junto a Kuro llorando y al girar la cabeza veo a Naoko y Sendo.

Tras escuchar las palabras de Sendo le digo:

-¿Y por que no continuamos juntos para defendernos y si quieres poner a prueba tu plan, lo ponemos más tarde?

Me acerco un poco hacia ellos y me detengo a una distancia prudente.

-¿Que me decís? Y quiero encontrar a Aya, ¿No la habéis visto? Por favor, podemos ayudarnos, vamos junto al faro y lo hablamos, ¿vale?

Mi cara empieza a cambiar, dejando ver un rostro un poco desesperado y triste.

Tira atletismo si quieres perseguir o tira destreza +10 si quieres intentar disparar

tira 1d10 porfa :)

"Una pistola... no puedo creerlo"- miro a Aya incredulo- "con eso podria matarme en cualquier momento"

-Su cristal no puede hacer nada contra eso... no se si vale la pena arriesgarse a que nos oigan- más preocupado por que vea lo fácil que es matar, que no por salvar a jane

Sin pensármelo dos veces entre al templo donde vivían los monjes, no tenia nada de que preocuparme porque no había ninguna señal cerca así que entre sin miedo e hice lo mismo que en el granero, busca algo útil, víveres o armas o algo que me fuera de utilidad en los siguientes 3 días.

-Uff- no puedo evitar dejar escapar un suspiro, no sé si de alivio o de preocupación. La escena es de terror, con el cadáver de Kuro tirado, sin contemplaciones, en medio del claro, Midori agachada sobre él con los hombros estremecidos. Se filtra de vez en cuando algún sollozo, que resuena entre los árboles. Su sufrimiento parece sincero. Además, ¿cómo demonios podría alguien provocar una explosión sin sufrir un rasguño? No somos expertos, yo misma no tengo mucha idea de cómo usar esto. Agacho la cabeza y los pensamientos se arremolinan en mi cabeza. ¿Qué hacemos? Conozco a Sendo y no haría nada malo, y Vaan... lo dudo. Lo dudo, pero no lo sé. Maldita sea, odio esta sensación de incertidumbre. Las voces de los dos me hacen levantar la cabeza.

-¡Sendo, espera! Haciendo que cunda el pánico no llegaremos a ninguna parte. Nos hemos encontrado, y de momento ninguno ha saltado en plan psicópata a hacer daño al resto. Pensemos un poco. De momento, nada de decisiones precipitadas- me escama la calma con la que ha hablado Vaan, para acto seguido adoptar una actitud casi implorante. Creo que Sendo, sencillamente, está aterrorizado, pero no puede matar una mosca. Y Midori...-Midori, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Lo has visto?

Permanezco en el mismo sitio donde he entrado, sin avanzar, pero engancho la escopeta a la mochila, como dando a entender que no tengo intención de usarla. Escruto la cara de los presentes. Y pensaba que era difícil entender el gesto de un jugador de apuestas.

Con el arma de Kuro en las manos, me la echo al hombro para indicar que estoy en son de paz y les grito desde lo lejos:

Ha sido horrible, menos mal que estáis aquí! Creo que están bombardeando lugares aleatoriamente. Anoche oí dos bombas, una hacia el centro de la isla y otra por el faro. La primera me hizo correr de miedo, pero cuando escuché la segunda ya estaba más calmada.

La barbilla empieza a temblarme, pero continúo:

Así que pensé que no bombardearían dos veces el mismo sitio, por lo que me acerqué a la segunda explosión, y... y...

Muevo mucho el brazo libre, haciendo aspavientos. Finalmente, lo utilizo para señalar lo que queda de Kuro

¡Mirad lo que le han puesto a Kuro!¡Yo no quiero verlo!¡NO QUIERO VERLO OTRA VEZ!

Dicho esto, echo a andar deprisa, a zancadas, hacia dentro del faro.

Una vez dentro del faro, meto todas las cucharas en mi mochila y cargo la ametralladora de Kuro. Apuntando hacia la puerta. Me sitúo de forma que esté lejos de la puerta y desde dentro se vea el cadáver de Kuro y a los que estén con él, pero no el sitio donde vi por última vez a Sendo, Vaan y Naoko.

Al oir las palabras de mis compañeros reflexiones y les contesto: yo soy el primero que no quiere luchar, asi que me parece bien lo que decis. Vayamos juntos protejamonos de los demas que intentaran matarnos. Unamos nuestras fuerzas contra este poder que mos obligaba estas cosas. Vaan te ayudare a buscar a Aya cueste lo que cueste.

acabo con una sonrisa a la vez que guardo el cuchillo y empiezo a llorar por la muerte de Kuro y por la impotencia de no poder hacer nada por él.