Partida Rol por web

Mientras Galáctica seguía maniobrando con cautela y acercándose a la tormenta, Dualla recababa información sobre lo que estaba pasando allá fuera. Un nuevo mensaje había llegado y a la joven le temblaban las manos cuando se lo acercó al Comandante Adama que seguía hablando con la secretaria. El mensaje estaba claro: el Almirante Nagala había muerto y la Estrella de Combate Atlantia había sido destruida. Así como la Triton, la Solaria y la Columbia por poner un ejemplo, ya que la lista de naves perdidas seguía y seguía. La flota al completo había desaparecido, destruída bajo las bombas cylon y la Galáctica era la única que quedaba.

La flotilla civil se había reunido allí para refugiarse. Él estaba consultando la lista de bajas de la flota colonial, y contrastando con Kelly el número de estrellas de combate en activo. Solo quedaban unas pocas "desaparecidas", lo cual podía significar cualquier cosa: desde destruídas sin dar oportunidad a que ningún observador lo viera, a realmente "desaparecidas" en el espacio.

La presencia de aquel raptor le infundió cierta esperanza. Quizá traía noticias sobre lo que había pasado en Scorpia. Técnicamente, según el listado, la Pegasus computaba como "desaparecida". Mientras pensaba en esto, Adama hablaba con la secretaria por línea privada, y él se acercó al teniente Agathon.

-Teniente, parece que tenemos visita. Va a atracar un raptor de Pegasus, y alguien debe darles la bienvenida. Escolte al oficial al mando en el raptor hasta aquí, para que informe, y asegúrese de que el resto de pasajeros permanecen vigilados "confortablemente" por algún marino hasta que se aclare la razón de su llegada. Que les procuren alimento o asistencia médica si la necesitan.

Adama continuaba hablando por el comunicador con la Secretaria de Educación. Parecía muy serio. En un momento se detuvo y dijo: 

- "D" - dijo llamando a la Oficial de Comunicaciones - Contacte con la Atlantia. Requerida comunicación con el Almirante Nagala. - Cogiendo el teléfono dijo de nuevo - Madame, si se mantiene a la espera, le comunicaré cómo y en qué situación se encuentra la Flota en éste momento.

Se giró después hacia Apolo y Gaeta.

- El Teniente tiene razón. Todas las naves militares están en órbita de Escorpia combatiendo contra los Cylon, y seguramente haya muchas más naves civiles que estén evacuando población. Tan sólo se trata de las primeras que se alejan de los planetas. No nos preocupemos.- ... aún - pensó.

Joder, estoy en dos escenas a la vez, no me ha dado tiempo... estoy posteando...

En ese momento Dualla le comunicó la noticia. Se quedó en silencio, se quitó las gafas. Otra mala noticia...  Adama elevó el tono para que todos los de la sala le escucharan.

- ¡El Almitante Nagala ha muerto! La Atlantia ha caido, asi como la Columbia, la Triton, Solaria - su voz caía y el tono bajaba a medida que decia los nombres - Y la lista sigue...

Miró a Tigh, durante unos segundos, consciente de lo que éste pensaba.

- "D", envie un mensaje a todas las unidades militares. Canal de prioridad uno. - Adama sabía que Roslin estaba al otro lado del teléfono - El Comandante Adama toma el mando de la Flota. - Su gesto era serio. Cogió el teléfono - Con su permiso, Secretaria - escuchó la respiración de Roslin, y colgó.

- Especialista, informe del Estado de la Flota. Posición y número de Unidades. - Su pulso no tembló lo más mínimo. Comenzó a moverse hacia el tablero táctico dónde salian dibujados las distintas unidades.

El CIC era un hervidero de actividad. Al entrar, el ruido ambiente del personal estableciendo comunicaciones y aportanto informes resultaba caótico. Pero era un caos organizado. El Viejo parecía estar intentando establecer contacto con otras Battlestars, pero por lo que le oía decir, reinaba cierta confusión y parecía que algunas naves coloniales habían sido destruídas.

No tuve demasiado tiempo antes de que el Coronel Tight me encomendara trabajo. Todo el mundo sabía que a Tight le gustaba empinar el codo, pero cuando estaba junto al viejo Adama, se transformaba.

"-Sí, Señor - repsondí entre el barullo genralizado a la orden del Coronel."

Me tocaba hacer de niñera del oficial de un Raptor que estaba apunto de atracar en el hangar. Me giré y les hice una señal a los dos marines que había junto a la puerta del CIC.

"-Acompáñenme - les pedí - Vamos al hangar..."

Justo al salir del CIC pude escuchar las palabras del Comandante Adama anunciando que tomaba el mando de la flota. Las cosas se estaban poniendo muy feas.

Cuando Roslin terminó su discurso, Adama miró a Tigh. En su mirada había cierta empatía, la que ambos sentían por la clase política. Siempre acababan en el mando las personas más inapropiadas, pero dada la situación ¿Quién era más apropiada que ella? Dejarían las cosas estar, mostrarían su apoyo, pues así lo exigía el manual, y verían a ver qué decisiones iba tomando. Parecía una mujer con cabeza, esperaba que ello fuese suficiente.

Sin embargo, tal y cómo estaban necesitaba que las cosas siguieran moviéndose. Y más aún ahora, que había tomado el mando de lo que quedaba de flota.

Gaeta aún no había conseguido la información y Dualla estaría informando a las naves del cambio de liderazgo. Asi pues miró al XO.

- Coronel, haga un inventario de lo que podemos conseguir en Ragnar. Lo necesario para la batalla inminente, no llevemos cosas de más, si eso implica pérdida de tiempo en movimiento de maquinaria. Compruebe después que asi es e inicie las maniobras de aproximación y de amarre.

Gaeta se acercó al navegante con el informe sobre las maniobras de aproximación: velocidades, inclinaciones, giros...todo lo necesario para atravesar la tormenta sin riesgo y alcanzar el arsenal. Observó el panel de control de daños donde todas las luces se encontraban en verde. Aunque no era muy creyente le pareció un buen momento para pedir a los dioses que todas esas luces siguieran en verde las próximas horas.

El discurso de la Presidenta fue un duro golpe, el gobierno no había sobrevivido y ello suponía un caos entre los civiles que afectaría necesariamente a las funciones militares de Galáctica. Pronto empezarían los disturbios y las peticiones de ayuda, que sólo conseguirían retrasar a Galáctica.

Coronel Tigh, el último informe de los ataques sobre Picon, perdimos el contacto hace veinte minutos.

-Sí, estaré bien -le contesta el piloto del Raptor a Kendra. Luego Helo hace un gesto y ambos oficiales se encaminan hacia el CIC. Kendra mira a su alrededor durante todo el camino. Estaba acostumbrada al interior moderno y automatizado de la Pegasus y todo aquello le parecía anticuado. Se preguntaba cómo era capaz esta nave de volar todavía.

En el CIC, el comandante Adama y el coronel Tigh coordinaban con el teniente Gaeta el atraque a la estación.

Los navegantes de Galáctica condujeron a la nave sin problemas por el interior de la tormenta hasta alcanzar la estación. Una vez allí, la Estrella se conectó con la entrada de la estación.

-Entrada presurizada, atmósferas igualadas comandante -informó Dualla.

En ese momento llegó Helo escoltando a la oficial de la Pegasus que había llegado en el Raptor. Era una bella mujer de rasgos asiáticos y cabellos morenos que se presentó en posición de firmes junto a Helo.

De regreso al CIC, me adelanto unos pasos y me acerco hasta el Coronel Tigh. La actividad febril sigue desarrollándose del mismo modo que cuando estuve hace unos minutos, con el Dradis siendo observado por varios ojos de mirada preocupada.

"-Coronel - digo saludando de forma marcial - La teniente Kendra Shaw, de la Batllestar Pegasus, acaba de atracar en el hangar y se presenta en el CIC siguiendo sus órdenes, señor."

Doy un paso al lado para que Tigh pueda ver a la teniente y hablar con ella.

Mientras Helo está presentando a la recién llegada, los Vipers de patrulla del capitán Apolo están realizando una pasada alrededor de la estación. Se escucha la voz de Kat por los altavoces:

-Galactica, aquí Kat. Detectamos una nave desconocida acoplada a la estación, aparentemente inactiva. Apolo se acerca a investigar. Nos desplegamos para cubrir más terreno. Starbuck, dame Roger si me copias.

El trabajo se multiplicaba para el coronel en el CIC. Tras la salida de Agathon, Bill le miró, y él supo leer aquella mirada. De nuevo, circunstancias les forzaban, circunstancias ajenas a las órdenes del almirantazgo. Tenían un nuevo presidente, y el gobierno parecía estar contra las cuerdas. Sin embargo, él tenía una orden concreta, y como militar comenzó a cumplirla.

-Kelly, ayúdeme. Hagamos un balance de necesidades para el relleno de la bodega y la santabárbara. Equipos de cuatro técnicos y un marino o un oficial armado. ¿Donde están los planos de Ragnar?

Kelly comenzó a buscar en la base de datos, mientras él hacía una lista provisional con un bolígrafo. Lo primordial eran los proyectiles para los autocañones de defensa, misiles nave a nave y cabezas nucleares. Luego, se centrarían en armas cortas, municiones de repuesto, víveres y suministros médicos. La idea era hacer varias cuadrillas, escoltadas por marinos. Había que ser metódicos y centrarse en lo primordial. La mayoría de los equipos comenzarían cargando las municiones, y uno de ellos se encargaría de los suministros de naturaleza menos vital, pero no por ello menos importantes. En la última pasada, si todo iba bien, completarían con un repaso conjunto de víveres y material de apoyo que les pudiera resultar de utilidad. Sin embargo, el tiempo era ahora el elemento clave. En medio de los trabajos, llegó el informe de Picón, y el coronel asintió, mientras Kelly le había imprimido el mapa de Ragnar.

-Gaeta, ayúdeme con esto. Haga un cálculo rápido de la tripulación no-esencial para el funcionamiento de Galáctica que pueda emplearse en los trabajos de traslado y carga de las municiones. Luego convoque a los jefes de cubierta y oficiales de guardia. Les daremos a cada grupo de trabajo instrucciones sobre que deben comenzar a cargar, y donde se encuentra. También quiero un equipo de escolta de marinos, y que los oficiales se armen. Pero procure que la nave no quede por ello falta de brazos. No sabemos cuando demonios aparecerán los cylon.

Al girar el rostro, vió como el teniente Agathon regresaba, y se cuadraba ante él. Respondió a su saludo, y luego miró en dirección a la oficial que había entrado en el CIC. Era bajita, y de ojos rasgados. No pudo evitar fijarse en el parche dorado que vestía en su uniforme.

-Al fin alguien del ministerio de defensa. Informe, teniente. ¿Que ha sucedido?

Como siempre, Tigh hacía un magnífico trabajo. Muchos le acusaban de alcohólico, y era cierto, pero cuando entraba en el puente siempre cumplía como debía. Y Adama lo sabía. El comandante, ¿o ya sería oficialmente Almirante? se quedó con los brazos apoyados, pensando. No le hizo demasiado caso a la chica nueva que había entrado con Helo al principio.

- Nosotros también bajaremos. Cuanto antes lo carguemos todo mejor. Siempre es bueno que haya gente dirigiendo a los peones. - No lo decía como tono despectivo ni mucho menos. Entonces e percató de la entrada de la chica.

Hizo el saludo de rigor, tanto a Helo como a la ¿nueva tripulante? Y esperó a que esta se presentara.

El oficial Kelly se acercó con un mapa de la Estación y lo desplegó en la mesa junto a Tigh. Ambos estudiaron las vías de entrada y las zonas de carga. Si todo seguía como esta, conseguirían municiones suficientes para mantener una lucha en firme durante, al menos, un año. Kelly estaba seguro de que habían almacenadas varias cabezas nucleares. En ese momento, el jefe Tyrol entró en el CIC también vestido con el habitual mono naranja que usaba en el hangar.

-Comandante, una llamada del Colonial One -informó Dualla. El teléfono junto a Adama comenzó a sonar y el viejo oficial lo cogió.

Sin tiempo para cambiarte, vas al CIC vestido con el habitual mono naranja que usas para trabajar en el Hangar. En el Centro de Mando encuentras a Adama, Tigh, Gaeta y el resto de técnicos en sus puestos. Pero también está Helo acompañado de la joven que llegó en el Raptor.

Nada más terminar de hablar Adama, Dualla atrajo de nuevo su atención.

-Señor, parece que hay problemas en la estación. La patrulla de Apolo ha detectado una nave desconocida acoplada a uno de los laterales. Al parecer se está moviendo. Piden instrucciones. Kat quiere saber cuáles son las reglas de enfrentamiento, comandante.

- Traten de comunicar con ella, seguramente se trate de alguien que no desea ser encontrado, como un contrabandista o un fugitivo de alguna clase. - dijo muy serio Adama - Si no coopera, envien una advertencia de que dispararemos sin dudar. Que Starbuck y un grupo de Vipers le corten una posible retirada y abran fuego al mínimo intento de escapar. Si es un cylon no podemos dejar que salga de aqui e informe.

Mas y más y más problemas, uno detrás de otro. Así nunca podrían sumarse al ataque.

Cuando Tyrol llega al CIC, y ve toda la actividad que transcurre en la sala de mando, se da cuenta de lo realmente delicada que es la situación. La actividad en el hangar siempre es frenética, con naves entrando y saliendo, ruido de motores, y gritos de atención. Algo similar ocurre ahora en el CIC.

Viendo al viejo tratar de mantener el control de la situación, dando ordenes e intrucciones sin parar, el Jefe Tyrol opta por mantenerse en un segundo plano, a la espera de un momento para hablar cara a cara con el comandante.