Partida Rol por web

Inician el combate con fuego de supresión sobre el enemigo apostado en la esquina inferior. Los Centuriones no esperaban oposición en el nivel presente, ellos vigilan el acceso sur y el ataque los toma por sorpresa permitiendo a los Comandantes actuar primero.

Desde la puerta de la sala de tácticas tienen cobertura parcial (+4 defensa) y los Centuriones también por la esquina. 

- Esperen... Esta es una Fragata Orión MKI Fabricada en Picón. - como había llegado a aquella conclusión sería algo personal, pero sus ojos pasaron por toda la estancia, resguardado de los combates. - El enemigo se encuentra a la derecha. Si sigue por la puerta del frente y gira a la derecha en el proximo pasillo podrá flanquear al enemigo y negarles toda cobertura. - Indicó a los marines, mientras guardaba su pistola. No podría combatir, pero ofrecería su información táctica superior para que puedan tener clara ventaja sobre el enemigo.

- Comandante Keyes ¿Puede caminar? - Por que si no podía, aunque fueran más lentos, podría dejarle la silla de ruedas, a costa de forzar su propio cuerpo hasta el punto de no retorno.

Poco a poco el vago palpitar de mi corazón va ganando fuerza y la sangre comienza a oxigenar todos los órganos de mi cuerpo, cargando de suficiente ATP los tetanizados músculos. El holor a pólvora que comienza a llenar el ambiente ante las descargas de supresión contra los pérfidos Cylon inunda mis sentidos. Pongo una media sonrisa y alzo la vista para mirar a mi alrededor más allá del ángel que ha tenido a bien salvar mi vida.

Miro al Comandante Sonnerzon y ensancho la sonrisa.

- Puedo - contesto directamente.

Con un esfuerzo titánico al principio, pero algo más fluído conforme gano altura, me pongo en pie ayudándome con la espalda contra la pared. Kokuro me ofrece ayuda pero hago un gesto con la mano para que me deje intentarlo sólo.

Una vez erguido lanzo un sonoro resoplo para apartar de mi todo el dolor que mi cuerpo reclama por su atención. Alzo mi arma y miro hacia la puerta para a continuación, sin dirigirme a nadie de los presentes en particular, decir.

- Y las putas tostadoras van a pagar por esto -

En mi mente permanecen grabadas las curiosas imágenes del planeta que ví durante mi corto viaje "al otro lado..."

- ¿será ahí dónde han ido los traidores? - me pregunto constantemente.

Contando con el apoyo de los marines y comandantes de la sala, la cabeza de la Betelgeuse regresó sobre sus pasos en un ligero sprint que la situó nuevamente frente a los cylons, ubicación comprometida que serviría para controlar el pasillo evitando dejar flancos expuestos. Parapetada con la misma pared, podía escuchar como los disparos de sus compañeros iban golpeando las metálicas superficies, algo que dificultaba diferenciar el éxito o fracaso de sus descargas. Tomó aire con profundidad y lo mantuvo durante el veloz gesto que la colocaba en posición ofensiva, buscando alinear el cañón del arma con sus objetivos. No se molestó en descargar su furia mientras disparaba la primera terna de proyectiles, mostrando una extrema frialdad en su expresión, como si en esa situación lo adecuado fuera imitar a su enemigo.

Los centuriones se encuentran bien resguardados y los disparos de Ivar solamente revelan su posición ante el enemigo.

El juego ha comenzado y los disparos se hacen eco rompiendo el poco silencio que quedaba, escucho las palabras de Sommerzorn y asiento mostrando mi conformidad.

Carter coge a los dos marines, atravesar el pasillo y cogerlos por la retaguaría, mientras nosotros desde aquí seguiremos llamando su atención.

Al instante Carter hace una señal a los dos Marines y se preparan... la tensión se hace dueño del momento, me dirijo al marco de la puerta y asomando el arma hago fuego de cobertura mientras los marines cruzan el pasillo

Con el fuego de cobertura de la comandante Carter desaparece por el pasillo lateral junto a los marines de las Defender. Si logran emboscar a los Centuriones será pan comido.

Scrubber, viendo que hay tiros, se vuelve a meter en la sala. Ha salido indemne de un tiroteo y tampoco hay motivos para volver a tentar a la suerte

Viendo la situación digo, miro a Yamato al que hago una señal y recibo una respuesta afirmativa por si parte, por lo que digo a los demás:- Desde aquí no podemos hacer mucho, no todos podemos disparar desde la puerta, así que los marines, Yamato y yo iremos por ese pasillo de enfrente para pillarles por detrás. Dicho eso disparan los cuatro y cruzan el pasillo esquivando los disparos marchando por el pasillo para intentar pillar a los Cylons p0or detrás*.

El disparo de Taryn apenas empuja al Centurión y deja una abolladura en su armadura. Necesitaran de manera urgente armas de mayor poder de fuego o el nivel de Tácticas será su tumba.

El grupo de cinco logra cruzar el pasillo evitando las balas para luego abrir la puerta y comenzar a dar la vuelta pero Kaori cae herida gravemente por una ráfaga de metralla. El no poder portar una armadura ligera de combate es fatal contra el temible enemigo.

Tal como era de esperar, la potencia de fuego no era suficiente para enfrentarse contra tres centuriones, por lo que en su cabeza se visualizó de inmediato la armería y el posible recorrido a tomar. Tenemos que llegar a la armería joder, mantenedlos a raya, vuelvo en seguida. Realizó entonces un frenético sprint por los estrechos pasillos que demostraban como la novata comandante era no obstante arto experimentada desenvolviéndose por cada rincón de la nave.

 Ivar comprende que para dar caza al enemigo necesitan más poder de fuego decide ir al locker de armas más cercano, si bien allí no habrá grandes cosas como en la bahía de armas pero seguramente encontrara un fusil de asalto al menos para lo cual corre con todas sus energías y cuando se encuentra a la vuelta de la esquina choca contra alguien y cae al suelo de bruces.

Por un segundo queda aturdida pero se recupera rápidamente para ver contra quien choco: un Cylon de tamaño descomunal.

Es una especie de Centurión estilizado de dos metros y medio de altura que a duras penas avanza por el escueto pasillo. No lleva armas pero si afiladas garras.

¿La pistola de Ivar hará algún efecto en la bestia mecánica? Del otro lado se encuentra la puerta del pequeño cuarto de armas.

El Viejo Comandante se inclinóhacia adelante, meditando mientras los disparos hacian impacto solo unos metros más allá. Pensaba en una solución, en una vía para salir de allí, para escapar, para recuperar la nave. Era impresionante como el anciano conseguía mantener la calma y el temple incluso en aquella situación, donde su muerte parecía próxima e inevitable.

- Comandante Raynor. Póngase en pie inmediatamente y dispongase a combatir al enemigo. Es una orden. - Repitió, mirandolo más seriamente. - Es total y absolutamente necesario que actue, o pondrá en peligro la vida de las doce colonias. Y condenará su vida. - Acabó por amenazarle.

- Traigan dentro a la Comandante Kaori. - Pidió, viendola ahora en el suelo al ser alcanzada por las balas. Parece ser que el Viejo no se había dado cuenta del nuevo centurión en el pasillo...

Desde el otro lado del pasillo, Yamato vio como su amiga caía y no se movía, estuvo tentado de salir de nuevo al pasillo y recogerla, pero "el viejo", había dado una orden y la meterían de nuevo a la sala.
Espero que tengan conocimientos médicos. Con ese pensamiento en la cabeza echo a correr con los dos marines hasta llegar a la esquina y ver las espaldas de los tres Cylons. Los odiaba a muerte, mas ahora que una amiga estaba herida por su culpa, pero mantuvo la cabeza fría, y ordeno a los marines que como el apuntaran a zonas vitales, a las juntas, o lugares donde pudieran dificultar su movimiento o puntería.
Se tomo su tiempo( un turno) y después disparo.

El Viejo tenía razón. Lamentarse no servía de nada. Acojonarse no servía de nada. Él ya había estado en una situación así, el ya había vivido aquello. Su brazo bionico era testigo de ello. Su vida era testigo de ello. - Tiene razón, he perdido el juicio. El pasado ha vuelto a por mi, y esta vez no puedo huir. Yo me encargo, Comorodo. - Y dicho esto, marchó hasta el pasillo, tomando a Kaori para arrastrarla la interior de la sala, usando su brazo biotico como escudo y exponiendose lo minimo.

Los impactos apenas habían consegido abollar las duras armaduras de los centuriones, pero era vital que seguir disparando para mantener la atención de los cylon sobre mi mientras Alan saca a la agonizante Kaori y los marines les rodean.

Saco mi brazo lo menos posible y sigo disparando sin exponerme a su replica a fin de mantener la atención fija en nuestro bando.

Los disparos de la comandante de Tauron derriban un Centurion cuya cobertura era ineficaz pero la criatura mecanica se niega a ser destruida porque se vuelve a levantar. La pequeña distracción sirve para llevar a Kaori a resguardo.