Partida Rol por web

El rey sonreia satisfecho de la iniciativa de los hombres de Wolwyff. -Entonces, ¿ireis a por esa otra maldita criatura?-

Viejo Roble contestó a las palabras del enano.

-Miles de malvadas criaturas pueblan las tierras de este peligroso mundo. Y de no todas conozco su estirpe. Pero de esta si se algo. Pues mi tradición nos cuenta que de los fomori, las criaturas oscuras que pueblan las moonshaes, hubo una que se decantó como la mas grande de todas ellas. Grendell. Dicen que es un fomor nacido de un dragon y un gigante de la roca. Prepararos y beber a gusto mi buen enano. Porque salimos a cazar a la mas peligrosa de todas las criaturas.-

El paladín observa al guerrero con una mueca de verdadero dolor, si bien ambos habían tenido no pocas desavenencias, les unía el grueso lazo de la gratitud, ambos se debían la vida en múltiples ocasiones, y aquello era inesperado, sin embargo ambos eran guerreros, no cabían las lamentaciones entre dos hombres de armas. Entiendo, pero no permitiré que un héroe como tu muera como un animal enfermo, debes venir con nosotros, debes caer en la mas grande y épica batalla que haya enfrentado jamas mortal alguno.

Ante la pregunta del rey el paladín cedió el lugar a su líder. Adelante, graba tu nombre en los anales de la historia de este pueblo.

 Evea contempla la escena, cuando escucha las palabras de Wolwyff, su rostro muestra una leve mueca de pesar entonces mira para otro sitio, contemplando el entorno. Mientras se lleva una mano al rostro.

Una sonrisa cansada, acudió a sus labios.

-No te preocupes por mi gloria, Zenram. ¿Recuerdas la profecia?. Hasta que aullen los lobos por mi, no moriré. Aun me quedan cosas por hacer... pero siento... que no es esto. Teneis algo que hacer... la madre de Grendell, el padre. Es vuestro momento. Ahora haz algo por mi, te lo pido, lidera a mis hombres. Eres mi capitán, aunque nunca quisiste serlo.-

El paladín asiente, después de todo no había manera de negarle algo a un moribundo, menos aun cuando se trataba de un guerrero tan noble. Desde luego, aun que no seré vuestro capitán, pero si lo queréis vuestro teniente, obedeceré esta encomienda que me hacéis y llevare a los hombres a la gloria, después de todo solo puede esperarnos la gloria.

Ummmmmmmmmm partiremos entonces? Adasdair seguía meditando sobre la noche mientras caminaba pro la sala mirando debajo de las mesas, asombrado de encontrar sus dagas e incluso una de sus botas perdidas durante la fiesta.

 Evea mira a los presentes.

 - Así pues, nos toca ir a cazar monstruos. Por cual empezamos, sabemos donde descansan o tienen su cubil?- Mirando los alrededores todo lleno de destrozos.- No no interesa enfrentarnos a todos a la vez. Siguiero que terminemos con Grendel y después vayamos a por los otros.

El enano permanece en silencio. Sentado en uno de los bancos que, milagrosamente, aun permanece en pie. Su escudo esta apoyado junto a él. Sobre su regazo descansan, indolentes, su martillo de guerra y su recien adquirida hacha de batalla. La mirada perdida, el rostro congestionado, los hombros caidos... pareciendo la viva imagen del abatimiento.

"La Gloria... aquello por lo que se nos recordara cuando hallamos muerto. El Honor... aquello por lo que se nos conoce. Incierto es el Sino que Moradin ha preparado para mi... incierto como el que aguarda a todos y cada uno de estos valientes. Mas no querria que fuese de otra forma"

Con lentitud y firmeza, el enano se incorpora. Una ruda sonrisa, enmarcada por su descuidada barba, y unos ojos centelleantes... la imagen de un avatar de la guerra. En cada una de sus manos, una de las armas.

"Rey Hrotghar. Wolwyff. Zenram. Amigos y camaradas de armas." La voz del enano resuena clara y firme, reberverando en el salón. "Nuestra tarea dista mucho de estar concluida. Juro sobre estas armas y ante todos vosotros, que no descansare hasta que Grendell y su estirpe descansen en el Infierno." 

El paladín escucho con algo de desaliento las palabras de su Líder, sin embargo estaba consciente que dependía de él el llevar al grupo no solo a lograr la gloria sino mas importante aún, a liberar a Toril de aquel terrible peligro. Enseguida se acerco al centro del grupo, a donde todos hablaban sobre la inminente excursión para cazar a la madre y padre de Grendell, donde las palabras del enano le llenan el corazón de nuevas esperanzas.

Dices y dices bien enano, nuestra tarea no esta terminada como no esta zanjado todavía nuestro asunto. Dice en tono serio. Y por eso yo te juro que habremos de buscar y seguir a esa criatura hasta los confines del abismo si es necesario, no descansare hasta verle muerta y poder así cumplir mi palabra y enfrentarte en duelo singular... Dice sonriente al tiempo que se acerca a dar la mano al valiente enano.

El enano estrecha la mano del humano, manteniendo firme la presión, en un duelo de hombria. Con una sonrisa, espeta al buen muchacho...

"Bahamut debe insuflar algo de terquedad enana a sus paladines"

Una vez satisfecho con la demostración de poder, Taifold se deshace del apretón y se vuelve hacia sus compañeros...

"Como bien nos ha recordado lady Evea, hay muchas cosas que desconocemos de Grendell y su linaje y aun mas preparativos que hacer. Va siendo hora de que nos pongamos en marcha."

-Las armerias del reino estan a vuestra disposición. Si necesitais cualquier cosa, pedirla. El material común es todo vuestro. Si necesitais en cambio, algo mejor, solo puedo indicaros a Freteld. Un guerrero que ha visto mucho mundo, y posee algunas pertenencias para vender de gran calidad.-

-No podemos perder tiempo, es el momento. Salgamos y preparemonos. Estaré en el porton principal con los caballos.-

El paladín se acerca al rey y luego de una corta reverencia se despide para buscar al tal Freteld. Deberíamos comprar algunas raciones de viaje y equipo común e intentar vender lo que hemos obtenido, de ese modo podremos hacer una justa repartición de los bienes...

-Supongo que no me necesitais para este menester. Voy a acompañar a Helfdanne y a Wolwyff. Para encontrarles un lugar donde descansar. Nos reuniremos en la entrada. Yo no necesito ni oro, ni nada, utilizarlo como os plazca. Supongo que wolwyff y helfdanne tampoco necesitarán nada. Utilizarlo todo, no dudeis.-

Con una sonrisa cansada, se marchó acompañado de los dos heridos.

Ojala hubiese tenido este arma en mis correrias por los tejaods de Aguas Profundas... pequeño, manejable y mortífero... creo que te voy a dar nombre.... Aguijón, si aguijón...