Partida Rol por web

Adasdair sonrie al ver cargar a Taifold... llevar un enano a una emboscada es como... ¿cómo era? sus flechas ya volaban hacia dos blancos mientras pensaba en el resto ... ah si... como escuchar el cántico de una banda musical goblin... ligeramente plausible pero sobretodo ruidoso.

Agachate enano

Los gnolls precían sorprendidos y aquello solo había empezado.

El guerrero sabe perfectamente que debe ser una inspiración de valor y coraje para sus compañeros, la falta de Wolfwyf puede golpear en la moral del grupo por lo que Zenram no lo piensa dos veces y carga con el espadón en todo lo alto contra el enemigo...

Morid entes del mal!!!!

Evea dispara y como estan sorprendidos... ¡acierta!

Zenram, Taifold, Aeser y Eigil se avalanzaron colina abajo sorprendiendo a los arqueros gnolls que estaban tras la loma, con las flechas de Adasdair y Evea sobre sus cabezas. Las flechas de Adasdair se clavaron en dos gnolls arqueros, compartiendo uno con Evea. Para que a Eigil todavia le diera tiempo a dar un buen tajo con su cimitarra. ¡Pero el Gnoll aun seguía en pie!. Tras ella Zenram lanzó otro buen corte a otro Gnoll aflecheado, pero tampoco pudo tumbarlo. El enano y el clerigo barbaro se lanzaron contra otro de ellos, pero tanto el martillo como el hacha no fueron capaces de tumbarlo.

Evea intentó cargar su siguiente flecha, pero se hizo un lio con la aljaba que se le había movido durante la carrera. Tras ella Viejo Roble estudiaba la situación, y su aportación en esa batalla.

Los gnolls arqueros soltaron sus arcos y desenvainarons sus espadas cortas. Al igual que tres Gnolls guerreros, que avisados por la aparición de los compañeros se habían dado la vuelta para hacer frente a la nueva amenaza. Cada uno de los guerreros hizo una carga para ayudar a cada uno de los arqueros. Pero con poca suerte. Los combatientes eran muy buenos, y no se dejaron sorprender. Salvó Zenram, que manteniendo un combate contra dos enemigos, vió como uno de esos peligrosos filos le hacian un pequeño corte entre las juntas de su armadura completa.

Son duros...

Adasdair sigue lanzando flechas, esta vez a los otros arqueros, debido al cuerpo a cuerpo... mierda, en ese barullo paso de disparar... Ummmmmm es igual..

Con determinación dos flecahs más salieron de su arco.

Taifold el enano ve con desconsuelo, como su ataque de carga no ha tenido el efecto deseado. Sin embargo no flaquea en su empeño y, apretando los dientes, lanza sendos ataques con su nueva arma, haciendo que la resplandeciente hoja del hacha pruebe la sangre nuevamente...

"¡Moradin! ¡Por Moradin! Muerde el polvo, criatura"

El guerrero no puede evitar doblarse un tanto ante la herida que ha causado la espada de su enemigo al penetrar su carne, sin embargo el dolor no hace sino enfurecerle aun más, por lo que sin dudarlo un segundo eleva su espadón y descarga con fuerza sobrehumana su espadón sobre la bestia... Por Bahamut!!!

 Evea avanza hacia donde están sus cmpañeos combatiendo con bravura mientras alza la voz por encima del campo de batalla, otorgando mayor determinación si cabe a sus compañeros.

El combate continuaba como una voragine por toda la explanada. Las flechas de Adasdair volaron por el campo hasta clavarse en la armadura de cuero tachonado del arquero Gnoll. Este, iracundo pero aun en pie, extrajo una flecha de su propia aljaba y la disparo a su vez atravesando todo el claro. Hasta hundirse en la hombrera del explorador elfo rozandole el hombro.

A pocos metros del arquero los guerreros se denfendian con gran habilidad contra los Gnolls que se habían acercado. Con un molinete agresivo la rodilla del Gnoll se partió bajo el martillo del enano, para ver como su garganta era atravesada por el guerrero de los norteños Aeser. Pero a su lado ya estaba otro Gnoll guerrero, que armado con su espada corta lanzó un tajo que casi corta la barba del enano. Zenram, que enfrentado a dos acababa de recibir un tajo, dió un paso atras enarbolando la espada y la descargo sobre sus dos enemigos. Uno de los gnolls cayó al suelo con el estomago abierto salpicando todo de sangre y visceras, pero el que estaba al lado solo recibio un pequeño corte en el antebrazo. Se lanzó para atacar al guerrero pero la espada corta resbaló por la inexpugnable coraza.

Mientras tanto Eigil no paraba de lanzar tajos mortales a sus dos contendientes, en un baile salvaje y mortal. Haciendo que su armadura de pieles danzara a su alrededor. De pronto uno de los Gnolls se llevó las manos a la garganta degollado, y el otro recibió dos cortes y un golpe del escudo en el cuerpo. Aunque duro, aun se mantenia con vida.

En el centro del claro los dos guardias del gnomo habían muerto, y los gnolls se avalanzaban sobre el indefenso dueño de la desvencijada carreta. Cuando de pronto, un muro de llamas circular rodeo la carreta haciendo que todos los enemigos dieran un paso atras, sorprendidos. Entonces, uno de los gnolls del otro lado del claro, elevó su arco y disparo una flecha que atravesó las llamas, para hundirse profundamente en el hombro del pobre gnomo.

Desde el lado de los heroes se elevó una maravillosa voz, que dió valor a todos los combatientes en el claro. Una cancion de guerra y tesón que escapaba entre los labios de la bardo Evea.

 La joven, viendo a los guardias en dificultades y a dos de ellos heridos. Toma aire y corre para llegar a su altura, sorteando y eludiendo los enemigos que se encuentran por en medio, como si danzar entre las amenzantes figuras de los gnolls, delicada, grácil. Pero con la rodela presta ante la menor señal de peligro.

Taifold resollaba como una tetera hirviendo. Mantenia el escudo bajo, protegiendo el muslo y la rodilla, mientras mantenia la distancia con su oponente mediante un juicioso uso del hacha, ora cortando, ora empujando. Afianzado como estaba sobre la nieve, daba cortos pasos, a fin de mejorar su guardia y provocar un hueco en la del adversario. Oia a su alrededor los gritos de guerra y los alaridos de panico, mientras flechas irisdiscentes rasgueaban el helado aire, dejando estelas de vapor. La melodiosa voz de Evea hacia hervir la sangre del enano, que se esforzaba por lanzar un golpe definitivo, que le permitiera pasar al siguiente rival.

Zenram se afianza sobre el terreno al tiempo que enarbola su espadón contra el mas cercano de los gnolls. De un fuerte impulso intenta golpear a la criatura de arriba hacia abajo dibujando un arco vertical justo en la entrepierna del gnoll...

Sin mucha dilación Adasdair vuelve a empuñar su arco y esta vez envalentonado por el cántico de Evea sus flechas surcan aún más veloces si cabe el aire norteño. Una flecha apunto esta de desgarrar la gargante del arquero Gnoll pero la robusta criatura aguanta de pie.

 Evea, junto a los guardias caídos, se coloca de forma que quede lejos de las peligrosas hojas de los gnolls y aplica sus manos y un susurro para canalizar parte de su esencia para salvar al caído.