Partida Rol por web

Bethlem Asylum Project

Todos juntos y muertos

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18/06/2014, 23:25
Doctor Timothy

El doctor levantó la vista nuevamente, despegándola de sus anotaciones, y buscó a Willis con la mirada- Ahora los sujetos inoculados, Willis. Procede, y empieza primero por ese...- dijo, señalando a René, antes de acercarse a la muchacha sobre la que habían utilizado la jeringa. 

Ésta última temblaba violentamente entre sollozos, que pronto se vieron interrumpidos por una desagradable y ruidosa arcada, que precedió un abundante vómito oscuro y sanguinolento- Clarence, trae una palangana, por favor- dijo a la religiosa, que se dirigó presta al exterior de la celda para volver con lo que el doctor había pedido, colocándolo frente a la muchacha, para que no manchase el suelo.

 

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18/06/2014, 23:32
Willis

Willis acompañó a la mujer al exterior de la celda, y volvió con una cesta metálica en la que se distinguían varias botellas de cristal de gran tamaño, llenas de un líquido rojizo que hizo que varios de los presentes jadeasen casi sin quererlo. También había un instrumento, una especie de embudo, que tomó en una de sus manos antes de dirigirse a René. 

Utilizó su mano libre para apretar con brusquedad las mejillas del susodicho, por debajo de los pómulos, presionando sobre los espacios que separaban sus hileras de dientes tras sus molares, provocando que abriese la boca. Entonces introdujo el embudo, haciendo a René toser y boquear con cierta angustia. Tomó una de las botellas, y la destapó. El olor ferroso invadía a aquellas alturas la habitación.

Willis vertió el contenido de la botella sobre la apertura superior del embudo, y en cuanto el líquido llegó a la garganta de René, éste dejó de debatirse, y comenzó a tragar como un niño ansioso de pecho, haciendo ascender y descender su nuez varonil una vez tras otra, con pura codicia y ansiedad. 

Los demás, al verle, sintieron cómo algo volvía a revolverse en su interior. Esta vez con mayor intensidad.

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18/06/2014, 23:39
Director

Margaret posa su vista en ti, reconociéndote por vez primera. Su expresión es de sorpresa y desesperanza. Niega con el rostro, y su llanto se vuelve más pronunciado. Es entonces cuando te fijas. Sus lágrimas son de color carmesí.

El olor ferroso que invade la sala, y las lágrimas de Margaret, así como la visión del hombre que se encuentra cautivo contigo tomando algo que sin saber por qué deseas con intensidad inusitada, comienza a nublar tus sentidos. 

 

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18/06/2014, 23:43
Director

Brewer te mira, horrorizado al encontrarte allí con él. Jurarías que estaba asustado, pero ahora parece más bien preocupado por ti. Forcejea con las cadenas, y Willis le dedica una mirada adusta. Es incapaz de zafarse. Sus movimientos parecen lentos y aletargados.

El verle allí, encadenado, el olor ferroso de la sala, y la visión de aquel hombre tomando algo que deseas con una intensidad inusitada, comienza a nublar tus sentidos.

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18/06/2014, 23:46
Director

Aterrada parpadeas, una, dos, tres veces, y la visión no desaparece. Aquel individuo desagradable fija su mirada en ti, y prosigue con su exhibicionismo, mostrando su sonrisa hedionda. 

Aquella visión, junto al olor ferroso de la sala, y la visión del otro hombre al que le daban a probar algo que deseabas con una intensidad inusitada, comenzó a marearte y a nublar tus sentidos.

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18/06/2014, 23:50
Director

Notas de juego

Todos tiren autocontrol dificultad 8

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18/06/2014, 23:56
Benjamin Jonhson
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Tirada de Autocontrol

Dificultad: 8

Tirada (4 dados): 4, 3, 10, 7

Éxitos: 1

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18/06/2014, 23:58
Benjamin Jonhson
Sólo para el director

La mirada de Margereth no le aclaró que hacía ahí, en vez de ello le planteba nuevas dudas pues parecía que no se alegraba de verle incluso aumentaba su ansiedad por estar ahí. Parecía que sabía algo que a él se le escapaba...

¿Y esas lágrimas rojas? Aquello no estaba bien debía ser por la ausencia de luz o no sabía porqué pero creía estar viendo llorar rojo. ¿Y ese olor? Notaba el olor en todas partes.

Aquel hombre que estaba sollozando y que luego bebía con ansía lo que le daban. Aquel líquido era conocido pero su mente le decía que no era alimento conocido era algo también habitual pero no como comida.

El también lo deseaba, deseaba beber aquel líquido carmesí y con olor ferroso. Algo en su interior le decía que no estaba  bien, pero su hambre le decía que no se saciaría hasta beber de aquello. No valía alimentarse con lo habitual el quería aquella sustancia ... Podría ser sangre? Pero que sucedía? Acaso deseaba con todo su ser sangre?

Su cuerpo le pedía alimento, por un instante no pudo ver nada más que como bebía y esperaba con ansía su turno, el ansía casi pudo con él, comenzó a agitarse nervioso, ansioso por beber, todo se volvió oscuro, pero en el mismo momento que perdía la consciencia y se dejaba dominar por ese ser interior que le empujaba logró contemplar como aquel tipo terminaba de beber.

Notas de juego

Se me escapó la tirada :(

Por otro lado te pongo sólo a ti, porque no son más que pensamientos sin apenas nada que actuar, si prefieres que sea común lo cambiamos y ale...

Creo que este post ya contesta a la pregunta que planteas en la posada!!! Pero por si acaso, por supuesto que sigo interesado

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21/06/2014, 01:35
Marion Forge

Por el amor de Dios...

Miré horrorizada todo lo que estaba ocurriendo, sin saber cómo actuar.
Aquella pobre mujer vomitando entre sollozos, uno de los hombres que habían entrado obligaba a otro de los encadenados a engullir algo. La resistencia inicial de este, la posterior rendición, alivio e incluso disfrute... Brewer atrapado. Aquel olor.

Mis ojos que en un principio no paraban de moverse de un lado a otro, ahora se detuvieron y se quedaron fijos mirando la nuez del encadenado. Tragué saliva, y mi mirada ascendió hasta detenerse en el embudo, justo donde caía aquella sustancia tan... apetecible.

Lentamente, y de forma inconsciente mi labio inferior quedó atrapado entre mis dientes.

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21/06/2014, 01:50
Marion Forge
- Tiradas (1)

Motivo: Autocontrol

Dificultad: 8

Tirada (3 dados): 9, 6, 10

Éxitos: 2

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22/06/2014, 20:16
René Bradley

Un escalofrío recorrió todo mi ser cuando me señalaron con ojos de indiferencia, temor ante lo desconocido, ¿qué era peor? ¿Saber lo que le pueda ocurrir a uno o simplemente imaginarlo sin tener certeza de nada?  Los miré con desafió, pero fue inútil, no podía oponer mucha resistencia. Además, había un olor peculiar que embriagaba el ambiente, seguramente provenía de aquellos frascos.

Me agité como pude, estaba encadenado, era consciente de ello, quería salir de allí y no pude. Colocaron un embudo y la parte más estrecha atravesó mi boca hasta llegar a la garganta. Después derramaron el contenido de aquella botella a pesar de mis intentos de resistirme que se quedaron en nada.

Noté una sensación cálida allá por donde pasaba. Pronto descubrí lo que era. Sangre. Sin darme cuenta me olvidé de todo, solo quería ingerir más y más, de la negación pasé a dejarme llevar por un impulso insaciable. Una irrefrenable sed que tenía oculta en mi interior y de la cuál ignoraba, pero eso ya poco importaba. La sed era quien me dominaba por completo.

- Tiradas (1)

Motivo: Autocontrol

Dificultad: 8

Tirada (3 dados): 3, 3, 7

Éxitos: 0 Fallo

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29/06/2014, 21:58
Victoria "Tory" Withcombe

Por más que lo intentaba no podía prestar atención a todo a la vez, además de lo mal que me sentía y del miedo, estaba aquel hombre que me miraba mientras hacía gestos obscenos. El olor que llenó la habitación, fuera lo que fuera lo quería, igual que el hombre al que se lo dieron con un embudo. El olor y la ansiedad nublaron mi mente haciendo que olvidara al hombre que me observaba, nada en aquel momento era más importante que ese olor.

- Tiradas (1)

Motivo: Autocontrol

Dificultad: 8

Tirada (4 dados): 3, 9, 3, 5

Éxitos: 1

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05/07/2014, 23:00
Director

Poco a poco, el doctor y sus ayudantes fuerzan a los presentes a ingerir el contenido de las botellas, utilizando el mismo método y obteniendo idénticas reacciones. Otros, sin embargo, en lugar de recibir esa clase de exótica alimentación reciben, al igual que la joven que aún vomita y agoniza postrada sobre una palangana, la inoculación de un misterioso líquido que provoca reacciones variadas en los sujetos sobre los que se usan las jeringas.

Aquellos que reciben la alimentación pronto se sienten obnubilados. Sus sentidos, satisfechos de una manera desconocida, comienzan a embotarse y sus cuerpos se sienten pesados como rocas en el fondo del mar. El doctor habla, pero para ellos sus palabras pronto dejan de tener sentido. Se escuchan distorsionadas, a medida que la consciencia comienza a flaquear.

Y en medio de aquel duermevela inducido, de pronto un sobresalto. Un cuarto individuo entra en la sala, adoptando una pose agresiva. Willis 

intenta detenerlo, pero recibe un buen revés que lo lanza contra la pared que se encuentra tras él. La mujer retrocede, asustada, y el doctor y el nuevo individuo se enzarzan en una discusión que pronto desemboca en violencia. La visión de los sujetos, desenfocada, sólo permite apreciar algunos detalles en medio de la algarabía.

Aullidos. El brillo de unas fauces amenazantes. Una jeringa. El grito agudo del doctor. Todo sucede muy rápido.

El doctor de pronto desaparece, y el hombre que ha irrumpido en la celda permanece desmadejado, sobre el suelo. Convulsiona, y de su pecho sobresale una jeringa vacía. La mujer, que había retrocedido aterrada, profiere gritos de angustia, y patea con rabia el cuerpo convulsionante del hombre. Un parpadeo. ¿Ha pasado tan sólo un instante o ha sido más tiempo? Es imposible saberlo. Ahora la sala vuelve a estar en penumbra, y unos agónicos quejidos se unen al concierto de sollozos que profieren los que no duermen. Hedor, sangre, oscuridad. Y de pronto, nada. 

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08/07/2014, 13:31
Benjamin Jonhson

Cuando le llegó el turno a Ben, una mezcla de ansia y repugnancia inundó todo su ser.

Definitivamente se confirmaba el origen de aquel líquido, le estaban obligando a tomar sangre, el hambre que le devoraba, hizo que se olvidara de lo que estaba ingiriendo, no podía parar de tragarla.

Incluso si no le estuvieran obligando con un embudo, el habría continuado bebiendo, olvidó por completo donde se encontraba y su particular situación..., olvidó quien se encontraba en la sala..., incluso olvidó que Maggie se hallaba allí. Solo existía la sangre que llenaba su cuerpo y revitalizaba todos sus músculos.

Apenas percibió la pelea ocasionada por la entrada del nuevo visitante, las percepciones exteriores quedaron embotadas por las sensaciones interiores, la sensación de la sangre recorriendo su cuerpo era placentero, tan placentero que habría deseado más. 

Todo volvió al silencio inicial sólo roto por los quejidos de aquel tipo, al cabo de un rato Benjamin volvió a ser consciente de los ruidos que le rodeaban, no sabía cuanto había pasado desde que se había alimentado pero ansiaba que volviesen a traerle más... 

"No puede ser!, ¿que me han hecho?¿Que tipo de monstruo soy, sólo puedo pensar en beber sangre de nuevo...? Tengo que salir de aquí."

Revitalizado por el alimento volvió a revolverse y tirar de las cadenas con todas sus fuerzas, intentando librarse y escapar de algún modo de aquel infierno, para despertar de aquel infierno en el que había despertado...

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09/07/2014, 23:06
Marion Forge

Aunque sabía que era cuestión de tiempo que llegase mi turno, cuando así fue le rogué al señor que todo fuese un sueño. No pude evitar retorcerme intentando zafarme de algún modo, a sabiendas de que si aquel hombre no había podido hacerlo, yo aún mucho menos.

Sangre...

No había querido creerlo cuando vi a aquel hombre ingerirlo de forma obligada, pero ya no podía negarlo más. Al principio tuve una sensación extraña en el estómago, y creí que vomitaría, pero no podía estar más equivocada. Según pasaba el tiempo, mi cuerpo e incluso yo misma, de manera consciente pedía más. Ni tan siquiera podía pensar ya en lo repugnante que era todo aquello. Tampoco me importaban ya la mujer que estaba en el suelo, suplicando clemencia. Ni tan siquiera me preocupaba el señor Brewer. Y cuando parecía que los remordimientos iban a volver a mí, mis sentidos comienzan a nublarse.

Aunque noto que hay movimiento a mi alrededor no logro ver bien qué ocurre. Tan sólo oigo golpes, sonidos bruscos y más gritos, e incluso aullidos... Trato de parpadear repetidas veces para aclarar mi visión y ver qué estaba sucediendo realmente, pero para entonces mis ojos ya pesaban demasiado...

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13/07/2014, 00:31
René Bradley

No lo comprendí, escapó de mi comprensión, todo aquello que que había percibido con mis sentidos fue anulado por aquella insaciable sed de seguir bebiendo del líquido carmesí. Yo quería más, me podían haber dado otro frasco más y sin pensármelo dos veces lo habría vaciado en mi estómago, incluso un tercero.

Era ajeno a todo, así es como me sentí, la cuarta presencia, la violencia que se produjo entre el nuevo invitado y los hombres y mujer que estuvieron jugando con nosotros como meras marionetas ignorando nuestros deseos, ¿o quizás haciéndonos descubrir alguno oculto? No importaba, ya no.

La oscuridad se cebó conmigo, me engulló de forma golosa y ya no pude ser consciente de mi alrededor. Los demás cautivos, las razones de nuestra captura, lo que nos habían convertido, ¿qué clase de juguetes era si solamente la sangre era lo que tenía en mente? No podía pensar en otra cosa, y todo lo que fui no volverá, dudaba de ello y mis ojos se cerraron en un sueño no tan dulce si no más bien una pesadilla, un horror que nunca imaginé.

Quizás fue el castigo, una sentencia hacía mi persona por algo que hice y mi cabeza le restó importancia, pero como ya me dije varias veces, ya daba igual, poco o nada, eso era para mí carecía significado, mis ojos se impusieron y en contra de mi voluntad se cerraron para dar paso a la nada, la más absoluta oscuridad.

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13/07/2014, 19:54
Victoria "Tory" Withcombe

Mi atención se dividía, a duras penas, entre aquel hombre desagradable y lo que estaban repartiendo entre los demás, el olor me embriagaba y, cuando llegaron hasta mí, la ansiedad era tal que engullí lo que me dieron sin ser capaz de evitarlo.

Ingerí toda la sangre, su sabor metálico me reconfortó, en algún rincón de mi cabeza sabía que debía repugnarme, pero no era así, aquel manjar era como los mejores platos de las antiguas fiestas de mi casa. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas, consciente de que fuera lo que fuera lo que me habían hecho, nada volvería a ser igual siempre y cuando pudiera huir de allí, cosa que dudaba. Me hundí sujeta por las cadenas en medio del sopor, en realidad esto solo era algo más en mi vida, no sabía que había hecho que fuera tan horrible como para que todo me sucediera a mí, tal vez habría sido mejor morir aquella noche.

El resto fue un caos como si estuviera difuminado por la niebla, ruidos y gritos intentaban llegar hasta mí pero no podía concentrarme en ello, cuando todo pasó una vez más el silencio y la oscuridad.