Partida Rol por web

Bienvenidos a la boca del infierno... otra vez

1. LA NUEVA CAZADORA

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13/11/2020, 17:48
Directora

 

Starling City no es solo una ciudad llena de vida, en donde la gente se mueve por ella como la sangre a través del torrente sanguíneo, empujada por un misterioso corazón capaz de arrastrar hasta al más reticente de sus habitantes hacia el futuro. A pesar de ser uno de los centros económicos más importantes del país, bajo la piel del dinero que la cubre se halla mucho más de lo que nadie hubiese imaginado.

Solo la maldad es capaz de engendrar maldad, y únicamente el sufrimiento puede abrir, otra vez, la boca del infierno, por donde demonios de todas clases saldrán y extenderán de nuevo el horror como si un manto invisible cubriese a todos, silenciando las pesadillas y convirtiéndolas en algo eterno.

Ninguno de sus habitantes sabía que aquello iba a ocurrir.

Vampiros y demonios de todas clases, volverían a la superficie, junto a los humanos, para conquistarlos y someterlos.

 

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15/11/2020, 13:25
Directora

Las dos figuras salieron riéndose del local. Ella, joven, rubia y con una figura envidiable, caminaba con habilidad sobre el pavimento, agarrada del brazo de su acompañante, un chico que parecía feliz por la suerte que le había tocado. Esquivando a la gente que entraba y salía, y los que simplemente estaban hablando en mitad de la calle, torcieron en dirección a uno de los callejones que rodeaban el pub.

 

Una vez en la esquina, la chica empujó contra el muro al joven y comenzó a besarle mientras le desabrochaba el cinturón con ansiedad.

-Guau, e-estás un poco nerviosa, esto... uy, ten cuidado... -consiguió decir el muchacho, al tiempo que la chica acababa con su formidable tarea y le bajaba los pantalones y la ropa interior.

-Yo siempre tengo cuidado con la comida -dijo ella con una sonrisa traviesa, iniciando el movimiento para agacharse.

En ese momento, una mano agarró el cabello de la muchacha, tirando hacia arriba de ella. Sorprendida, la primera reacción de la muchacha fue seguir riéndose, como si todo aquello formase parte del juego sexual, pero cuando cuando llegó arriba y contempló directamente el rostro que tenía delante, su gesto cambió.

La cara del chico, que tanta gracia le había hecho, se había deformado como si de repente, fuese una especie de fiera salvaje, incluyendo unos colmillos de gran longitud que habían hecho su aparición como por arte de magia, en su boca. Además, ya no parecía el chico apocado y dubitativo de antes, sino el de alguien lleno de decisión... y hambre.

-Y yo también -le dijo él, en un tono más gutural que antes.

La chica abrió la boca para gritar, pero no dispuso de tiempo. En ese momento, la boca alcanzó su garganta, los colmillos se hincaron en la piel y llegaron hasta la yugular, y sus brazos la apretaron hacia él, mientras succionaba hasta la última gota de su sangre, en un éxtasis doloroso sin igual.

Cuando acabó, un par de minutos más tarde, abrió los brazos y la chica cayó como un muñeco de trapo, en el suelo. El chico se limpió la boca y miró el cadáver.

-Me encantan estas chicas tan juguetonas. Tienen la sangre picante, como a mí me gusta.

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15/11/2020, 13:46
Directora

Amanecía en Starling City, lo que significaba que delante de vosotros había un nuevo día por delante. Pero en medio de todo. la ciudad entera hervía como si un fuego estuviese prendiendo bajo su superficie. En los últimos tiempos, la cantidad de desapariciones había aumentado vertiginosamente, llevando a la mayor de las confusiones a la policía.

El sargento George estaba encargado del caso y tenia tan pocas pistas como al principio. Lo único que sabía era que habían desaparecido unos cuantos jóvenes que no tenían nada que ver entre ellos, todos de noche, y que nadie había vuelto a tener noticias sobre ninguno.

Sus teléfonos habían sido apagados y por lo que se sabía, en ninguno de aquellos casos nadie había visto nada. Era una condenada pesadilla.

En el ambiente universitario, los días no parecían diferentes unos de otros, pero ya había algunos grupos en los que se podía palpar la tensión cuando se acercaban a lugares escondidos, calles con poca iluminación y caminos solitarios. Por otro lado, había carteles de chicos y chicas de los cuales no se sabía nada desde hacía días e incluso semanas, temiéndose lo peor. 

Pero ¿qué importaba si a vosotros no os afectaba directamente? Por el momento, ninguno de vuestros conocidos había desaparecido. Así que mientras la ciudad se volvía loca, vosotros iniciabais el día como cualquier otro, sin reparar en que el mundo estaba a punto de cambiaros para siempre.

Notas de juego

Vale, qué tal si iniciamos el día, por ejemplo un jueves, que el fin de semana está cerca, cada uno desde su casa. Vamos entrando un poco en los personajes y ya después saltaremos a la noche.

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18/11/2020, 19:51
Directora

Para un vampiro el tiempo no trascurre igual que para un humano. El humano normal cuenta los días con ansiedad, como si se tratase de agua escapándose de entre sus dedos, sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Era la maldición a la que cualquier criatura mortal, entendiendo como tal, que envejece, debía enfrentarse.

La mortalidad podía ser algo así como un muro que poco a poco fuese cayendo sobre cada uno de ellos, hasta que sus brazos no fueran capaces de sostenerlo por más tiempo y simplemente, aceptasen su destino. Pero también era algo más; un indicativo de lo que era vivir. Vivir significaba... morir.

Los vampiros no funcionabais de la misma manera. Los segundos podían ser minutos u horas, porque no tenían importancia para vosotros. El transcurrir de los siglos se convertía en muchas ocasiones en algo tan rutinario como el alimentaros, y eso provocaba una alarmante falta de emociones o deshumanización que en muy poco tiempo terminaba por transformar lo poco que quedase aún de humano, en bestia, entendiendo como tal, no a un animal guiado por su instinto, sino a una criatura abyecta capaz de disfrutar con el poder que su nueva naturaleza le había proporcionado.

Para la mayoría de los neonatos, los vampiros recientemente transformados, la deshumanización se hacía patente con rapidez, superando con creces el horror del cambio. De repente se encontraban con que eran seres más fuertes, más rápidos y sobre todo, que no debían responder ante nadie. La falta de autoridad fabricaba auténticos demonios que se movían entre los humanos como el aire entre las hojas, sin apenas ser advertidos, pero las consecuencias eran terribles.

El por qué tú habías conseguido sobreponerte a todo aquello aún constituía un misterio. Ni siquiera aquel terrible recuerdo de aquella niña siendo devorada, o más bien, consumida, y la visión de su inocencia siéndole arrebatada, podía justificar completamente que aún hoy, fueras capaz de controlar tus instintos y no abandonarte a lo más oscuro de tu ser.

Pero el caso es que así era.

Te movías en un delicado equilibrio entre el olvido y la desesperación y dudabas de si tu visita a Starling City era lo que más te convenía, pero el tiempo sí que te había enseñado algo. Necesitabas tener un objetivo, o no serías más que un cascarón vacío.

El Fraggle Rock Pub estaba justo delante de ti, invitándote a navegar entre los olores de la lujuria de los humanos, amén de otros instintos más básicos, e incluso el hambre de otros que como tú, estaban en los últimos tiempos encontrando su lugar en aquella ciudad.

En los últimos tiempos se decía en las calles que había mucho nerviosismo. Varias chicas habían desaparecido sin dejar rastro y nadie sabía de qué se trataba. Pero tú lo sabías. Eran gente como tú..., el reflejo oscuro que no deseabas ver, pero que no dejaba de perseguirte allá donde fuera. 

Eras tú mismo, en otros cuerpos, con otros ojos, y un instinto más poderoso que lo que aún te restaba de alma. 

Pero ahora necesitabas algo que odiabas y al mismo tiempo, ansiabas. Sangre. Tu boca se deshacía con los olores que te rodeaban. Eras capaz de oír las pulsaciones de cada uno de los que pasaban cerca de ti y el aroma de su sangre inundaba tu olfato como si no hubiese nada más.

Otros hombres miraban a las mujeres de largas piernas que circulaban por delante de ellos, con lascivia en sus ojos, pero los tuyos se desviaban hacia las pequeñas pulsaciones que captabas con facilidad en sus cuellos, muslos y muñecas, y otras tantas partes del cuerpo que podían servirte de la misma manera.

Para ti, deslizarte entre ellos era complicado, aunque no insoportable, pero únicamente porque aún conservabas algo de ti mismo, de lo que un día habías sido y que por desgracia, sabías, no volverías a encontrar.

Notas de juego

Contigo empiezo de noche si quieres. Esa misma noche, como si te hubieses adelantado, o la anterior, según veamos y cómo avancemos de rápido tanto tú como los otros.

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21/11/2020, 19:27
Arthur Whitaker
Sólo para el director

La desaparición de estos últmos días, si no me ponía nervioso a mi, si ponía algo nerviosa a mi madre. Me decía que tuviera cuidado, que tratara de no venir caminando tan de noche o al menos de una forma segura, o si podía, me quedara en casa de alguno de mis amigos. Era algo fastidioso, pero sabía que había buena intención como siempre en sus palabras, así que no me molestaba del todo.

Con la llegada del sol desvié mi mirada hacia la ventana, con la pantalla amplia de mi computador dando su luz hacia mi rostro. Esa noche no había dormido como era usual, normalmente mirando memes, jugando algunos videojuegos con amigos online que tenía o con mis propios amigos de la vida real, hablando, escuchando música... Todo ese tipo de cosas que hacía cuando no sentía sueño al llegar la noche. Tomé algo de aire y luego solté un largo suspiro, levantándome de la silla antes de darme media vuelta. Como de costumbre mi cuarto estaba desordenado, con varias prendas de ropa que había usado antes en la semana y se acumulaban sobre una esquina donde estaba la cesta de ropa sucia, con varios libros por allí y hojas en las que tenía apuntes, sábanas desarregladas y por último mi guitarra, la batería y el teclado electrico puestos en un espacio especial en la esquina, donde todo estaba limpio y organizado.

Salí de la habitación con unos pants de color gris y una camisa grande negra, con la mirada cansada mientras escuchaba en el piso de abajo como mi mamá estaba preparando la comida. Me acerqué a la cocina, volviendo a suspirar mientras decía. -Buenos días ma...- Pasé ambas manos por mi cabello, tratando de quitarme la pereza mientras iba a servirme un vaso de agua.

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21/11/2020, 19:57
Mary Cross

Mary se había levantado temprano. En cuanto los primeros rayos de luz penetraron en la habitación, sus ojos se abrieron y su cuerpos e puso en marcha. Sin apenas moverse, abrió la mesita del cajón, agarró el mechero que había guardado en él y encendió la pequeña vela de incienso que había preparada.

Mientras se incorporaba, se frotó los ojos unos segundos, estiró los brazos hacia arriba y cogió el móvil para activar su música de despertar.

A continuación, se sentó sobre las sábanas, con las piernas entrecruzadas, y realizó estiramientos de espalda, cintura y brazos durante diez minutos. Era su rutina habitual.

Cuando Arthur llegó a la cocina, ella ha tenía una taza con una infusión de raíces varias, mientras miraba algo en el móvil.

-Buenos días, hijo. ¿Cuántas veces te he dicho que medites antes de levantarte? ¡Llevas la ropa del revés! -Mary negó con la cabeza y después, casi sin levantar la vista, señaló con un movimiento de cabeza hacia la encimera -. Ahí tienes las tostadas y el café. ¿Estás seguro que no quieres una de mis infusiones? Son muy buenas para el tránsito.

Su hijo siempre negaba los beneficios de las hierbas, pero eso no significaba que no pudiera seguir intentándolo. Por otro lado, no se parecía en nada a su hermana, que había encontrado su lugar en el mundo y que sabía qué era lo importante. Arthur era como un cajón lleno de su ropa, aún por ordenar.

-¿Tienes planes para hoy, Arthur? ¿Algo en la universidad, tal vez... aparte de las clases, claro? Por cierto. ¿Cuándo me vas a presentar a esa chica tuya? -te preguntó, sin abandonar la visión del móvil.

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21/11/2020, 23:01
Rina Andersen
Sólo para el director

El jueves había llegado, el fin de semana estaba cerca y eso quería decir que no habría clases por lo que podría descansar por las mañanas, sin embargo, hoy tenia clases desde temprano por lo que tenia que prepararse para ir a estas.

Bueno… parece que hoy hace un buen día… a ver que tenia que clase tenia hoy… bueno, la clase de hoy es distraída al menos.

Pensaba para si misma mientras cogía sus cosas y se dirigía a la ducha, le gustaba empezar la mañana con una buena ducha de agua fría, ademas esto era bueno para su piel. No tardo demasiado en salir ya vestida y preparada para ir a la universidad, se había puesto unos zapatos cómodos de color negro con unas medias del mismo color, sobre estos unos pantalones cortos también negros sobre los que llevaba una blusa blanca con dibujos hechos en negro y un cinturon del mismo color, sobre esto una chaqueta corta de cuadros, el pelo suelto y sus auriculares.

Tras terminar de peinarse coge su móvil y decide enviarle un mensaje a Saya:

Hey Saya, ¿Cuando teníamos el próximo ensayo? ¿ Y actuación? Se me ha olvidado jeje

Tras aquel mensaje guarda el móvil en un bolsillo y toma su bolso con sus libros y va a la cocina dispuesta a desayunar mientras caminaba moviendo las manos como si tuviera unas baquetas al ritmo de la ultima canción que había estado practicando, no sin antes echar un ultimo vistazo antes de irse a la batería que decoraba su habitación y que tanto espacio ocupaba y tan poco pegaba en el dormitorio de una chica normal, o al menos eso le habían dicho siempre, cosa que por otro laod a ella le daba igual.

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22/11/2020, 11:25
Directora

Teníais un grupo de whatsapp para todas, por lo que el mensaje de una era visto por todas y no solíais tardar casi nada en responder. El primero en llegar fue el de Saya.

¡Esta noche! ¿Cómo es posible que se te haya olvidado? El Fraggle Rock Pub nos esperan a las ocho. ¡Es nuestra oportunidad! ¡Dicen que irá un cazatalentos!

Como si toda la banda estuviese en línea a la vez, recibiste otro mensaje, esta vez, de audio, con vuestra propia música de fondo, por parte de Andrea, que como lo había mandado al grupo, lo habíais visto todas.

 ¿De verdad? ¡Pues esta noche hay que darlo todo, chicas!

En ese momento, apareció tu padre en la cocina, justo a tiempo para oír el audio de Andrea y la música incorporada, lo que le hizo hacer un gesto como si le molestase lo que estaba oyendo.

-Buenos días hija. ¿Ya estás con el teléfono? ¿No es un poco pronto para eso? ¿Y qué es eso?

Antes de que pudieras decir nada, Saya volvió a responder. 

 ¡Andrea, entonces procura no ir más deprisa que nosotras! ¡A veces no podemos seguirte!

Erii también apareció en la cocina. Abrió la nevera, se llenó un cuenco con cereales y le echó leche, y después de guardarla, se sentó para empezar a comerlos, ruidosamente.

-Rina tiene concierto hoy, papi. Y eso que has oído es su tema principal -le explicó, mostrando exageradamente sus dientes.

Vuestro padre os miró como si pensara que aquello no parecía música, pero no dijo nada malo sobre ella.

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22/11/2020, 11:42
Matthew Bell

Estaba solo sentado en la barra, como solía hacer cada noche, no es que le gustase la soledad, la soledad mirada con una perspectiva a larga distancia daba miedo, estar solo, no tener a nadie a quien acudir, nadie en quien confiar, era normal que asustase... Pero mirada desde otro prisma, disponer de un rato consigo mismo, no escuchar a nadie, poder pensar, disfrutar al fin y al cabo de su trabajada libertad, eso si le gustaba.
Su mirada perdida parecía concentrada en el vaso de bourbon que meneaba un poco en su mano de vez en cuando, aunque sus instintos estaban del todo concentrados en el olfato y el oído, escuchando la sangre, le habría gustado que el bourbon supiese igual, pero la verdad era que en su boca no sabía a nada, lo bebía porque era lo suficientemente fuerte como para que le diese la sensación de que sabía a algo, y por que no decirlo, le hacía sentir más grande de lo que realmente era.

No le gustaba como la ciudad parecía llenarse más y más de vampiros a cada día que pasaba, y menos de vampiros sin ninguna sutileza, bestias salvajes que tomaban lo que querían sin ningún temor por las consecuencias. Pero las habría, siempre las había, o bien una fuerza opuesta acabaría por levantarse contra ellos, o acabarían por arrasar con todo hasta devastarlo, y entonces no quedaría más que cenizas para todos. En cualquier caso eso era malo... Aunque de momento se contentaba con mantener controlados a los que entraban en su territorio. Al fin y al cabo estaba atado de manos, levantarse contra otros vampiros acabaría despertando una atención que no deseaba.

Matt cerró los ojos un segundo y puso el vaso sobre la barra, estaba estresado, aquello era absurdo, por fin era libre, y ahora sentía que esa misma libertad se le podía escapar en cualquier momento sin que él pudiese hacer nada. Pero haría lo que siempre, no pensar, siempre era la mejor decisión, o quizás la más insensata, pero al menos le servía para animarse.
El joven puse esta vez todos sus sentidos en la gente del pub, buscando tanto a otros vampiros que pudiesen estar en su territorio, como presas fáciles, por lo general borrachos demasiado bebidos como para resistirse, o incluso inconscientes. No es que tuviesen el mejor sabor, pero era la única manera segura de proceder si no querías matar al alimento, que por la borrachera no te recordara, o que directamente estuviese KO.

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22/11/2020, 12:10
Directora

Desde la barra, todo tenía sentido.

Era como si estuvieses situado en un punto de observación desde el cual, fueses capaz de percibir más allá de lo evidente. Las sonrisas no eran solo eso, sino una forma de comunicación que trascendía a lo que todos sabían. Detrás de cada aproximación había un interés genuino, un deseo silenciado por las normas y convenciones sociales que tú mismo ya no te veías obligado a respetar, pero que aún así, tenías que intentar mantener en tu exterior.

Pero mientras los humanos desfilaban, tú te movías a un ritmo diferente. La música te llegaba como amortiguada; los olores, atenuados; y las mentiras... alto y claro, como si estuviesen gritando usando megáfonos.

El bourbon se removió en el interior del vaso, como si fuesen olas invisibles, trayéndote recuerdos dolorosos de cuadno la sangre aún circulaba por tus venas. De alguna manera, por algún motivo, aquellos sucesos eran mucho más intensos que todos los que generaste con posterioridad, quizás porque la parte humana que había en ti, se esforzaba en no olvidarlos.

Fue un recuerdo fugaz, de esos que te asaltaban de vez en cuando y que te permitían por un instante, estremecerte como cualquier humano.

A pesar de todo, la lucha en la que ahora te hallabas era muy diferente. La sangre que se vertió durante la guerra, aquella guerra, procedía de una motivación que nada tenía que ver con la de ahora, y que acabó contigo iniciando un viaje que aún continuaba y en el cual no eras capaz de vislumbrar el final. En esa época, tú eras un humano y luchabas por los humanos. Ahora, la lucha se establecía entre humanos y vampiros... y tú estabas en tierra de nadie.

Con tanto deseo por explotar, tantos corazones latiendo y tal cantidad de emociones, te resultaba poco menos que imposible distinguir a una figura que no tuviese nada que ver con todo ello; a alguien que fuese precisamente como tú, pero aún así, te volviste para permitir que tus pulmones se inundasen de toda la esencia del lugar y fuese capaz de detectar el "aroma dulzón" que os caracterizaba.

Justo en ese momento, una figura se colocó justo delante de ti, interrumpiendo el haz de luz... y tus pensamientos, y haciendo que la música regresara a tus oídos.

Era una mujer, hermosa, para un humano. Sus pupilas estaban dilatadas a causa de la falta de luz y podías oler sin dificultad el deseo bajo cada uno de los poros de su piel, mientras sus labios paladeaban las palabras, humedecidas en su justo punto por una lengua que palpitaba con cada latido de un corazón joven y poderoso.

-¿Me estabas esperando a mí? Porque cuando veo a un hombre como tú solo en la barra, no puedo evitar preguntarme la razón por la cual no estás ahí fuera, en la pista, y la respuesta es tan obvia como que... estabas deseando que me acercara a ti -te dijo, pasando un dedo por el dorso de tu mano.

Su piel estaba cálida, muy cálida, y el hambre despertó en ti como una jauría desesperada.

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22/11/2020, 14:02
William E. George

Cuando sonó el despertador, Will abrió los ojos de golpe y con el brazo derecho golpeó el aparato para que se apagase ese sonido infernal. Nada más salir de la cama, Will se lanzó al suelo para realizar las cincuenta flexiones matutinas que le ayudaban a terminar de despertar, junto con la ducha que llegaría a continuación.
Una vez duchado y vestido, el joven bajó las escaleras de la casa, saltando los últimos escalones, y saludó a sus padres que ya se encontraban en la cocina desayunando. Su madre recibió un beso en la mejilla -Buenos día mamáy su padre un apretón de manos de lo más varonil-Señor., y aunque Will era muy fuerte, el apretón de su padre siempre acababa haciéndole daño. -¿Que tal fue la noche? Preguntó Will como cada mañana que su padre tenía que trabajar por las noches, cosa que últimamente estaba ocurriendo más de lo normal. Al joven atleta le hubiera gustado preguntar por los desaparecidos, pera sabía cuales eran las reglas de su padre y que la única pregunta que se le permitía sobre el trabajo era la que le acababa de hacer, que siempre respondía con un "bien" y ahí se quedaba la cosa.

-Bien Dijo finalmente su padre sin variar el guion.
-Nada de hablar del trabajo en la mesa. Dijo su madre, también como siempre, para intentar "proteger" a su pequeño de los problemas reales -Tú céntrate en el fútbol y no hagas caso a cualquier rumor que escuches.
Will sabía cuando callar delante de sus padres, así que dejó de hablar del tema y continuó desayunando.

Cuando terminaron de desayunar, Will recogió sus platos y se despidió de sus padres para dirigirse a la universidad. Afuera de la casa esperaba su compañero de equipo Joe Lee en su camioneta, quien se le había pegado como una lapa desde el primer día de universidad. Will pensaba que era un poco pesado, pero le defendía bien en el campo, hacía de su chófer y lo que era más importante, a su lado la belleza de Will destacaba todavía más.

-¡VAMOS WILL! ¡LOS CHOCHITOS NOS ESPERAN! Gritó Joe Lee como si alguna vez alguna chica hubiera esperado por él. -Cuida tu puto lenguaje cuando estés en mi calle Le riñó Will preocupado por que su madre le hubiera escuchado.
-Perdona Will Se disculpó Joe Lee visiblemente afectado por haber decepcionado a Will - Es que hoy me siento a tope. Se acerca el fin de semana y sé que voy a triunfar. Por cierto, ¿Tu padre te ha contado algo de los desaparecidos?. Aunque era cierto que se acercaba el fin de semana, Will tenía la mente más centrada en el partido del viernes por la noche que en salir de fiesta, por lo que no compartía el entusiasmo de Joe Lee. -Ya sabes que nunca cuenta nada, aunque esta vez parece todavía más preocupado que de costumbre.
Finalmente Will se subió a la camioneta de Joe Lee y se dirigieron hacia la universidad con la música a todo volumen.

Notas de juego

Finalmente creé un pnj para tener alguien con quién hablar al principio XD Lo que no consigo es añadir una canción al final. Es con la pestaña de Goear añadiendo una dirección de youtube, ¿No?

HECHO

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22/11/2020, 19:10
Directora

El padre de Will miró a su hijo con el ceño fruncido, tal y como solía hacer siempre. Su trato con delincuentes le había creado aquel gesto, capaz de mantener alejados a los que no deseaba que se acercasen y crear un aspecto de disciplina. Quizás en su propia casa, estuviese fuera de lugar, pero le costaba separar ambos mundos, el de su trabajo y el de su hogar, teniendo en cuenta que al final, pasaba más tiempo en el primero que en el segundo.

Frank se sentó a la mesa, con una taza de café humeante entre sus manos, y por primera vez, pudiste darte cuenta de lo agotado que estaba. Le hubiera gustado explicarle que habían desaparecido dos chicas más y que no tenían ni una mísera pista, pero su última resistencia la ofrecía para intentar no llevar el trabajo a casa, así que respondió a la manera habitual.

Una vez fuera, te sentiste libre de preocupaciones, salvo el fútbol y las chicas que aún te daban esquinazo. Joe era un buen acompañante en el campo pero en los pasillos, era él la estrella y no necesitaba ninguna protección. Solo pasearse y demostrar el buen partido que era.

Además, aquello de las desapariciones le estaba viniendo bien. Las chicas estaban inusualmente "apegadas" y con ganas de no ir a los sitios solas.

Joe Lee no dejaba de canturrear y golpear el volante al ritmo de la música, llevando el coche incluso de manera temeraria, lo que hizo que en un momento dado, un coche de la policía hiciera sonar su sirena y se colocara delante de vosotros, obligandoos a parar.

Del coche descendieron dos policías, un hombre, que permaneció sonriendo, apoyado en el techo de su vehículo, y una mujer, que se acercó hasta llegar a la ventanilla de Joe Lee y la golpeó con la porra para que la bajara.

-Está bien, listillo. ¿A donde se supone que ibas dando bandazos y traspasando la velocidad? ¿Es que no te enseñaron a leer en el colegio o quizás es que simplemente no te preocupa la seguridad de los demás? El carné y la documentación, ahora mismo.

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23/11/2020, 15:26
Arthur Whitaker
Sólo para el director

-Meditaría si hubiera dormido algo.- Respondí con calma, para luego bajar la vista y notar que como ella decía, tenía la ropa al revés. Sin mucho apuro me quité la camiseta y me la puse como era debido, pero en lugar de hacer lo mismo con el pants solo me serví el agua antes de ir y sentarme para comer mi desayuno.

-¿El tránsito? ¿Para qué quiero eso si ni tengo auto?- Respondí con una sonrisa divertida. No era la primera vez que decía esa broma, pero no es que me gustara la broma como tal, si no lo tonta que era en sí, casi como un típico chiste de papás en las series Sitcom. -Ah, sobre la universidad no recuerdo nada a decir verdad... Creo que hoy hay una pequeña galería de los estudiantes de Artes, Jolyne tiene un par de pinturas allí y nos invitó a Omar, Ellie y a mi para darles un vistazo. Y no mamá, repito que Jolyne y yo no somos novios, así que aún no hay ninguna chica.-

Respondí con calma mientras me sentaba en la silla y estiraba un poco los brazos, pero luego de eso di un pequeño sorbo a mi café, para luego quedarme mirando por la ventana algo pensativo, hasta que me encogí de hombros y dije. -Pensándolo bien, dame una de esas infusiones por favor.- Y así con una soñolienta sonrisa volteé a ver a mi mamá antes de darle un mordisco una de las tostadas

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23/11/2020, 16:59
Mary Cross

Tu madre te observó con complacencia, acostumbrada a tener que estar encima de ti para que hicieses las cosas bien, y sintiéndose todavía parte importante de tu vida, a pesar de que ya tuvieses cierta edad.

Sin embargo, no recibió tu broma demasiado bien. No le gustaba que bromeases con esas cosas, sobre todo porque ella se lo tomaba muy en serio.

-No deberías decir eso. Más de la mitad de la gente está de mal humor porque su tránsito intestinal no es el adecuado. Créeme, tesoro -te dijo, acercándose a ti y dándote un beso en la frente.

Llevaba mucho tiempo esperando a que le dijeses algo sobre alguna chica, hasta el punto de que había empezado a pensar que a lo mejor no te gustaban.

-Bueno, si es un chico... tampoco me importa, tesoro. Puedes decírmelo, lo sabes, ¿verdad?

Cuando le pediste la infusión, te miró con aspecto de estar gratamente sorprendida. Aquello era como darle un hueso a un perro. Tu madre no necesitaba demasiado para mostrarse feliz.

-Estupendo. El agua ya está caliente -te dijo, quitándote de la mano la taza de café y sustituyéndola con habilidad por una nueva llena de agua y unas hierbas en un recipiente de filtro, con forma de casa.

-Por cierto. Antes llamó tu hermana. Dice que mañana organiza una fiesta en el barrio rico y quiere que vayamos. Según ella, es la mejor que ha montado nunca y no quiere que nos la perdamos. Así que no hagas planes para por la noche, tesoro.

Tu hermana solía hacer esas cosas, aunque hacía ya tiempo desde la última vez que os había invitado a una de sus fiestas. Quizás fuese porque de verdad, era especial.

En todo caso, el reloj de la cocina dio las ocho y no tenías tiempo para mucho más si querías llegar a tiempo.

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23/11/2020, 23:17
Dayanne Bennet
Sólo para el director

Como todas las mañanas, me había despertado justo 5 minutos antes de que sonara el despertador, me levanté y miré en la habitación de Estela y como la mayoría de días me la encontraba tirada encima de la colcha, seguramente habría llegado tan casada de la fiesta de anoche que se olvidó cambiarse por lo que le coloqué la manta por encima y me fui directamente a la cocina dejándola dormida.

Preparé el desayuno para ambas y la parte de Estela la dejé guardada en un recipiente e incluso le deje un post-it:

''Recuerda desayunar antes de irte y dale saludos a la directora y los niños de mi parte. Te quiere. Tu compi-amiga''

Sabía que ese día le tocaba pasarse por el orfanato por lo que así aprovechaba para que le diera saludos a todos de mi parte. Echaba de menos el orfanato después de todo eran mi familia y les añoraba muchísimo pero si quería ayudarles en todo lo posible tenía que seguir estudiando y trabajando... ¿Trabajo...? Miré la hora y salí corriendo...

Cogí la mochila y me fui directa a la biblioteca de la universidad, era raro que alguien estuviera allí a esa hora pero igualmente fui a ordenar algunos libros mientras tenía los cascos puesto con la música a todo volumen seguí trabajando hasta que fuera la hora de comenzar las clases. 

Notas de juego

Uff por fin el post jejej No he querido alargarlo mucho por si acaso pero creo que está bien para el primer post ^^

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24/11/2020, 08:25
Directora

Estela estaba tirada en mitad de la cama, en una postura que apuntaba hacia ningún punto cardinal, boca abajo y todavía con los pantalones a medio quitar. Estaba claro que no había tenido ni tiempo ni ganas de terminar de desvestirse y que cuando se levantara, tendría una resaca de mil demonios.

Pero así era como ella solía hacerlo. Era... el "Modo-de-vida-Estela", y tenías que aceptarlo.

Saliste de casa tras dejar el mensaje en la cocina, su desayuno listo y mascullando por tener que ir con prisas al trabajo. No es que hubiese mucho que hacer, o más bien, lo que tenías era siempre más o menos igual, pero a veces hasta lo agradecías.

Así que no tardaste en adoptar un ánimo mejorado y una vez en el coche, te dejaste llevar por la música de la radio y te olvidaste por un momento de todo lo que podía ir mal.

Cuando llegaste a la universidad, ya se podía percibir ese apresurado movimiento, como si un ejército de hormigas estuviese poniéndose en marcha, de alumnos y profesores. Eso te permitió sentirte como en casa. A medida que te acercabas a la biblioteca, sin embargo, tu inquietud fue en aumento, porque las paredes y los tablones, estaban repletos de carteles en donde se pedía información sobre las chicas desaparecidas.

Esa era la comidilla principal en la ciudad, las desapariciones. El caso es que además, muchas de aquellas chicas eran de la universidad o de ambiente universitario, lo que había creado un ambiente de bastante nerviosismo.

Al aproximarte a una de las puertas, uno de los carteles llamó tu atención.

Aquella chica te sonaba de algo, aunque no podías ubicarla. Te parecía que la habías visto por ahí, quizás incluso en la biblioteca, y el hecho de que se hubiese unido al grupo de víctimas, por decirlo de alguna manera, te hizo ponerte más nerviosa.

Definitivamente, debías tener cuidado.

Notas de juego

Claro, no te apures. A medida que le cojamos el tranquillo a los personajes, también irá saliendo con más facilidad ;)

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24/11/2020, 12:05
Rina Andersen
Sólo para el director

Mientras llegaba a la cocina Rina iba leyendo el grupo de Whatsapp, casi sin darse cuenta se lleva a mano a la cabeza mientras comenta para si misma:

Es verdad… si es que se me va la cabeza, si estábamos todas súper nerviosas.

Iba a responder algo cuando su padre llega y le pregunta, pero su hermana pequeña responde primero. Rina deja un momento el móvil en la encimera y se acerca a su hermana por detrás a la que abraza de forma cariñosa mientras colocando su cabeza casi al lado de esta responde a su padre:

Siiii, tenemos concierto y es muy importante, así que nos tenéis que animar eh

Comenta mientras sonríe ampliamente. Tras algunos momentos le da un beso en la mejilla a su hermana pequeña y se aparta añadiendo:

Ya sabes que tocamos en varios idiomas, somos plurimusicales

Termina en tono de broma mientras guiña el ojo y hace una pose exagerada de victoria, tras esto toma el móvil y escribe un mensaje en el móvil:

Eso, que siempre te adelantas Andrea. Sino me pongo yo a tu ritmo, ya veras como tenemos que correr XD XD

Mientras se iba preparando unas tostadas con mermelada de fresa y para beber un café comenta:

Las chicas están súper nerviosas, Erii dales animos como tu sabes

Le dice a su hermana mientras le extiende su móvil para terminar de llevar las cosas del desayuno a la mesa

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24/11/2020, 16:24
Matthew Bell

A pesar de que solo había sido un instante, tuvo la sensación de que se había caído por un pozo, perdido en el que había estado quien sabe cuanto tiempo, simplemente perdido en sus recuerdos. En ocasiones era como si necesitase un ancla que lo fijase al aquí y al ahora, pero nunca había tenido nada como aquello, y sinceramente, no se imaginaba donde podría encontrar algo así. Ni si quiera estaba seguro de que lo necesitase...

Intentó pensar en otra cosa, olvidar los recuerdos humanos que parecían intentar atormentarle, se dejó llevar centrándose en aquel lugar, percibiendo el aroma, la verdad es que le favorecía que el pub se llenase, le daba más intimidad, era mucho más complicado que nadie supiese lo que hacía, pero a la vez no le gustaba el estar entre tanta gente, el dulce aroma de la sangre se mezclaba entre los unos y los otros, como quien acaba mezclando todos los sabores de los helados en una heladería.

Y entonces aquella chica lo sacó de su nueva línea de pensamientos, el vampiro parpadeó una vez y enseguida la miró a los ojos con una sonrisa provocadora en su boca, la cual se intensificó aun más al ver a la muchacha ligando, con movimiento de mano incluido.

-Puede ser.- Se limitó a responder burlón mientras agitaba su bourbon y le acababa dando un trago.- ¿Qué bebes?- Le preguntó sin perder la sonrisa, esperando su respuesta para pedirle eso mismo al camarero más cercano, o servirselo él mismo, lo que fuese más sencillo.- He de decir que eres muy atrevida, ¿Señorita...?- Preguntó dejándolo abierto a su respuesta.

Contenerse era complicado, el hambre era intensa, sus impulsos le gritaban que la devorase allí mismo como si fuese solo un trozo de carne, que no se preocupase de los espectadores, que ni si quiera se preocupase de la chica. Pero debía ser comedido, matarla solo le traería problemas, y que lo viesen transformarse o atacar a una chica también. Había encontrado un buen lugar en aquel sitio, no tenía que alimentarse de ratas o conejos, podía tomar sangre de primera calidad, o al menos no tan mala como la de una maldita rata. Así que debía ser cuidadoso, hablar con ella un rato, quizás invitarla a bailar, unos chupitos, y luego ir a su habitación, entre el sonido de la música nadie escucharía nada, y más adelante podrían dar como escusa la anemia cuando llamasen a una ambulancia que cuidara de ella. La mente humana lo racionalizaba todo, tendría miedo al despertarme, pero su mente le aseguraría que no existen los vampiros, que había bebido demasiado y que se había acabado desmayando, que aquel chico con el que tonteó no podía ser un vampiro, pero que tampoco era buena idea investigar. Así era el ser humano, curioso, pero también lleno de miedos.

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24/11/2020, 17:49
Directora

Tu hermana te miró sorprendida, para a continuación, lanzar una enorme sonrisa. Entonces agarró tu móvil, encendió la cámara e hizo al igual que tú el símbolo de la victoria, enviándolo a continuación al resto del grupo.

Mientras todo eso ocurría, tu terminabas de desayunar y tu padre hacía lo mismo, y tu madre hacía su aparición, perfectamente vestida y maquillada, dispuesta para dar ejemplo.

-Ten mucho cuidado. Recuerda lo de esas chicas -te dijo, dándote un beso en la frente.

Después, miró a Erii.

-Erii, cariño. Vámonos o llegaremos tarde.

Tu hermana se levantó, agarró su mochila y os dio un beso a ti y a tu padre antes de salir con tu madre hacia el colegio. 

-Bueno, hija, yo también me voy. Recuerda lo que te ha dicho tu madre. Ten mucho cuidado.

Tu padre era un hombre serio y trabajaba en cosas serias, pero su sonrisa era casi contagiosa. Le despediste con un abrazo cálido y casi lamentaste que aquel momento familiar, se hubiese acabado. Pero lo cierto es que era un día importante y tenías ganas de que llegase la noche para demostrar cuánto valíais.

Además, por mucho que la casa se hubiese quedado en silencio, sabías que solo duraría unos pocos minutos, el tiempo que necesitabas para terminar de desayunar y prepararte para irte.

Cuando estabas cerrando la puerta, una vez fuera, llegó otro mensaje al grupo. Era de Saya.

¿Alguien sabe algo de Anna? Le he escrito para pedirle una copia de algunas partituras y no me responde, y tampoco ha aparecido en el grupo.

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24/11/2020, 19:00
Martha

Uno de los aspectos más interesantes como vampiro era la indescriptible fascinación que solían ejercer sobre los humanos normales. No es que llegase a provocar una hipnosis que les permitiera hacer cuanto quisieran, pero sí que los atraían como la miel a las abejas.

Para ti, después de tantos años, era un misterio cuánto quedaba de ti mismo y cuánto pertenecía a las habilidades innatas como vampiro, pero hacía ya tiempo que habías dejado de hacerte preguntas. Había cosas para las cuales no disponías de una explicación satisfactoria, como por ejemplo, aquella.

Pero aquella chica se había acercado con desparpajo y un claro interés. Su seguridad en sí misma, su actitud alejada de cualquier temor, era algo a lo que no estabas acostumbrado.

-Whisky... solo -te respondió la chica. Cuando el camarero, que parecía estar pendiente de todo y de todos, le sirvió el vaso, ella lo agarró como si hubiese nacido con uno en la mano.

-¿No son los nombres algo vulgar y sin importancia? -te preguntó, bebiéndose de golpe todo el contenido del vaso. Cuando este tocó de nuevo la barra, vacío, sonrió -. Martha. Y nada de señorita. No tengo tanta categoría... ni tampoco es que me importe demasiado.

Martha te miró directamente a los ojos, agitando tu desasosiego. Tus instintos humanos estaban allí, sin duda, pero el hambre lo dominaba todo, golpeando cualquier otra emoción lejos de tu control.

La chica se apoyó con los codos en la barra, sin apartar la mirada de ti.

-Quizás te parezca demasiado atrevida. A lo mejor preferirías que fuese más... tímida, pero no es mi estilo. Habitualmente, cuando veo algo que me gusta, suelo ir a buscarlo... señor....

Su boca se abría y se cerraba exhalando calor y un aliento que te provocaba escalofríos a todos los niveles. El sexo no era tan poderoso como la atracción que generaba aquella carótida latiendo en su cuello y los sonidos de su corazón en su pecho, que no parecían haber subido un ápice en su ritmo.

Pum, pum... pum, pum... pum, pum...

Era humana, desde luego, pero parecía haber hecho aquello un millón de veces. Y seguramente, el mismo número de veces había conseguido lo que quería, porque era una humana diferente a muchas de las que habías conocido. ¿Durante cuánto tiempo conseguirías mantener el control? ¿Merecía la pena?

Pum, pum... pum, pum... pum, pum...