Partida Rol por web

Estábamos rodeados y sabía que no iba a ser una lucha sencilla sobretodo no ver a Estela me preocupaba como aquel cabrón le hubiera tocado un solo pelo de la cabeza se la arrancaría de cuajo. Al ver al tío del callejón el que había atacado a la amiga de Rina y posiblemente el culpable de su transformación, me hirvió la sangre. Agarré con fuerza la estaca en mi mano y salté hacia delante intentando clavársela en todo el pecho y verlo convertido en cenizas.

La jugada comenzó perfecta, como en un partido de fútbol americano, cuando Will corrió hacia uno de los vampiros y por el camino recogió una estaca lanzada magistralmente por Dayanne. Por desgracia, aquello no era uno de sus grandes partidos ni una película, ya que en vez de clavar la estaca en el corazón del vampiro, este esquivo a Will fácilmente y el deportista acabó en el suelo recibiendo comentarios humillantes.
Maldito hijo de… ¡Son demasiados! No vamos a poder acabar con ellos. Si fuesen como los típicos matones que al plantar cara al líder el resto se acojonan y se largan, sería mucho más fácil. ¡Como echo de menos el instituto! Al pensar en el típico líder de los matones, Will recordó la serie de “Juego de tronos” y se le ocurrió que quizá los vampiros eran como esos zombies de hielo- ¡Dayanne! ¡Quizá si acabas con el jefe de los vampiros el resto de desintegrarán! Como cuando Arya acabó con el bicho de los pinchos de hielo. Gritó desde el suelo para darle una idea a la cazadora.

Alester no se esperaba el ataque de Dayanne, pero eso no significaba que no pudiera reaccionar. Sin embargo, el factor sorpresa fue suficiente para impedir que lo hiciera. Tu estaca se ensartó con fuerza y seguridad en su pecho, haciendo que su boca se abriese en un gesto de sorpresa, solo un segundo antes de que el vampiro estallara en miles de fragmentos de ceniza, que se dispersaron por todo el lugar.

Los gritos se repitieron por todas partes, pero no iba a ser lo único que sucediera. Uno de los vampiros que iban con el jefe, dio dos pasos hacia Dayanne y la golpeó con fuerza en el pecho, lanzándola varios metros hacia atrás.

No era precisamente débil y Dayanne sintió el dolor en su pecho como si le hubiesen golpeado con una barra de madera, aunque jamás le hubieran hecho algo semejante, claro.

Martius parecía divertirse, para nada preocuparse, y lo que hizo fue coger al primer humano que pasó por su lado, y que por un casual fue el alcalde, y lo mordió en el cuello, lanzando una enorme cantidad de sangre por todas partes. La gente intentaba salir del salón, pero la verdad es que no tenían por dónde.

Mientras, otro de los vampiros se abalanzó sobre Emily. Emily no pudo esquivarlo, y cayó al suelo empujado por la criatura, que tenía su boca preparada para arrancarle la garganta.

Jackie se giró entonces hacia Will, que había abierto la boca para dar consejos. Se acercó a él con una sonrisa en el rostro e inclinó la cabeza, justo antes de lanzar un ataque sobre Will.

-Hola, guapo.

Con un salto se abalanzó sobre el jugador de rugby, intentando agarrarle de la garganta para morderle.

Los otros dos vampiros se abalanzaron sobre Arthur y Cooper. Cooper Logró contener al suyo, pero estaba claro que el ímpetu del otro, le iba a suponer a Arthur un quebradero de cabeza.

En medio de todo, lo que más me llamó la atención fue o que dijo Emily. Abrí muy en grande los ojos, apenas la vi tomar la estaca y escuchar eso, mientras una gran ola de asombro, orgullo y emoción me recorría al saber que mi propia hermana erauna Vigilante. -¡Claro que sí, joder! ¡Ya tengo a alguien con quien tratar mis traumas de toda esta mierda! ¡Emmy, JoJo no pudo venir porque ese hijo de perra nos atacó en la cafetería!- Dije apuntando a Alester, de pronto sintiendo un enorme pero desvanecerse de encima mío, antes de volver a estar Alerta al ver como Dayanne atacaba al mismo Alester y cada uno estaba en problemas.

Sobre todo, yo. Mi vista estaba sobre mis compañeros, gritando cosas como. -¡Cuidado a tu derecha, agachate!- Y demás, hasta incluso vi como aquella chica sexy de cabello rubio iba contra Will. Pero entonces, al voltear hacia un lado vi como perfectamente uno de los vampiros se me acercaban. -¡C-Cooper, lanza la molo..!- Y aquello cayó en oídos sordos, ya que no era el único que también tenía un vampiro encima. Volví a abrir en grande los ojos al ver como el vampiro estaba peligrosamente cerca, así que traté de correr lejos de él para ganar terreno.

Al oír al vampiro llamarle guapo, Will se fijó que la tía estaba bastante buena, pese a los colmillos y la mirada asesina, y por un instante pensó en cómo sería montárselo con una vampiresa Debe saber varios trucos buenos en la cama.
Por suerte para Will, la vampiresa saltó hacia él para intentar agarrarle, por lo que cualquier pensamiento lascivo desapareció completamente de su cabeza. Por puro instintos, como si de un partido se tratase, Will realizó una finta para esquivarla y poder quedarse en buena posición para clavarle la estaca en el pecho. - Adiós, fea.

La batalla se estaba volviendo cada vez más cruda. Will acabó con aquella vampira que estaba tan segura de sí misma, a la vez que Arthur salía despedido en dirección contraria, otra vez, en lo que parecía ser su mejor cualidad, justo a tiempo de ver como Emily se quedaba bastante expuesta y como Cooper por poco no lo contaba, aunque había logrado retener el cóctel que le había entregado Arthur, en una mano.

Ahora solo quedaba darle la oportunidad para que lo lanzara, sobre todo sobre el jefe, porque a medida que pasara el tiempo, estabais bastante seguros de que vuestras posibilidades se reducirían notablemente.

Por lo pronto, cada vez había más gente en el suelo, desangrada, y Martius... parecía estar empezando a cansarse del juego. Al ver además que Will acababa con aquella vampira, emitió un desgarrador "NOOOOOOO" que se oyó por todas partes y miró con furia al atleta.

- Ay... eso ha dolido.- le dije al vampiro mirándole cabreada por haberme lanzado hacia atrás, me levanté y me quité el polvo mas o menos de encima y miré amenazadoramente al vampiro que me había tocado. Me lancé hacia delante, recortando la distancia que teníamos y aprovechando el impulso me giré sobre si misma clavándole hacia atrás la estaca y convirtiéndole en polvo.

Miré a Martius.- ¿Y bien?¿Vas a querer jugar ahora conmigo? - le dije mientras me acercaba hacia él esperando que diera el siguiente golpe.

La desintegración del vampiro que había atacado a Dayanne pareció hacer mella en Martius, que vio con horror como la situación se le escapaba de las manos. Había ya algunos muertos en el suelo, sin duda, futuros vampiros cuando llegase el momento, pero nada estaba saliendo como él esperaba. Mientras todo eso ocurría, Emily mantenía a raya a su vampiro y Cooper acababa con el suyo y lanzaba el cóctel explosivo que le había entregado Arthur, creando un muro de fuego que amenazó a todos cuantos estabais allí, empezando por Martius, pero también a los humanos que, desesperados, golpeaban la puerta para salir, y también a vosotros, si continuabais allí durante más tiempo.

Quizás por ese motivo, Martius contuvo su rabia y miró a su alrededor.

-Me habían hablado de ti, jovencita, pero no quería creerme que valieras tanto. Está claro que te subestimé... pero no volverá a suceder, te lo prometo.

Y tras decir aquello, se abalanzó hacia la puerta de entrada al salón, abriéndola de par en par y huyendo del lugar, junto con los demás humanos que todavía estaban allí.

El último de los vampiros parecía reacio a marcharse porque había logrado deshacerse de Arthur, así que se lanzó hacia Will.

¡Y de nuevo, siendo lanzado como un puto trapo! ¡Carajo! Esto ya no lo aguantaba. Al caer al suelo llegué a deslizarme por unos metros, gruñendo de dolor mientras uno de los morados que se me hicieron por lo que pasó en la cafetería, que logré acallar el dolor por el montón de pastillas que tomé, ahora parecían volver.

Gruñí de dolor por unos segundos, antes de levantar la mirada para ver a mi alrededor y luego a Martius, que se notaba ya muy preocupado y apunto de irse. Se dibujó una sonrisa burlona en mi rostro, y mientras me iba levantando del suelo fue cuando lo vi huir. -¡Eso, huye hijo de puta!- Grité luego de que las puertas se abrieran y todas esas personas salieran. La molotov de Cooper se estrechó con el suelo y explotó creando ese pequeño infierno de color amarillo y anaranjado, iluminando los cuerpos que estaban en el suelo mientras una idea vino a mi cabeza. -¡Dayanne, remata los cuerpos que están en el suelo, de seguro se convertirán en vampiros.- Y entonces, nuevamente me concentré en Emily quien seguía sosteniendo al vampiro, así que asustado porque el hijo de perra le fuera a morder, corrí hasta ella y con todas las fuerzas que pude, traté de darle una patada en la cara al vampiro.

Will sintió un subidón increíble al acabar con la vampiresa gracias a su finta, y echó un vistazo a la sala para ver si alguien le había visto hacer eso. Hubiera deseado ver por ahí a Matt para que viera que no era un estorbo ni un inútil, como había dicho más de una vez el vampiro, pero no había ni rastro de él, aunque quién si había visto la jugada fue el vampiro jefe y se había enfadado bastante, como demostró con grito desgarrador Mierda, creo que lo he enfadado.

Por suerte, Martius no fue a por él, sino que abandonó la sala huyendo como un cobarde. Will iba a comenzar a celebrar la victoria cuando observó que uno de los vampiros no se había marchado, sino que se había abalanzado contra él ¿Me habré cargado a su churri?
Will decidió abalanzarse contra él vampiro, envalentonado después de haber matado a un chupasangre, para intentar acabar con él y terminar así aquella fiesta tan curiosa.

Will acabó finalmente con el último de los vampiros, mientras Arthur ayudaba a su hermana, que se veía en problemas. Sine embargo, la situación ya estaba claramente a favor vuestro, puesto que nadie más quedaba allí para enfrentarse a vosotros. La intervención de Arthur permitió que Cooper y Emily, al unísono, le clavasen sendas estacas al vampiro, que junto con el que había atacado a Will, desapareció en múltiples cenizas.

Entonces fue el momento de mirar a vuestro alrededor y ver el rastro que había quedado de la batalla. 

Algunos cuerpos ensangrentados, mucha sangre, por supuesto, y un ambiente de tensión, miedo y al mismo tiempo, excitación por haber vencido, aunque vuestro enemigo... aún estaba allí.

Cooper miró a los cuerpos que había en el suelo.

-No disponemos de mucho tiempo, así que sugiero acabar con ellos rápidamente y salir a toda velocidad de aquí. Si nos encuentran... habrá que responder a muchas preguntas. Emily, tú puedes quedarte. Después de todo, eres la organizadora del evento. ¿Estamos de acuerdo, señorita Bennet, señor Whitaker, señor George?

Y entonces, se volvió hacia Arthur, como si se hubiese acordado de algo.

-A propósito, señor Whitaker. Debería relajarse un poco. Su hermana y yo... no estamos juntos. Ella trabaja para el Consejo de Vigilantes. Pero supongo que podemos dejar las explicaciones para más adelante, ¿verdad?

Me sentía con una fuerza abrumadora mientras había acabado con los otros vampiros y estaba dispuesta a acabar con él sin dudarlo justo cuando creía que el combate final iba a comenzar el cobarde huyó miré en su dirección y me eché a correr hacia la entrada esperando alcanzarlo o ver en que dirección se iba. Intenté indagar esperando ver cual era su siguiente movimiento y caí en la cuenta de que habían varias personas que no habían aparecido en la fiesta entre ellas Estela, saqué mi teléfono rápidamente y comencé a marcar su número.

Podía escuchar la voz de Cooper pero sin llegar a entender sus palabras, mi mente estaba ocupada escuchando los tonos de mi móvil mientras intentaba localizar a Estela.- Ohh vamos Estela por favor, cógemelo...- estaba demasiado nerviosa preocupada por mi amiga, no había sabido nada antes ni ahora y si ese vampiro se atrevía a hacerle daño o simplemente a tocarla, le haría sufrir como nadie. 

Finalmente, os marchasteis de allí con rapidez, antes de que la policía irrumpiera en el hotel y descubriese todo el horror que había en aquel salón. Aunque vuestro desempeño había sido bueno, la muerte os había rodeado por todas partes y Martius había escapado para volver a intentar algo de nuevo.

No habíais fracasado, pero tampoco habíais conseguido el objetivo de acabar con la amenaza que suponía que aquel vampiro, estuviese todavía por ahí, libre.

Pero estabais vivos, eso era lo importante; vivos y alegres de haber cumplido con vuestro trabajo, si se podía llamar así, y de haber impedido que otros humanos cayesen bajo los colmillos de aquellos vampiros.