Partida Rol por web

La puerta se abrió para que tres personas se encontraran cara a cara: Matt, Dayanne y Will. Estaba claro que Matt no se esperaba la presencia de Will y que éste tampoco suponía que iba a abrirle la puerta aquel vampiro. ¿Qué hacía allí, abriendo la puerta?

Claro que la gran pregunta no era esa, sino para qué había ido Dayanne. Algo había sucedido, eso seguro.

Para Dayanne, el gesto del vampiro no permitía adivinar la razón por la cual le había hecho ir hasta allí, dejando todo lo que tenía entre manos. Para Matt, era ya tarde para arrepentirse de tantas cosas, que lo importante era saber gestionar lo que en esos momentos había.

Obviamente, no era cualquier cosa, o de lo contrario no habría llamado a esa estudiante que de repente parecía ser capaz de hacer mucho más que otra gente que Matt había conocido aunque... habría que comprobarlo.

Empezasteis a dar vueltas alrededor de la cafetería, pero esta permanecía cerrada a cal y canto, sin que pareciera que nadie hubiese entrado después de que se hubieran encargado de ella. Para ti, allí no había nadie, pero claro, tú estabas de acompañante nada más. Era Jo-Jo quien llevaba la batuta.

-Bueno, parece que no hay nadie por aquí, pero estoy segura de que dentro encontraremos lo que buscamos. Tened mucho cuidado. Intentaré forzar una de las ventanas, entraré y os abriré la puerta.

Jolyne se acercó sigilosa a una de las ventanas con ánimo de levantarla y poder entrar.

Mientras tanto, Casey sacó una botella de plástico llena de agua y Lilly, un palo de madera a modo de estaca, que parecía proceder de alguna escoba vieja.

Las manos de ambos temblaban, mientras que Jolyne parecía encontrarse en su salsa.

Más que un vampiro su cara reflejaba la de un zombie, como si no viera lo que tenía delante de si mismo, su mente hacía rato que se había perdido en sus propios pensamientos, y a pesar de su palidez natural, parecía estarlo un poco más.
La vio sin apenas verla, Dayanne había acudido a su llamada, seguía sin saber si había echo o no lo correcto al llamarla, pero aun así sintió como algo le reconfortaba por dentro, parpadeó un poco, como si volviera a ser consciente de lo que le rodeara, para mirarla a los ojos, pero solo fue un instante, pues entonces captó algo más en su campo de visión, ¿qué hostias hacía ese chico allí?, su mirada se disparó enseguida hacia el joven afroamericano, sintió como si le apuñalaran en lo más profundo de su ser, siendo traicionado como hacía mucho que no lo sentía. No tendría que haber escrito...

-¿Qué haces tú aquí?- Le preguntó quarterback con hostilidad.

Por lo general se había burlado o mofado de él, sin importarle demasiado su actitud o presencia, pero en aquel momento parecía que le irritaba en exceso, hasta el punto que su mirada se había centrado en él llena de ira olvidándose de todo lo demás. Su mano sujetaba la puerta con determinación, no dejando que nadie cruzase el umbral, esta incluso se quebró ligeramente ante la presión que ejercía su mano. Y por su actitud se podía intuir que estaba a punto de cerrarles la puerta en las narices.

Mientras Jolyne se encarga de ir y abrir las ventanas puedo notar como Casey y Lily les estaban temblando las manos, algo que me dejaba claro, que lo más probable es que de haber algún peligro, ellos correrían, y eso no me gustaba. -Pss, hey, denme una de esas estacas o agua bendita.- Dije en voz baja, y ya sea que me lo entreguen o no luego me voy acercando a Jolyne, a la que le toco el hombro cuando llego con ella antes de que trate de abrir la ventana. -Oye, Jo, tu mejor quedate con Casey y Lily, yo entro.-

Le estaba aconsejando a Will que no fuera solo por esa zona ya que ese mismo día nos habían advertido que ese terreno se trataba de una zona en conflicto con los secuestradores vampiros para cuando Matthew abrió la puerta. Miré en su dirección y no estaba segura si era por la luz pero, ¿había perdido color?¿Acaso eso era posible para un vampiro? Lo descarté de inmediato pensando que era únicamente por la poca luz que había en esa zona. 

Sabía que tanto Matthew como Will no se llevaban bien desde el principio pero, tener siempre esa actitud no creía que fuera precisamente a ayudar para que al menos soportaran la presencia del otro. Suspiré en cuanto Mathew hizo su pregunta y respondí exageradamente irónica.- He oído a Will a tres manzanas de aquí tocando la puerta...- miré a Matthew tranquilamente y luego a Will examinando sus expresiones para saber como mediar.- Will solo quería venir a investigar a esta zona, ya le he dicho que no es bueno para él que venga solo ya que podría meterse en problemas... eso me recuerda...- miré cara a cara a Matthew.- ...¿No querías hablar? - digo intentando restar importancia a la presencia de Will. Sabía que me había pedido que viniera sola pero ya era de noche y no iba a dejar a Will deambular solo por lo que esperaba que Matthew no lo tuviera en cuenta para hablar.

Will se sorprendió bastante al ver a Matt abrir la puerta del garito y se preguntó si sería el dueño o si había conseguido las llaves de alguna otra forma ¿Y si se ha cargado al dueño?. Lo que no le sorprendió fue la mirada que le echó, ya que estaba más que claro que los dos chicos no se llevaban nada bien, y era algo que también se notaba en la cara de Will al mirarle y al responder a su pregunta - Beber y bailar, ¿No te jode? He venido a buscar al grupo para ayudar a Dayanne con el tema de ser la cazadora Respondió también con agresividad si entender muy bien aún todo el tema de la cazadora.

Había una cosa que no le gustaba, y era que le tratasen como si fuera un niño pequeño que no pudiera cuidarse sólo, pero en ese momento prefirió no decir nada. Estaba seguro de que e el futuro mostraría de lo que era capaz y dejarían de hablar de él como si necesitase protección para caminar por la noche.

Escuchó a Dayanne sin apartar la mirada de aquel tipo, sin importarle demasiado el motivo por el que habían acabado juntos frente a él, ni aunque fuese que el Capitán América afroamericano estuviese jugando a los detectives.
Dayanne le recordó que había un motivo por el que la había llamado, uno importante, aun así no había estado seguro de llamarla, y ahora lo estaba mucho menos. Pero entonces aquel chico volvió a hablar, y Matt lo miró como si estuviese a punto de desangrarlo.

-Pues aquí no hay ningún jodido grupo, solo yo, así que largo.- Le dijo de mala manera y sin apartar la mirada.

No era precisamente el mejor momento para tocarle las narices al vampiro. Había tenido una tarde de mierda, y lo último que necesitaba era a un mocoso poniendo a prueba su paciencia.
A pesar de todo no creía que Dayanne le fuese a apoyar en aquello, no abandonaría al niñato, era algo a lo que estaba acostumbrado, y es que la única persona que le había elegido de verdad estaba muerta.
Su furia disminuyó dando paso a una mirada algo triste, y un tanto vacía, casi carente de alma, si es que la seguía conservando. Su presión sobre la puerta cedió un poco dejando ahora más visible la muesca que había causado. Entonces si que dejó de observar al chico para esta vez lanzarle una breve mirada a la Cazadora.

-Da igual, ya me las arreglaré yo solo.- Dijo finalmente cerrándoles la puerta en la cara.

Siempre era igual, pero al menos todo aquello le había ayudado a tomar una decisión.

Fue Casey quien te dio una estaca, y para cuando llegaste hasta Jolyne, esta ya había conseguido levantar la ventana y estaba ya entrando en la cafetería, así que no tuviste más remedio que ir detrás de ella.

Tu amiga aterrizó directamente en el suelo, pero se puso de pie rápidamente, en posición semi-agachada, y tú te uniste a ella unos segundos más tarde. Al mirar a tu alrededor, vistes que la cafetería había sido completamente limpiada, y que todo estaba como si jamás hubiera sido utilizado. Las mesas, las sillas, la barra... todo estaba impoluto y no había ni rastro de destrozos, ni tampoco de sangre.

Tampoco parecía que alguien te hubiese estampado contra un montón de mesas y sillas porque en el suelo no había ni una sola astilla.

Nada... de nada.

A pesar de todo, tu amiga se movió con sigilo hacia la puerta.

-Voy a abrir la puerta -te susurró, acercándose efectivamente a la puerta y abriéndola para que entrasen Casey y Lily. Estos levantaron sus armas y se unieron a vosotros entre temblores.

-A-aquí no parece que haya nadie -dijo Lily, sin dejar de mirar a vuestro alrededor. A pesar de la oscuridad, vuestros ojos se habían adaptado con rapidez a la falta de luz y ahora podíais ver todo el lugar, excepto el almacén y la cocina, claro que estaban detrás.

De verdad que no había ninguna manera de que esos dos se llevaran bien, suspiré mientras se lanzaban ''pullas'' mutuamente para mi al menos parecía ya algo rutinario y no sabía si era cosa mía debido al largo día que llevaba pero se notaba como Matthew se enfadaba cada vez mas. 

No tardé mucho en darme cuenta cuando estampó la puerta en sus narices, tardé un segundo en reaccionar pero apreté el puño y lo estampé tres veces contra la puerta.- ¡No he venido hasta aquí para que me eches la puerta en las narices...! - grité enfadada. Todos tenían un mal día pero no por ello tenía que ser tan maleducado.- ¡Matthew se que me escuchas, abre la maldita puerta...! - volví a estampar mi puño contra la puerta.- ¡Te prometo que si no la abres a la de tres, la tiro abajo! - esperé unos segundos a ver si respondía.- ¡Sabes que soy capaz...!¡1... 2...! - esperé mas de un segundo para decir tres y me dirigí a Will.- ¡Apártate!

Esperé a ver si oía algo o Matthew me hablaba antes de tirar la puerta abajo... 

Will estuvo a punto de responder a Matt que no se iría a ningún sitio, pero de repente el vampirito cambió su actitud de enfurecido a triste, o algo parecido a tristeza, y les cerró la puerta en las narices. Las pocas veces que Will le había visto, el tipo siempre había parecido seguro de sí mismo, pero en ese momento parecía sin energía y parecía otra persona.

Si hubiera sido por Will, se habrían ido de allí en seguida, pero Dayanne no pensaba lo mismo y comenzó a aporrear la puerta y a amenazar con echarla abajo. Se suponía que, al ser la cazadora, podría llegar a hacerlo, y Will sintió envidia de la fuerza que la joven poseía ya que si él tuviera esas habilidades podría llegar a ser el jugador de fútbol americano más grande de la historia del deporte.
Cuando Dayanne pidió a Will que se apartase, este lo hizo y animó a Dayanne a tirar la puerta - No creo que la abra, así que abajo con ella.

Matt escuchó a Dayanne gritar, pero a pesar de ello su cerebro ya había desconectado por completo, la había llamado para saber que debía hacer, y ahora lo sabía, no la necesitaba para nada más, de hecho sería todo un inconveniente explicarle todo. Pero tampoco se preocupó por ello, simplemente bajó hacia su hogar, donde su amigo ahora descansaba en paz.
Era una decisión egoísta, por mucho que él hubiese pedido aquello, estaba seguro de que Chuckie se acabaría arrepintiendo, pero era la única persona que no le había fallado en mucho tiempo... de hecho, puede que fuese la única persona que nunca lo hubiese hecho... Necesitaba tenerlo a su lado, aunque luego lo traicionase, aunque tuviese toda seguridad en que se acabaría aliando con su padre, pero no podía dejar que su vida acabase de una forma como aquella.

Matt volvió a pararse frente al cadáver que antes o después regresaría a la vida, o a la no vida, como hubiese hecho él hace tiempo. Pero entonces las dudas le asolaron una vez más el corazón. Era lo correcto, ¿verdad?

Después de que Will se apartara, di un paso hacia atrás e intenté hacer exactamente como hacían en las películas de policía y con una patada a la altura de la cerradura abrí la puerta de par en par...

Dayanne abrió la puerta de una patada. La cerradura saltó por los aires y en dos segundos, ella y Will pudieron entrar en el local. Resultaba extraño verlo tan vacío y silencioso, casi tanto como haberse encontrado el lugar cerrado, por lo que estaba claro que algo ocurría.

Por otro lado, Matt no había sido demasiado buen anfitrión. Primero había llamado a Dayanne y ahora no quería saber nada de ella, dándole con la puerta en las narices; y que decir de la mirada que le había echado a Will, como si fuese cualquier imbécil que estaba allí de más.

Pero era ya demasiado tarde para echarse atrás y la cazadora estaba ya siendo cada vez más consciente de que no se le podía dejar de lado. Ella y Will entraron y al ver la puerta que conducía a la zona trasera, siguieron caminando, hasta llegar a un acceso que conducía a un sótano.

A pesar de la oscuridad, Will siguió a Dayanne por las escaleras y cuando llegasteis abajo, visteis que el lugar estaba más iluminado de lo que habíais pensado, y que además, no era solo un lugar en el que guardar cajas.

Matt estaba allí; y junto a él, el cuerpo de Chuck, el simpático y energético dueño del local, tumbado en el suelo con aspecto de estar... muerto, sobre todo por el desgarro que tenía en su garganta y el charco de sangre que había a su alrededor.

Había entrado al local cabreada y buscando a Matt para que me diera una explicación de lo sucedido. Al mirar que no estaba en la planta principal fui directamente hacia donde me había llevado la otra noche, después de todo no había muchos sitios donde esconderse allí. No caí en la cuenta de que Will me seguiría hasta bajar los escaleras, la luz estaba encendida y según bajaba por las escaleras un escalofrío me recorrió la espalda hasta encontrar a Matt de pie y a su lado el cuerpo encharcado en sangre del dueño del pub.

Me quedé de pie mirando por un instante, mirando a ambos y pensando en que había sucedido. Me serené al recordar por qué Matt estaba tan cabreado. Tranquilamente me acerqué al cuerpo del suelo e intenté ver si realmente tenía pulso, con aquella pérdida de sangre dudaba mucho que estuviera vivo pero no estaba de más el confirmarlo. Revisé si tenía alguna herida mas que pudiera ocasionar su muerte antes de dirigirme a Will.

Cogí mi móvil del bolsillo de la sudadera y se lo lancé a Will.- Will, ¿puedes subir y llamar al profesor Cooper, por favor? - le miré suplicándole que me dejara un momento a solas con Matthew y mientras poder avisar al profesor Cooper de lo sucedido que probablemente se podría encargar de aquella situación. 

Me incorporé y miré a Matthew intenté sujetarle por los brazos para que girara sobre si mismo y diera la espalda al cuerpo de su amigo. Si quería que me contara algo o desahogara era mejor que solo estuviera yo en su campo de visión y no viera constantemente el cuerpo de su amigo en ese estado.- Matt, ¿que... ha pasado?

No supo reaccionar cuando llegaron, a pesar de que había tenido unos segundos para prepararse al escuchar la puerta ceder, pero solo se había quedado allí... observando la escena.
Cuando Dayanne habló con el otro chico ni si quiera les hizo mucho caso, habría querido soltarles alguna réplica divertida, pero su garganta no parecía querer colaborar, y las palabras se quedaron allí atascadas.
No fue hasta que Dayanne lo sujetó que por fin reaccionó, con lentitud, eso si, pero finalmente miró a la chica, aunque su mirada estaba apagada.
Tardó un poco en coger fuerza, pero finalmente logró hacerlo.

-Pues está muerto, bueno técnicamente no...- Dijo haciendo una pausa para liberarse de las manos de Dayanne mientras se acercaba al lugar del que había sacado el bourbon la otra noche y sirviendo dos copas.

Su mirada aun así no denotaba el brillo de otras veces, se le veía cansado, incluso hastiado, pero más allá de eso parecía comportarse como siempre, o como poco lo pretendía. Dio un trago a su copa y ofreció la otra a Dayanne, ignorando por completo lo que hiciese o dejase de hacer el Capitán América afroamericano, aunque debía de admitir que no le gustaba la especie de guateque que querían formar llamando también al buen profesor. ¿Llamarían también al rarito, a la asiática y al poli?

-En realidad se está transformando.- Dijo dedicando a Dayanne una sonrisa, aunque no era como las habituales, sino algo más amarga.- Bien por Chuckie, por fin ha conseguido lo que quería.- Dijo proponiendo un brindis y alzando la copa.

Más de una vez, Will había fantaseado con quedarse a solas con una chica en aquel garito, pero en sus fantasías no estaba incluido perseguir a un vampiro y mucho menos encontrarse con una escena tan desagradable como la que vieron en el sótano. La imagen de un tipo , al que había visto algunas veces por allí pero que no sabía que era el dueño, tumbado y desangrado hizo que Will casi vomitase. Era cierto que ya había visto muertos, pero la vez anterior no se fijó demasiado por la situación de urgencia que vivieron con vampiros intentando atacarles. - ¡Hostia puta!

Will estuvo a punto de contestar a Dayanne que no iría a ningún sitio dejándola a solas con el chupasangre, pero recordó que la joven no necesitaba ayuda, así que cogió el móvil y comenzó a subir las escaleras para llamar a Cooper -¡Ni se te ocurra hacerle nada! Dijo a Matt mientras subía sin esperar respuesta del vampiro.

Una vez arriba, Will buscó el número del Profesor Cooper en el teléfono de Dayanne y tocó el icono de llamada.

Cooper todavía estaba en la biblioteca, mirando varias cosas, cuando de repente sonó su teléfono. No conocía el número pero tras todo lo que había sucedido, y teniendo en cuenta a que estaba al cargo, por decirlo de alguna manera, de un equipo muy especial, cogió rápidamente y sin dudarlo. Fue entonces cuando se fijó en que se trataba de Dayanne, lo cual le gustó aún menos. ¿En qué problemas andaría? 

-Aquí Cooper. ¿Qué sucede, señorita Bennet?