Partida Rol por web

Al ver que Dayanne se recuperaba y parecía retomar el control de la situación, Cooper se puso en pie. Aquella chica era, sin duda, la cazadora, porque solo ella podía haber tenido aquel sueño y también, mantener la cabeza fría.

-No, tengo bastantes más cosas, pero no sé si ahora tendremos tiempo para eso, así que... sugiero que nos demos prisa e improvisemos. Has dicho la cafetería, ¿verdad? -preguntó. La acción no iba mucho con él, pero sabía que ese momento llegaría, por mucho que no deseara.

Siempre había sido un ratón de biblioteca.

Pero si la cazadora le necesitaba, estaría allí, a pesar del miedo que sentía y de la sensación de incapacidad que solía paralizarle cuando se trataba de pelear.

-Está bien. Vamos allá -dijo finalmente, ayudando a levantarse a Dayanne, girándose, y dirigiéndose hacia la puerta de la biblioteca para salir con la estaca en la mano.

La cazadora estaba en la ciudad y no había tiempo que perder.

-Todo el que quiera salvar vidas y cazar vampiros, que me siga -dijo, tomando el papel de líder aunque no le fuese demasiado, y olvidándose ya para siempre de aquella discusión y todo el temor que había sentido por Matt. En aquellos momentos, ese vampiro no parecía ser una amenaza y podía incluso ser de ayuda.

Abrió de par en par los ojos cuando vió al profesor arrebatarle el móvil de un manotazo a Andersen, cuanto menos el espectáculo se estaba poniendo entretenido. Había muchas cosas que no comprendía, y se iban a poner mucho más raras antes de mejorar.
Dayanne pareció recomponerse de sus ataque de visiones, según aquel tipo. Y por lo alarmada que estaba no había duda de que había visto algo jodido. Matt no acababa de comprender que poseyera aquel poder, pero más allá de eso no acababa de entender que tipo de peligro habría a aquellas horas, los vampiros podían haber llegado allí, ¿pero no sería mejor atacar de noche?

Dayanne le pidió su ayuda, y Matt suspiró, era difícil decirle que no cuando te piraba con carita de perro lastimero.

-Supongo que puedo llegar.- Dijo encogiéndose de hombros.- Siempre y cuando encuentre un camino por la sombra.

Podría haberse guardado aquella información, pero parecía obvio que Cooper sabía demasiado como para que no importase guardarse el dato de por que podía estar durante el día en la biblioteca.
Lo que no entendía era como había virado la situación de que lo amenazaran a que pusiesen la vida de Andersen en sus posibles manos, y las de a saber cuantos.

Matthew los siguió, aunque no estaba demasiado convencido de aquello, nunca había hecho algo así, posiblemente por eso seguía vivo. Una cosa era mantenerse neutral y velar por sus propios intereses, y otra muy diferente alzarse en armas contra a saber que.

-Verás princesa, no me malinterpretes.- Le dijo mientras la seguía.- Pero no estoy demasiado interesado en sacrificarme a cambio de un montón de pajilleros. Igual ese es tu estilo, pero yo necesito saber que es exactamente lo que pretendes hacer y contra quien.- Debía admitir que había permitido que ella le cegase, pero había un límite.- Así que para un poco y dime que has visto exactamente.- La instó cogiéndole el brazo suavemente, pues tampoco pretendía que lo tomase como un gesto hostil.

Me sorprendió que el profesor Cooper que no parecía para nada alguien que se enfrentaría con los puños, tomó la iniciativa de ir a la cafetería. En verdad no había contado con él por el hecho de que era peligroso pero si estaba tan motivado para ayudar serviría de alguna manera, su apoyo para enfrentarme con quien fuera en la cafetería me confortaba de alguna manera.

- Tenemos que darnos prisa...- comencé a seguir el paso del profesor Cooper y me preocupaba que lo que había visto en mi visión hubiera sucedido ya y llegáramos demasiado tarde por lo que aceleré el paso hasta que Matthew me detuvo. Iba a reclamarle cuando comenzó a hablar. 

Tenía razón no tenía derecho a ponerle en peligro.- Lo se...- dije separando su agarre tranquilamente.- ...no tengo derecho a pedirte nada y mucho menos después de cómo te hemos tratado el profesor Cooper y yo antes. Estaba enfadada...- agité la cabeza. No era momento de explicaciones.- Lo siento.- me disculpé por lo sucedido anteriormente y continué caminando mientras seguíamos de camino.- No se muy bien lo que va a suceder, solo se que varios de ellos.- aún me costaba decir la palabra vampiros.- van a atacar la cafetería en breve y mucha gente saldrá herida o algo peor. No puedo ignorarlo todo después de saber lo que va a pasar mirar hacia un lado y no hacer nada. Sólo ayúdame a sacar a la gente de la cafetería, muchos estarán asustados y no sabrán que hacer por lo que llévalos a un lugar seguro... por favor.- le pedí esperando que aceptara. Si se podía ocupar de sacar a la gente de allí al menos no tendría que preocuparme por proteger a nadie.- Buscaré la forma de agradecértelo, si todo va bien.- o no moría en el intento.- Y para eso creo que tendré que sacar el modo psycokiller.- sonreí haciendo referencia a cómo me llamó la última vez Matthew.

Seguíamos avanzando todo lo posible y antes de llegar me dirigí a Rina.- Rina, se que tengo mucho que explicarte pero solo preocúpate por mantenerte a salvo. Va a ser muy peligroso y al parecer tengo que hacerme cargo de esto.- la sujeté un momento de la mano para animarla.- ...y luego hablaremos largo y tendido ¿de acuerdo?

El que Dayanne se levantara del suelo prácticamente por su propio pie tranquilizo a Rina, parecía que se había recuperado, lo que fue pasando a continuación fue algo que a Rina le estaba superando, una bolsa llena de estacas, ademas Dayanne hablaba de cadenas y cosas para atar fuertes, como si quisiera atar a un oso. Rina no sabia muy bien que estaba pasando y por eso estaba en silencio, quizás demasiado sorprendida por lo que estaba sucediendo. Cuando Dayanne le coge de la mano asiente y le mira con cierta curiosidad, no sabia realmente lo que pasaba, pero en ese momento se dejo llevar.

¿Que es lo que esta pasando? Estas muy rara Dayanne

Fue lo que dijo el profesor que le hizo sorprenderse, ¿había dicho cazar vampiros? Ella le mira y dice:

¿Pero que esta diciendo de cazar vampiros? Claro, y dira que viene de Hogwards, Matthew es un hombre lobo Dayanne una maga y yo una Kitsune ¿no? ¿es que se cree que somos niños que quieren jugar a las fantasías?

Seguía caminando prácticamente demandando explicaciones, pero fueron las palabras de Dayanne las que le hicieron mirarla fijamente, no las palabras realmente, mas bien el como las decía:

Va… vale, pero tendrás que contarme que es lo que esta pasando aquí

Seguía a Dayanne pero no estaba demasiado convencida y sobretodo no le gustaba nada aquel profesor ingles friki

En el interior del bar, se había producido lo que solía llamarse una pausa antes de la batalla. Ninguno de los que estabais allí actuabais tranquilamente, como si no sucediera nada, pero mientras los que teníais delante parecían simplemente estar preparándose para atacaros, vosotros en cambio os armabais de valor para escapar de allí con vida.

Will siempre había sido el líder del equipo y eso significaba que cada vez que sus sugerencias eran mucho más que eso: todo el mundo las seguía como si fuesen órdenes. Pero en aquella ocasión, el miedo actuaba como un poderoso freno que impidió que formaseis un equipo compacto.

Joe Lee no se movió de su sitio, paralizado, y cuando hizo amago de lanzarse hacia la ventana, el tío que estaba delante te cortó el paso, negando con la cabeza.

-De eso nada, pequeño. No conseguirás salir de aquí -te dijo.

Arthur se lanzó contra el que tenía más cerca, como si fuese un toro embistiendo. Lo inesperado de su acción consiguió que aquel chalado fuese empujado hacia atrás, pero parecía una pelea bastante desigual y para el tío que había recibido el golpe, era como si todavía no se tomase en serio nada de todo aquello.

Pero nada era una broma. Frankie estaba muerto y al igual que él, otros muchos. El lugar era una carnicería y no tardaría en volverse algo mucho peor.

En aquel momento, estabais claramente en inferioridad.

-Lo siento, tío. No puedo moverme. Estoy muy asustado -le dijo a Will su amigo Joe Lee, que temblaba de pies a cabeza, mientras el círculo se iba estrechando.

Wendy estaba entre Joe Lee y Will, cubriéndose como podía.

Finalmente, todos salisteis de la biblioteca hacia la cafetería. Por desgracia para Matt, salir del edificio implicaba luz del sol y el camino hasta la cafetería no estaba para nada cubierto. Su forma de acceder debía ser otra. Al mirar por la zona, vio que podía correr por el interior de los edificios, alejándose de las ventanas y llegar hasta el mismo lugar. Quizás se chamuscase un poco al final, puesto que entre la cafetería y el último de los edificios había unos metros de distancia, pero con algo que lo tapase y velocidad, podía llegar... si es que quería participar en aquel juego.

Por otro lado, los demás fuisteis directamente hacia el lugar, fijandoos en que algo extraño sucedía porque las persianas estaban bajadas, algo que no era demasiado normal. También había cristales rotos que procedían de una de las ventanas. La persiana estaba echada por lo que no sabíais lo que estaba ocurriendo dentro, pero alguien le había dado un golpe, haciéndola añicos.

Cooper no se detuvo a mirar hacia atrás, sino que siguió caminando hasta llegar a la puerta. Fue en ese momento cuando su brazo no terminó de llegar al pomo y volvió la cabeza hacia vosotros, sobre todo, hacia Dayanne.

-Mierda, mierda mierda mierda ¡MIERDA!- Y así como algo de humor crudo fue como todo se fue a la mierda, como un soldado saliendo de la trinchera, liderando la carga para que al primer paso su cabeza explote con algún disparo y su cuerpo quede desparramado en dicha trinchera. Ni siquiera el maldito gordo tetón de Joe Lee pudo mover su gordo culo por última vez para salvarse, y yo quedé solo, frente a uno de estos hijos de perra que fácilmente me matarían, y claro, también moriría Wendy, la persona por quien se suponía que daría mi vida para salvarla. Todo a la mierda.

-Ven aquí hijo de puta...- Soy bueno en una cosa y medianamente decente en dos: En la que soy bueno es en tocar instrumentos, no soy un maestro pero tampoco me falta mucho para llegar. En lo que soy medianamente decente es en pelear y en correr, así que ahora haría uso de ello. Nuevamente aprovechando la distancia entre el sujeto frente mío empecé a correr hacia él de nuevo para embestirlo, mirándolo con rabia a los ojos, hasta que al estar lo suficientemente cerca me lancé de panza en el suelo para deslizarme. Mi plan original era ese, correr, tratar de evitar al tipo y así llegar hasta la ventana, una típica finta, que de lograrlo me levantaría, abriría las cortinas lo máximo posible y gritaría por ayuda a todo pulmón para pedir ayuda.

Matt no pudo evitar suspirar cuando Dayanne se disculpó, se le hacía muy cuesta arriba que le mirase con aquella carita de cordero degollado. Y por más que le pesara y aun más le extrañara, no era de piedra.
Aquella pequeña muestro de afecto pronto pasó a un segundo plano al descubrir que "la Cazadora", solo era una bibliotecaria asustada. Se notaba en el plan que había elaborado, que parecía basarse en ella aniquilando a un sin fin de vampiros. Si, se había mostrado muy hábil, pero no era inmortal, y no sabía a lo que se estaba enfrentando.
Matt torció el gesto molesto al escuchar las palabras de Andersen que lo ponían en la piel de un hombre lobo.

-Por favor, no me compares con un chucho.- Dijo con una sonrisa irónica y un tono molesto.

Entonces se dio cuenta de que había estado tan concentrado en el plan que había olvidado como leches se iba a la cafetería, o que ahora mismo era de día.

-Vaya.- Dijo con una media sonrisa antes de acercarse a la luz del sol. Y una vez más agarró del brazo a Dayanne, esta vez de una forma más brusca asegurándose de que se detuviese, ya que él no podía dar ni un paso más.- Escúchame, no hagas tonterías, no tienes que enfrentarte a ellos. Lo que tienes que lograr es que el sol entre en la cafetería, o que los alumnos salgan al exterior, ahí no los podrán seguir...- Dijo apresurándose en su consejo y echándole una mirada seria a los ojos.- Yo intentaré llegar, pero ten cuidado, no sabes lo peligrosos que pueden ser.

Dicho aquello Matt echó a correr por una ruta secundaria. No obstante tampoco estaba seguro de querer ir allí, si exponían la cafetería a la luz él mismo estaría en peligro. No le gustaba nada improvisar, tenían que haber hecho un plan elaborado.

¿Cómo leches se había metido en aquel follón? ¿Le importaba acaso lo que les pasara a aquellos estudiantes? Claro que cuanto menos despertaba su curiosidad, ¿Porqué unos vampiros se expondrían tanto?, no solo podían ser descubiertos, sino que a la luz del sol corrían grabe peligro. No le cabía duda de que estarían preparador, pero aun así era una estrategia temeraria... Y luego estaba aquella maldita cazadora con su miradita de pena, estaba completamente loca, pero le costaba negarse a ayudarla, aunque aun no sabía si era porque... Si había sobrevivido tanto tiempo había sido por cuidar de si mismo, que era literalmente lo contrario que hacía en aquel momento, pero al ver a Dayanne recordaba a aquella niña de 8 años, y aquello le hacía sentirse terriblemente mal, si no fuera porque él no podía tener sentimientos... ¿no?

No obstante allí estaba, corriendo por pasillos y evitando la luz de la ventana que ocasionalmente le lanzaba algún rayo de sol que quemaba como mil demonios. Si seguía por allí tendría que conseguir algo que le tapase, a unas malas podría usar la cazadora para cubrirse, pero no quería lanzarse a lo loco, le gustaría examinar mejor el lugar, quizás hubiese otra ruta de acceso, ¿quizás por las alcantarillas? O algún punto para poder observar la cafetería antes de lanzarse a ella. Lo último que quería era lanzarse allí para descubrir que no había sombra en la que refugiarse...

El liderazgo, uno delos grandes dones de Will le había fallado en uno de los peores momentos. En vez de inspirar a su amigo Joe Lee, parecía que lo había deprimido hasta que el pobre no pudo ni moverse del sitio, visiblemente paralizado por el terror de la situación. Quién si actuaba sin demostrar nada miedo era Arthur, que se había lanzado contra uno de esos personajes y parecía haberle desestabilizado momentáneamente.

Después de la primera acción de Arthur, Will pudo ver cómo el joven engullidor de vodka volvía a la acción lanzándose contra el tipo que les separaba de la ventana, y pensó que si Joe Lee no podía arrollar a aquel tipo, quizá él sí podría hacerlo, al fin y al cabo seguía siendo el mejor atleta del campus, de la ciudad y seguramente también de todo el estado, o eso pensaba Will.

Dado que a la primera no había podido hacer nada, lo intentó de nuevo, esta vez, buscando la manera de esquivarlo y así pedir ayuda. Por desgracia, estaba claro que no iba a conseguir nada porque aquel tío estaba plantado en el sitio con la suficiente seguridad como para detener a Arthur, agarrarlo de la chaqueta y lanzarlo contra algunas de las mesas que había en el fondo.

No es que le hiciera mucho daño, pero sí que sintió su orgullo herido, además de unos cuantos picos y golpes en la espalda.

Wendy se llevó las manos a la boca al verlo y parecía estar a punto de derrumbarse.

A su lado, Will observó la escena y se giró para adelantarse y encargarse de él, pero Arthur fue bastante más rápido, así que solo pudo ver cómo lo agarraba y usaba de pelota de fútbol contra la pared y las mesas.

En ese mismo momento, también se movieron todos los demás. Una de las chicas (2) se lanzó hacia Joe y le propinó un poderoso puñetazo que lo tumbó automáticamente, quedando en el suelo. La chica mostró con mayor claridad que nunca su par de colmillos y casi os pareció que se relamía. A su lado, el tío (3) que la acompañaba parecía estar esperando su turno.

El líder (1) se dirigió hacia Will pero su rápido movimiento lo había alejado, así que no fue capaz de atacar por sorpresa, pero no lo dudó. Nada más colocarse delante, alzó sus brazos para agarrarle del cuello.

Mientras, uno de los chicos (5) se acercó peligrosamente a Arthur, que todavía estaba recuperándose. El tío que quedaba (4) se aproximó a Wendy, hacia quien parecía ir a atacar a continuación.

La situación no solo parecía desesperada, sino completamente perdida, y fue en ese momento cuando procedente del techo cayó, junto con una buena cantidad de cascotes, sobre la barra, alguien que parecía haberlo atravesado. LA figura aterrizó con elegancia y gracilidad, flexionando las piernas, y emitió un sonido que casi parecía un rugido.

Al elevar la cabeza, visteis que era una mujer, pero con el rostro desfigurado, con aspecto de animal, al igual que sus gestos, los cuales recordaban también a una bestia salvaje.

Mientras, los que os estaban atacando se quedaron momentáneamente en pausa, mirándose sin saber qué hacer. La aparición de aquel animal salvaje había dejado a todo el mundo asustado, pero durante unos segundos, lo único que sucedió fue que aquella chica salvaje, giraba la cabeza mirando a todas partes y a todos, como si estuviese valorando qué hacer primero.

Aquello parecía una película o el primer episodio e alguna clase de serie de adolescentes ya que ellos, un grupo bastante típico de esa clase de series iban corriendo para vete a saber que cosa iban a hacer en la cafetería. Mientras iban hacia allá Rina no podía evitar pensar:

A ver… están hablando de cazadora y vampiros, el otro día el profesor Potter tenia un libro sobre vampiros y esos dos montoncitos que encontré de cenizas… Rina… deja de pensar tonterías, no deberías haber visto Crepúsculo hace poco… uff de verdad que perdida de tiempo de película.

Pensaba mientras se encaminaban hasta la cafetería, lo que si era raro es que estuviese todo cerrado a cal y canto, y de hecho el comentario de Matthew hizo que le mirara mientras pensaba:

Bueno… supongo que sera mejor seguir con esta cosa y hacerles caso…

Antes de que este se marchara ella alza la mano y dice:

Entonces abrirlo todo para que entre el sol ¿no? Bueno… si me creo que allí dentro hay vampiros supongo que es lo mejor

Comenta como si fuera un personaje de aquella serie que en su mente parecía que estaban protagonizando. Cuando el profesor se detiene y coloca la mano sobre el pomo y se queda parado ella dice imitando un tono autoritario:

¿Entramos o no? Aparte señor Potter

Para a continuación abrir la puerta dispuesta a abrir las ventanas y persianas como había dicho que haría, a fin de cuentas se suponía que iban a por vampiros y el sol les mataba ¿no?

Miré una última vez a Matthew antes de que se echara a correr, esperaba que no tuviera problemas. Fui hasta donde estaba el profesor y me quedé a su lado para mirarle una última vez antes de entrar. Al ver a Rina intentando pasar primera, le agarré del brazo que sujetaba el pomo.- Recuerda que es muy peligroso, quédate cerca, ayuda a sacar a la gente y al más mínimo peligro sal de la cafetería.- lo dije con un tono mas agresivo de lo que pretendía pero aquello no era un juego, había gente que podía morir allí dentro y necesitaba el mínimo peligro posible por lo que sujeté una de las puertas y respiré hondo antes de entrar

Will la miró y le resultó extrañamente familiar. De no haber sido por aquellos ojos brillantes y enrojecidos, las garras en las que se prolongaban sus dedos, el exceso de bello corporal en algunas partes de su cuerpo y los dientes, que parecían sacados de un documental de National Geographic, habrías dicho que era Brooke, su ex.

Cooper se quedó esperando demasiado tiempo, así que fue Rina, sorprendentemente, quien tomó el mando. Dayanne se había quedado algo más retrasada pero antes de que Rina abriese la puerta, se preocupó por su seguridad, sabedora de que aquello no era un juego, o simplemente una pelea de chiquillos. De repente era como si se sintiese mucho más adulta y responsable, quizás porque antes de entrar ya sabía lo que les esperaba y no quería sangre en sus manos, principalmente de sus amigos.

El profesor no dijo nada, pero en su interior se sentía satisfecho de lo que estaba observando. Ser testigo directo de aquellos primeros pasos podía ser lo más satisfactorio de ser el vigilante de la cazadora, porque las cosas estaban a punto de cambiar y a partir de que abriesen aquella puerta, todas las dudas que pudieran tener aquellas chicas quedarían completamente resueltas.

De haber podido escoger, habría mantenido a la señorita Andersen lejos, pero no estaba de más formar un equipo y trabajar de una manera coordinada, aunque al final, la cazadora siempre estaba sola.

Rina abrió la puerta y los tres entraron como una exhalación, encontrando una escena inesperada, por mucho que Dayanne hubiese "soñado" con ella.

Will estaba siendo agarrado por un vampiro (1), que al oír la puerta se volvió hacia vosotros. A su espalda estaba aquella chica de Arthur, Wendy, asustada, y un vampiro (4) se aproximaba peligrosamente a ella. Joe Lee, el amigo de Will, acababa de caer al suelo, tumbado de un golpe por una vampira (2), que se había lanzado hacia él para sentarse a horcajadas. A su lado había otro vampiro (3), de pie, observando la escena. 

Por su parte, Arthur estaba caído en el suelo, al fondo, entre sillas y mesas, después de haber sido lanzado por otro vampiro (5), y a punto de ser atacado por otro. 

Pero aquello no era todo.

Sobre la barra del restaurante había una mujer que parecía rugir, una mujer  con el rostro desfigurado, con aspecto de animal, al igual que sus gestos, los cuales recordaban también a una bestia salvaje.

Aquella chica salvaje, giraba la cabeza mirando a todas partes y a todos, como si estuviese valorando qué hacer primero.

Después de su entrada, pasó algo más. Matt, que había atravesado todo el edificio a una velocidad endiablada, apareció atravesando la puerta trasera, cubierto por una gabardina que se había agenciado por el camino, y que su dueño no había podido evitar perder cuando su rápida y habilidosa mano la agarró sin perder un segundo de carrera.

La puerta prácticamente quedó medio en rota y los vampiros se giraron al escuchar el estruendo. Matt apareció justo a la espalda de los dos vampiros que estaban delante de Joe Lee, y entonces, estos dejaron de ocuparse del amigo de Will para preguntarse qué era lo que debían hacer a continuación o más bien, miraron a su líder para que éste se los dijese.

Después de ver todo lo que pasó en un momento, a Arthur volando por la cafetería o a una tía tumbando a Joe Lee de un puñetazo, Will entendió por fin que esa gente era mucho más peligrosa que unos yonkis satánicos y que sus otros compañeros de equipo no habían estado actuando para gastarle una broma. - Joder... ¡Joder, joder y joder! ¡Esto es serio!

El tipo que tenía en frente inició el ataque contra Will , y aunque este intentó defenderse, no pudo evitar que aquel ser le agarrase con sus fuertes brazos.