Partida Rol por web

Hector los esperaba en el umbral de la puerta sonriendo a cada alumno que pasaba, se sentia orgulloso de que cada año de a poco se unian mas personas en este viaje por el conocimiento.

Bienvenidos muchachos, y de nuevo espero no tener que castigarlos. Hablaba de los nuevos y de los que estaban .

 - Se hará lo que se pueda... - Le respondo con tono neutro al profesor, mientras entro en el aula y busco un lugar donde sentarme en primera fila. Saco los libros y espero a que comience la clase.

Carlos entró en la clase y apenas miró a Hector. Buscó su sitio de siempre, en la tercera fila, al lado de la ventana. Llegó allí sin que nadie le molestara y ocupó su lugar. Sacó los libros y se preparó para una clase que, seguramente, sería tediosa y aburrida.
 

Buenos días, director. Dijo Iker sentándose en primera fila para no perderse detalle. En uno de los asientos cercano a la calefacción para no pasar tanto frío como le ocurría en otras ocasiones. Las clases con Héctor solían ser entretenidas, aunque hoy era posible que no fuera a ser un día de esos.

La última, Olivia, entró sonriendo y con su habitual pose de femme fatal.

Buenos días, dire. Le dijo guiñándole un ojo y dirigiéndose a su asiento, en el centro de la clase. Para ella, todas las clases eran un tostón, y esta no sería diferente. Pero suponía que por ser la primera, se la tomaba de mejor humor.

 Los mira a cada uno y luego entran dos alumnos mas, uno es conocido por todos Ivan Noiret y el otro un chico nuevo como otros. Bueno hoy empezaremos con algo basico debido a que es el primer dia, me gustaria saber que le gustaria ser a ustedes en el futuro.

 Hector era conocido por ser un profesor que se preocupaba por sus alumnos aunque tambien el director.

Entro lo mas bien empieza la clase y me siento alejado del profesor, ademas de serlo era mi tutor y no queria que pareciera otra cosa rara. Buenos dias. Salio de mi boca y luego espere.

 Entro mirando a todos y luego a Olivia. Hector... Otro año mas que nos vemos. Sonrie sabiendo que era intocable en ese lugar, toma asiento y espera el comienzo de clases.

 - Ser mejor... - Respondí, de manera pensativa, más para mí mismo que para los presentes.

Carlos resopló ante la pregunta de Hector. Escuchó la respuesta de Gabriel, como seguramente había hecho toda la clase, y puso los ojos en blanco. Pero no le contestó a él, miró directamente al profesor.

Disculpe, profesor, ¿qué tiene que ver eso con la literatura? A no ser que alguien quiera ser escritor, claro

Iker se quedó mirando a sus compañeros. Ninguno había sido capaz de responder a su pregunta, y él tampoco tenía ganas de hacerlo delante de todos. Así que no sería el primero en contestar, así que simplemente se reclinó sobre la silla y esperó a que contestase a la pregunta de Carlos.

A Olivia se la repanpinflaba todo. ¿Qué estupidez de preguntas eran esas? Resopla desganada. Con las ganas con las que venía ella... esta birria de primera clase la deprimia y le daban ganas de salir de ahí corriendo.

Apoya la cabeza en la mano, y el codo en la mesa, y se dedica a mirar por la ventana. Mucho más interesada de lo que podría estar en lo que se dijese en clase.

 Los mira a todos y luego sonrie. No solo soy su profesor sino tambien aquella persona que los acompañara durante sus años aqui, capaz que tenian pensado en su futuro como saben de aqui saldran muy preparados.

 Se acerca a su escritorio y toma unos libros los cuales enseña a cada uno, el titulo se leia "El sabueso de los Baskersville". Nuestro primer texto sera de Arthur Conan Doyle alguien sabe quien es ?.  Mientras apuntaba a Olivia que no habia hablado. Olivia verdad? Sabes quien es?.

Le miró de reojo sin moverse. Por supuesto que sabía quien era. Su profesor de Literatura particular, impuesto por su familia no había escatimado en detalles a la hora de que se aprendiese su biografía. Famoso escritor británico autor de la excelente obra Sherlock Holmes. Relatos que no reconocería que le habían gustado.

No tengo ni idea. ¿Está bueno? Dijo con una sonrisa inocente de oreja a oreja.

 Miré a Alaiz, un tanto molesto por su respuesta, ya que cualquiera con dos dedos de frente conocía al creador de Sherlock Holmes... Parecía que ella quería responder a pulso al estereotipo de niña rubia tonta...

 Miré a profesor, para ver cual iba a ser su reacción ante la deslenguada respuesta y confiando en que le repitiera la pregunta a alguien más capaz...

Iker escuchó atentamente lo que estaban comentando en clase, pero tenía que hacer grandes esfuerzos por no distraerse, pues aún tenía la cabeza pensando en las vacaciones.

Se acerca a ti Olivia, pone el libro que te dio en tu mesa y luego queda ahi un tiempo sin decir nada. Sonrie y luego mira a todo el mundo.

No se si estaba bueno porque ya murio hace tiempo pero creo que 1 semana de cuadras si seria lindo para ti no?. Luego rie un poco. Por cierto alguien sabe quien es o debo hacer como la señorita Olivia que le gusta ser graciosa?.

No iba a darle la satisfacción de que la fastidiase. ¿Limpiar cuadras? Pues vale. Una buena oportunidad para un revolcón entre la paja, no sería la primera vez.

Puso cara de "¿por qué? si he respondido a tu pregunta". Y cuando preguntó a los demás sonrió claramente porque había fingido y se lo estaba pasando bien. Miró al resto de la clase. Eran todos unos aburridos.

 Levanté la mano y, una vez que el profesor me dio la palabra, le respondí:

 - Nacido en Edimburgo en 22 de mayo de 1859 y muere en Crowborough en 7 de julio de 1930 . Fue un médico y escritor británico, creador del célebre detective de ficción Sherlock Holmes, como todos sabemos. Fue un autor prolífico cuya obra incluye relatos de ciencia ficción, novela histórica, teatro y poesía. Además de Holmes, creo a otro personaje muy conocido, George Edward Challenger, más conocido como el profesor Challenger, fue un personaje central en una serie de historias de ciencia ficción. Apareció por primera vez en la novela El mundo perdido, que describe una expedición a una aislada meseta en Sudamérica donde continúan viviendo criaturas prehistóricas como dinosaurios. En 1900 escribió su libro más largo, La guerra de los Bóers. Ese mismo año se presentó como candidato para la Unión Liberal; a pesar de que era un candidato muy respetado, no fue elegido. Tras la Guerra de los Bóers escribió un artículo, La guerra en el sur de África: causas y desarrollo, justificando la participación del Reino Unido, que fue ampliamente traducido. En su opinión, fue esto lo que provocó que le nombraran Caballero del Imperio Británico en 1902, otorgándole el tratamiento de Sir, aunque hay quien opina que parte del mérito fue también el reconocimiento que le debía a su detective más celebre... Eso ya es cuestión de opiniones...  La muerte de uno de sus hijos, Kingsley, por una neumonía que contrajo en la guerra, le hace estrechar su vínculo con los círculos del Espiritismo fundado por Allan Kardec, doctrina a la que dedicó mucho tiempo y energías, publicando además en 1926 Historia del Espiritismo y defendiéndolo en sus numerosas polémicas, por ejemplo, contra su propio amigo Harry Houdini.

 Una vez terminada mi explicación, centré mi atención en el pupitre, como si aquello no fuera más conmigo.

Ante la respuesta de Olivia, Carlos aguantó una carcajada, pero se escuchó gran parte. Esa contestación tan absurda hizo que la clase en sí ya mereciera la pena. No fue así con la de Gabriel, que estuvo a punto de hacerle bostezar.