Partida Rol por web

El combate continúa y tú te abalanzas a darle un puñetazo en la cara a la titánide, la cual parece esquivarlo con facilidad y se aleja unos cuantos pasos contra ti para atacarte con su látigo, aunque logras detenerlo. Tal vez la distancia no le había ayudado mucho para hacer un ataque efectivo y por eso había fallado, pero entonces, escuchaste una voz que aunque se te hacía familiar, no escuchabas hace mucho. Una chica perturbada que ya te había visto en esa forma, pero que había desaparecido. Era la voz de Chidori.

- Pero... pero que sucede aquí? que es esto? - dijo mientras observaba la escena, aunque podías sentir algo diferente en ella, algo familiar, energía de tu gente, pero esta se sentía diferente a la tuya, a la de Healing dragon, o incluso a la de Mamoru.

Te giraste un poco y la viste, sí era ella y aunque su ropa estaba un poco desaliñada, parecía estar bien.

La titánide aprovechó esta distracción para alejarse a una distancia prudencial de donde poder atacar.

El hombre alado se abalanzó contra la sirvienta de la reina para proferirle un puño que esta evitó, aunque no pudo pegarle con su látigo como la vez anterior. Entonces, llamaste la atención del joven alado, quien se giró un momento hacia ti, dándole tiempo a la titánide de alejarse lo suficiente para poder propiciar otro ataque.
 

Calíope canalizó su ataque hacía aquel ser, pero para su sorpresa, esquivó con facilidad el ataque. Entre la esquiva de su contrincante y aquella risilla odiosa, no se percató de que algo iba directo hacia su costado. El latigazo en su costado le dejó sin respiración y sorprendida a la par. 

Clavó con fuerza sus pies en el suelo, para no caer al suelo por el impacto. Frunció el ceño, tenía que seguir luchando a pesar de que le ardía la piel por el impacto. Así que se lanzó hacia ella para darle una fuerte patada en el costado. 

El combate no estaba resultando fácil ni mucho menos, conseguí evitar su última acometida, pero me fue de un pelo. Entonces permití que una energía familiar me despistara por un momento.

-¡¿Chidori?!- Pregunté extrañado al verla.

Recordaba su nombre gracias al tiempo que la había estado buscando, y de golpe y porrazo ahora estaba allí, al menos parecía estar sana y salva. Tenía muchas preguntas, pero no era el momento, antes tenía que encargarme de aquel ser.

-Ponte a salvo.- Le dije dándole la espalda a Chidori.

Mi magia había fallado, el ataque físico también, era hora de probar algo, algo más oscuro. Me concentré en la sangre de mi rival, esta había ganado distancia, pero esperaba que esto no fuese un obstáculo para mi. Aun así estaba demasiado preocupado por la chica como para centrarme en mi oponente, y aquello lo podía pagar caro.

Al toparme de frente con las dos chicas, me quedo un rato en pausa, sólo parpadeando, mirando principalmente a la desconocida cuyo pelo era como una cascada de oro puro, y tras unos instantes reacciono, intentando dar con las palabras adecuadas.

- Esto... hola... -saludo sin mucha convicción, pues eran confusos los sentimientos que me habían estado produciendo algunas personas.

No recordaba* el nombre de la chica de pelo verde, aunque sabía que había estado en el concierto de bienvenida de ese fatídico día, quién sabía hacía cuántas semanas, dado que Moriyama-san no había sido específica.

Fue más fácil y fluido que la última vez. Se dio cuenta de que lo controlaba a voluntad. Siempre le llenaba de fuerza, de ganas de seguir adelante, para proteger a aquellos que amaba. Ya le importaba poco llevarlo en secreto, en una situación como esta. Confiaba lo suficiente en Reimu.

- Siento no haberte contado nada...tenía miedo. Aún lo tengo, pero tengo las fuerzas para luchar.

No había practicado, ni lo había intentado más. Se sentía con fuerzas para todo. Sujetó con fuerza el bastón y se lanzó lo más rápido que pudo para golpear al malvado ser. Parecía que flotaba por encima del suelo.

- ¡Ahora me toca protegerte!

Chidori mira la escena y da un paso hacia atrás, entonces cierra los ojos y dice:

- No...yo... lo sentí el otro día...

Se toca el pecho abre los ojos mientras mira a los dos combatientes y dice:

- Yo...lo he visto, soy como tu... puedo.. acabaremos con ese ser...

Es entonces cuando se concentra en lo que sintió la primera vez que fue capaz de tomar su forma verdadera para transformarse

Giro su mirada hacia la nueva chica que había aparecido, en que momento había aparecido. Ahora no solo tenia que preocuparse de que no se la comieran a ella mientras la gran heroína combatía, que también tenia que preocuparse de otra. Pero se alivio un poco al saber que tal vez las demás estarían por ese laberinto y estuvieran bien, o no.

-Hikaru... Susurro lo suficientemente alto como para que la escuchara pero no como para alertar al zorro. -No te acerques y intenta que ese bicho no te mire vale? Estamos en un pequeño aprieto, no quiero que te hagas daño. Dejemosle hacer a ella. Con una mano en su espalda fue indicando que no se acercara mientras ella retrocedía en guardia dispuesta a saltar hacia cualquiera de los lados si el zorro le atacaba.

De repente, el aire alrededor de Chidori se levantó, haciendo que su cabello ondulara con el viento, sus ojos rojos brillaban con intensidad mientras un remolino la cubría. Este remolino se volvía negro con cada parpadeo de Ilify, convirtiéndose en plumas, unas plumas que la cubrirían de pies a cabeza, cambiando el color de su cabello, dándole una armadura, un arma y una nueva identidad.

El remolino fue perdiendo fuerza mientras las plumas se agrupaban en su espalda, formando unas enormes alas que le daban la identidad a este nuevo ser, un nuevo dragón había despertado ya y estaba listo para la batalla.

Platinium abrió sus ojos en ese lugar, mientras su compañero la contemplaba como una vieja amiga a la cual no veía hace mucho tiempo. El sentimiento de familiaridad era inevitable, pues el vínculo que los unía era el de una raza masacrada, eran hermanos de raza, un dragón había despertado.

Aún sentías el ardor en tu piel por el latigazo que habías recibido y la miraste fijamente. No estabas dispuesta a rendirte, así que tomaste todo el impulso que pudiste y le diste una patada con toda tu fuerza. La chica trató de contrarrestar el golpe con otro látigo de agua pero fuiste más veloz y entonces, cayó el agua inanimada al suelo mientras tu fuerte golpe movía a la titánide un poco hacia un lado.

Su sonrisa desapareció y a pesar de haberle pegado en las costillas, seguía de pie. Ella no iba a rendirse. Sostenía con fuerza la esfera entre sus manos, lista para otro ataque cuando algo llamó tu atención. Una energía conocida, muy similar a la tuya, de hecho. Giraste por un momento y la viste, una chica con un traje similar al tuyo, de cabellos negros y ojos azules. Entonces, sentiste su familiaridad, su cercanía. Los sueños se hacían presentes y podías verla allí, luchando a tu lado, defendiéndose mutuamente en la cruenta batalla. Commutatus Animae, ese era su nombre, aunque no estabas segura de por qué lo sabías. Era una guerrera de Andelivian, al igual que tú. Una hermosa mariposa blanca volaba a su lado. Una vieja amiga había regresado.

Animae ya había visto suficiente como para no hacer algo. Aim... no, Calíope estaba en peligro y no quería que alguien más resultara herido.

Miró a Schmella y sin decir nada se acercó corriendo hacia la joven rubia para moverla en caso de que la criatura de agua lanzase otro ataque o ella misma colocarse como escudo humano. No era la mejor opción, pero es lo que se le ocurría en ese preciso instante y más porque no sabía cómo invocar su arco y flecha debido a la falta de memorias.

Platinium finalmente aparece, tenía una sensación de cercanía, de que aquel ser, el dragón que tenía delante suya era alguien que tiempo atrás era muy cercano a ella, le mira de reojo mientras estira las alas, algunas plumas negras caen y mira al ser que tenía delante, con un tono de voz bastante neutro dice:

- Que es lo que quieres...

Mira de reojo a su compañero dragón y da un paso hacia delante, para mover su arma y apuntar con ella a la criatura que tenía delante, mira de reojo a su compañero y dice de nuevo en ese tono neutro que parecía caracterizarla:

- Yo la detendré y hare que no pueda moverse... tu acaba con ella.

En ese instante se concentra y trata de usar la gravedad para que esta atraiga a su enemigo y la paralice contra el suelo

Apareces junto a Healing dragon y Ñyankuro en una parte del laberinto que apenas habías abandonado, aunque no sabías muy bien cuánto tiempo había pasado. Entonces, viste a Ilify, con una total certeza de su nombre e identidad, pero a su lado, había alguien más. Una mujer alada de cabello plateado cuya apariencia se te hacía muy familiar.

Entonces, los sueños se volvieron vívidos y supiste que se trataba de otra guerrera dragón y su nombre era Platinium. Ella había regresado y, con ello, se completaba el grupo de los dragones. Tenías ese sentimiento. No podías ocultar cierto júbilo con esto, aunque viste confusión en el rostro de Healing dragon.

- ¿Cómo es que...? - pero no termina la frase.

- Ellos nos necesitan - te miró y comenzó a avanzar en dirección a ellos, quienes parecían enfrentarse a la misma chica que te había atacado antes.

Lightning se lanza hacia el zorro con gran determinación y toma firmemente su báculo, dispuesta a golpearlo en todo el vientre, cosa que logra. La joven parecía ser mucho más rápida que el zorro, logrando que se desplazara unos cuantos pasos, pero contrarrestó el ataque, mordiendo el brazo derecho, justo antes de tener que alejarse por el impacto.

Las marcas de los colmillos eran patentes en la piel de la guerrera mientras un leve hilo de sangre se desprendía de él. A pesar de ello, ni el zorro ni la chica se habían dado por vencidos y planeaban seguir luchando.

Lightning se giró un momento y pudo ver que Reimu no estaba sola, estaba junto a Hikaru. Una de las chicas que se había perdido en el fatídico día del gimnasio. A su lado, estaba Yuuko, la supuesta novia de Kenta.

Al girarte y ver su rostro, pudiste sentir una enorme familiaridad con ella. Por alguna razón, sabías su nombre. Era Lightning, una de las guerreras mágicas. Entonces, el sueño que tuviste la primera noche comenzó a complementarse con imágenes de un pasado distante y de ti luchando arduamente por proteger a alguien.

Luego, viste a un zorro blanco de gran tamaña al lado de una mujer hermosa que parecía ser la reina. Sabías que ese zorro era Arjimae y la palabras de la Reina Oscura regresaron a tu mente. Ahora tenías un rostro, aunque no estabas segura de que eso fuera bueno. A pesar de ello, de algo estabas segura y era de que Lightning y tú tenían mucho en común.

Las imágenes se sucedían tanto delante de mis ojos como dentro de mi cabeza. Me tapo la boca al ver el mordisco que el zorro le ha dejado en el brazo y musito el nombre de la guerrera.

- Lightning... -susurro, sin estar segura de por qué lo se, pero aún así segura de que ese es el nombre.

Asiento ante las palabras de Reimu, con el retraso que me había producido la "visión", y aprieto el puño, sintiendo que debería ayudar a la guerrera, pero sin saber cómo. ...en cuanto veas a Arjimae... Pensé sin el haberlo visto en mi mente, haberlo recordado, podía ayudarme a dar un primer paso con lo que fuera que quisiera decir la mujer aquella, un paso que me permitiera ayudar a Lightning, pero aunque me sintiera algo diferente viéndola combatir, no era tanto como para estar segura de poder hacer algo.

Cerro unos instantes los ojos la ver como su amiga estaba sangrando por el mordisco de zorro, le encantaría ayudarla pero no era capaz. Ya había hecho lo que había podido en su momento para quitarle el zorro de encima. Una vez mas el sentimiento de impotencia y de rabia se apoderaba de ella, sin saber que hacer solo podía mirar como su amiga transformada en una guerrera luchaba por ella. Una vez mas.

Cuando el viento se dispersó, pudiste verte sola en ese laberinto una vez más. No estaba Aimi por ninguna parte ni el presidente Kenta, ni ningún conocido. Estabas completamente sola.

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Me siento algo molesta... -Oooh, no puede ser... sigo soñando... Creí que acabandose la alucinación del castillo en ruinas todo terminaría pero no es así... debo de estar hipnotizada o drogada, o algo por el estilo... ya he tenido suficiente de todo ésto... tonto zorro, guerreras mágicas, si como no... ¿Y ahora en donde estoy?...-

Le levanto y empiezo a caminar por la ruta original que llevaba con Kenta mirando a todos lados...

Sonrió al ver que su ataque surtió efecto. Ahora estaban en igualdad de condiciones, cosa que a aquel ser de agua no pareció que le hiciese mucha gracia. 

Estaba preparada para el siguiente asalto, cuando algo llamó su atención. ¡Era alguien como ella! suspiró aliviada y sonrió a la ayuda que acababa de llegar -.Cuidado, está algo enfadada- advirtió a la recién llegada.