Partida Rol por web

Yuuko dice con rostro serio - Nos matará... -.

La profesora respondió a tu reverencia y simplemente dijo - Te agradezco el cumplido, Irisu-san. Por el momento, quisiera hablarte de algunas cosas - todos tus compañeros se retiraron y quedaron las dos solas en el salón de clase.

Te indicó que acercaras una silla para sentarse a hablar. 

- Sé que Kenta Kitsune es el presidente pero quería acudir a ti por ser más estricta que tu compañero - sonríe y continúa - Verás, la visita al museo tiene la intención de ayudarles a readaptarse, ya que lo vivido fue algo fuerte para todos, más por la desaparición de sus compañeros. Por este motivo, quiero pedir tu ayuda para organizar al grupo en la visita. ¿Qué dices? -. 

Irisu se infla de orgullos ante esas palabras, pero una parte de ella no quiere dejar a Kenta de lado, así que reprime si mucho éxito su ego y responde.

Es un honor, organizare los grupos si lo pide.

Pero un clic se desato en ella, estar viendo películas de guerra le hacía pensar en motivos ocultos, además no se fiaba de la profesora al 100%, por lo que supuso que debería exisitir algún otro motivo.

¿Algún orden en especial? Si ya están los grupos, la labor sería más sencilla.

Puedo organizarlos de dos, tres o cuatro, los que guste, solo deme las especificaciones y le daré las listas.

Se sentía bien con aquello, pero ese clic en su mente sonaba a algo conocido, el martilleo de un arma y una guerra cruzaron por su mente, sacudió su cabeza y esbozo una amplia sonrisa.

Si existe algo más en lo que pueda ayudarla, puede contar conmigo –eso, pensó, le ganaría puntos escolares con los profesores- cualquier cosa.

La profesora te mira con una sonrisa de complacencia y dice - Maravilloso, me agrada tu actitud - te da una planilla lista para anotar los grupos.

- Los dividirás por parejas, tú no incluida, pero debes tener en cuenta que deberás ayudarme a mantener el orden, así que trata de que no se separen mucho. Los recorridos serán libres, pero es necesario que nadie se pierda. Organiza la lista para que puedas irte a clase de gimnasia - te extiende un bolígrafo y espera que los tomes.

Irisu extiende su mano para recibir las cosas, aquello le produce un hormigueo. Es solo un mal presentimiento, y nada más. Piensa con intención de desvanecer aquellos sentimientos.

Mientras trata de distraer su mente en cómo organizar los grupos, dándose cuenta de que son once, doce su se contaba a sí misma. Cuatro hombres y ocho mujeres.

Empezó a emparejar mentalmente.

Aimi con Koichi

Jaycee con Reimu

Mamoru con Shiro Kasumi

Se contrario al ver que estaba por emparejar al último chico, estaba haciendo parejas mixtas, si seguía habría chica que quedarían emparejadas con chicas, volvió entonces a emparejar, pero esta vez por sexos, para que todos los grupos fueran iguales.

Katherine con  Yuuko

Kenta con Koichi

Mamoru con Jaycee

Aimi con Naoko

Reimu con Shiro Kasumi

Shiro Kuroryuu con… ella.

Tras revisar la lista por segunda vez, sonríe satisfecha y frente a sus ojos la pesadilla de la noche se revive, sacude su cabeza.

Es –se dijo mentalmente- solo una reminiscencia de un terror nocturno.

Algo que refleja mi estrés. Eso es todo, y nada más.

Tendió la lista a la profesora.

¿Le parece bien el acomodo? Ordene por sexos para que no hubiera problemas. 

-Te veo en clase, Jaycee.

Aprovechando que se dirigía a los vestidores, Katherine va a cambiarse en el cubículo privado para contestar un mensaje y al terminar se cambiaba a un ritmo tranquilo, pues no tenía prisa en asistir a la clase de Gimnasia. No era buena ni mala, optaba por no destacar y que el desempeño fuera  medio sin llegar a a lo bajo. Recordó los maestros de la clase y esperaba que "él" no fuese su instructor en el resto del año escolar, pero ella no podía controlar la actividad académica.

La pelinegra salió del pequeño cuarto y saludó de nuevo a sus compañeras, a la vez que dejó sus pertenencias en su casillero.

-Espero que nos podamos divertir y distraer un poco. De aquí nos iremos al Museo, así que no hay que cansarnos.

Arribar al gimnasio le trajo recuerdos que le desanimaron un poco, pero trató de mantener un rostro serio y tranquilo para no reflejar inquietud, pues era obvio que todos se sentirían así y no ganaba nada con comentar algo de lo ocurrido. La ojiazul se colocó en su posición y al ver su profesor no pudo evitar hacer una leve mueca que se refuerza con los comentarios de Kenta y Yuuko.

-We are de champions...-susurró para sí misma, mas en un tono adecuado para que quien estuviese alrededor la escuchasen. 

El contenido del mensaje a Koichi es este: 

Terminando las clases iremos al Museo de Arte, lo que te dije que sería una actividad grata para ti. Espero que no te lo vayas a perder :) , así que no llegues tarde a Gimnasia... y te entiendo, tampoco soy muy buena.

Después de la charla de la profesora, para nada agradable, se dirigieron al gimnasio. Lleva poco tiempo y ya me cae mal.

Al entrar al vestuario, Shiro se cambió con rapidez. Le encantaba gimnasia y los ánimos que daba el profesor, siempre tan enérgico, que le motivaba a ir más allá. Aunque a veces era demasiado disciplinado.

- ¡Seguro que no nos cansamos, Katherine!, total es el primer dia.

El gimnasio se veia familiar - demasiado familiar - pero no le molestaba su visión. Es como si fuera un contrincante más a batir, como en atletismo.

Mientras el profesor gritaba como siempre, Shiro empezaba a calentar en su sitio, preparándose como si fuera una maratón.

Con la música a todo el volumen que mi mp3 permitía me dirigí al camerino y me puse el uniforme de gimnasia, no me apetecía volver al gimnasio, no después de todo lo que había pasado, pero al parecer algunos creían que llevarnos a ese espantoso lugar para dar “normalidad” a lo que había pasado era lo mejor.

Una vez cambiada me dirigí al gimnasio con los demás y me acerqué a Katherine – Hola, no te había visto antes – saludé mientras me ponía a su lado y le dedicaba una sonrisa, la verdad es que estaba tan metida en mi mundo que no le había visto y había sido de lo más descortés de mi parte.

Luego puse atención al profesor que parecía haber salido de una película de acción y fruncí ligeramente el ceño, esto no tenía pinta de ser una clase tranquila.

-No mucho Tempus.san, pero hago mi mejor esfuerzo jejejej - le resondió a su compañera - nos vemos en la clase...

Decía mientras se separaban para cambiarse en los camerinos del gimansio, ese lugar que le había dado tantas cosas en qué pensar y no podía hacerlo claramente aun. Mientras se cambiaba pudo darse cuenta de cuanto odiaba las pantalonetas, pero bueno, no podía hacer otra cosa que usarla.

No pudo reprimir sonreír cuando vio al profesor, ese estereotipo le recordaba a sus guardaespaldas, pero también se dio cuenta que morirían con el entrenamiento, era un hombre demasiado musculoso,tanto que parecía sacado de algún comic o algo parecido, se acomodó su capucha gris, no quería dejarla, y se acercó al resto de sus compañeros.

Mamoru aún estaba inquieto por la seguridad de la presidenta, se preguntaba si debia regresar incluso habia tomado la resolución de volver y espiar en la clase, pero era un poco tarde, su cuerpo lo habia llevado de forma automatica a los vestidores masculinos-¡¡¡Condenado control automatico!!!-penso molesto consigo mismo.

Bastante enfuruñado consigo mismo se vistio para la clase. Ya afuera con todos los demas vio aterrado al musculoso humanoide que decia ser su profesor de Gymnasia-¿¿Que diantres pasa aqui??, primero una profesora que parecia el mal encarnado y ahora un profesor con pinta de un musculoso demente, ¿esta escuela es la mas rara en la que estado- Penso Mamoru inquieto. Sabia algo del tema, no era la primera vez en otra escuela, pero era la primera vez que veia profesores tan fuera de su definición de lo normal.

Ante las fuertes palabras del adicto al ejercicio Mamoru se puso firme cual vara de medir y dijo en tono marcial como si estuviera en una especie de milicia:

-Si, espero con ansias la clase, sensei.

Ayyy, qué miedo me da. Aquella sin duda iba a ser una clase dura, muy dura. Nunca me había gustado especialmente hacer ejercicio pero esa mole venía dispuesta a hacer que moviésemos todos los músculos del cuerpo, incluso aquellos que no sé cómo se llaman. Pero tiene razón, si tenemos que luchar contra lo que sea que nos atacó tenemos que ejercitarnos. Tengo que hablar con Shiro, ella tiene que saber algo más seguro.

Agacho la cabeza entre los hombros intentando ocultarme de la mirada del Sensei, por mucha falta que aquellos nos hiciese no tenía ninguna gana de comenzar y todo en él me asustaba mucho. 

Irisu extiende la lista a la profesora, la cual la mira con detenimiento para luego agregar - Como te dije antes, no quiero que te incluyas porque tengo otra tarea para ti. A pesar de esto, buen trabajo. Me parece bien cómo lo has hecho. Dicho esto, toma un bolígrafo y modifica la lista para mostrártela luego.

- No le hagas saber a tus compañeros todavía cómo será la acomodación. Deja que sea una sorpresa - te guiña un ojo y dice - Reúnete conmigo antes de salir después del receso que debemos acomodarlos a todos en los buses. Por ahora, puedes ir a tu clase. Reúnete con los otros en el gimnasio y ponte el uniforme de deporte.

Cuando te extiende la lista, puedes ver que hay ciertas modificaciones.

Katherine con  Yuuko

Kenta con Koichi

Mamoru con Jaycee y Shiro Kuroryuu

Aimi con Naoko

Reimu con Shiro Kasumi

Shiro Kuroryuu con Irisu

El hombre escucha las reacciones de todos y ríe de forma exagerada, casi como si su risa fuera a quebrar los ventanales que les había tomado tanto tiempo reemplazar.

- ¡ESE ES EL ESPÍRITU, JOVENCITO! - golpeó a Mamoru con fuerza en la espalda, la suficiente para derribar a un elefante. Luego se dirigió a los demás.

- ¡VAMOS A HACER UN CALENTAMIENTO BÁSICO, COMO SU COMPAÑERA DE ALLÍ! - señala a Shiro Kasumi, quien parecía estar emocionada.

- ¡TODOS A CORRER! ¡5 VUELTAS AL GIMNASIO TROTANDO Y LUEGO 10 ABDOMINALES Y 20 FLEXIONES DE PECHO! ¡EL ÚLTIMO TENDRÁ QUE SUFRIR UN CASTIGO AL MEJOR ESTILO DE LA FAMILIA DAIDOUJI!- volvió a reír tan estruendosamente que se sintieron descolocados por un momento, casí desorientados por el fuerte ruido que generaba.

Mientras esperaba que comenzaran a correr, se tiró al suelo y comenzó a realizar flexiones apoyándose solo en una mano y con un único dedo de apoyo. 

Kenta respira profundo, tratando de calmarse ante las palabras del sensei y alarmado, comienza a correr. No tenía idea de cómo haría eso, ya que era buen deportista pero en los deportes que se trataban de agilidad y trabajo en equipo. En fuerza... Bueno, no era muy bueno.

Yuuko se fue detrás de Kenta, quien parecía correr enérgicamente, aunque no sabía si podría alcanzarlo. Al fin y al cabo, tenía piernas cortas.

- Odio este tipo de calentamiento - dijo en voz baja mientras seguía corriendo.

Shiro miró a Jaycee y a Katherine y les dijo - Veamos quién puede correr más. Definitivamente, no quiero ser la última - se colocó en posición de arranque y comenzó a correr.

A pesar de haber comenzado después, logró sobrepasar a Yuuko y Kenta con facilidad. Para ser tan frágil, parecía ser veloz.

Katherine le sonrío a Naoko para no interrumpir al profesor en su discurso. Pero se pone tiesa como una tabla cuando solicita el "calentamiento". <<This is not warm-up, it is an abuse to our physical capacity>. Cerró los ojos al escuchar cómo golpeó a Mamoru y observó a sus compañeros empezar a correr. Las palabras de Kuroryuu la animaron a pesar de la demostración increíble del profesor Daidouji y su amenaza del castigo. Se colocó en posición de arranque y salió detrás de la chica. Sintiendo la energía que recorría su cuerpo, la ojiazul volteó a ver a Jaycee, Kasumi, Mamoru y al resto con una sonrisa.

-Come on! You can do it!

A los pocos segundos estuvo a la par de la retadora y trató se seguirle el ritmo a pesar de que no es buena en ese tipo de ejercicios.

Irisu asiente, algo sorprendida aun por las peticiones de la sensei, sale tranquilamente del lugar y con paso veloz se dirige a los cambiadores.

Debo de tranquilizarme.

Mientras se cambiaba la ropa trato de nuevo de alejar sus pensamientos más oscuros.

Con el uniforme de deportes puesto, salió al gimnasio, esperaba que algo de ejercicio físico le ayudara con sus problemas mentales. 

Con las piernas aún calentando empezó a trotar, como gritó el profesor. Aunque no empezó a un gran ritmo, lo soportó muy bien. Me tendré que poner las pilas para impresionar al profesor. Pero tampoco quería hacerse daño.