Partida Rol por web

Katherine escuchó con atención cada palabra de Jaycee mientras caminaban rumbo al Instituto, dándose cuenta que no eran los mismos niños que se hablaron por primera vez cuando iniciaron las clases, pues había detrás toda una historia que les permitía ver y comprender este nuevo mundo de manera diferente.

-Cuando desperté me asusté mucho al ver que no había rastro tuyo en mi teléfono, en mi habitación.. Cualquier evidencia... Pero al ver a Ephorus.. Edward, vivo, me alegré tanto por Animae porque ella deseaba que su hermano tuviese la buena vida que merecía... Y ahora resultó ser líder de una banda-sujetó con más fuerza la mano del chico y a la vez con suavidad como si aquello fuera a romperse -Si no me recordaras yo me habría acercado para dar el primer paso...-se detuvo para mirarlo directamente a sus ojos y su sonrisa se iluminó -. Me habría sentido triste si no hubieras tenido tus memorias, pero con tan solo saber que estabas vivo habría sido feliz... Y estoy consciente que es probable que los demás no recuerden nada, pero creo que para algunos eso sería lo mejor. Así no tendrían un pasado que los atormentara... Claro. Estoy feliz de recordar todo, lo malo y lo bueno, la luz y la oscuridad-tomando la iniciativa y con una parte de Animae en ella por las lecciones de vida compartidas, besó a Jaycee con calidez y ternura, no parecía ser el primer beso de la joven inglesa de 17 años aunque en realidad eso era-. Gracias por estar aquí... Y no bromeo con buscar a los demás... Me encantaría crear una amistad con Zmiy... y no creo tener un club de fans.

Sonrió y se recargó en él unos momentos más antes de retomar el camino a la escuela. Estaba feliz, y de corazón deseaba ver a los demás y averiguar si estaban bien.

Algo tan nuevo que le parecía tan conocido, ¿se podría decir que eran personas nuevas? Sin duda lo eran, tomó su móvil, el no había comprobado sus números o contactos, solo miró si había alguna evidencia de lo ocurrido, de los mensajes que pretendían ayudar a tanta gente de la dimensión de Aberrant.

- ¿tu número es el mismo? - dijo tecleando casi de memoria un número que se esforzó en memorizar antes de iniciar aquel "viaje". Le mostró el teléfono con nombre apellido y número ya escrito, solo faltaba aceptar guardarlo, o rectificar algún fallo que pudiera haber.

Caminaba con una sonrisa en su rostro, pensaba que al acercarse al instituto cogidos de la mano, la mayoría de quienes se suponía que les conocían se sorprenderían, pero ya no eran los críos de antes, podían asimilar sin vergüenza, o al menos no demasiada, que querían estar juntos.

Sería gracioso ver la reacción de "Edward", ahora que era su hermano. ¿Intentaría intimidarle? Miró alrededor casi riendo - esperemos que si tu nuevo hermano quiere defenderte, no aparezcan sin preguntar "mis hombres de negro" jejeje.

No le importaba imaginarse ese instante como si de una comedia se tratara, y un Jaycee y una katherine riendo ante tal estrambótico y abstracto momento.

Al ver a Aimi y notar que lo reconocía, Hikari se puso muy contento.

-Aimi! Me alegra que estés bien. -luego de una pausa- Yo tampoco sé que pasó. Desperté en mi habitación como si todo hubiera sido un sueño. Supongo que triunfamos. De otra forma, la tierra habría sido destruída. Creo que la reina quiso que volviéramos a la vida tranquila que conocemos. Has visto a los demás? Sabes si están bien?

-Sí, es el mismo... o debería-Katherine se encogió de hombros y ella misma tecleó la pantalla para dar "aceptar", denotanto confianza y que de ahora en adelante entre los dos podría comenzar una comunicación estable porque, sin palabras ni nada oficial, ellos dos habían iniciado una relación que les antecedía de otro tiempo y mundo, pero que prevaleció hasta su propio presente.

¿Qué pensaría sus padres cuando se enteren que la menor de los Tempus había cambiado de esa manera? Esperaba poder conversar con ellos tranquilamente para esclarecer dudas... Pero... ¿qué había pasado con Animae y Schmella, y los demás guerreros? ¿Estarían en alguna parte observándolos, durmiendo en su interior o por fin descansan en paz y perdonados por todos los pecados cometidos? Aunque no sería respondido si lograba ver al resto en la escuela, una parte de ella podría aceptar esta segunda oportunidad de vivir.

-Si Edward guarda similitudes con Ephorus...-Katherine soltó una ligera risita y miró a Jaycee-... será algo difícil de ganar. Pero sé que es una buena persona y...-se colocó una mano a su pecho, sabiendo que el cariño que sentía a su "nuevo" hermano mayor era genuino-... me encantaría que los dos se llevaran bien.

Se permitía reír de manera sincera, incluso la guerra le parecía algo lejano... pero sabía que fue real, tanto el esfuerzo como el dolor, el orgullo y el amor. Jamás permitirá que aquello se olvide, grabándolo para siempre y con fuerza en su alma. Estaba nerviosa por llegar a la escuela. ¿Era todo real? ¿Nada malo ocurriría?

-Jaycee...-habló mientras estrechó con más fuerza la mano del chico-... ¿Puedo ayudarte con ese libro?

Jaycee asintió a las palabras de la muchacha, y sonrió cuando preguntó si podía ayudar en ese libro - de hecho, esperaba que me ayudaras, yo solo poseo la perspectiva de Ilify, me gustaría que fuera algo un poco más genérico, donde todos destaquen lo posible, y donde más ayuda necesitaré, es con el final también, algo más romántico que "todo parecía un sueño", la gente tiende a ser quisquillosa, y si se ofrece al mundo, necesitaremos un final que complazca un poco, no se si habrá más gente que recuerde todo, pero añadir en el final que solo unos pocos recordaban lo ocurrido, preferiría no ponerlo...

Las manos casi podrían aparentar cortarse la circulación entre ellas, como si el miedo a que todo fuera un sueño perdurara y buscaran asegurarse de no separarse.

- espero que Edwart no sea tan duro conmigo como con Ilify... Espero poderme llevar bien con él, pero si no se entera durante un buen tiempo mejor - se le escapó la risa, tal vez no teniendo ganas de seguir batallando por el momento.

-Solo te recuerdo que aún no domino el japonés... ¿me tendrás paciencia al momento de ayudar a escribir?-a la mente de Katherine revivieron los recuerdos de sus dos vidas pasadas: la chica que apenas llevaba viviendo dos años en Japón y la de Animae. Efectivamente, esclarecer todas esas vivencias y las de otros puntos de vista sería complicado, pero se esforzaría-. Conviví con muchos antes de que todo pasara: Irisu, Mamoru, ambas Shiro, Aimi, Naoko... Kenta... Yuuko... Koichi... a todos deberíamos involucrarlos y darles su importancia... todos fueron de ayuda de cierta manera-al decirlo, recordó a Koichi esforzándose en limpiar la imagen de la "clase maldita" y pensó si él los recordaría a todos-... así que puedo ayudarte con eso. 

Continuó escuchando al chico pensando en ideas para conglomerar todo lo que ambos querrían reflejar en la historia, dándose cuenta que no solo serviría para hacer llegar a otros lo que ocurrió aunque lo consideraran ficción, también era un desahogo para ellos mismos.

-Sobre el final podríamos bosquejarlo una vez tengamos planeado el desarrollo. Y tampoco quisiera poner que solo unos cuantos recuerdan lo sucedido... podríamos dejarlo como una especie de reinicio, donde todos tuvieron una segunda oportundidad sin la sombra de la guerra: todos renovados y queriendo llevar una buena vida como lo merecen-la ojiazul continuó reflexionando, pero suspiró calladamente-... Hagamos una lluvia de ideas con calma. Aún debemos cersiorarnos si alguien más recuerda.

Faltaba poco para arribar a la escuela. ¿A quiénes más mirarían? Una emoción palpable iba creciendo y le ayudaba que su mano apretara la de él, reafirmando que esa realidad continuaba a su alrededor.

-Yo me encargo de Edward-Katherine volvió a sonreír y luego recordó algo-... Oh, ahora que lo pienso... esta vez soy mayor que tu, tengo 17 y tu 16 -guiñó el ojo y río un poco.

Casi era como caminar en una nube.

- Do not worry about the Japanese, even if it does not look like it, I'm not bad at English - heredero de una mafia, que manejaba desde pequeño, tal vez sin el inglés se lo hubieran comido, no eran pocos los negocios que debía limpiar, y muchos de ellos incluso estacionados en el extranjero.

No le gustaba mucho hablar en inglés, sentía que traicionaba a sus raíces, pero tampoco era como si no lo pudiera hablar - preferiré el japonés jeje. En cuanto a la edad... Mmmmm... Sigo siendo mayor - dijo midiendo con su mano la altura de ambos como si compitiera por ser mayor en algo.

- No, eres al primero que veo - rió levemente.

- No sé, creo que tendremos que verlos para saberlo. ¡Apresurémonos! - te dijo algo emocionada.

Ya se iban acercando, cuando te enteraste que te habían cambiado de aula, para la que solo tú parecías recordar que había sido denominada la "Clase maldita". Los demás parecían haberlo olvidado.

Cuando llegaron al instituto, se dirigieron a su salón y parecía haber una gran expectativa por una nueva estudiante que llegaba. Si bien esperaban ver a Natsume-sensei, quien los recibió fue el muy entusiasta profesor Shinta Daidouji, quien se caracterizaba por su alto tono de voz.

Todos estaban en el mismo salón: Aimi Kitamura, Chidori Maki, Hikaru Misaki, Irisu Dairokuten Mao, Jaycee Yamamoto, Ketherine Tempus, Mamoru Tsukaima y Shiro Kasumi, además del cambio de Umino Hikari y Leticia García quienes antes hacían parte del grupo B.

También podían ver a otros compañeros como:

 Koichi Ayase

 Shiro Kuroryuu

Había un puesto vacío, al parecer los rumores eran ciertos.

Tras dejar que todos tomaran sus asientos, comenzó a hablar con su tono de voz exageradamente alto.

- ¡BUENOS DÍAS, PEREZOSOS! ¡SÉ QUE NO SOY TAN GUAPO COMO NATSUME-SENSEI, PERO ELLA TUVO QUE SALIR DE LA CIUDAD Y ME PIDIÓ QUE LA REEMPLAZARA POR ESTA SEMANA! ¡JAJAJAJA! - hablaba con las manos apoyadas en su cintura.

- ¡HOY ES UN DÍA IMPORTANTE! ¡IRISU DAIROKUTEN MAO SERÁ LA NUEVA PRESIDENTA DEL CONSEJO ESTUDIANTIL AHORA QUE EL ANTERIOR PRESIDENTE TUVO QUE VIAJAR AL EXTRANJERO A ATENDER PROBLEMAS FAMILIARES! ¡HAZ TU MEJOR ESFUERZO, NIÑA! ¡JAJAJAJA! - siempre era muy entusiasta.

Los aplausos no se hicieron esperar para la nueva presidenta.

- ¡AHORA QUIERO QUE POR FAVOR RECIBAN A LA NUEVA ESTUDIANTE COMO RECIBIMOS A LOS NUEVOS ESTUDIANTES AQUÍ! ¡ELLA SERÁ PARTE DE LA CLASE A PARTIR DE HOY! ¡JAJAJAJA! ¡ENTRA, DE SEGURO TUS COMPAÑEROS SERÁN AMABLES CONTIGO! ¡JAJAJAJAJA! - y tras esto, se abrió la puerta.

Una chica de un largo cabello azul y una figura esbelta entró. La elegancia con la que caminaba hacía que su cabello ondeara con el viento. De seguro habría chicos con deseos de hablarle en ese instante.

La chica escribió su nombre en el tablero y se giró con una sonrisa vistosa.

Hizo una reverencia y por fin habló con un tono amable - Soy Mariko Kitsune. Es un placer conocerlos y espero que nos llevemos bien - el profesor le indició dónde sentarse.

Luego, agregó - ¡DESPUÉS DEL RECESO, TENDRÁN UNA PEQUEÑA SORPRESA POR PARTE DEL CONSEJO ESTUDIANTIL EN EL GIMNASIO! ¡ALLÁ ESTARÉ ESPERÁNDOLOS! ¡JAJAJA! - tras eso, el profesor se retira.

Las clases transcurrieron con normalidad hasta que llegó la hora del receso, donde podían interactuar con libertad.

Chidori se levantó de la cama alterada, realmente aquello era extraño, se mira las manos, aun no creyéndose que estaba ahí.

Espera… ¿ha sido todo un sueño? No, es imposible, pero si lo he sentido todo tan real… pero, no es como si hubiera pasado… un sueño demasiado vivido…, no, no puede ser, porque me siento así, lo he sentido todo, estoy totalmente segura de ello.

Decía mientras se miraba las manos, realmente no sabía que pensar, por un lado, estaba segura de haberlo vivido todo, pero por otro era extraño, debería estar muerta, al igual que Platinium.

Con cierto pesar se empezó a preparar para ir al instituto, quizás era un sueño demasiado elaborado y demasiado vivido, realmente no lo sabía, aun así, no se sentía bien, se sentía todo demasiado real, demasiado vivido. Mientras bajaba para desayunar pensaba en todo esto.

Cuando Chidori llego al instituto estaba un poco aturdida aun por lo que recordaba, sentía cierta angustia porque no estaba segura de sí era un sueño o era realidad lo que había sentido. Sin mirar a nadie se dirigió al aula, quería evitar el contacto con todo el mundo, lo que por otro lado era lo normal en ella, aunque no sabía porque sentía que quería hablar con ciertas personas, ciertos compañeros, los que habían aparecido en sus recuerdos, realmente no sabía muy bien qué hacer ni decir, ¿y si solo era un sueño que ella había tenido y se reían de ella?.

La entrada de aquella chica nueva hizo que abriera los ojos de par en par, realmente no sabía que pensar, durante casi todas las clases estuvo mirando a Mariko de reojo, no podía concentrarse en las clases, no sabía que era lo que pasaba, si se había vuelto loca o lo que recordaba era o no era real. Finalmente llego el descanso, no sabía qué hacer, ardía en deseos de levantarse y lanzarse a los brazos de cierta persona que tenía delante suyo, sin embargo, ¿era real lo que había sentido? ¿solo ella se acordaba? No lo sabía, realmente no lo sabía y era algo que le ardía por dentro.

Con un grito y un sobresalto Mamoru salto de su furton, se vio a si mismo con su ropa de dormir mojada de sudor. Se tocó el pecho espantado y luego vio bajo sus boxers, todo estaba donde debía estar lo cual lo hizo suspirar de alivio, aunque no estaba seguro del porque.

Se baño y se arreglo como siempre, se preparó un desayuno sencillo y se dispuso a desayunar. Mientras comía se le ocurrió ver la Tv para ver el noticiario; el primer canal mostraba un anime de chicas mágicas luchando contra una mujer mayor muy malvada; esta iba con un vistoso vestido azul oscuro y una tiara dorada muy pequeña que adornaba su larguísimo cabello blanco. Mamoru comía hipnotizado mientras veía a la mujer reír como loca mientras arrojaba rayos de hielo a las heroínas.

—Wow, esa Reina sí que es muy malvada.—comento a Ñyankuro, este solo bostezo indiferente ante la frase y siguió durmiendo.

Una alarma sonó y Mamoru vio espantado que ya se le hacia tarde. Voto todo en la tarja y apagó todo, marchándose corriendo.

—ES TARDE, ES TARDE, ES TARDE, ES TARDE.....-no paraba de repetir aterrado, hoy era el regreso a clases y no quería llegar tarde.

Irisu se sintió orgullosa al ser nombrada, así sentía su esfuerzo valer la pena.

Así será

Pensó mientras escuchaba el resto del discurso.

Al finalizar se dirigió al frente, donde había estado el profesor, sabía que poseía una figura bastante decente como para atraer a los hombres así que cruzo sus brazos resaltando aun mas su porte y silueta.

-Estaré a su disposición junto a todo el consejo estudiantil.

Ofreció su ayuda a todos tomando notas mentales de cualquier punto importante a lo largo del día.

Esa chica, Chidori Maki, parece bastante distraída… pero según recuerdo ha sido etiquetada con algunos apodos, pero no ha ocurrido nada especial este curso.
Tal vez solo tenga un mal día. Aunque si sigue así, tal vez podría hablar con ella.

Transcurrida la clase, en el receso platico un momento con Shiro Kuroryuu y Koichi Ayase sobre sus actividades.

-Espero llevarme bien con ustedes. Ya hacer todo lo posible por estar a la altura del anterior presiente.

Y tras una reverencia se despidió de ellos, quedando sola para disfrutar de un rato libre.

También se presentó ante los nuevos en la clase de manera más personal.

-Umino Hikari, Leticia García -Sintió un escalofrío. Se que solo se han movido una clase, pero si tienen cualquier duda, estoy para ayudarles.

Aunque no esperaba una gran respuesta, miro a la niña pelinegra, algo vino a su mente.

Escuche rumores de maltrato, creo que deberé tener un ojo sobre ella.

Debía ser ese rumor el que se sintiera preocupada por la niña, así que después debería revisar los rumores sobre bullying ya que como presidenta no toleraría algo así.

Hikari estaba sorprendido. Todo parecía ser demasiada casualidad. Tan grande era el poder de la reina? El caso es que estaban todos allí. Recordarían el pasado como él y Aimi? Pero por otro lado, sería raro que sólo ellos dos lo recordaran. Sentía deseos de preguntarle a todos, pero tenía que esperar hasta el receso.

Sinembargo, una persona en particular atraía su atención. Ni bien comenzó el recreo se acercó a ella.

-Ab... digo... Leticia, eres tú? Recuerdas lo que pasó? -le dijo a su antiguo amor, esperando de corazón que recordara.

Mariko se percató de la forma en que la miraste durante toda la clase y solo rió algo divertida.

- Escuché a Platinium por allí. Si quieres hablar, saldré del salón hacia la sala de arte - y miró también a Umino negando con la cabeza, a Katherine y a Jaycee.

Kuroryuu se te acercó y te dijo - Vamos - ante las palabras de Mariko.

Kuroryuu se te acercó y te dijo - Vamos - ante las palabras de Mariko.

Kuroryuu se te acercó y te dijo - Vamos - ante las palabras de Mariko.