Partida Rol por web

Foley miró de reojo a la capitana, que permanecía cabizbaja en su mesa, como si esperara algo.

-Está bien. Esto es lo que haremos. El señor Tyrell ya ha colaborado todo lo que ha podido y según tengo entendido, han vuelto a molestarlo. Eso no volverá a ocurrir, si no quieren volver a las calles a recoger mierdas de perro. En segundo lugar, las dos muertes han sido producidas por dos locos que han entrado en las casas en cuestión. Caso cerrado. Hay muchos otros crímenes que resolver y poco tiempo para hacerlo.

Foley tomó aire antes de continuar.

-Tercero. Capitana, quiero ese dedo y los discos. No más registros indebidos. La corporación SintFood ha solicitado que le sean devueltos y el Departamento de Policía no puede permitirse el lujo de una denuncia por su parte. ¿Ha quedado todo claro?

- Ningún problema comisionado Foley. - Dijo entonces la agente Blessing. - Cuando nos de todo por escrito y firmado, abandonaremos el caso y devolveremos todo  sus legítimos dueños. - Miró entonces a la capitana buscando su aprobación. - Es una orden totalmente ilegal por su parte, así que la necesitamos por escrito. Y cuidado con coaccionarnos de alguna manera señor Foley, porque en el caso de hacerlo quien denunciará ante fiscalía soy yo señor Foley y no al departamento de policía sino a usted en persona.

Aquellas palabras no le gustaron nada a Foley, que se encaró directamente con Joy.

-Yo no tengo que darle una mierda, agente. Le recuerdo que no solo soy su superior y no respondo ante usted, sino que no tiene ningún derecho. Es usted propiedad del departamento de policía y puedo desconectarlo, llevarme un brazo a mi casa y ponerlo encima de la chimenea si eso es lo que quiero o hundirlo en la bahía, porque no es diferente al frigorífico que hay en mi cocina. Así que quítese de mi vista si no quiere acabar en el basurero.

La capitana se puso en pie.

-Denle lo que pide. Eso no es negociable. Comisionado, no es necesario que les hable así a mis agentes. Podrá tener razón, pero eso no le da derecho...

Me da todo el derecho del mundo, Capitán Taylor. Quiero esas pruebas dentro de una hora en mis manos y que sus agentes empiecen a trabajar de verdad. No se les paga por hacer viajes de recreo por la ciudad sino por capturar pellejudos, algo que ahora mismo no están haciendo. Tenemos información de que una gran cantidad de ellos se encuentran ahora mismo en nuestra ciudad y los quiero fuera de circulación. Todo lo demás es secundario. ¿Me han oído?

Después del rapapolvo, el Comisionado salió del despacho, dejandoos a los tres a solas.
 

- Seré propiedad del departamento y podrán desmontarme cuando deseen. Pero... - Se tocó la cabeza. - A diferencia de los humanos, todo lo que presencio queda grabado aquí. - Dio varios toques en su disco duro. - No responde ante nosotros, pero si ante el fiscal. Puede que esté comprado, eso no lo pongo en duda, pero la ley en este caso está de nuestra parte. Al menos en la teoría. - Miró con determinación a la capitana. - Desmonte mi disco duro y apórtelo como prueba ante un juzgado. Ese hombre no puede impedir una investigación oficial. Está cometiendo un delito grave de coacciones.

Foley ni siquiera se molestó es escuchar lo que estabas diciendo. Directamente salió del despacho, dándote la espalda.

La discusión aumentaba de tono y Joy aunque replicaba con toda la razón no se daba cuenta de que por mucho que dijese a ese hombre se la sudaba.

-Bueno, calmemos los ánimos Joy, aquí no vamos a desmontar a nadie ¿De acuerdo?-miré al Comisionado con decisión, Joy era mi compañera, por muy Replicante que fuese no me gustaba la idea de verla vendida por piezas.

Estaba claro que ese capullo estaba comprado y le interesaba mucho hacer desaparecer esas pruebas, seguramente el propio Tyrell sería el primer interesado en que toda prueba relacionada con su nuevo producto fuera eliminada. En el fondo estaba deseando estampar mi puño en la cara del Comisionado, pero me contuve, aunque la mala leche aunentaba y clavé mis ojos en él-Hacemos todo lo que podemos en la investigación, pero como no paran de ponernos trabas, así no hay cojones de avanzar, sobre todo si nos quitan las pruebas que tenemos-mi tono era frío y totalmente neutro-¿Quiere un dedo y discos duros? Se los daremos en una hora y podrá respirar tranquilo-dicho ésto y tras desaparecer el tío por la puerta, me quedé un segundo en silencio.

-Será gilipollas-mascullé mientras miraba como se alejaba-Joy, tienes que aprender a controlarte en éstas situaciones. Tienes toda razón pero cuando te topas con gente como ese capullo ni hay nada que hacer...aunque te joda tienes que callarte y no contarle cada detalle, ahora no tendremos nada...o..espera- miré a Taylor-Aún está el cuerpo de la N3 en la morgue? Podríamos cortarle un dedo y darle el cambiazo y discos duros aquí tiene que haber en el departamento informático seguro... así ganaríamos tiempo-dije con una sonrisa traviesa, mirando a ambas-¿que le parece jefa?-

La capita sonrió un segundo, de forma casi indistinguible, antes de responder.

-Me parece que no he oído nada de lo que has dicho, Richard, pero a partir de ahora, no podré apoyaros mucho más con esto. Lo que hagáis, vais a tener que conseguirlo solos. Y si por el camino podéis desarmar a un replicante, mejor que mejor. Ahora marcharos.

Joy, tienes que aprender a controlarte en éstas situaciones. Tienes toda razón pero cuando te topas con gente como ese capullo ni hay nada que hacer...aunque te joda tienes que callarte y no contarle cada detalle, ahora no tendremos nada...o..espera

- Entendido... - Dijo la replicante. - En muchas ocasiones el comportamiento humano escapa a mi raciocinio. No pensaba que hubiera dentro del Departamento... - Pensó en la palabra adecuada y entonces miró a Richard con una sonrisa. - ...capullos como el señor comisionado.

 Me parece que no he oído nada de lo que has dicho, Richard, pero a partir de ahora, no podré apoyaros mucho más con esto. Lo que hagáis, vais a tener que conseguirlo solos. Y si por el camino podéis desarmar a un replicante, mejor que mejor. Ahora marcharos.

 - Entendido jefa. - Respondió Joy. - A partir de ahora nos apañamos solos. - Miró entonces a Richard. - ¿Vamos a hacer lo que tenemos que hacer? - Le dijo con una mirada pícara, al menos todo lo pícara que podía ser la mirada de una inexperta nexus 4. - Luego tendremos que entregarle al señor Foley lo que ha pedido. Ya será hora de comer y los humanos soléis comer. ¿No Richard? 

-Joy, capullos hay en todas partes, el cementerio está lleno de capullos, desconfía y más aún de personajes como el comisionado-costesté de mala gana al mentar al burócrata de pacotilla.

-De acuerdo jefa, nos ponemos con ello y gracias, la mantendremos informada. Vamos Joy, hagamos el cambio de pruebas y se lo damos a Foley como buenos Blade Runners que somos-dije con una leve sonrisa mientras salíamos del despacho.

Cita:

Mostré una pequeña sonrisa ante el bromista comentario-Si...es una costumbre que intentamos mantener unas tres veces al día mínimo, sino nos morimos-reí entre dientes. Tener a Joy de compañera era una montaña rusa, a veces exasperante, otras veceshasta me inspiraba cierta ternura por su ingenuidad en algunas cosas, pero era buena gente y no tenía maldad ninguna, cosa que en ese N5 parecía ser todo un profesional.

- Si quieres ves a dar el cambiazo de los discos duros. - Dijo la replicante. - Yo me encargo del dedo...

Joy se encaminó hacia el laboratorio. El comisionado quería un dedo, pues un dedo iba a tener. Fuera como fuera, al fin y al cabo si Tyrell no le había mentido, una vez amputado el dedo del cuerpo de un nexus, no se podía sacar demasiada información del mismo. Así que... si conservaban el dedo original como prueba, mucho mejor y nadie se daría cuenta. 

Una vez en el laboratorio Joy se percató de que todo estaba más calmado de lo que pudiera parecer. Estaba realmente desierto y eso le convenía. Abrir una de las congeladoras, extraer la bandeja y cortar un dedo no podía ser muy difícil. El hecho de que hubiera alguien que estuviera mirando en el momento que que uno lo hacía, complicaba el asunto. Dar explicaciones no era el fuerte de Joy Blessing, por lo que agradeció sobremanera que el doctor Morales no estuviera presente ese mediodía en el laboratorio.

Como bien había dicho Richard, los humanos tenían que comer y si lo hacían tres veces al día, aún mejor. En ese momento Joy cayó en la cuenta de algo. Richard le había hecho una broma y ella simplemente había permanecido impasible frente a él y finalmente había distribuido el trabajo. Tenía que mejorar aquello si quería parecer más humana. La cuestión era simple. ¿Quería parecerlo? No estaba del todo segura. 

- Céntrate Joy... - Se dijo a si misma. - Con estos pensamientos tan difusos al final va a resultar que eres más humana de lo que todo el mundo, incluida tu misma, cree...

Las congeladora estaban al otro lado de las mesas de operaciones. Joy Blessing las bordeó y se acercó hasta ellas. Debía de poner en algún sitio que cuerpo alojaba cada una de ellas. Allí no sólo trabajaba el doctor Morales, por lo que sin duda debían llevar algún tipo de registro. Podía empezar a abrir una por una todas las compuertas hasta dar con la nexus 3, pero eso no era para nada funcional. Así que, tras unos breves instantes de observación, encontró un cuaderno en el que se anotaba el nombre del cadáver y el lugar donde se estaba conservando.

- Nexus 3, puerta 3 fila 1. - Dijo Joy en un susurro a la vez que lo leía. - Bien hecho Joy... - Pensó encaminándose a la compuerta indicada y entonces la abrió.

- ¿Hola? - Escuchó Joy, era la voz de Jonathan Morales. Estaba viniendo hacia allí. No tenía tiempo de dar explicaciones, así que cerró el congelador de nuevo.

- ¿Doctor Morales? - Preguntó ella. - Soy Joy Blessing, le estaba esperando...

Morales apareció en el laboratorio preparado para otro día glorioso en el Departamento de Policía. Su despacho era poco más o menos como un pequeño cuarto para escobas, pero suficiente para guardar algunos documentos y su música favorita. Llevaba en su mano el trabajo para aquel día (cinco suicidios y siete atropellos, para empezar, además de ocho asesinatos) cuando escuchó a alguien andando por allí.

-¿Hola? -preguntó en voz alta.

¿Doctor Morales? Soy Joy Blessing, le estaba esperando...

Morales sonrió. Le gustaba aquella replicante. Era más humana que muchos humanos de por allí.

-Ah, hola Joy. Muy temprano para estar por aquí, ¿no? ¿En qué puedo ayudarte?

- Necesito un dedo de la replicante que abatí ayer y ninguna pregunta. - Le respondió ella de buenas a primeras con una sonrisa en la boca. 

Y no dijo nada más. Quizás había vuelto a pecar de ingenua o de demasiada sinceridad, pero poco más podía hacer en ese momento sin hacer participe de lo que estaba sucediendo al forense. Si no hacía preguntas y le daba lo que quería estaría eternamente agradecida, aunque dudaba bastante de que lo que estaba pidiendo llegara a serle concedido. Igual si no aceptaba de buenas a primeras, podía convencerle de alguna manera.

Mientras Joy se dirigía con decisión hacia las catacumbas... es decir, el laboratorio, tú miraste hacia la mesa. Allí, envuelto en plástico, estaban los discos duros para ser analizados. Quizás no encontrarais nada en ellos pero cualquier cosa que tuvierais podía ser la diferencia entre resolver todo aquel embrollo o perderlo para siempre.

Morales abrió mucho los ojos, sorprendido. La capacidad de aquella replicante nunca dejaba de sorprenderle. Ahora se estaba comportando, no como un robot con una programación predeterminada, sino como un humano rebelde que intentaba... ¡falsificar pruebas! Y eso...

... le encantaba.

Así que sin mediar palabra, se dio la vuelta, abrió el congelador en donde estaba la replicante que abatieron, extrajo la mesa metálica y extendió el brazo.

-Será mucho mejor si me enseña el dedo. De esa manera podré cortarle exactamente el mismo y del mismo tamaño -le dijo a Joy, mirándola casi como si fuese lo más natural del mundo.

Joy sonrió ante la reacción del doctor Morales. Desde luego no esperaba tanta colaboración por su parte. Ahora menos que nunca entendía porque Jonathan tenía fama de urañno y malhumorado.

Joy sacó el dedo. Lo llevaba consigo todavía dentro de una bolsa de pruebas. Se lo entregó a Morales con una sonrisa y esperó a que lo agarrara para hablarle.

- Le debo una doc. - Dijo la Nexus. - ¿Hay mucha diferencia entre un dedo de N3 y uno de N5? ¿Se aprecia a simple vista?

Cita:

-Perfecto, yo voy a por los discos duros, con todo el trabajo que tienen que hacer no creo ni que se den cuenta-medio sonreí con seguridad-Nos vemos en el coche en unos minutos-le susurré mientras veía como Joy se encaminaba a los sótanos del edificio donde se encontraban los laboratorios de investigación principales.

Fuí hasta el pequeño despacho de informática y ví los discos duros en una pequeña bandeja de pruebas, ahora no había nadie, así que aproveché el momento. Tenían otros discos duros desechados al estar corruptos y no me fue dificil sustituirlos en un minuto. No dejé de mirar a mi al rededor asegurándome de que nadie me viese y mucho menos las cámaras de seguridad, guardé con disimulo los discos duros de la investigación y salí de allí como quien no quiere la cosa de manera distraída.

Pero antes de salir vi a Louise que había acabado con el delincuente y fuí hasta su mesa, apoyé ambas mano en su mesa ante ella y me incliné para susurrarle algo. Luego saldría hasta el estacionamiento para esperar a Joy.