Partida Rol por web

Blancanieves y sus pupilos

Capítulo I: Una por la pena, Dos por la alegría

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14/07/2018, 23:19
Kyran Ó Conaill

Una vez el Kinain empezó a guiarlos, Kyran dejó de prestarle demasiada atención. Sí que sentía curiosidad sobre él, pero las preguntas que él le haría estaban lejos de las que le hacía la sluagh. Así que dejó que los dos parloteasen por el camino mientras él se dedicaba a mirar alrededor. 

Al entrar en el aula contuvo la respiración por un instante. Casi podía paladar el glamour, podía respirarlo. Llenó sus pulmones saboreándolo con fruición. Y luego contempló todas esas cabecitas pequeñas, llenas de imaginación y sueños. Debía ser bonito crecer con acceso a un lugar así. Tal vez fue ese el primer momento en que la importancia de que Goldtree continuase abierto y en funcionamiento caló en el sátiro, que hasta entonces había llegado movido principalmente por la lealtad hacia Orsi.

Sintió los ojos sobre ellos y sus labios se curvaron en una sonrisa. No estaba acostumbrado a tratar con niños, desde luego, ni siquiera se podía decir que él hubiera sido un niño demasiado normal en ningún momento, así que intentó no mirarlos demasiado para no asustarlos y se dirigió directamente hacia el profesor. 

—La cuadrilla de D'Orsigny —los presentó, extendiendo el brazo izquierdo para ofrecer su mano al troll—. Soy Kyran Ó Conaill. A Leonore —hizo un leve gesto con la barbilla hacia la chiquilla— le gustaría hablar un momento con los compañeros de Alice, si le parece bien. —Una pausa breve y añadió algo más—. Y nos gustaría también echar un vistazo a sus cosas. 

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15/07/2018, 10:58
Leonore Walsh

Sonrío cuando Stephen acepta la galleta. Por dentro me hace gracia que piense que forma parte de una costumbre mía, dado que la ha tomado con mucha solemnidad. Solo quería compartir la merienda, normas de cortesía. Acaparar todas las galletitas, con lo ricas que estaban, sería un crimen. La pena era no tener una buena taza de té para acompañar todo aquello.

-Nada que perdonar, es interesante- asiento a lo que dice Stephen, que se infravalora para las cosas que seguro sabe hacer. Un profe de Khitain tenía mucho mérito. Yo lidiaba con niños corrientes unas horas y ya me creía toda una proeza por ello. Porque Neakail no los aguantaría ni un par de segundos.

Que Stephen diga que “tratan de llevarse bien” me suena a que no son amigos. Es como cuando yo trato de llevarme bien con los compañeros del instituto, pero me tiran las cosas al suelo “sin querer” por los pasillos.

Abro los ojos de par en par al ver al troll. Nunca había visto uno. Los imaginaba más feotes y gordos, claro.

-Anim… Ah, ¿sí?- mis ojos volvieron a brillar, mirando a Stephen. Íbamos a poder jugar con los niños, menuda fantasía.

Lo primero debía ser jugar a que el juego es lava, eso es ultradivertido. Subirse a las mesas y las sillas… Sí, sí…

Miro a Kyran cuando dice que en realidad venimos a hablar y arrugo ligeramente la nariz. No venía a hablar.

-En realidad vamos a jugar a algo, sí, sí… Vamos a repartir hojas y todos van a dibujar cómo creen que es un dragón. O si han visto uno, que lo pinten. Porque yo nunca vi ninguno y me gustaría saber cómo se ven… En mi instituto no nos hablan de dragones, pero seguro que aquí sí- junto ambas manos por los pulgares, para lo que otros interpretarían como una paloma, pero yo quería indicar las alas de un dragón. -¡Vamos a pintar un dragón!

- Tiradas (1)
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15/07/2018, 11:37
Deanna O'Connor

Seguro que me habría ido igual de bien en esta escuela que en el colegio al que iba...- rezongó, tras la explicación que daba Stephen a su trabajo en Goldtree- Los niños no son para nada crueles. Seguro que ser diferente al final no es para tanto... Ni que esos chiquillos fueran a señalar a una cría porque fuese un poco hiperactiva, se aburriese mucho en clase y le gustase contar historias rocambolescas y de vez en cuando además se le ocurriese hacer alguna cosa disparatada...-añadió, encogiéndose de hombros, mientras miraba alrededor, empezando a caminar más despacio conforme se acercaba el grupo a la entrada de la clase de Alice. 

Niños... Miles de niños...-dijo, al asomar por la puerta, observando aquellas pequeñas caritas, que ahora se fijaban en todos ellos. Unos rostros entre los que se incluía aquel que poseía el enorme troll al que todos parecían llamar señor Cid- Hola, niños. Yo me voy. Tengo que traer al gato. - declaró, esbozando una sonrisa tensa- Quería decir, ir al baño, claro.-concluyó, antes de darse la vuelta, encaminándose hacia el lugar en el que Stephen había indicado que se encontraba el servicio. 

- Tiradas (1)
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15/07/2018, 20:57
Narración

Cid Boulderfist, el "Puño de piedra". Su nombre había sonado mucho, y a tus oídos en el Ensueño habían llegado rumores de él cuando apareció en Glasgow hace algunos años ya, de la boca de otros Kithain.

De Cid se decían muchas cosas, y la mayoría, positivas (o negativas, según la afiliación que tuvieses). Un Troll cuyo honor y valentía nadie ponía en duda, leal hasta el punto del extremismo por momentos, chapado a la antigua con un código de honor caballeresco que incluso pocos achacaban a los Sidhe nobles. Su odio por traidores y enemigos de los Kithain venía de varias vidas atrás, pues según dicen las historias, muchos muchos años atrás su brazo fue cortado con hierro frío por alguien quién le traicionó. Su herida nunca sanó, aún en reencarnaciones sucesivas, hasta que tras un viaje a los confines perdidos del Ensueño, regresara con un nuevo brazo de roca sólida.

Como buen Troll, hazañas de sus proezas de fuerza y sus aportes en batalla no faltan nunca. Algunos rumores dicen que un golpe con su puño de piedra es capaz de detener el corazón del desafortunado objetivo. Que es capaz de levantar edificios con sus rocosos músculos, y que los que pierden su confianza, pocas veces conservan la vida.

Ahora parecía claro que estaba al servicio de la baronesa. Y en últimas eso era un punto a favor de la Sidhe, que no estabas seguro de por qué no lo comentaba más... pues la lealtad de un Troll como Cid era el tipo de respaldos que ganan apoyes en todas las cortes, aquí y en cualquiera de los 7 reinos de Alba.

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15/07/2018, 21:05
Narración

Cid Boulderfist, el "Puño de piedra". Su nombre había sonado mucho, y tú, fiel a tu curiosidad, habías indagado más sobre el Troll. Se trataba de uno de los más nobles Kithain que pudiese pisar Glasgow, y su llegada algunos años atrás no había pasado desapercibida.

Cid es un Troll cuyo honor y valentía nadie ponía en duda, leal hasta el punto del extremismo por momentos, chapado a la antigua con un código de honor caballeresco que incluso pocos achacaban a los Sidhe nobles. Su odio por traidores y enemigos de los Kithain venía de varias vidas atrás, pues según dicen las historias, muchos muchos años atrás su brazo fue cortado con hierro frío por alguien quién le traicionó. Su herida nunca sanó, aún en reencarnaciones sucesivas, su aspecto feérico siempre despertaba sin su brazo derecho. En una de sus vidas posteriores, se embarcó en una aventura en algún remoto confín del Ensueño, en donde se dicen habitan primos lejanos de los Changelings, Espíritus Elementales que se retiraron del mundo de Otoño al aumentar la banalidad. 7 largos años sirvió entre los elementales, probando su valor y lealtad; y llegando a arriesgar su vida ante peligros desconocidos que sólo quienes han rondado el Ensueño pueden mencionar. Al cabo de ese tiempo, los Elementales de la tierra decidieron agradecerle, restaurando su brazo... usando materiales del lecho del roca de donde se dicen nacieron los primeros elementales.

Ese es el brazo que lleva ahora, que renace con él en cada nueva vida, y que es una de sus más temibles armas debido a su fuerza sobrehumana y dureza extraordinaria. Un golpe de su puño era capaz de romper hasta el diamante mismo (o eso se decía) y con él, hasta las montañas podían ser levantadas.

Habías escuchado que cuando vino a Glasgow, juró lealtad a algún noble menor quien juzgó digno de su espada y sus servicios y ese noble parecía haber sido la misma baronesa. La presencia de Cid hablaba muy bien de la Sidhe, respaldando justamente la justicia de su causa y la importancia al atraer a un caballero como el Troll a su corte.

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15/07/2018, 21:05
Narración

Cid Boulderfist, el "Puño de piedra". Su nombre había sonado mucho, y tú no te habías cortado en preguntas sobre él. Hace algunos años había llegado a Glasgow.

De Cid se hablaba siempre en términos de admiración, siendo noble y leal como el mejor de los Trolls, y siendo el objeto de varias canciones y rimas sobre sus hazañas. Había varios rumores sobre él, Se decía que había perdido su brazo ante el Hierro Frío, por una traición o una quimera. Que había buscado y encantado roca del Ensueño para reemplazar su brazo y que a cada vía siempre despertaba con aquella prótesis, muchas veces más fuerte que su brazo, y siendo terriblemente fuerte aún para un Troll. Su presencia allí podría parecer extraña, pero lo más obvio era que estuviese al servicio de la baronesa en su Feudo.

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15/07/2018, 21:05
Narración

Cid Boulderfist, el "Puño de piedra". Algo se había dicho de él, pero en realidad no habías prestado demasiada atención. Parecía alguien aburrido o algo así.

Era un Troll, y era noble entre nobles, de gran lealtad y gran honor; así era como se solía comenzar a hablar de él, justo antes de que perdieras el interés. Su brazo era una curiosidad, pero no crees haber escuchado nada sobre su extraña prótesis o las razones de su presencia en el feudo, pero probablemente estuviese trabajando para la baronesa.

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15/07/2018, 21:18
Cid Boulderfist

El troll camina hacia vosotros, sus gestos son serios, aunque hay cierta gentileza en él. -Bienvenidos séais. Por supuesto, por supuesto, pasad- dice con una inclinación amable, sin sonreír realmente. -Niños, tenemos invitados.- dice levantando la voz -¿Qué debéis hacer?- pregunta en voz alta.

Y si esperábais al unísono una respuesta de saludo, recibís en realidad una cacofonía de "holas", "holis", "buenos días", "hey" y movimientos de mano, risas y sonrisas en desorden, que le arrancan una sonrisa hasta al mismo Cid. Algunos se distraen pronto y los otros sonríen mucho. En medio de la algarabía, los susurros de la Sluagh se pierden, sin que ni siquiera el alto troll pueda escucharlas. Camina hacia vosotros.

-Soy Cid Boulderfist, es un placer- dice sobriamente y luego continúa -Sed cuidadosos con lo que decís y hacéis. Por favor, no queremos que los niños lleven rumores raros a casa.- dice mientras mira a la Sluagh -Vais a tenerlo difícil. ¿Queréis que les diga lo que has dicho? ¿O preferís hablarlo con ellos individualmente. Será algo difícil tenerlos en silencio, pero si lo preferís así...- dice mirándoos un momento -... es lograble- concluye con una pequeña sonrisa. -Si vais a revisar sus cosas, hacedlo con ellos.- añade volviendo a emplear su gesto serio.

Stephen entonces interrumpe un momento. -Quedáis con el profesor Cid. Volveré con la directora. Espero que tengáis suerte- dice gentilmente mientras se retira hacia el pasillo por donde había venido.

Notas de juego

Editado para pulir/añadir cosas luego de darme cuenta que necesito dormir más.

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15/07/2018, 21:31
Narración

El troll camina hacia vosotros, sus gestos son serios, aunque hay cierta gentileza en él. -Bienvenidos séais. Por supuesto, por supuesto, pasad- dice con una inclinación amable, sin sonreír realmente. -Niños, tenemos invitados.- dice levantando la voz -¿Qué debéis hacer?- pregunta en voz alta.

Y si esperábais al unísono una respuesta de saludo, recibís en realidad una cacofonía de "holas", "holis", "buenos días", "hey" y movimientos de mano, risas y sonrisas en desorden, que le arrancan una sonrisa hasta al mismo Cid. Algunos se distraen pronto y los otros sonríen mucho. La algarabía es lo último que escuchas mientras te diriges hacia el baño, pasando frente a una puerta que dice "Salón C" del que se oyen más murmullos, voces y se siente el mismo aire cargado de glamour e imaginación que en el otro salón.

El sitio es un baño personal, sin ducha o bañera, sólo el servicio y el lavamanos, seguramente pensado para el personal más que para los niños. Hay un aroma suave a vainilla y las paredes son de un color crema. Parece estar bastante limpio y aislar bien el ruido.

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17/07/2018, 09:13
Deanna O'Connor
Sólo para el director

-Trolls, y sus tediosas y honorables historias. Y todo su sacrosanto boato.-pensó, con desdén, mientras se alejaba de la clase y entraba a aquel baño de olor agradable, en el que reinaba el silencio, sonriendo para si misma, frente al espejo, atusándose el pelo, y colocando una última vez sus bigotes, con delicadeza, apoyando las manos sobre el lavabo y mirando fijamente hacia sus propios ojos heterocromos, antes de sentir cómo una agradable y electrizante vibración le recorría el cuerpo, a medida que, en cuestión de lo que podía suponer un parpadeo, sus formas cambiaban, aminorando, y cubriéndose por completo de suave pelaje, hasta rehacerse todo su ser en el que suponía también una parte importante e inherente de si misma.

La gata de ojos bicolores miró de igual manera al espejo, ronroneando mientras daba una vuelta sobre si misma con destreza felina, moviendo sus patas sobre la cerámica fresca del lavabo. Lamía las zonas de su pelaje que parecían deslustradas, o despeinadas, y empujaba con la pata el cierre del grifo, para dejar salir agua fresca, bebiendo con sumo cuidado, utilizando su lengua rasposa.

Saltó, con agilidad, desde la pieza del baño, y olisqueó, antes de dirigirse de nuevo a la clase.

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17/07/2018, 20:45
Leonore Walsh

Miro con bastante drama que los niños no me hacen caso, porque no me escuchan. Maldigo un poco para mis adentros y doy un par de toquecitos a Neakail en el brazo. Al principio son un par de toquecitos suaves, que acaban convirtiéndose en un par de golpes a mano abierta. Un toque de atenciión molesto y efectivo al mismo tiempo.

-Tienes que decírselo tú, en voz alta. Dibujos y rotuladores, vamos- incito a Neakail a que me haga de portavoz, o más bien de micrófono para con los niños.

Luego sonrío levemente al profesor, aunque mis ojos siguen abiertos mirando su envergadura y su brazo, eso para bien o para mal no puedo evitarlo. Al menos me muerdo la lengua preguntando cosas inapropiadas sobre el mismo.

-Leonore Walsh, para servirle- hago una leve reverencia de cortesía. Yo no quiero tocar sus cosas, son sus cosas y deben guardarlas en su intimidad.

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17/07/2018, 23:44
Neakail

El pequeño toque de atención de Leonore es algo que no le costó ignorar, al principio. Debía sentirse demasiado frustrada por el poco resultado de su voz en contraste con la algarabía de los niños y luego el brazo de Neakail sufrió las consecuencias. Se volvió hacia ella, con una mirada que delataba las ganas que tenía de moñearla aquí y ahora. Quizá mas que hace eso, hubiera acabado pegándole un grito si no se encontraran ante la presencia de los niños y de aquel ilustre personaje. Le daba verguenza armar un espectáculo en esa tesitura.

Tuvo que morderse la lengua y tenerle las manos para que no siguiera con los manotazos. 

¡Dibujos y rotuladores! ¡Leonore quiere jugar a un juego con vosotros! - acaba diciendo. Si, haciendo de portavoz. Un portavoz irritado mirando al origen de su malestar - Mejor vamos mesa por mesa y les hablas... ¿eh...? Otro golpecito más y no respondo.....en bajito para su compañera.

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17/07/2018, 23:55
Leonore Walsh

Neakail me hace caso y sonrío de buen humor. Había pillado el concepto de lo que pedía. Le doy otro par de toquecitos en el brazo, esta vez más suaves para expresar que estaba agradecida.

-Tú no tienes que hablar así, te entiendo si me hablas normal- le aclaro, porque parece que pensaba que debía hablarme en “lenguaje sluagh” o algo y nada que ver. A Neakail siempre le entendía hablar, más que nada porque parecía que siempre estuviera exaltado. Eso estaba bien, demostraba tener un carácter marcado y fuerte.

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18/07/2018, 00:01
Kyran Ó Conaill

Kyran contempló al coro de críos saludándolos y levantó un poco la mano en respuesta, aunque por su expresión ya podía verse que no estaba muy acostumbrado a tratar con niños. En cuanto vio que Leonore y Neakail se encargaban de eso, él asintió con la cabeza hacia el profesor, desentendiéndose del interrogatorio infantil. 

Mientras ellos dibujan con los niños, Lady Deanna y yo revisaremos las cosas de Alice, si nos indica dónde están —respondió, sin entender muy bien si el troll pretendía que revisaran las cosas de la niña con ayuda de sus compañeros o qué. Quizá fuera algún tipo de enseñanza especial que a él se le escapaba. 

Viendo que Stephen se marchaba, Kyran le hizo un gesto de despedida con la cabeza, para después volver a centrarse en el profesor, a la espera de que le guiase hacia lo que la cría había dejado atrás. 

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18/07/2018, 03:07
Cid Boulderfist

Los chicos vitorearon al escuchar las instrucciones de Neakail. Los más emocionados se lanzaron hacia el armario en una de las paredes donde seguramente estaban todas las cosas necesarias, los demás esperaron la aprobación del profesor, quien se limita a asentir, otorgándole al resto la tranquilidad. -Eh eh, recordad que Maria es quien reparte los suministros. Mantened el orden y todos jugaréis más pronto. ¿Entendido?- varias réplicas y asentimientos se escucharon, mientras una de las chicas, que parecía tener algo más de edad que los otros, de cabello negro y sonrisa tímida, se adelanta para abrir el closet.

-Ejem. Estaré cerca de ellos para mantener algo el orden. No hay que fiarse- dice con voz amable. -Pasad al frente. ¿Necesitáis que reordenen las cosas?- dice a Neakail y Leonore -Hablad con voz firme y os escucharán. Si necesitáis un empujón extra, yo repetiré lo que digáis. No hay garantías de nada- dice y luego se gira hacia el sátiro -¿Lady Deanna? La Pooka que ha ido al baño, imagino. Vale. Cada uno tiene sus cosas en los espaldares- dice. Y en efecto, en los asientos que habían sido retirados hacia las paredes para hacer más espacio. Maletines de colores, con manchas que seguramente y originalmente no estaban allí, con personajes de series conocidos y otros algo menos populares, y con cuadernos o figuras saliendo en algunos casos.

-Preguntad a quién pertenece qué, y revisad las cosas con el dueño respectivo. ¿Qué esperáis encontrar?- pregunta algo curioso finalmente el Troll mirando fijamente a Kyran.

- Tiradas (3)
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18/07/2018, 03:18
Narración

Ágil, como un gato, caminas por el pasillo, justo para ver como Stephen camina de regreso hacia lo que asumes es la oficina de la directora. Todo se ve más alto desde donde estás, más grande, aunque no menos cargado de sonidos y murmullos. Tus felinas orejas captan la algabaría y los patrones de voces, chillidos, preguntas y risas de niños y adultos por igual.

Cuando llegas de nuevo a la puerta del salón en cuestión, te encuentras con un obstáculo que no habías previsto: Está cerrada. Te acercas, inspeccionas, con tus garras intentas rasgar siguiendo tu instinto, pero está cerrada y del otro lado puedes escuchar que algo ha aumentado la emoción de los pequeños y por lo tanto hace más difícil ser escuchado. Y por el otro, la distintiva voz grave del Troll sobresale, aunque es difícil saber que dice, parece dar algunas instrucciones, a juzgar por el tono con el que habla y que hace sobresalir su voz.

Notas de juego

Como no hay reglas específicas, asume que tienes +1 a destreza y a percepción, y -1 a fuerza y resistencia. Y que las puntuaciones sociales sólo puedes emplearla en determinadas circunstancias.

Puedes intentar saltar para abrir la puerta pero es complicado. Requiere tirada de Destreza+Atletismo a dif. 8. Eso sí, he asumido que rasparías algo la puerta como buen gato, :P. Pero, puedes hablar, aunque sólo te entienden otros changelings y quimeras. (Y los mortales podrían si invocas la fantasía).

 

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18/07/2018, 03:18
Narración

En medio de aquello un sonido extraño llega a ti, apenas perceptible gracias al bullicio de los niños. Es suave, algo lejano quizás, como si se arrastrara superficialmente algo sobre la madera. Suena rápidamente, como un aleteo rítmico que se desvanece tras unos instantes de escucharlo... pero no podías asegurar de donde venía.

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18/07/2018, 03:18
Narración

En medio de aquello un sonido extraño llega a ti, apenas perceptible gracias al bullicio de los niños. Es suave, algo lejano quizás, como si se arrastrara superficialmente algo sobre la madera. Suena rápidamente, como un aleteo rítmico que se desvanece tras unos instantes de escucharlo... pero no podías asegurar de donde venía.

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18/07/2018, 03:18
Narración

En medio de aquello un sonido extraño llega a ti, apenas perceptible gracias al bullicio de los niños. Es como un arañar continuo sobre la madera, rápido, algo impaciente, que tan rápido como viene se va. No te cuesta mucho darte cuenta que viene de la entrada, pero no parece haber nada en el salón que lo estuviese causando, al menos de este lado con la puerta cerrada...

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18/07/2018, 21:30
Deanna O'Connor

Maldita sea... ¿Es que nadie piensa en los gatos?- pensó, con fastidio, al encontrarse con aquella puerta que se abriría sólo con mucha dificultad, entrecerrando los ojos, con evidente disgusto, al pensar en que seguramente habría sido Neakail quien, en un alarde de su habitual simpatía, había cerrado, tan sólo quizá para reírse a su costa, tras verla maullar y rasgar la puerta, como de hecho estaba haciendo, sin que diese resultado.

Podía ser eso... O podía haber sido aquel humano encantado que acababa de pasar a su lado sin percatarse de su presencia. El muy idiota, quizá había cerrado pensando que era lo correcto. O quizá Neakail le había dicho que cerrase. Pero aún podía resultarle útil, a pesar de su error, y fue por ello que, tras mirar una última y enésima vez hacia el picaporte, se dijo que aquello requería demasiado esfuerzo como para no intentar usarlo a él para entrar en clase. 

¿Iba a esforzarse por el error de un mortal corriente e impresionable? Tal cosa iba en contra de sus mismísimos principios. Además, ahora era una gata preciosa. ¿Quién iba a negarle nada a un minino con un pelaje tan suave, y con unas orejas tan bonitas? De manera que dio la vuelta, disponiéndose a seguir a Stephen mientras maullaba lastimeramente, llamando su atención, pues aquello siempre funcionaba.

¡Eh! ¡Aquí abajo!- dijo, tratando de darle alcance- Cuando hablaba de gatos, lo hacía... En serio. No es que suela darle tantas vueltas a las cosas cuando las digo, pero, ¿no era súmamente fácil de entender? - añadió, oscilando su cola mientras utilizaba las zarpas para subirse, trepando por su ropa, a los hombros del humano imbuido en glamour- Anda, sé bueno y llévame de vuelta a la clase de Alice, que no me apetece abrir la puerta... Y a lo mejor dejo que me acaricies un poco. Pero sólo si me rascas detrás de las orejas.