Partida Rol por web

El club nocturno “La Rata y EL Perro” se encuentra en una esquina dentro de los Dominios de Maximillian. Es un edificio de aparentemente tres niveles, planta baja, primer y segundo piso.  La fachada, pintada de un color borgoña, es un tanto rara ya que no presenta ventanas ni en su planta baja ni en su segunda planta, no así en el primer piso donde hay varios balcones con sus respectivos ventanales. En la puerta estaba el típico guardia de discoteca, con brazos tan grandes como las piernas de algunas personas, y sobre esta la misma imagen de las tarjetas en un color plata opaco.

Al entrar al establecimiento se encuentra con un salón bastante amplio, el cual tiene a su izquierda una barra bastante grande, surtida con todo tipo de bebidas. A la derecha tiene alguna zona con sillones y al fondo tanto un elevador como una escalera caracol que lleva a los pisos superiores.

Al entrar Maximillian se dirige a la barra y con un tono de voz seca le dice a la camarera –Estaremos en el salón del lobo, no quiero interrupciones.-

Mientras suben las escaleras al primer piso se dan cuenta de que este tiene una serie de balcones que permiten ver hacia la planta baja, con una disposición muy similar a la de un teatro y que lo único de interés que tiene esta planta son los baños y los ventanales que dan hacia afuera.

Al llegar al tercer piso sin embargo se encuentran con algo un poco más peculiar. Una sala redonda con siete puertas una al lado de la otra. Cada puerta tiene la imagen de un animal grabada en ella. Están dispuestas de izquierda a derecha en este orden: Un águila sosteniendo una espada, un lobo con un collar de espinas, un basilisco mordiendo un gorro de arlequín, una rata parada sobre una máscara de hierro, un cisne atrapando una rosa con el pico, una serpiente enrollada en un círculo perfecto y un león con una corona en la cabeza.

Inmediatamente Maximillian se dirige hacia la puerta con la imagen del lobo y entra a una habitación con varios sillones, una barra con varias bebidas y un baño pequeño. Todo decorado con motivos de lobos y perros.

-Por lo general hay una camarera en la barra de los salones VIP en uso, pero dado la naturaleza de nuestra futura conversación deberán servirse sus bebidas ustedes mismos.-

Dicho esto me dejo caer pesadamente en uno de los sillones.

Ya en su "Antro", me hace sentir un tanto incómodo, si no fuera por la chica sujeta a mi brazo, ya me hubiera largado de aquí, pero ahora tengo un motivo para quedarme, y así es cómo me trago mi orgullo y sigo al grandote, agradeciendo haber salido del vehículo "ostentoso" de la pelirroja esta.

 Nuestro líder no a dicho nada y todavía teníamos que buscar una capilla, por ende estoy viendo todo esto cómo una pérdida de tiempo. 

En el 2do piso, entramos a una cuarto con 7 puertas, me llaman la atención los animales en ellas, cada cuarto debe indicar algo, me hago una vaga idea de lo pueden significar, pero mi curiosidad es tan fuerte que quiero preguntar, incluso después decirnos que nos sirvieramos nosotros mismos, la duda está latente en mi.

-Perdona la descortesía Maximiliam, ¿pero que hay dentro de los otros cuartos? ¿O es qué casa uno cumple una función especial?-

Consultando con inocente curiosidad, planteando bien la pregunta para qué no parezca un interrogatorio. 

Mientras espero a su respuesta, me dirijo a los presentes. 

-Yo sirvo las bebidas, espero no les moleste-

Más que nada dije eso pensando en Tania, a ella le gusta que la atiendan bien, un amigo bartender, me enseñó algunos trucos para hacer tragos, aún qué no me guste el alcohol, si los demás lo prefieren, yo les sirvo. 

Mientras escribía en mi celular escucho la pregunta de Hideaki.

-Todos los salones del segundo piso son salones VIP. Pueden solicitarse en la entrada por una tarifa que incluye el salario de la noche para la camarera... pero eso no es lo que quieres saber ¿verdad?- Antes de continuar hago una especie de mueca, la más parecida a una sonrisa de todas las que había hecho en la noche. Mis colmillos se ven claramente a través de esta, aunque no de una forma amenazante.

-Estaré encantado de responder a tu pregunta. Pero primero me gustaría saber ¿Qué sabes de mi mundo, mortal? ¿Qué es lo que sabes de mi gente?

-No se mucho de tu mundo, tu gente y sus costumbres, escuchaba historias de los ancianos, pero las creía ridículas y exageradas, pensé siempre que los vampiros son formidables guerreros, y no los malvados seres qué escuchaba de sus cuentos-

Miro al enorme sujeto a los ojos, no para incitar una pelea, si no para que viera la verdad en mi. 

-Eh pasado tanto tiempo peleando contra los tecnocratas qué nunca me detuve a conocer al resto de los pueblos, además de qué pocas personas tienen prioridad en mi mundo-

Miro a Tania para hacerle saber que ella tiene la más alta prioridad, qué aún que soy apático, serio y un tanto violento, y siendo ella lo opuesto a mi, logró hacer de cada momento un buen momento, incluso en lugares que odio. 

-Bueno, la dama quiere un vaso de agua o vino, ya busco y le sirvo lady Betha ¿Los demás? - 

Miro fijamente a Brandon al tiempo que una media sonrisa se dibujaba en mi rostro. Me recordaba a mi, o al menos al yo de finales del siglo XIV. -Esta podría tornarse una conversación extensa, así que voy a tratar de simplificar las cosas lo más posible.-

-Las salas de este piso tienen en sus puertas grabados un animal y un objeto. Cada par representa a uno de los clanes vampíricos que conforman históricamente el "actual gobierno" de la ciudad de Londres. Cada sala está hecha para representar en mayor o menor medida las "preferencias" de dichos clanes. Esta sala, por ejemplo, tiene sus muebles hechos de madera con un estilo rústico, además de estar decorada con pieles para así representar la caza. Esto, sumado al lobo y al collar de espinas, representa al clan Gangrel.

-Ya veo, es interesante, y me agrada la idea de ir de casería, y me agrada conocer sobre sus clanes, si alguna vez te interesa, podriamos reunirnos y hablar de estos temas, tal vez te pueda contar un poco de nuestra historia-

Igualó la media sonrisa de Maximillian, no se por qué, pero puedo relajarme un poco, vuelvo a centrarme en servir las bebidas en la barra, pero todavía nadie me a contestado todavía. 

Yo estaba algo taciturna desde que llegamos... nuestro anfitrion era conversador y atento con nosotros, eso me agradaba, por el momento solo me tendía en un papel de dama de compañía de Brandon, sonriendo, asintiendo, ayudando si me lo pedían, oberservando, escichando y no hablando más de lo necesario, me ponía algo inquieta que Penny no dijera nada hasta ahora... sin embargo, todo el ambiente era bastante relajado... por lo que decidí ordenar algo para mi, y pedí una botella de vino tinto de la casa y una copa de cristal... mientras escuchaba me quedé sentada junto a Brandon, con la pierna cruzada que mostraba mis muslos... y en tanto que, con una mano sostenía mi copa para catar mi bebida, y con la otra ponía en la pierna de mi acompañante... digo... -...Y bueno, mi querido Maxi... ¿Ya ahora que sigue?... ¿Que tienes en mente que hagamos?... ¿Que es lo que estamos haciendo en tu refugio? ademas de disfrutar de las instalaciones de éste bello lugar...-