Partida Rol por web

Diane miró a su alrededor, comparando cual era el mejor iluminado.

- Con el tiempo he aprendido que cuanta más luz pueda tener, a ser posible natural, mejor. Al fin y al cabo, mi objetivo es conservar la salud de mis ojos lo máximo posible.

Aquí lo de la luz natural está difícil, pero no creo que podamos quejarnos de la iluminación artificial. Sea como fuere, la elección es tuya, Diane propone Douglas con una brillante sonrisa

Y fingiendo un tono lúgubre, añade divertido A mí me dejasss el más tétrico y sombrío... lo ideal para conservar mis amadosss especímenesss

Diane se rió ante la broma de Douglas.

- Cada uno con sus bichos... tu con los vivos, yo con los de silicio.

Ando cotilleando como hacía tiempo que no me salían las ganas con todo el material, cuando me doy cuenta de que uno de los compañeros, Andrew si no recuerdo mal, se me acerca con un par de expresiones, y sobre todo -agh, maldita sea la estampa-, una emotividad contar secretitos, parecida a la que tienen mi hija y sus amigas cuando quedan e interrumpo la conversación al entrar en la habitación.

-La verdad, -digo respondiéndole- es que la mayoría parecen aptos para el trabajo. Otra cosa ya es cómo nos comportemos en la práctica, pero el elenco parece capaz. -Si cuentas una o dos excepciones, claro.

Entonces, su nuevo comentario no hace sino sacarme una pequeña expresión de diversión, que se pierde en mi rostro antes de que nadie más que mi compañero pueda verla, y me quedo unos pocos segundos considerando las opciones. Y entonces, respondo en su mismo tono.

-No pienso perder diez pavos en una apuesta tan mala. Si eso no pasa, es porque lo habremos tenido que meter en una de esas jaulas antes de que lleguen a ello. -acompaño mi gesto con un movimiento de cabeza señalando a las prisiones. Porque o lo metemos ahí por su seguridad, o alguno de nosotros acaba matándolo antes de que pase la semana, si sigue con esos comentarios tan malos de loro de feria.

Una tos forzada a vuestras espaldas os indica que el Teniente empieza a impacientarse.

- ¿Proseguimos? dice con tono poco cortes.

Sheldon dedica al teniente la misma sonrisa que os ha dedicado al resto, aunque apreciais un tono ligeramente ironico en sus palabras.

- Disculpe Teniente, no queriamos hacerle perder su valioso tiempo.

Luego se vuelve hacia todos vosotros y se despide.

- Sera mejor que no pongamos a prueba la "autodetonacion" del Teniente Evans, de todas formas tendremos tiempo de conocernos.

A Monique se le escapa una risita ante el comentario de Sheldon, y en seguida se despide tambien de todos lanzandole una miradita al Detective Stinson.

Douglas no puede evitar también reír suavemente ante las palabras del dibujante. Les estrecha a ambos de nuevo la mano antes de seguir con la visita y les dice, a modo de despedida

Sería toda una lástima... tendríamos que pintarlo todo de nuevo bromea y algo más serio, añade De nuevo, encantado de conocerles. Y estoy seguro de que tiempo habrá para conocernos y trabajar a gusto aquí abajo

Cuando usted quiera, teniente, siga haciéndonos de guía, por favor... dice el CSI, con una amplia sonrisa, tal vez disfrutando ligeramente del nuevo mosqueo de Evans...

- Siempre coleando, por supuesto -Continúo la "broma" de Monique, con una media sonrisa y sin dejar de mirarla con completo descaro.

Es una desgracia tener otras cosas que hacer (como también es una desgracia haber escuchado lo que se decían el viejo y la rubia, beej), pero el Teniente comienza a mosquearle y no es cuestión de hacer que le dé un infarto, ¿no? ...¿no?

- Sí, no vaya a ser que cague astillas de madera y nos ponga a todos perdidos -Comento ante lo de la auto-detonación-. Encanto -Le guiño un ojo para despedirme de la mujer y con un gesto seco de la cabeza del dibujante. Señalo la pantalla y, más en gestos que en palabras vocalizo: - Buen porno -Dedo pulgar alzado-, genial -guiño de ojo y a seguir el camino.

- ¿Vamos a ver el almacén de las armas?

Me despido de los compañeros del laboratorio con una suave inclinación de cabeza y una sonrisa.

Compruebo como todos los demás siguen mofándose bastante del neandertal del teniente Evans. Es una situación interesante, pero, así como antes aun no se sabía quien estaba dentro y quien no, ahora estamos todos bajo su mando, directamente. Y un neandertal como aquél, cavilando venganzas más o menos violentas, no creo que fuera cosa de tratar tan a la ligera.

De cualquier forma, sigo aquella máxima de Plutarco que decía que "para saber hablar es preciso saber escuchar". Por tanto, me abstengo de meter más leña al fuego, que es lo que me apetecería hacer contra el teniente Evans. Ya habrá ocasión, más adelante, para que cada cual se ponga en su sitio. He sufrido esta clase de tipos antes de ahora y creo que he aprendido cómo tratarlos.

Observo a los demás, para ver si comenzamos ya a movernos hacia la siguiente parada de este interesante tour por las instalaciones.

El teniente esta por saltar lo se, demasiado bien.
Me despido con un gesto mientras sigo al resto del grupo.

Gerard, no veras la armeria hasta que tengas una mision. Asi que centrate y camina, por cierto no lo soportarias.

Por amor de dios va a haber mas hormonas flotando en el aire como se crucen esos dos que sera imposible.

Yo no era asi cuando entre en el FBI, estoy segura. Eramos tan formales.

Evans os guía de vuelta hasta el ascensor, en esta ocasión os lleva hasta la planta 4, la ultima del edificio. Al salir del ascensor veis numerosos carteles que indican que en esta planta se encuentran, entre otros, los departamentos de Asuntos Internos, Relaciones Publicas, y el despacho del Superintendente, y del Superintendente en Jefe Ellis Deakins.

Sin embargo Evans os guía hasta una sala multifunción bastante amplia, que cualquiera que haya visto ruedas de prensa por televisión es capaz de reconocer. Sin embargo en esta ocasión no hay periodistas sino un cinco personas sentadas al fondo ante una alargada mesa, y dos filas de sillas encaradas hacia ellos.

De las personas del fondo solo reconocéis a dos. La primera por la derecha es la Capitana Doyle, aunque ahora se encuentra vestida de uniforme. En el centro de la mesa se encuentra el Superintendente en Jefe Ellis Deakins, también vestido de uniforme, tal y como suele aparecer en los medios de comunicación.

El teniente se queda en la puerta y os indica que toméis asiento en la primera fila.

Una vez estáis todos sentados, Deakins se levanta y comienza a hablar.

- Agentes. Para aquellos que no me conozcan, soy el Superintendente en Jefe, Ellis Deakins, y estoy a cargo del departamento de policía de Boston. A mi derecha tenéis a Derek Johnson, que viene en representación del Alcalde Naranjo, y a su lado esta el Concejal Brian Schmiederer. A mi izquierda el Jefe de Detectives Dennis Shockley, y la Capitana Regan Doyle.

Deakins hace pausas medidas para que los cuatro os saluden tras decir sus nombres, y luego continúa.

- Bien, nadie quiere que esto se alargue, así que seré breve. Es un orgullo dar la bienvenida a estos ocho nuevos agentes que formaran el “Escuadrón Tres” de la UIDMB. No hace falta que les diga que esta unidad a la que ahora se unen, no es solo la primera del país, sino también la mas destacada, y la que mejores resultados ha dado hasta el momento. Es su responsabilidad como miembros de la unidad mantener la imagen de la misma, actuar con diligencia, y alcanzar el mismo grado de excelencia profesional que sus predecesores. Recuerden que cada uno de ustedes representa a la unidad, y la imagen que el público tenga de ustedes será la que tengan de la unidad. No les engañare, su trabajo no será fácil, se les exigirá mas que a los agentes de cualquier otro departamento. Pero también deben saber que no estarían aquí sino creyese que podían hacerlo.

Hace una nueva pausa, y se vuelve ahora hacia la Capitana.

- Capitana Doyle, le entrego a su nuevo escuadrón, haga buen uso de él.

En ese momento la Capitana se levanta y uno por uno se os acerca, retira la placa antigua y os entrega una nueva que os identifica como miembros de la UIMDB y ha algunos también con su nuevo rango. Una vez os entrega la placa os estrecha la mano, y veis que los otros cuatro se han levantado y esperan también para felicitaros y estrecharos la mano.

Darrell escucha solemnemente el discurso del Superintendente en jefe, su memoria se retrae a cuando era un muchacho todo voluntad y nada sesera que se graduó en la Academia. Después la Capitana se acerca y le pide su antigua placa, aunque lleva rehabilitado un par de meses se había hecho de nuevo a llevarla encima, para entregarle la nueva: Detective de la UIDMB.

Estrecha manos con su característica sonrisa y responde cortésmente a las felicitaciones.

Diane se tranquiliza según Deakins habla, estando ya bastante centrada cuando se acerca la capitán Doyle con su nueva placa. Hasta ahora siempre había llevado la de CSI, en las pocas ocasiones que había tenido que acudir a la escena de un delito, pero ahora la cosa era distinta. Era policía de verdad. Si sus compañeros de instituto la viesen... detective de una gran ciudad, no ayudante del sheriff de un pueblucho. Una sonrisa cada vez mayor iluminó su rostro mientras esperaba a que terminasen el acto.

Le entrego la placa de detective de homicidios a la capitana, con cierto sentimiento que algo está cambiando, algo que va a tener repercusiones que aun no he sido capaz de visualizar pero ya comienzo a percibir. Es como una enorme losa de piedra que, al desplazarse, cierra un camino tras mis pasos para abrirme otro por el que debo avanzar.

Estoy aquí porque así lo quise. Mi nueva placa marca el camino de mi nueva vida como detective de una unidad donde no me cruzaré ante cada mirada de mis compañeros con la sombra de mi padre. Me siento liberado cuando entrego la placa y renovado cuando recibo la nueva.

Es un nuevo comienzo... una nueva vida.

- Es un honor. - Musito cuando las manos de la capitana hacen acto de la entrega.

Douglas suspira y entrega la suya de Sargento, aunque si no se la piden, se queda con la de CSI de nivel 3. Se pone a estrechar manos cordialmente, sin embargo. Aunque siendo de fuera de Boston, hay personajes cuya identidad se le escapa...

Muchas gracias, esperamos estar a la altura del reto contesta con diplomacia y elegancia

Y en cuanto vuelve al lado de Diane y George, añade por lo bajinis en tono bromista Ahora es cuando nos damos cuenta que nos han tomado el pelo y nos han cambiado las placas buenas por ésas que salen en los paquetes de cereales

Y estrechando las manos de ambos, añade, antes de hacer lo propio con el resto de compañeros Bueno, George, pues al final parece que me vas a tener que dar el teléfono de tu amigo para el alojamiento... y habrá que empezar a pensar en celebrarlo...

- ¿Qué? ¿No armas? Joder -Murmuro molesto.

¿Qué es éso de ser de una unidad especial y no tener armas más potentes que simples pistolas reglamentarias? Éso es como negarle a un negro su alley oop, al blanco su marihuana y a nosotros utilizar fusiles de asalto, joder. Una injusticia. 

Ya en la sala, me quedo en silencio mientras me entregan la nueva placa con un apretón de manos de regalo por parte de la capitana. "Sí, sí, aprovechad ahora todos porque os voy a joder como a maricas como no atrapéis a veinte delincuentes por año" debe pensar, fijo. 

Chasqueo la lengua y pongo los ojos en blanco al oír al viejo. ¿Por qué diablos habla en plural? Le dedico una sonrisa y un apretón de manos a los otros tres que siguen a la capitana, cada una de ellas más y más forzada.

- Es un 'honor', super.

¿Ahora tenemos el resto del día libre o empezamos con la faena? Hmmm, sería interesante saberlo.

Darrell estrecha las manos de los desconocidos presentes hasta que le ofrece la mano al Concejal, al hacerlo este se la estrecha con fuerza.

- Señor Cox, es un placer estrechar su mano. Leí su caso hace diez años, es usted un héroe, una inspiración. Supongo que no le ha quedado ninguna secuela de aquel incidente ¿verdad?

Las palabras del concejal suenan sinceras, dirías que realmente esta interesado en saber si te ha quedado alguna secuela, y también cree que eres un héroe.