Partida Rol por web

Huren (jugador Ringo) fuera de partida. Seguid hasta que encontremos otro o el suplente responda.

Alalonna estaba realizando sus maniobras defensivas con gracia. No en vano, la espada era su fiel compañera desde hacía mucho tiempo.

Cuando consiguió un espacio, se lanzó al ataque. Al parecer el lobo blanco era el más agresivo de los tres que quedaban. Necesitaban terminar el combate cuanto antes o el emisario tal vez no sobreviviera hasta llegar a la ciudad.

Con ferocidad, lanzó un mandoble hacia la bestia

Quedaban solo tres lobos, la mejor opción que vio fue acobardar al lobo que parecía tener mejor forma física, de forma que sus compañeros de grupo aprovechasen para golpearle y acabar con él. Tenían que terminar cuanto antes con aquello si querían que aquél hombre sobreviviese hasta llevarle a la ciudad.

Alalonna lo embistió. Su presa era el lobo más preciado, la estrategia era debilitar al líder. El lobo blanco se percató y preparó su defensa.

Lobo Blanco (FU)=3 

Defensa total: 3 (FU) +2 (tirada)=5.

(Ataque de Alalonna=16) - (Defensa LB= 5)= 11 PV eliminados.

(así se calcula, está en la escena "Reglamento").

El lobo se tambaleó por el golpe, aunque no había sido aniquilado. Al parecer, la espada del herido mensajero había sido determinante. En esos momentos, los dos lobos restantes se miraron y decidieron huir, dejando a su semejante desavalido. Se perdieron en la lejanía de los lindes de Rasbrook. En esos momentos, ningún sonido se escuchaba. La tranquilidad por doquier era exacerbante.

Alalona derribó a su oponente con facilidad. La espada que portaba le propinó una fea herida al lobo, dejándolo muy maltrecho. La mujer no mataba por placer. Evaluó la herida del animal antes de decidirse a rematarlo. Era más piadoso darle una muerte rápida que dejarlo vagar herido por el bosque. resuelta, volvió a atacarlo, esta vez, con un golpe mortal.

Aquel desdichado, abandonado por sus semejantes, intentó defenderse. Sin embargo, el golpe fue certero; clave, y efímero, al igual que los segundos de agonía del cuadrúpedo.

Alalonna obtuvo "Manta Albina" Esconderse +2 (SB)

Lobo Blanco (FU)=3 

Defensa total: 3 (FU) +2 (tirada)=5.

(Defensa LB= 5) - (ataque Alalonna=15)= Eliminado.

"Couggh!Couggh!Couggh!" -Iphrus tosía... ¡Bravo!, Couggh!Couggh!, pocas veces he presenciado tan bella maestría en el manejo de las armas... ¡Bién debemos avanzar... Rasbrook está cerca...!

¡Mi hija...! ¿qué ha sido de tí? -pensaba Barjov.

 Posición actual:

Podéis ver los arcos que conforman la belleza de tal ciudad. Rasbrook es un lugar de obligada visita para turistas. También para comerciantes, artistas, emprendedores... y bandidos. Estáis frente al puente de Rasbrook

Con el hombre herido cogido, empezé a avanzar más rapidamente hacia la ciudad.

Un gesto, mezcla de desazón y desgana, y una leve sonrisa producida por la situación de tensión se asomó en sus gestos coporales, al final no había sido para tanto....

Chicos, parece que hemos tenido suerte, parece que al fin, el Hacedor esta de nuestro lado. ¿Acudamos rapido a buscar a un curandero o médico!

-Elfo, tus palabras son sabias. Partamos antes de que el emisario termine de desangrarse.

Alalonna reunió sus pertenencias y se dispuso a ayudar a Angler con el traslado del moribundo.

Seguís avanzando la gente está realmente callada. Parece que la lucha con los lobos os tiene un poco abatidos... Iphrus sigue perdiendo sangre pero en menor medida. Cuando por fín alcanzáis el puente de Rasbrook podéis comprobar la silueta de la ciudad. Parece algo desmejorada que de costumbre: las casa no están muy cuidadas, apenas hay gente por las calles y la sensación de polvo se os incrusta en la boca tras llegar a la villa:

Avanzáis por el camino de la izquierda, dirección centro del pueblo. Lo único que sabéis es que un Gobernador regenta la custodia de la ciudad. Iphrus no dice nada más.

La monotonía del viaje al fin era rota por la aparición en escena de la ciudad a la que se dirigían. Aquello era una clara oportunidad para ganar algo de dinero, aunque no precisamente haciendo lo que mejor se le daba a Gloinar. El enano avanzaba mirando en todas direcciones, estudiando la estructura de la ciudad y sus calles. Parecía que se trataba una ciudad clásica, una más idéntica al resto en las que había estado, y en la que sería fácil encontrar algún médico o similar.

-Creo que se donde podemos encontrar al curandero del lugar. Creo que sería conveniente antes que tratar con el Gobernador del lugar, ¿no creéis Iphrus? - comentaba el enano mientras se adelantaba unos pocos pasos por delante del grupo, como si intentase indicar el camino.

si esta perfecto. No había pensado lo de orientación. Si hubieras elegido algo como buscar información o similares tb valdría :D

Orientación realizada.

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Gloinar podía observar la poca gente que había por la calle. Eran lacayos del mal hacer y gente herida, quizá furtivos cazadores o malhechores. Todos se adentraban al mismo sitio: a lo lejos el enano pudo ver una Casa de grandes dimensiones, con un amplio rótulo que decía: SANATORIO.

-Hemos de ir a ver al Gobernador... cough!

Sin embargo, quienes portaban al emisario herido tan sólo tenían ojos para llevarle a un lugar donde lo curaran.

Orientación realizada.

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Gloinar podía observar la poca gente que había por la calle. Eran lacayos del mal hacer y gente herida, quizá furtivos cazadores o malhechores. Todos se adentraban al mismo sitio: a lo lejos el enano pudo ver una Casa de grandes dimensiones, con un amplio rótulo que decía: SANATORIO.

-Hemos de ir a ver al Gobernador... cough!

Sin embargo, quienes portaban al emisario herido tan sólo tenían ojos para llevarle a un lugar donde lo curaran.

LA CLÍNICA ES "E4"

-Iphrus, si no te hacemos curar ahora, no llegarás a ver al Gobernador.

Alalonna acomodó un poco mejor sobre su hombro, el brazo del emisario, para que no fuera tan incómodo.

-Enano, has sabido ubicarte muy bien. Gracias a tí, tal vez no sea tarde para nuestro inesperado compañero. ¿Serías tan amable de darme un nombre por el cual llamarte? Ya hemos combatido juntos espalda contra espalda. No podemos decir que somos desconocidos.

Al pronunciar estas últimas palabras abarcó a los demás integrantes de la comitiva. Compañeros fortuitos, ahora el destino los había unido con un lazo más fuerte.

Parecía que los desconocidos comenzaban a coger algo más de confianza con Gloinar, en especial la humana que le había preguntado su nombre. La verdad es que el enano estaba bastante desinteresado en la compañía de aquellos desconocidos, estaba acostumbrado a otra clase de vida, una vida de viajero, de ciudad en ciudad. Era cierto que ya no se dedicaba a la difusión de historias, y a los cantares de gesta, pero todo aquello le había hecho aprender multitud de cosas que le podrían ser útiles, buscando algún empleo en algún monasterio o algo similar, algo con lo que pudiera hacer uso de sus conocimientos.

-" ¿Pide el nombre sin darlo primero?, mmm... "-pensaba para si el bardo, juzgando a la humana en sus adentros. La verdad es que su genio un tanto tosco y su tozudez le había hecho pasarlo mal no hace mucho tiempo, lo mejor era que se tragase sus palabras y no cometiese la misma metedura de pata que con el elfo. Tal vez era hora de cambiar un poco de vida, y aquellos aventureros podrían ser una buena oportunidad, y para ello parecía que debía mostrar su mejor rostro, y ahogar en la medida de lo posible su fuerte genio.- Llamadme Gloinar.-contestó con un tono enérgico y una voz profunda, como si hablaran varias voces.-¿Y vuestro nombre humana?-concluyó preguntando sin dejar de caminar en un tono seco.

Huren se estaba preocupando cada vez mas... los recientes compañeros de viaje ya querian empezar a conocerse sin mas... aunque es cierto que la educacion imponia la presentacion, no le gustaba que la humana estuviera buscando comprometerlos aun mas a continuar con esta pequeña aventura sin terminar. La humana ya habia sonsacado al enano lo suficiente con eso de haber "combatido juntos espalda contra espalda" como para hacer que Gloinar dijera su nombre. Huren lo que deseaba era llevar lo mas rapido que pudiese a Iphrus a que lo sanasen para asi poder continuar su camino.

Ante la mirada algo inquisitiva de la humana, decidio que lo mejor era presentarse de una vez para no dar mas largas al asunto, total, no habia dicho ni una palabra desde antes del combate con los lobos...

- Pues por mi parte si lo que deseas es saber mi nombre... pues, soy Huren Rharlendigr... mercader de deliciosos productos agricolas y manjares animales! - Ya que me toca presentarme, al menos debo hacerme algo de publicidad, con esto en mente, Huren se animo a sonreir un poco, pero no duro mucho, ya que sus viejos huesos le recordaron parte de sus dolencias y tristezas, no todas ellas debidas precisamente a su edad - Apuremos las presentaciones y el paso, que debemos llevar al herido ante un sanador!

Cuando entráis en el local un sanitario os atiende. Tras ver a Iphrus se centra en él. Con vuestra ayuda consigue colocarlo en una casilla. Comprueba que está herido. Horas más tarde, tras ser intervenido y curado, el mensajero, el cual estaba en una cama os da las gracias.

Es un placer contar con vuestra ayuda. Mmm... esas flechas había hecho estragos en mi... Gracias. Jamás podré agradeceros que me sacárais de entre aquellos cadáveres... No obstante... os pediré algo... Debemos avisar al gobernador, debéis hacerlo... mi hija no está... no se por dónde empezar... él nos proporcionará ayuda. Id y buscadle, cuando os haya recibido dadle esto -Iphrus os entregó una nota-. Sabrá que es de mi parte. Explicádselo todo. Necesitamos su ayuda...

Os quedásteis a descansar esa noche.

El sanitario, por la mañana os comentó:

-el señor Barjov era amigo del Gobernador Vistanegra; de hecho ya ha venido por aquí a entregarle muchas misivas. Me dijo que os insistera una vez más en que fuérais a verle... por cierto, Iphrus se ha de quedar a descansar unas horas.

Alalonna se disculpó ante el enano después de ver que le resultaba bastante ofensivo que le hubiera preguntado su nombre. -Lo siento Gloinar, no quiero arrancarte tu nombre por la fuerza. Como ya le dije al viajero, mi nombre es Alalonna.

Después que el anciano se presentó, llegaron al curandero, donde pudieron atender a Iphrus. El día había sido largo, así que cuando le ofrecieron a la mujer descansar allí, no dudó ni un segundo en aceptar la oferta.

La noche pasó y el día llegó con un nuevo encargo.

-Bien, por mi parte me encantará dar un vistazo a esta ciudad, así que yo me ofrezco para llevar el mensaje al gobernador. ¿Alguno de vosotros deseaís venir conmigo?- ella estaba acostumbrada a trabajar sola, pero por esta vez, un poco de compañía no le vendría mal.