Partida Rol por web

Alalonna no pudo evitar reírse ante la situación que se había desatado entre Gloinar y Angler. Tan distraída estaba disfrutando la escena que erró el pie del estribo al impulsarse y terminó con el estómago sobre la silla, evitando caerse por un pelo. La situación le pareció más cómica aún, comenzando a reír a carcajadas, sin poder parar, dificultándosele todavía más la acción de montar. Con una maniobra poco agraciada, se reafirmó sobre la silla y por fin se montó.

-¡Por todos los dioses! ¡Jamás creí que un caballo fuera a darme tanto trabajo!- sus ojos aún brillaban por la risa y sus labios continuaban curvados hacia arriba.

-Vamos Huren, vayamos saliendo que nuestros amigos nos alcanzarán en un momento- si sigo así, será el anciano quién deba cuidar de mí, pensó divertida.

Angler acababa de intentar ayudar al enano, con buena voluntad en el fondo... pero el tampoco pudo evitar reirse. La verdad es que era gracioso, una vez que estuvo arriba, se dió la vuelta sin parar de reirse y se subio de forma elegante y grácil al caballo, cual elfo danzaba a la luz de la luna en una noche de luna llena.

Enano, por favor, no te sientas mal... .- Dijo mientras encima ya del caballo, se rascó la cabeza con su mano derecha, mientras con la otra cogía las riendas del corcel. Sólo quería ayudarte... Terminó proporcionando un guiño a la mujer, para después empezar a trotar suavemente.

Sonrio al ver la comica situacion de Alalonna... su risa empieza a contagiarme, al menos lo suficiente para que olvide buena parte de mi mal humor... "Habra hecho eso para demostrarme que mi ridiculo anterior no tiene importancia? bien pues no importa, la verdad lo mejor es dejar eso de lado"

Luego miro a Gloinar y al elfo... - Definitivamente somos un grupo raro -

Dirigiendo mi atencion a los soldados y luego a Iphrus pregunto: - Nos habeis dicho que formariamos compañia con la guardia del gobernador, cuantos vendran con nosotros?

Estupendo amigos... ¿Estáis listos? -dijo Iphrus. Verás Huren, hoy no he visito a VistaNegra, y cuando he salido al patio tan sólo nos ha proporcionado 45 hombres, es decir, 15 por pelotón... Cada pelotón cubrirá cada una de las 3 rutas principales de Bravoflorado... porque... ¿conocéis el bosque Bravoflorado, no?

(Nota... a priori no lo conocéis)

Si no es así deberíais haceros con un mapa o no separarnos de estos soldados.

Los tres pelotones estaban listos. Comida, armas, y aprovisionamiento. Los cuatro compañeros, también (bueno, más o menos, pues estaban tomando un primer contacto con su montura...). El primer pelotón tomo el camino del norte, cruzando la Ruta este para encaminarse a la ruta norte. El segundo pelotón iba detrás, donde explorarían los senderos orientales de los terrenos. El último pelotón iría por la ruta sur.

Como os dije -continuo Barjov-, VistaNegra me aconsejó ir por el sur hasta llegar a la casa del historiador. Al parecer es un veterano de Rasbrook, no vive muy lejos; al galope llegaremos en un día aproximadamente.

Los pelotones marchaban. El amanecer quedaba atrás. La mañana se presentaba un poco nubosa, sin tanta claridad como días anteriores, aunque la brisa era cálida y propicia para el viaje. Cruzásteis el puente. Dejaríais "Las Canteras" aun lado cruzando las llanuras de Rasbrook al galope.

Cita:

- Si, poseo un mapa - contesto a la pregunta de Iphrus - Lo obtuve el dia de ayer mientras reconocia la ciudad...

- Aunque los soldados conocen la ruta, me gustaria que revisaramos el mapa entre todos para estar seguros, asi llegaremos mas rapido a destino - digo observando a Iphrus y a los demas, esperando que esten de acuerdo conmigo

¿Y porqué no lo dijste antes? Estamos dependiendo de estos soldados cuando un enano podría orientarse perfectamente... bueno... si es que hay montañas que bordear o atravesar...

Esto lo dije galopando de una manera un tanto curiosa..., menudo espectáculo... No obstante, cada vez me gustó más estar sobre esa montura, pues los enanos no acostumbraban a eso.

Cita:

"Huh! Justo tenia que ser el enano el que quisiera ver el mapa, pero bueno, el no tiene idea de que me caigan mal los suyos" - Bien, acercaos un momento y os mostrare el mapa - digo tratando todavia de olvidar mis malos humores - Vos tambien soldado, para que nos mostreis la ruta que seguiremos en el mapa.

Dicho lo anterior, saco el mapa de la mochila y trato de desplegarlo todo lo que puedo desde la montura en la que me encuentro

Una vez recuperado el control de su montura, Alalonna se acercó hasta el anciano para observar el mapa. Al igual que a Huren, a ella le gustaba conocer el camino y no depender de alguien más para llegar a destino. Además, podría llegar a pasar que la compañía tuviera que dividirse, así que era mejor estar preparada para cualquier eventualidad.

-¿Y bien? ¿cual es la ruta a seguir?

Iremos recto... queda menos de un día en esta Ruta Sur.  -dijo Barjov. Hemos de cruzar unos árboles entre dos pequeñas cordilleras y habremos llegado. Vamos. No os detengáis... mi hija estará en cualquier sitio...

En ese momento Iphrus se adelantó, con algunos de los otros soldados, mientras los viajeros se quedaban viendo el mapa.

Dejo que Alalonna revise el mapa, e Iphrus nos indica el camino... Despues dejo pasar unos momentos mas para que el enano y el elfo revisen el mapa si lo desean.

Acto seguido, guardo el mapa y espuelo mi caballo para que se acerque a la compañia de los soldados y de Iphrus que ya se habian puesto en marcha... pero termino en el suelo despues de una dolorosa caida... mientras mi caballo se alejaba al trote...

- ¡maldita sea! -  exclamo mientras trato de levantarme lentamente del suelo - ¡desgraciado caballo! se supone que debes llevarme encima tuyo, no tirarme! - termino diciendo, culpando al caballo de mi torpeza...

A pesar del dolor que siento, trato de apresurarme a levantarme y me acerco a tomar las riendas del caballo que se habia alejado de mi, ignorando las miradas de los demas... nuevamente mi humor se ennegrecia y no estaba de animos para risas o comentarios, cuando tengo el caballo sujeto de la rienda le digo: - Te voy a enseñar quien manda! - y me esfuerzo por no demostrar dolor ni aprension cuando monto nuevamente sobre el caballo y lo dirijo (esta vez con el dominio y la apariencia de todo un jinete experto) en la direccion tomada por Iphrus y los soldados...

- No os retraseis! - me volteo a decirles a Alalonna, Gloinar y Angler...

La mañana había pasado. Esta vez no hubo lobos, ni flechas, ni cadáveres. Esas horas la habíais gastado en cabalgar hacia Vanfinder, y ahora era casi de noche. La madrugada sugería unas nubes, aunque poco podrían hacer. Los viajeros parecían estar peleándose con sus caballos, aunque a veces parecían montar como si llevaran años haciéndolo. Llegasteis al fin.

Aquella población era oscura, con apenas diez casas, una herrería por la que salía un humo prominente y un centro de reunión en su centro. No por la escasa luz nocturna era una villa oscura, sino porque no acostumbraban a levantar antorchas sobre los tejados para iluminar las calles.

Iphrus se detuvo y preguntó  a uno de los guardias del pelotón.

Me dice que es aquí. -dijo Barjov señalando una de las casas. Aquí vive el amigo de VistaNegra.

Algunos miembros del pelotón del Gobernador bajaron de sus caballos. En esos momentos unos cascos se acercaban. El eco resonaba desde las proximidades hasta tocar las piedras del suelo de la pequeña población. Era otro soldado de VistaNegra. Parecía hablar con vuestro encargado de viaje.

"Saludos, soy el mensajero de reconocimiento. Seis asaltos, señor Iphrus, en la ruta este. Flechas. Han muerto tres hombres. Aún no sabemos nada de la ruta norte, estamos a su espera. Me encomiendan a decirles que si sufren percances por esta ruta vuelvan y se solapen con nosotros. Puede que haya sido una locura dividirse..."

Duelfos... Esta bien. Estaremos al tanto. No obstante, nosotros no hemos sufrido problema alguno -respondió Iphrus pensativo.

Tras bajarse Barjov del caballo tras oir las nuevas que había llegado miró la casa que antes señalaba.

Entremos. -dijo.

Pero no hizo falta, la puerta se abrió. Las visagras resonaron un poco, al principio. De su interior salió una figura. Era un hombre. Era el amigo del gobernador.

Bienvenidos -dijo. Tú debes de ser Iphrus... ¿verdad?

Iphrus asintió.

Pero... pasad por favor. No os quedéis aquí. Los hombres de VistaNegra podrán quedarse en este pequeño barracón -dijo señalando una vivienda al lado de la suya. Vosotros, mis huéspedes, podéis acompañarme.

No era un hombre muy viejo, en torno a unos 50 años. Vestía unas telas azules, bordadas con cenefas brillantes, muchos abalorios y varios anillos muy llamativos. En su casa poseía una gran biblioteca.

¡Oh! No me había fijado. Me alegro de verte, de nuevo... -dijo el tipo a Huren Rharlendigr.

Decido bajar del caballo mientras veo el recibimiento que da el amigo de Vistanegra a Iphrus... ya bastante adolorido me encuentro por el viaje para quedarme mas tiempo sobre el animal...

Cita:

Me sorprendo ante el saludo del extraño, por alguna razon no lo reconozco a primera vista, quizas estoy mas preocupado de las noticias recibidas por el mensajero de reconomiento, ademas, no me gusta la oscuridad que hay en el lugar, siento como si estuviese dentro de una trampa o si fuera vigilado a la distancia... "Instinto sera?"

- Ah! Hola! - digo al amigo de Vistanegra disimulando mi falta de memoria...

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Vais bien, os dejaré la intriga sobre ese tipo.

Seguimos en septiembre

(os escribiré un mp para ver donde andáis)

Sed buenos. :D

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Adelante... Por favor, no os quedéis ahi.

Tras un par de horas de viaje finalmente habían llegado a su destino. El enano más que nadie agradecía el hecho de no tener que seguir montado en aquel endemoniado animal, que le había dejado el trasero hecho astillas de tanto movimiento debido a su pequeña estatura. Bajó de un salto adelantándose al elfo y a la humana, que todavía seguían sobre sus respectivas monturas. Se ajustó un poco los ropajes entre algún que otro gruñido, y se acercó a la casa del desconocido, el cual les invitaba a pasar.

- Gracias, y buenas noches. - dijo el enano en un tono serio, y casi por así decirlo solemne, mientras pasaba al lado del hombre y se metía directo en su casa, como si fuese la suya propia

Veo como el enano actua como si fuera dueño de la casa donde entra y pienso "Enano desgraciado, todos son iguales" y por un momento dejo aflorar en mi rostro el disgusto que siento por los de su raza. Luego vuelvo mi atencion al extraño a quien aun no reconozco - Muchas gracias, espero que no molestemos demasiado - digo sonriendo, mas que todo para demostrar que puedo ser mucho mas educado que el enano y no porque este de animos de ser amable.

jaja, tu pregunta se complica demasiado. Hay formas más normales de saber quién es alguien, no crees?

(bienvenido de nuevo :D)

Arribaron al lugar sin contratiempos. El viaje había sido tranquilo y ninguno de ellos había tenido mayores inconvenientes con sus respectivas monturas.

El primero en desmontar fue Huren seguido, casi pisándole los talones por Gloinar. Esos dos parecían metidos en alguna clase de competencia que Alalonna no comprendía.

Con tranquilidad, bajó de su caballo y lo dejó sujeto antes de dirigirse al extraño que había salido a recibirlos.

-Buenas noches amable señor. Con gusto entraré a tu morada, pero antes permíteme presentarme. Mi nombre es Alalonna y vengo, al igual que mis amigos, acompañando al emisario. Pero todo esto seguramente usted ya lo sabe. Con su permiso.- La mujer agachó la cabeza en señal de saludo y luego siguió al resto de la compañía dentro del recinto.