Partida Rol por web

Julius había empalidecido al ver a los tres bárbaros gnolls abalanzarse hacha en mano hacia él. Por suerte o por los designios de Pelor, el enorme goliath se había interpuesto en la trayectoria con su embestida y había salvado al clérigo de una muerte segura... "Para ser sinceros, esta vez más que la intervención divina, ha sido la intervención de Ragaard..." pensó recuperando la compostura.

Julius bajó la ballesta, desistiendo a seguir atacando contra las criaturas tras ver el lamentable efecto que sus ataque producían y empezó a entonar de nuevo sus oraciones, canalizando la magia divina que le acompañaba, para acto seguido estirar el brazo con la palma extendida. Una brillante luz blanca envolvió su mano y con un suave pero firme toque, hizo contacto con la mole que tenía frente a sí.

- Que la benevolencia de Pelor sea contigo y que tu dios, Kord, te de la fuerza que ostentas en tu interior - gritó con fuerzas mientras la luz se transmitía a través de sus dedos hacia el cuerpo del goliath.

El giganton enarbola su gigantesca arma , mucho mas grande ahora que antes (no en vano tiene dos agrandares desde medio) Y como el que usa un arbol de palo de beisbol le atiza a un barbaro gnoll que lo deja seco de dos golpes pero sucumbe al concentrarse tanto golpes hacia el 

Del hechizo de grasa los 2 caen estrepitosamente pero plantan cara desde el suelo (Bono +4 a atacarles creo recordar por estar en el suelo y tendran que tirar equilibrio para salir)

El pistolero deja agarrandose del vientre por dos disparos al gnoll que casi cae pero con una rodilla en el suelo decide rendirse, antes de que le vuelvan a disparar y le maten y suelta el arco Mientras hace un gesto al pistolero para que no le dispare otra vez

Herido, pero no muerto. A pesar de la flecha, y de que su compañero caía de rodillas en el suelo como un castillo de grandes dimensiones que se desmoronaba ante su propio peso y el embate del enemigo, Marcus no se sintió cohibido, si no que apuntó con sus armas a otro de los gnolls que estaban con sus arcos, disparandoles y descargó dos disparos más contra ellos, dispuesto a acabar con ellos antes de que la amenza fuera demasiado incontrolable. Ahora debían hacer algo sus compañeros, o no vivirían para salir de allí y contarlo. - ¡Vamos! ¡Acabemos con ellos! -

Demonios Ragaard. Ya verán sarnosos que ocurre cuando se mezclan grasa y fuego. - digo con rabia mientras conjuro un orbe menor de fuego. 

Ragaard a pesar de su furia y su grandeza cayo presa del ataque indiscriminado de los dos barbaros y los arqueros, cayendo este al suelo con estrepito, solo un milagro o una intervención divina, serían nececesarios.

Arggghhh! exclamó cayendo con una rodilla al suelo como si de un muro se tratase.

Solo le dio tiempo de ver por el rabillo del ojo como se aproximaba Julius emitiendo una luz calida a trávez de sus manos.

El clérigo, preocupado por el bienestar de sus compañeros, ni siquiera llegó a bajar las manos de la espalda del ahora arrodillado goliath mientras seguía entonando sus plegarias. Las leves pausas entre oración y oración, las dedicaba a mirar de reojo al pistolero, blanco de los malditos arqueros que no cesaban en sus ataques.

- Pelor... - cogió aire - ¡¿se puede saber donde te has metido?! - suspiró inquieto al percatarse también de las heridas que había recibido Marcus. Pese a los hábiles conjuros de Valinor, Julius tenía claro que sin la ayuda de sus dos camaradas más destructivos, el peligro que suponían los sanguinarios gnolls iba a ser insuperable. El clérigo de Pelor era incapaz de concebir la idea de abandonar a sus compañeros, hasta el punto que si éstos caían abatidos, no dudaba en que él mismo sería el siguiente en reunirse con su dios, y por contradictorio que pudiera llegar a parecer, aún no deseaba encontrarse cara a cara con éste. "¿Vas a dejar morir a uno de tus más devotos seguidores?" se preguntó sin esperar respuesta alguna antes de seguir con sus curaciones.

- Por la gracia de Pelor, que tu sangre deje de fluir y que tus heridas cicatricen! - exclamó desprendiendo los cálidos destellos luz blanca que envolvían sin cesar el cuerpo del grandullón.

El gigante rodilla en tierra volvió a erguirse golpeando a otro de los bárbaros que seguían en pie. Gracias a la magia curadora de julius, este comenzó a golpear a diestro y siniestro. Obcecado con la idea de vengarse de aquellos gnolls malolientes levanto una y otra vez su poderosa Hacha, haciendo saltar carne y huesos a la vez, impulsado por la sed de sangre. Ya no había vuelta atrás!

El gran giganton con rodilla en tierra comete un gran error poniendose en pie en su furia barbara pues les dio tiempo a los gnolls enemigos a atacarle (ado 52 de daño 1 fue critico) y con un hachazo perdio la mano y con la otra se clavo en su garganta para no poder levantarse mas (anulado ataque 25 de daño de ragard en curso)

Mientras ragard moria como un heroe Marcus se vengaba abatiendo descargando todas sus balas sobre un arquero ya solo le quedaba 1 que le disparo y fallo

Los barbaros intentan salir de la grasa pero les es imposible y aunque se a prendido poco fuego este quema sus manos y pies 

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Maldito mago, me quemo, voy a ir a por ti 

Ladras demasiado para ser simple carne de barbacoa, estúpida hiena. - respondo con rabia la ver a mi compañero caído. 

Luego empiezo a salmodiar otro conjuro. Al terminar de gesticular, una poderosa llama surge de mis manos y quema a ambos gnolls. 

Ahora Marcus. Acaba con ellos y luego lidiamos con el resto. - digo bastante furioso por la muerte de Ragaard.

- ¡Grandullón! - Se quejó al verlo caer a peso muerto contra el suelo. Aquello se había complicado de una forma horrible tan rápidamente que daba hasta pánico de pensar en ello. - ¡Hijos de puta! - Se quejó, con todas las letras y apuntó con la pistola a uno de los bárbaros que acababan de abatir a su compañero y descargó un preciso disparo directo contra su cabeza, abriendole un agujero en la cabeza sin piedad alguna. - Estoy en ello... ¡cubridme para que no se acerquen demasiado! - pidió a sus compañeros.

El clérigo sintió una punzada de dolor recorriendo su ser. Había concentrado todos sus esfuerzos en mantener a salvo al goliath y había fracasado en su empeño. Al ver caer abatido a su camarada no puedo contener su desdicha... No solo le había fallado a Ragaard, sino que como clérigo de Pelor, había fallado en su única misión, mantener con vida a todos los miembros del grupo.

Casi perdió la concentración del combate cuando recordó las heridas del pistolero gracias a oir los gritos de éste y los de Valinor, maldiciendo a la jauría de gnolls. Julius se concentró de nuevo en sus plegarias, pese a la ira y decepción que sentía, sobretodo hacia sí mismo, y rezó de nuevo para lanzar sus curaciones.

Alzó de nuevo las manos, entrando en contacto con Marcus y la luz brillante de tonos blancos empezó a esparcirse por el cuerpo de éste. - Vamos... tienes que aguantar... - susurró prácticamente suplicando - que tu vitalidad sea restablecida y tus heridas sanadas!

Uno de los dos gnolls barbaros habia conseguido ponerse depie ya . y ambos avanzaron hacia el vaquero que descargaba su pistola hacia el primero de ellos que se acercaba

Este barbaro fue gravemente herido, y el hecho que todavia tuviera grasa en los pies junto con los tremendos impactos de las balas y el manos ardientes , este fallo a la hora de atacar sobre Marcus , que esquivo por poco la eneorme hacha que queria hacerle un gran daño

Un aura de luz envolvio del clerigo envolvio al pistolero sanandole de las heridas y preparandolo para el combate. pero despues una flecha se clavo en su brazo

Condenadas hienas ¿A ver como les sabe esto? - digo con rabia mientras un rayo de luces multicolor sale desde mi mano hacia el bárbaro que no pudo salir del campo de grasa.

Se zafó del ataque del bárbaro, obligandolo a retroceder un paso a la par que recibía el disparo del arquero, claavándose en el hombro y porvocandole un gruñido a medio camino entre el dolor y la rabia. Apuntó con sus armas al gnoll, descargando dos disparos practicamente a bocajarro contra él, dispuesto a provocar el máximo daño posible y derribar al verdugo de su amigo y compañero gigantón.

Julius seguía desconcentrado y sus curaciones no ejercían el resultado que esperaba. La preocupación se acumulaba en su interior y sus oraciones no llegaban a sanar por completo a Marcus que no dejaba de recibir los ataques de los gnolls.

Desde su infancia le habían inculcado que Pelor velaria por él y todos cuanto seguían la senda del bien. "Se puede saber que estás haciendo?!" Pensó mientras seguía aplicando sus hechizos sanadores.