Partida Rol por web

Viendo como el elfo habia hecho caso omiso de sus palabras, y entendiendo la situación, Tosur dice...

- Aunque me pese, voy contigo señorrrr elfo....

... y comienza a bajar las escaleras, hacha en mano...

AL no escuchar nada en particular el bardo asiente ante las palabras de ANrmo y se dispone a ir detrás de Tosur.

"Lo que sea con tal de abandonar este extraño lugar."

Bien, os sigo, esto supera con creces mis dosis de magia por un dia, e incluso por muchos dias, hay que estar atentos y no volver a caer en otra trampa....vamos a matar a esos asquerosos orcos....Armath se puso cerrando el gurpo de 4 que se disponian a bajar por las escaleras. 

¡Vamos! ¡Para algo hemos venido aquí!

Dice Giroth que se ha dado cuenta de que estar despistado en los últimos minutos le ha llevado a perder el lujoso botín a manos del ladrón alto y el pequeño ladrón.

Avancemos. Hemos llegado hasta aquí para cumplir una misión y hasta que no termine, no podremos volver con la cabeza bien alta.

Gregori le aplica el cataplasma a su compañero Rotengon, luego abre la puerta con la llave y posteriormente los dos hobbits se separan del grupo, volviendo hacia arriba a la biblioteca de la vidente. El resto del grupo atraviesa la puerta y llegan a un vestíbulo donde hay tres puertas además de la que acaban de cruzar. Las tres puertas están abiertas, una da a un pequeño habitáculo donde hay un montacargas, otra da a unas escaleras curvas que bajan, y la última da a una habitación.

Las diferencias son palpables, pues aquí huele a orco que apesta. Todo está sucio y hay desechos por el suelo. La habitación da verdadero asco, y donde parecía haber muebles de lujo ahora sólo hay una cama con las sábanas negruzcas de la porquería que tienen, un gran espejo de plata colgado en la pared con varias partes destrozadas, dos cofres que un día estuvieron cerrados y que han sido abiertos hace ya mucho tiempo por el método Tosur, y mucha, mucha mierda por todos lados.

Abajo, por la puerta de la escalera, se escuchan ruidos de movimiento, aunque poco identificables.

- Puaggh , que asco ..... susurra el bardo al ver y oler el vestíbulo que tienen delante.

Jabien mira con temor a los ruidos provinientes de la escalera mientras lentamente carga su ballesta .... y avanza hacia la puerta que da al pequeño habitáculo aparentemente  deshabitado.

Ssssssssssssshhh.

Giroth se lleva el dedo a los labios y saca su espada.

Abajo hay ruido y en el gremio de ladrones aprendemos muy temprano que donde hay ruido hay seres vivos moviéndose.

Bien, pues creo que deberiamos bajar, aqui arriba no vamos a hacer nada a excepcion de olor a repugnante mierda de orco...eso si, extrememos las precauciones y veamos muy bien donde pisamos el factor sorpresa ha de ser decisivo en este caso....

-Yo iré el primero, creo que podré ensartar al menos a uno antes de que puedan reaccionar- dijo el elfo mientras cargaba su arco y comenzaba a bajar las escaleras de puntillas muy atento a posibles trampas ... Medianos usureros, han preferido la rapiña que ayudar a sus compañeros ... pensó, y es que la visión de la raza de los hobbits de Narmo nunca volvería a ser buena después de dejar en la estacada a ellos mismos y a la partida de Glorfindel.

Armath desenvainó su espada con cuidado para no hacer ruido y comenzó a seguir a Narmo escaleras abajo, dejando una distancia prudencial para que el elfo pudiera disparar el arco sin tropezar con su cuerpo.  Miraba antes de poner un pie en el siguiente escalon y procuraba hacer el menor ruido posible.... 

-  Brrr!!! Que peste... dice Tosur hablando lo mas bajo que puede... Bajemos ya! Y aniquilemos a todo orrrrco viviente!!! Vamos, vamos, vamos!

Nervioso pero ansioso Tosur se mueve de un lado para otro de la estancia entrando en la habitacion asquereosa, luego al montacargas el cual observa de pasada, volviendo al hall...

Ve como sus compañeros comienzan a bajar, y se situa detras del caballero de Rohan para descender por las escaleras...

Ni el examen de Giroth de la habitación, ni el de Tosur del montacargas arrojan nada significativo. Todo está manga por hombro, destrozado del uso de los orcos que no han pasado, ya sea porque no hayan podido o no hayan querido, la puerta que acabáis de franquear vosotros.

Narmo comienza a bajar las escaleras de caracol, con mucho tiento pues los ruidos aumentan cada peldaño que bajan. Las escaleras son largas, estrechas y algo oscuras. Unos cinco metros más adelante se ve una entrada a la izquierda y, de acuerdo con los planos que os enseñó Gregori, allí se entra al comedor y otra estancia.

Pero las escaleras no mueren ahí, sino que siguen bajando a otro piso inferior. Narmo se queda parado al lado de la puerta, sin entrar, escuchando los sonidos guturales de dos orcos, que parecen hablar, si se puede llamar así lo que hacen, probablemente en el comedor de al lado.

¿Qué hacéis?

- Si queremos continuar bajando no deberíamos dejar nadie con  vida a nuestras espaldas. - susurro a Tosur y hago una señal a los demás inequívoca con la idea de entrar y pillarles por sorpresa.

Amarth callado y en silencio hace un gesto afirmativo con la cabeza mientras saca con silencio su espada de su funda de cuero y se prepara para entrar en combate con aquellas apestosas criaturas. 

Por supuesto Jabien, justifiquemos el derramamiento de sangre. Yo también estaba empezando a aburrirme hasta la muerte.

Giroth desenfunda su arma.

Si muero, cuidad que el hobbit no saquee mis restos. ¿Vamos a por ellos a la de tres?

- TRRRRRRES!!!!! ARRRRRR!!!!

... sin dejar casi ni iniciar la cuenta, adelanta Tosur al elfo, portando su escudo de madera en un brazo y su inquebrantable hacha alzada con la otra mano...

- ARRRRR!!!!!! grita de euforia por entrar en combate, golpeando la puerta y e irrumpiendo en la sala dispuesto a derramar sangre orca por doquier!!!

Narmo afirmó con la cabeza a las observaciones de sus compañeros de aventura. En ese momento, el enano sobrepaso su posición con la intención de irrumpir en aquella habitación. El elfo lo siguió con paso firme y su arco en ristre, preparado para ensartar por lo menos a un par antes de que pudieran reaccionar.

Giroth sigue al enano con su arma en la mano. Y realiza una serie de fintas absurdas.