Partida Rol por web

Tu vecino iba a abrir la boca para replicar pero la cierra abruptamente ante tu severa mirada. Asiente apesadumbrado mientras coge las llaves de su piso. Una vez en la calle, tenéis que ir a pie hacia el local puesto que no disponéis del suficiente dinero para tomar un taxi. El chico empieza a ponerse más nervioso cuanto más se acerca al local. Está situado en un barrio elegante y es una enorme casa solariega con una cálida iluminación que puede verse a través de sus numerosas ventanas. Un tipo alto, vestido de esmoquin y con pinta de matón, se encuentra en la puerta mirando con desaprobación a cualquiera que ose acercarse demasiado a las puertas. Tu vecino se queda parado a unos veinte metros del establecimiento.

-Bueno, hemos llegado. Ese es. No creo que me necesites, más ¿verdad? Yo mejor me voy... -dice haciendo el amago de marcharse.

Durante todo el camino hasta el famoso local mantengo a mi vecino a la vista, bajo mi severa mirada y sin permitir ningún tipo de jueguecito por su parte. Estoy harta ya de las molestias que me ha causado, y de tener que resolver sus estúpidos problemas como si de B me tratara. Una vez llegamos al lujoso barrio me quedo asombrada ante tales casas y no me queda ninguna duda de las tramas que se traen por aquí los mafiosos.

Una vez llegamos al local sonrío para mis adentros mientras observo con interés al tipo de la entrada, en cuanto veo que mi vecinito intenta escabullirse de la situación lo cojo por la pechera inmediatamente con mirada amenazante.-Ey ey ey ey ey...como bien dicen, o follamos todos o tiramos la puta al río. Así que cariño mío, tu te vienes conmigo a mojar como los mejores....Además ¿cómo le puedes decir que no a una ricura como yo?.- Con parsimonia le tomo del brazo derecho fuertemente haciéndole algo de daño mientras le conduzco hasta la entrada con una sensual sonrisa entre mis labios. Y en cuanto nos acercamos al tipo del esmoquín le susurro a su oído.-Como trates de jugármela de alguna manera te mato...y no bromeo...

-Está bien, está bien -dice el muchacho intentando soltarse de tu agarre-. No me voy a escapar, pero suéltame.

Los dos os acercais a la entrada del local. El portero está dejando entrar a dos personas en ese momento y al veros sonríe ampliamente antes de decir:

-¿Qué se os ha perdido a vosotros por aquí? Venga, fuera antes de que pierda la paciencia.

Una vez en la puerta, vuelvo a coger la mano de mi vecino, como si de mi pareja se tratara y antes de dirigirme al hombre de la puerta le dedico una fingida sonrisa a la par que aprieto fuertemente mi mano, a sabiendas de que le estoy haciendo mucho daño para que no me la juegue en un momento como este.

Bajándome tímidamente el escote, le dedico una mirada lasciva al señor mientras detengo mi mano libre en torno a mi escote, atrayendo su vista hacia mi pecho. -Lo siento, tenemos un asunto pendiente por aquí...alguien nos espera dentro, ¿sería usted tan amable de permitirnos la entrada a su local?

El portero sigue los movimientos de tu brazo y se detiene en el escote. Traga saliva con dificultad antes de añadir:

-Sí, claro, por supuesto -dice algo aturdido-. Venga, entrad.

Se aparta a un lado, aún algo conmocionado y aprovecháis para colaros. El interior es amplio y tiene varias pistas de baile. Un grupo abigarrado de personas se mueven al compás de la música. Distingues a bastantes demonios de diferentes razas mezclados entre la multitud. Tu vecino te tira del brazo llamando tu atención y te señala hacia arriba. Por encima de las pistas de baile hay una sala vip con cristales tintados a los que se accede por unas escaleras en un lateral. Al pie y en la parte de arriba de las escaleras vigilan varios hombres vestidos de negro.

-¡Ahí es donde él se encuentra! -te grita al oído intentando hacerse oir por encima del ruido.

 Sonrío para mis adentros, mientras miro con temor a los tipos que vigilan la zona. No quiero tener que armar semejante escándalo en el lugar, alertaría a mucha gente y no sé si podría con todo. Nerviosa miro a mi alrededor en busca de otra entrada o alguna facilidad para poder subir sin ser vista pero todo resulta en vano. Miro a mi vecino a ver si tiene alguna idea sobre qué podríamos hacer para llegar hasta allí...no creo que volver a seducir sea una buena idea...y más cuando se trata de tantos tipos juntos...

Al verte pensativa tu vecino te sugiere:

-¿Y que hay del tejado? Quizá haya alguna forma de llegar a la sala VIP desde ahí. Un conducto de aire acondicionado o algo...

 Con una sonrisa en mis labios miro a mi vecino, al fin y al cabo no parece tan idiota como parecía y sin duda su idea resultaba la mar de divertida. Así que sin dudarlo ni un momento lo tomo del brazo y me dispongo a salir del local, una vez fuera le dedico una mirada ávida al gorila que aguarda a la entrada, y tras dar un rodeo por el local hasta la parte de atrás, dónde nadie pueda vernos me dispongo a escalar la casa. No sin dificultad intento llegar hasta el tejado, e incluso, en muchas ocasiones tengo que ayudar a mi vecino para poder alcanzar junto a él la cima.

Una vez arriba, intento buscar algún tipo de conducto de aire acondicionado o algo que me ayude a llegar hasta el interior del local nuevamente.

El ascenso hubiera sido más fácil si no hubieras tenido que arrastrar a ese demonio inútil detrás de ti. Una vez arriba, localizas un respiradero de aire acondicionado cerrado por una rejilla. Arrancas la pieza y la lanzas lejos mientras examinas con ojo crítico el conducto. Sin pensártelo dos veces, metes los pies en él y te dejas caer.

La caída no son más que dos metros y a tus pies está el túnel de ventilación que te permite ir de cuclillas. Tu vecino baja detrás de ti haciendo un ruido innecesario. Suspiras para tus adentros mientras te arrastras por el conducto. Unos metros más allá, hay un respiradero. Llegas hasta él y te asomas con cuidado.

A tus pies ves una habitación bastante lujosa con el suelo cubierto con mullida moqueta. Parece la sala VIP. Ves también a un hombre con ropas oscuras que conversa en voz baja con alguien que está más allá de tu campo de visión. Parece que no hay nadie más que ellos dos en la sala.

 Una vez tengo la visión panorámica de la sala VIP, mi dirijo a mi vecino con una mirada autoritaria mientras me llevo un dedo a los labios mientras paso otro por mi cuello a modo de amenaza. Tomando una profunda bocanada de aire siento como la excitación ante una situación tan peligrosa se extiende por mis venas.

Con sumo cuidado intento mantener el máximo silencio posible para intentar escuchar la conversación, y desde mi posición intento buscar el punto exacto para poder ver al otro tipo.

Te mueves dentro del conducto intentando hacer el menor ruido posible para ver si puedes descubrir quién es la otra persona. Te parece ver a alguien sentado tras un gran escritorio de roble. Pero las rejillas de metal te impiden descubrir sus facciones. Ambos hombres hablan con voz audible.

-¿Qué ha pasado con los chicos que envié a la casa de aquel desgraciado? -pregunta el hombre sentado que probablemente sea Skirren-. Quiero mi dinero, Trevor.

-Fueron interceptados. Una mujer -contesta Trevor.

-¿Una mujer? ¿Estás de broma? ¿Cómo diablos lo has averiguado?

-Veo cosas, ya lo sabes. No me hubieras contratado si no tuviera estas habilidades "especiales"

-Ya, ya lo se -comenta Skirren más calmado-. ¿Pero una mujer? ¿Cómo pudo?

-Es especial. Es una cazadora.

-¿Qué? ¿Cómo en las leyendas? Eso es una...

En ese momento tocan a la puerta. Trevor abre y una tercera persona entra en la sala. Reconoces al vampiro con el que te peleaste en la discoteca hace unas noches, el tal Spike.

-¿Y tú que demonios quieres? -pregunta Skirren de forma un tanto hostil.

Spike enciende un cigarrillo con parsimonia mientras Trevor le lanza una mirada fulminante. Toma una calada y expulsa el humo antes de añadir:

-He oído que organizas partidas de póker en donde se maneja mucho dinero. Quiero entrar en una de ellas.

Mientras Spike y Skirren conversan, Trevor se pasea por la habitación hasta que se coloca justo debajo de ti. Después, como al descuido, levanta la mirada y clava sus ojos en los tuyos.

 Desde mi escondite permanezco atenta a todo lo que ocurre en la oficina, sin duda ese tal Trevor es un tipo muy extraño, impaciente queriendo respuestas y con muchas ganas de conseguir más aventura a través de esta pequeña misión bostezo un par de veces pensando incluso en dar media vuelta y escabullirme de este embrollo. Sin embargo, justo cuando decidía irme la cosa comienza a ponerse más interesante, alguien nuevo aparece a la estancia y mi sorpresa no puede ser mayor al ver quién se integraba en la charla...

Era aquel vampiro..., aquel vampiro de pelo rubio platino que me había encontrado en mi primera noche en San Francisco, no puedo evitar esbozar una tímida sonrisa, sin duda esa noche permanecerá en el recuerdo. Pero la cosa no había quedado ahí, justo cuando bajo la mirada veo cómo el tal Trevor se acerca sospechosamente a mi escondite, mi cuerpo comienza a temblar temiéndome lo peor e inconscientemente agarro el cuerpo de mi vecino de tal manera que no pueda escapar.

Mis dudas se ven resueltas justo cuando veo que fija sus ojos en mí...sin duda este tipo es bueno, nerviosa sin saber muy bien cómo actuar ante la situación intento retroceder un par de pasos intentando colocarme de manera casi imposible detrás de mi vecino para poder lanzarlo contra el tal Trevor.

Agarras de las solapas a tu vecino, que te mira asustado, antes de lanzarlo rejilla abajo contra Trevor. Los dos cuerpos chocan entre sí y caen hechos un ovillo al suelo. Te descuelgas con agilidad del conducto, dejándote caer dentro del despacho de Skarren.

Este y Spike te miran con estupor. El vampiro rubio, situado tras Skarren, hasta te dedica una sonrisa medio torcida como aprobando tu loca acción.

-¿Quién diablos eres tú? -pregunta Skarren con sorpresa.

-Es ella -contesta Trevor desde el suelo. Logra quitarse a tu vecino de encima empujándole a un lado. Después se levanta arreglándose la ropa-. La joven de la que te hablé. La cazadora.

Spike sonríe, como si supiera lo que está a punto de avecinarse. El vampiro da un paso atrás acercándose con disimulo a la puerta y sin hacer ningún ademán peligroso.

-Vaya, es una visita muy cortés -comenta Skarren-. Nada más y nada menos que una figura surgida de las leyendas. Y dime, jovencita ¿qué he hecho para merecerme tal atención?

Una vez abajo sonrío para mis adentros al ver el caos que he organizado, desde una esquina diviso a Spike observándome con diversión,...como si a pesar de saber que soy la cazadora...sintiera cierto feeling conmigo.

Me ajusto mis ropas mientras miro a Skirren con interés, a la par que su mago intenta incorporarse de nuevo. -Vaya, vaya...veo que cada vez soy más famosa...sin duda una ciudad como San Francisco no es inmune ante una presencia tan magnífica como yo.

Con atrevimiento me pasee ante todos los presentes mientras estoy en alerta por el mínimo ataque, mientras que le guiño un ojo a Spike bajándome el escote a modo de saludo, para que se deleite una vez más con mis curvas.

Una vez me he mostrado lo suficiente, señalo a mi vecino con desdén mientras me dirijo a Skirren.- Sinceramente, no tenga nada en contra tuyo, sólo que este tipo ha andado por ahí metiéndose en problemas con tus hombres, a los cuales me tuve que quitar de encima....

Skirren y Trevor no te quitan ojo de encima mientras te pavoneas por el despacho. Spike no pierde de vista tu "saludo" e inclina la cabeza levemente respondiéndote.

-Sí, le diste una paliza a mis chicos, es verdad. Pero siento curiosidad en por qué has estado ayudando a este despojo -dice señalando al joven que sigue en el suelo-. Le ayudé, le permití abrirse paso en la sociedad humana y todo por un pequeño precio ¿Y qué recibo? Nada. Ni dinero, ni respeto.

-¡Mientes! -grita el chico- ¡Tratas a los de mi clase como esclavos! ¿Dónde está mi hermana? Me prometiste que nos ayudarías a ambos.

Skirren le mira fríamente mientras Trevor le levanta del suelo tirandole del brazo.

-Si ni siquiera tienes dinero para pagar lo que me debes, mucho menos para obtener la libertad de tu hermana...

Divertida observo la situación mientras aquellos seres me miran embobados, sin duda, este era mi ambiente, dónde yo me podía llegar a sentir realmente cómoda, y así voy notando la adrenalina fluir por mi cuerpo. Pero hay algo que me intriga, algo que no me queda del todo claro, ese tal Spike, si hay algo que me queda claro, es que no está claramente del lado de este tal Skirren y su perrito Trevor...pero...si algo surje en esta estancia ¿de qué lado se pondrá? Pensativa sacudo mi cabeza intentando liberarme de tales pensamientos, tengo que tener claro que es un vampiro...y no es precisamente Ángel, Spike no tiene alma...y yo soy la cazadora - o eso piensa él- así que supongo que seré como un trofeo para él.

Pero un grito me saca de mi ensimismamiento, cuando miro al suelo, observo como Trevor y Skirren discuten con mi vecino mientras le hacen daño. Confusa, no sé como actuar ante una situación así, este es el tipo de tareas de B y no las mías, pero si hay algo que tengo claro es que Skirren es un pez muy gordo en su mundillo y sus hilos llegan muy lejos...Estamos en mundos diferentes y tras haberme topado esta noche con él, sé que no saldré bien parada...

Con paso decidido y la mirada más endurecida me planto delante de Skirren y Trevor.-Vamos Skirren, seguro que tienes el dinero suficiente para poder olvidarte de esa pequeña deuda....Además ¿qué te traes entre manos?, ¿qué tipo de negocios tiene alguien como tú para poder estar tan alto?

-Jovencita, si fuera por ahí perdonando deudas no hubiera llegado hasta donde estoy ¿Mis negocios, dices? Soy un hombre que ofrece sus servicios a la comunidad. Ayudo a los de nuestra clase a entrar en la sociedad humana sin llamar mucho la atención... entre otras cosas claro.

Tu vecino le mira con furia.

-¡Sí, claro! -le espeta-. A precios abusivos y si no te pagamos, recurres al secuestro y a la violencia.

-Soy un hombre de negocios -responde Skirren encogiéndose de hombros-. Si no me hago respetar no podría estar donde estoy. Pero dime, cazadora. No pareces como las luchadoras de las que hablan las leyendas. Otra en tu lugar ya habría estado repartiendo golpes por doquier.

-Te puedo asegurar que los reparte -interviene Spike desde su rincón haciendo una mueca. Skirren sonríe, comprendiendo.

-¿Os habéis conocido, entonces? -vuelve a mirarte pero esta vez hay en sus ojos algo que podrías interpretar como respeto-. Si has sido capaz de poder enfrentarte a un vampiro tan conocido como William y sobrevivir quizás me puedas ser útil ¿Qué me dices? Veo que te has erigido en protector de este muchacho ¿Aceptarías realizar un trabajo para mi? Como pago... -piensa durante unos instantes antes de continuar- podría perdonar a este joven y a su hermana.

-No hablarás en serio -comenta Trevor con asombro.

-¿Y bien? -pregunta Skirren- ¿Qué me dices?

Con una sonora carcajada me tomo mi tiempo para pensar en la propuesta del tal Trevor, con calma y picardía en mi mirada, saco un cigarrillo del bolsillo trasero de mi pantalón de cuero, y le tiendo uno a Spike con cierta complicidad, para ser un vampiro...parece bastante divertido este William...

Sin esperar ningún tipo de respuesta y sin importarme una posible reprimenda por tal atrevimiento, enciendo mi pitillo y tomo profundas bocanadas de humo mientras sopeso la situación mirando al resto con diversión.

Por un lado, tengo a Spike, un vampiro por lo visto conocido...temido...poderoso...y con el que debo de tener cuidado, no me interesa matarlo,...podría serme útil en más de una ocasión. Por otra tengo a un ser poderoso, temido por las criaturas demoníacas y cuyo poder se extiende más allá de lo que yo puedo concebir...y en último lugar a un inocente, un inocente al que yo debería de proteger por mi condición de cazadora y que sin lugar a dudas precisa de mi ayuda.

Sin embargo...¿quién me asegura que esto no se trata de una simple trampa? Que este pequeño favor se convierta en un ovillo de pagos pendientes que me lleve a una incorporación en la plantilla de este mafioso...No, sin duda no puedo llegar tan lejos, yo no soy un simple muñeco al que manipular sin sentido...soy un ente libre, soy La Cazadora, y mi poder va mucho más allá que eso. Pero...nadie ha dicho que no pueda hacerle el trabajo a Trevor asegurando mi integridad...

Con paso decidido me presento ante Trevor y sonrío con malicia a Spike.-Es interesante esa propuesta tuya...sin duda eres un hombre de negocios, sabes cómo poner a tus víctimas entre la espada y la pared....Pero, permítime asegurarte,...y si no le puedes preguntar a tu amigo Copperfield, que en mi condición de Cazadora mi poder va mucho más allá de lo que ves en mí, y creeme que no es sólo psíquico...sino físico...no estoy sola en esto querido amigo...y creeme cuando te digo que tal vez yo sola no puedo derrotarte....pero mi poder unficado va más allá de lo que tu mente puede llegar a concebir. Es por eso, querido Skirren, que me tomo el atrevimiento, en una situaciòn como esta...a exponer, por así decirlo,...mis propias condiciones,...mis propias normas en tu juego. Y es aquí, cuando mi querido Spike...toma lugar en este bonito escenario.

Marcando mi sensualidad en todo momento fijo mis ojos en el vampiro, mostrando mi lado más salvaje, más lascivo...y me dirijo a él como si me fuera a lanzar sobre él de la manera más primitiva posible. Con cada paso que doy, descoloco a Spike de su condición de vampiro...sacando su lado más humano...más salvaje...más perceptivo. Cuando sólo unos centímetros separan nuestros cuerpos me lanzo sobre él, de manera que se vea obligado a sujetarme con sus brazos...justo en mi trasero, dejando mi rostro a apenas unos milímetros de distancia del suyo y haciéndole olvidar al vampiro que tenemos público.-Tú, mi querido Spike, trabajarás conmigo, me ayudarás a cumplir el favorcito de Skirren...y te aseguro que nos lo pasaremos muy muy bien. Con pasión paso mi lengua por su cuello ante la sorpresa del público, y una vez he descolocado al vampiro me alejo de sus brazos con un beso más cerca de sus labios que de su mejilla.

Tras haber dejado los brazos de Spike me dirijo al centro de la estancia, recalcando el poder que ejerzo sobre los demás y retomo mi palabra para con Skirren.-Puedes aceptar o no, pero hay algo que te puedo asegurar desde un principio...mis valores morales no son tan estrictos como deberían ser los de una cazadora. Tengo muy claro que inocentes, como mi vecino, hay muchos...y yo no puedo ayudarles a todos, así que por mi parte no voy a tener ningún tipo de remordimiento de conciencia si le pasa algo, fue él quién se metió en problemas....y no yo. Pero por otro lado, si aceptas y  tu, Skirren..o tú...querido Spike, no cumplís las normas o sacáis alguna trampa fuera de lugar...os aseguro que sois seres muertos, y no precisamente por mis manos solas. Así que...¿qué me decís queridos?

-Debo reconocer que será más divertido que una partida de cartas, eso seguro -dice Spike después de recuperarse de tus "atenciones"- ¿Qué hay que hacer?

-Una cosa muy sencilla -responde Skirren-. Tengo un amigo, un competidor. Lleva un club parecido a este en Chinatown, aunque con mucha menos clase por supuesto. Tiene algo que me pertenece. Una estatuilla muy antigua. Trevor la encontraba de bastante utilidad. Traedmela y nuestros problemas habrán terminado.

-No puedo creer que sigas adelante con esto -protesta Trevor- ¡Un vampiro y una cazadora! ¡Esto es ridículo! Lo echarán todo a perder. Eso si no acaban matándose el uno al otro.

-Ten fe, amigo -le calma el demonio-. Estoy seguro de que podrán hacer el trabajo de forma satisfactoria.

Trevor resopla y se cruza de brazos. Tu vecino se levanta y se acerca a vosotros dispuesto a marcharse. Skirren te despide con un gesto.

-Supongo que no hay nada más que decirnos. Nos veremos a la vuelta.

 Con una última mirada despido al tal Skirren, sintiendo cierto temor en mi conciencia, sabía muy bien que había aceptado el trato para conocer más a Spike,...ese vampiro me intrigaba sobremanera: era tan distinto a...a....Ángel, hacía horas que no recordaba su nombre, sus ojos...sus brazos...caricias,...Pero no, definitivamente aquello no podía ir conmigo, terminaría haciéndole daño,...no se merecía eso después de todo lo ocurrido, pero sabía muy bien que nunca recordaría a nadie como lo haré con él...

Tras salir de mi ensimismamiento, observo cómo Spike me mira con interés, como si estuviera intentando adivinar qué estaba pensando, pero con una mirada repleta de avidez y pasión intento despejar sus dudas con diversión, me encantaba esa sensación mezcla de lujuria,...aventura y prohibición: tres palabras mágicas que definían a la perfección mis encuentros con este ser tan interesante.

Mientras despido con una mano a mi vecino, camino delante del vampiro, adelantándome a él y marcando el paso como si no fuera con él, sino por mi cuenta. Salgo de la estancia y me dirijo a la parte baja del club dónde la música resuena y hace temblar mis caderas. Sin dudarlo un segundo, me sitúo en un lugar llamativo del local y me dispongo a bailar sola, siendo el punto de atención de miles de miradas.