Partida Rol por web

 Con agilidad desaparezco rápidamente de la zona, rodeada de polis y peleas por doquier, no puedo evitar reirme ante la situación, nunca había conocido a un vampiro con Spike...vaya sorpresa se debe haber llevado conmigo...jajajja, apuesto a que la próxima vez que se encuentre conmigo se lo pensará dos veces antes de actuar conmigo de esa manera...quién sabe, tal vez ahora le de por buscar a la "supuesta segunda cazadora jajajja". Camino sumida entre mis pensamientos por las calles de San Francisco, recordando el encuentro con el tal Spike, y asombrada por el hecho de que antes no había tenido la oportunidad de establecer un contacto así con un vampiro...todo había sido matar y correr hasta ahora...excepto con Ángel.

Cuando lo recuerdo una punzada de dolor recorre mi médula espinal, como si mi espalda fuera azotada trágicamente....cómo estará, se estará acordando de mí, no debí haber huido de esa manera....pero....simplemente no tenía otra salida...Con una sacudida intento despejarme de todo el tema de Ángel y continúo caminando, ya he tenido bastante por esta noche, y después de tanto ajetreo creo que lo mejor sería ir a descansar.

Han pasado dos días desde tu llegada a San Francisco y has conseguido un motel barato donde quedarte por poco dinero. Tus ahorros son escasos y mientras piensas en una forma de conseguir más, tienes que apañarte con lo que hay. Los días no están mal, tu habitación tiene vistas a la avenida y puedes ver los tranvías bajar y subir por las empinadas cuestas que han dado fama a la ciudad. Las noches, en cambio, son mejores. San Francisco es una ciudad enorme y, como tal, la diversión está por doquier. A veces incluso no tienes que salir de casa a buscarla.

En la tercera noche que estas ahí, cuando te estás preparando para una de tus correrías nocturnas, oyes un jaleo que viene del pasillo. Abres un poco la puerta para atisbar lo que ocurre y descubres a dos tipos fornidos "hablando" con uno de tus vecinos. Un joven de aspecto frágil con el que te has tropezado dos o tres veces y que siempre te ha saludado con un tímido "hola". Los hombres parecen matones y uno de ellos tiene el pie metido en el quicio de la puerta para que no pueda cerrarla.

 Lista para salir con mis usuales ropas de cuero, escote de infarto...una minifalda que muestra más de lo que debería y...la mejor parte, unas botas de caña alta, de punta y tacón de aguja. Es vestuario perfecto para una noche mágica, justo antes de salir busco entre mis trastos mi estaca y me miro al espejo con atrevimiento orgullosa de mi propio aspecto. Las noches de diversión son una vía de escape para quitar a Ángel de mi cabeza...y eso era algo que tenía que solucionar muy pronto...Sin embargo, de pronto, oigo unas voces fuera...y me acerco tras la puerta para curiosear, parece que uno de mis vecinos tiene problemas...y ya siento mi sangre pidiendo más...calentándose por segundos.

Lentamente y con sigilo me acerco a los tipos mientras paso la lengua por mis labios, excitándome con la situación y demostrándose a los chicos por todos los poros de mi piel, tras un breve carraspeo me apoyo en la pared mientras bajo aún más mi escote y jugueteo con mi cabello.

Los dos hombres se sobresaltan un poco, porque no te han oído llegar, pero luego te miran con la lujuria en los ojos. Uno de ellos tiene agarrado a tu vecino de la pechera de la camisa. El joven está asustado pero aun así te dice un "hola" tímidamente.

-Vaya, vaya, mira lo que tenemos aquí -dice uno de los tipos-. ¿De dónde has salido tú, preciosidad? No te vayas. En cuanto acabemos con este idiota, estaremos contigo.

 Con un simple vistazo veo la situación de mi vecino con los dos tipos...que no han tardado en mostrarse interesados en mis delicados encantos. Tras pestañear levemente me abro paso entre los dos tipos, cogiendo al primero por la cadera al pasar a su lado mientras paso disimuladamente mi trasero por la mano de su compañero. Hasta quedar entre ellos dejando a mi vecino a mi espalda. Una vez me ecuentro entre los dos tipos sonrío con lascivia en mis ojos mientras acaricio sus rostros...-Vaya...¿Entonces no teneis interés en conocerme? ¿A qué tanto revuelo con él?...

Los miro de arriba a abajo extrañada mientras me despego de sus manos...-¿No sereis...?Aaaaaaaah oooh, vaya, no quería interrumpir algo así...Quiero decir, soy muy tolerante en estos aspectos...

Los dos sicarios se miran entre si por un momento hasta que se dan cuenta de que los has insultado veladamente. Sus expresiones cambian a unas de furia y uno de ellos dice:

-Oye, ¿por qué no bajas a tu esquina y nos esperas allí hasta que terminemos con este tio? Eres una chica muy guapa y no queremos hacerte daño ¿de acuerdo? -dice mientras te acaricia la mejilla.

 Los días habían pasado recordando constantemente a Ángel...y mi vida poco a poco había perdido cada vez más sentido, en mis salidas nocturnas cada vez me cuido menos de los posibles peligros...es más los busco, como si pretendiera buscar a gritos un dolor físico intentando callar los gritos que afloran en mi interior.

Y esta es una gran oportunidad, con gran facilidad observo cómo aquellos supuestos dos tipos tienen muy poco de humanos, y el peligro inunda mis pulmones, pidiéndome guerra...queriendo sentir algo más que dolor psíquico. Sin pensarmelo dos veces continúo con una mirada lasciva en mi rostro sin moverme del lugar, levanto los brazos lentamente mientras muestro todo mi potencial físico para acariciar intencionadamente a los extraños al bajarlos...Con una sonora carcajada, preparada para cualquier golpe y con ganas de más abro mis labios lentamente para poder dirigirme a ellos.-Vaya...esto si que se pone más interesante...Parece que nos vamos entendiendo,...órdenes, golpes...Guau, muñequitos, un poco de barro y unos trajes de baño darían la guinda para pasar una tarde estupenda con vosotros...

-Oye nena. Eres muy guapa pero empiezas a resultar un auténtico fastidio -dice uno agarrándote del brazo-. Así que ¿por qué no te largas de una vez de aquí antes de que tengamos que hacerte daño? ¿Eh, bonita?

Las palabras del ser penetran mis oídos levemente dañando cada uno de mis órganos, sintiendo cómo un jodido estúpido me discrimina...cómo si de alguna manera pudiera hacerme daño. Mis ojos cambian, y mi rostro se torna de acero, los últimos días sin Ángel me han provocado una sensibilidad extrema, y ante cualquier mínima provocación no soy capaz de controlarme. Con un simple paso firme me sitúo delante de él,...y muy atrás han quedado mis formas provocativas.

Con un simple gesto le asesto un fuerte cabezazo, a la vez que le propino una patada en la entrepierna...-¿Con que muñequita? Vaya...vaya...pero perdona, oh sí, lo siento, no quiero que me hagas daño...Al fin y al cabo, yo solo soy un simple juguete sexual al que se le puede abandonar por doquier, no? Mis ojos desprenden odio y solo pretendo acabar con esto cuanto antes...fuera de mí...perdiendo toda la razón...

El cabezazo le acierta en plena nariz y la patada posterior acaba por derribarle al suelo entre gemidos y lamentos. Su otro compañero te mira estupefacto antes de proferir un grito. Entonces, su aspecto humano desaparece revelando su verdadera identidad: un demonio.

El demonio intenta alcanzarte con un puñetazo, pero alzas tu brazo a la velocidad del rayo y lo bloqueas con facilidad. El otro se levanta del suelo y retrocede un par de pasos hasta apoyarse en la pared del pasillo y coger aire.

La rabia continúa dentro de mí...lo que me temía...sucios demonios...parece que la noche se cierne sobre mí antes de lo pensado. Mis ojos desprenden fuego a donde quiera que mire y al ver el intento fallido del otro demonio mi mirada se fija en él. Y sin pensarlo más le propino otro cabezazo en su cabeza.

Tras haber acertado en mi golpe, sonrío para mis adentros...más relajada sonrío y me llevo mi pelo hacia detrás adoptando una expresión sonriente. Le cojo por la pechera acercándole más a mí para comenzar mi interrogatorio particular sin perder de vista a su compañero.-Un demonio se balanceaba por un terreno muuy peligroso...Muy bien mi pequeñito gatito mimoso, salido de una granjita de pin y pon, ahora le vas a decir a mami quién eres, todos los detalles de tu estancia aquí...o la competencia playmobil destruirá tu asquerosa y patética existencia...

-Trabajamos para Skirren -te dice el demonio al que mantienes sujeto por el cuello de la camisa. Su compañero se ha recuperado de tus golpes pero no parece tener ganas de intervenir-. Es un prestamista de la zona. Da dinero a aquellos de nosotros que tenemos problemas y luego nos envía a mi y a él cuando no pueden pagar. Tu amigo -dice señalándo a tu vecino-, le pidió 2.000 dólares y aún no se los ha pagado.