Partida Rol por web

Burgi Ambulandi

♦ CAPÍTULO TERCERO ♦

♦ LA AYUDA DE DIOS ♦

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08/04/2014, 23:08
El Maligno

 

El amanecer non podía llegar de peor manera. La niebla arropa todo el Valle de Mena e muchas de las casas son asaltadas por pequeños zarcillos de la bruma que cuelanse entre los huecos de sus puertas e ventanas. Tan espesa paresce, que casi pudiera ahogar los gritos que escuchanse en todo el pueblo. Son gritos de mujer que provienen de casa del herrero. En la puerta, Elisa, grita e golpea el suelo totalmente ida, mientras Albert intenta calmarla pero el semblante de la mujer es de quien roza la locura.

Los guardias del Concejo tardan algo en llegar, pues aunque “atentos” en sus rondas y vigilancia, les ha pillado algo “ocupados” el asunto, y es que ha aparescido muerto también un guardia en la propiedad de los Ortiz. Empero non queda ahí la cosa, pues dicen las gentes que Matilde, una anciana octogenaria del arrabal, ha sido encontrado muerta en su casa junto a su hijo...

La turbada multitud busca culpables; et el Josu, la bestia del fogón, el asesino de Magdalena, e hasta el mismísimo Diablo son algunos de los muchos posibles culpables que escúchanse entre las voces enfurecidadas de las gentes... Incluso por lo bajo algunos aseguran que es ese Enmascarado de Burgos, ese el infáme asesino et deslenguador llegado hace poco, et esque por ahí se asegura que el hijo de Matilde ha sido desposeido de tal apéndice...

...Et que ansí están las cosas cuando se reencuentran los recién nombrados alguaciles.

Notas de juego

Tancredo y Cortalenguas: Venís del Fogón de Imanol a toda prisa al enterarse del suceso.
Belarda y Urraca: Llegáis en ese momento junto a la compaña de don Nuño.
Pelayo: No ha sido suficiente el descanso. Sigue guardando reposo; le acompañan Hernando, el criado y Becerrillo.

Don Nuño: Al escuchar los rumores de que ha muerto un guardia en la propiedad de los Ortiz parte de inmediato a la misma, dejando el asunto del herrero a los nuevos alguaciles (usease, vosotros).

Miembros del Concejo: Presentes a las puertas de la casa del herrero están Eulogio, Albert y Severo.

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08/04/2014, 23:36
Eulogio

Completamente compungido el padre Eulogio sostiene un rosario con la siniestra mientras con la diestra se persigna mientras reza en voz queda una oración a San Cipriano:

En el nombre de Dios, yo invoco a San Cipriano, rezo e cargo con
la mi devoción. Libérame de todo peligro e daño del próximo.
Libérame del mal, e de todo animal rabioso et venenoso, líbrame de
maleficios et fechizos malignos. Dirígeme con toda seguridad e
felicidad en mis viajes. Aclárame el camino; alejándome todos los
peligros et daños que me puedan rodear. Te ruego Santo mío
intersección gloriosa para Dios.

Amén

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08/04/2014, 23:41
Albert

El joven médico finalmente desiste en su empeño por calmar a Elisa. Su rostro desencajado hace evidente que ninguna palabra será capaz de aliviar semejante dolor.

Albert camina hacia vosotros mientras limpia las ensangrentadas manos en su ya de por si manchada ropa.

Dios nos asista. Sólo muerte e desgracias son las nuevas últimamente. Et por si non fuera poco aquesta niebla, jamás vióse cosa igual... Por cierto, ¿cómo sigue vuestro compañero el escriba?.

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09/04/2014, 13:25
Eulogio

Si, aquesta niebla - añade Eulogio a las palabras de Albert. - ni el viento más recio parece moverla e su extraña presencia parece ser el aliento de Lucifer, que ha cogido acomodo en aqueste lugar de pecado.

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10/04/2014, 23:54
Diego "el Urraca"

-Don Pelayo encuéntrase descansando, o así es como ayer dejámosle -el Urraca confiaba en la recuperación del suyo benefactor, et mostrábase más sonriente desde la partida de Nuño-. ¿Qué ha pasado aquí? ¿A qué débese aqueste escándalo?

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11/04/2014, 15:52
Albert

¿Non lo sabedes? - mostróse confundido, pues los parroquianos no fablaban de otra cosa que de el demonio que se cuela en las casas cuando la noche cae - Mauricio ha muerto. Ha sido... devorado... mientras dormía. El dem... lo que quiera que fuere que fizo aquesto se alimentó del herrero mientras dormía et su familia ni tan siquiera despertó.

Parescía bastante confundido el médico. Él era hombre de mundo y estudio, no un pueblerino de mente cerrada y lo que estaba sucediendo no acababa de encajar con su percepción de la realidad.

Dentro poco más hay que fazer salvo limpiar... aquesto es una locura... - Y por su expresión y rostro demacrado acompañado por los gritos de Elisa no debe ser fácil de "tragar" lo que allí dentro aguarda...

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12/04/2014, 13:03
El Cortalenguas

Me acerqué a mis compañeros et saludéles con un breve asentimiento de cabeza. Luego escuché las palabrsa de Albert.

OoOoOoOo Ambos sabemos que no es demonio lo que anda por aquesta villa oOoOoOoO -le dije secamente al joven médico tras parecerme a mí que los cuentos de los sacerdotes acerca del Mal y su virilidad como posesores no hacían efectos en el docto...-. Luego me alejé de él y mis compañeros y acerquéme a la casa del herrero, otra de las víctimas que la Villasana parecía cobrarse cada noche...; la Villasana o alguno de sus habitantes, cuyo interior gustaríame por un segundo escudriñar...

Notas de juego

Supongo que la tal Elisa es la mujer del herrero (o familia suya).

DJ: Su mujer.

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14/04/2014, 00:07
Diego "el Urraca"

La terrible imagen del omne-bestia apareció en la mente del Urraca, quien se estremeció víctima de un escalofrío que le recorrió toda la espalda hasta la nuca, cuando el doctor mencionó aquel acto tan salvaje. Santiguóse el Urraca, que non era omne religioso en demasía, quizá más buscando la protección del Altísimo que pidiendo piedad por el alma de aquel desgraciado.

El hecho de que el cortalenguas partiese de su lado tampoco gustóle al Urraca, pues por más siniestro que pareciéle aquel ente más que omne, bien sabía que su filo sería de gran ayuda en caso de necesidad.

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21/04/2014, 16:24
Belarda Olayes

Unime al contubernio que habíase allí formau, y fuile a hablar a aqueste que se hacía llamar a Albert, que tan malas nuevas había veníu a dar.

- En nuestras andanzas por el monte llegamus a encontrar a la pobre Magdalena, o a lo que della quedaba, que era bien poco. - díjeles - También dimos con la guarida de la que a buen seguro es la criatura, pues hallábase aquesta llena de restos de hombres... - contúveme de pronunciar un salmo que a buen seguro otros habrían tomau por blasfemia - empero no estaba allí la bestia, y no pudieron Nuño y sus hombres darle muerte.

 

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21/04/2014, 16:30
Belarda Olayes
Sólo para el director

Sentíame yo en extrañezas, pues allí, al amparo de la villa, era como si el mundo hubiere dao la vuelta por completo, en recordando cuando andábame con mi madre por los bosques de mi tierra natal, y allí me hablaba ella de las maravillas y terrores que aguardaban en los bosques, aquellos seres con los que siempre habíamos convivíu en mis tierras, y de los que otros hombres celaban y temían. Y preguntábame yo si habíame hablau mi madre alguna vez de una bestia como aquella...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Belarda intenta recordar si alguna vez su madre le habló de un ser así, o alguna leyenda parecida que pueda quedar oculta en su memoria.
 

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21/04/2014, 21:56
El Maligno

Notas de juego

Muchas criaturas e historias vienen a tu mente; trasnos, colachos, tantagoras, lobisomes, gules...

Pero en ninguna en concreto se centra tu recuerdo.

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21/04/2014, 21:58
Eulogio

Santiguóse el bueno de Eulogio al escuchar las palabras de Belarda. Una mueca de repulsión mostró al escuchar eso de; -a lo que della quedaba.

Albert mantúvose mudo et espectante, evidentemente turbado ante las nuevas de la joven moza.

Notas de juego

El Cortalenguas parece tener la intención de adentrarse a investigar en la casa del Mauricio el herrero.

¿Alguno le sigue?. Cuando me digáis actualizo.

Tancredo, veo que no has posteado aún en este capítulo. A partir de hoy recuperamos el ritmo habitual.

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23/04/2014, 14:41
Belarda Olayes

Acerqueme a la mujer del herrero, quién parescía desconsolada. ¡Y no era para menos! Que menudo trauma le habría causau aqueste asunto. Además, que no era menester que fuere el Cortalenguas a atosigar a la mujer, que bastante tendría esta con la muerte del esposo como para encima andar en remiendos con un hombre que parescía de todo menos aquesto. Así pues, fízele un gesto a aqueste, para que me dejare atender el asunto.

- Mejor será que trate yo con la muxer, que más maña habré de darme en consuelos que vos, con esas pintas. - díjele, aún a riesgo de que se malcarase el hombre - Necesidad habría de calmarla para que hable, que si no se le van a atragantar las palabras. Quizá vos podríais echar un ojo a lo que hay dentro de la herrería, si sus place.

Asegureme bien de que no creyere aqueste que le estaba intentando dar órdenes, que de genio no andaba falto, y ya había demostrau que tampoco de ligereza en acuchillamientos. Y que si le llamaban Cortalenguas no sería porque fuere un santo precisamente.

En tanto que todo este asunto resolvíase, me acerqué a la desconsolada Elisa, y posé una mano en su hombro, en buscando que se tranquilizare. Que no pocas mujeres había visto yo en histerias, y de esto, sabía un rato.

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23/04/2014, 14:49
Belarda Olayes
Sólo para el director

Notas de juego

¿Podría usar Empatía para saber cómo consolarla?

Aparte, me gustaría conducir a la mujer a algún lugar tranquilo (a la posada, o a alguna habitación de su casa, si es que está cerca, y no está todo lleno de sangre, claro).

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23/04/2014, 15:46
El Maligno
- Tiradas (1)

Notas de juego

Estáis a las puertas de su casa. Es una casa grande para ser de un herrero. Consta de dos plantas, y supones que si le dieron muerte a Mauricio durante la noche, el ·estropicio· se encontrará principalmente en el piso superior.

Puedes conducir a Elisa  a alguna estancia de la planta baja; cocina, herrería, una pequeña cuadra. Allí tendréis algo de "tranquilidad". Aúnque es cierto que la mujer está en un estado mental lamentable y no se te ocurre nada en concreto que pueda consolarla... Tendrás que probar a ver...

Edito: Voy a actualizarte llevando a Elisa a la parte baja de su casa. Supongo que es lo que pensabas hacer.

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23/04/2014, 23:18
El Maligno

Llevóse entonces la Belarda con sumo cuidado, palabras suaves et caricias en el cabello a la atormentada muxer de Mauricio. Llevósela al interior de su propia casa, et aunque allí hubiérase producido la masacre, el piso de abajo parescía ser tranquilo et estar limpio.

Quedáronse pues el Tancredo, el vagabundo y el Enmascarado allí fuera con Padre y Médico, y claro está, una procesión de curiosos...

Notas de juego

No marquéis a Belarda a menos que entréis.

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23/04/2014, 23:20
Elisa

Como imaginabas, la casa está dividida en dos plantas. En la baja encuentrase la herrería, una cocina de buenas dimensiones e con gran cantidad de útiles et una pequeña cuadra donde hay gallinas y cerdos. Fue allí, a la cuadra, donde llevaste a la mujer del herrero. Al parescer el ir y venir de las aves tranquilizában a la muxer, quien sentada en un banco de madera observábalas con mirada perdida.

Llamóte la atención en ese momento los numerosos moratones que marcaban su cara et cuerpo. E bien conoscía la Belarda esas marcas, pues a non pocas mozas vió sufrir los golpes de esos cerdos que llamanse hombres...

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24/04/2014, 00:23
Diego "el Urraca"

-Non sé si será demonio, Cortalenguas, mas a buen seguro non trátase de omne -díjole el Urraca al suyo compañero, siguiendo sus pasos, pues realmente non gustaríale quedarse solo de nuevo rondando por el pueblo, tras ver lo que los suyos ojos vieron en la taberna y en aquella caverna que a buen seguro era un trozo del mismo averno.- Et aún a más seguro que non es asunto nuestro. Debiéremos seguir con el asunto del Josu.

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24/04/2014, 21:50
Belarda Olayes
Sólo para el director

Dile unas palmadas en la espalda a la mujer, al tiempo que invitábala a sentar en una silla, y me sentaba yo cerca della. 

- Tranquilizaros muxer, que ya ha pasado todo. - díjele, sabedora de que mis palabras no serían consuelo, que aunque el marido la pegara a buen seguro que algún cariño le tendría - Dezidme, ¿le amabais mucho?

Fize la pregunta no sin intención, pues con ella esperaba captar en la mirada della algún gesto que traicionase la aparente fachada de pena incontenible. Pudiere ser que la hubiere afectado más el horror de la bestia que la muerte del marido... 

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25/04/2014, 09:57
Elisa

La mujer dudo un instante; Bueno... le quería. -y es que la palabra amor era demasiado grande para una pareja humilde castigada por la dureza de la vida y los golpes del marido. Aunque en sus ojos se veía, que a su manera, le quería. Eso o que le daba miedo la soledad, una vida sin marido en aquella sociedad.

Se dió cuenta entonces que observabas sus moratones; -no son nada, soy muy torpe y me tropiezo a menudo... -siempre las que habían sido golpeadas por sus hombres decían cosas parescidas.

Parecedes buena señora. -y esbozó lo más parescido a una sonrisa que pudo dedicar en ese momento.

Anoche fize la cena como siempre, et nos acostamos poco después de oscurecer como siempre. Non escuché nada, ni yo ni mis dos pequeños. Mi marido non tenía enemigos ¿sabedes? empero a buen seguro muchos le envidian. -aunque no supo decirte ninguno en concreto.

Mauricio era bueno en la forja y al parecer era el único herrero de la villa.