Partida Rol por web

Cabezas

La casa del Bosque

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02/08/2010, 18:40
Director

 

La familia Hirano llevaba dos dias de camino desde Kyoto. Su destino era la ciudad costera de Osaka, que empezaba a tener ahora mas transito debido a los barcos provenientes de Portugal y España. Habían pasado la noche en las casas de viajeros. Un paseo apacible ahora que los caminos eran mucho mas seguros, el nuevo estado tenia patrullas de policia armados con aquellos rifles europeos y hacía mucho que no se veian a ladrones o salteadores en los caminos. La famili Hirano regentaba un restaurante cercano al puerto de Kyoto y con la llegada de todos esos extranjeros habían conseguido poder tomarse unas merecidas vacaciones. La mas agradecida de ello era la joven Mitsuko que nunca había salido de la ciudad de Kyoto y ahora admiraba los bosques que se extendian ante ella.
El tercer dia caminaron entre risas y charlas, deseosos de llegar a Osaka al caer la tarde y disfrutar de una apacible cena en una posada libre de piojos. Kisho, quien había comprado un mapa por veinte Mon los guiaba alegremente mientras les contaba cosas sobre el lugar en el que estaban.

"Esta estatua la tallarón en honor al legendario samurai Mushashi Miyamoto" o " Mira Mitsuko, estas rocas que hay al lado del camino son para dejar ofrendas a los kamis del bosque, vamos deja algo de fruta" eran los comentarios que se le oian decir por aquel camino mientras su hija reia y su mujer lo miraba con ternura, como si hubieran vuelto a aquella epoca en la que eran mas jovenes y su hija quería jugar con ellos a todas horas. Pero la tarde fue avanzando y el camino  no terminaba. El bosque de bambues se hacia mas oscuro y las ramas temblaban por el viento con leves crujidos. La luz, dorada, se filtraba entre los altos troncos y las sombras de las hojas se movian en el suelo.

"Cariño, ¿donde estamos?"- le pregunto Ryoko a su marido.

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02/08/2010, 19:43
Mitsuko

Mitsuko había disfrutado enormemente de los nuevos paisajes que había podido descubrir durante el viaje y el misterioso bosque de bambús que atravesaban en esos momentos no era una excepción.
Sin embargo, lo que confería a todo aquello un ambiente todavía más ameno era el hecho de ver a su padre de buen humor y más que dispuesto a compartir anécdotas con ella y con mamá.

A Mitsuko le daba igual que las historias y costumbres que contara su padre fueran verdaderas o inventadas pero conociéndolo se decantaba mucho más por lo primero.
Cuando las luces del sol empezaron a menguar entre las cañas, la joven empezaba a sentirse un poco cansada y su paso se había ralentizado un poco, pero no fue hasta que su madre hizo la pregunta que ella misma arqueó ambas cejas un poco sorprendida.

-No puede quedar mucho para salir del bosque, ¿verdad?- añadió alzando la mirada al cielo sin demasiado éxito, pues los bambús se extendían hasta distancias que antes no hubiera sido capaz de imaginar.
Aún así esta vez eso no consiguió distraerla y enseguida centró la atención en su padre y en el mapa. Confiaba en él, siempre emitía una especie de aureola de seguridad reconfortante.

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02/08/2010, 19:44
Ryoko

Ryoko interroga a su marido con la mirada.

-Kisho, cariño, ¿dónde estamos?-insiste aunque confía en que su marido sabrá perfectamente dónde están, pero ella está intraquila allí, en medio de un bosque perdido en medio de ninguna parte.

Busca a su hija con la mirada y la ve absorta mirando todo enormemente emocionada y algo exhausta. la ve acercarse a su padre despues de comentar que tenía que quedar poco para salir del bosque.

-Cariño, deberíamos volver, está oscureciendo muchísimo y el bosque a estas horas me da un poco de miedo-dice algo atemorizada pues ve a su marido buscar y buscar en el mapa-. Dime que sabes dónde estamos, Kisho...

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03/08/2010, 00:43
Kisho

Kisho estaba desconcertado. Deberían de haber salido de aquel bosque hacía un rato. Consultó el mapa una vez más y miro con cierto desconcierto a su mujer.

- Es extraño... Este mapa debe de estar mal...Pero seguro que ya no queda mucho. Kisho intento ocultar su preocupación bajo una máscara de serenidad.Estaba oscureciendo y no le hacía mucha gracia deambular de noche por aquel camino. - No os, preocupéis pronto llegaremos a nuestro destino. Contemplad el paisaje y disfrutar de la brisa de la tarde. Dijo el hombre mientras rodeaba con su brazo la cintura de Ryoko. - ¿Cuantas horas hace que tomamos este camino? Susurró al oído de su esposa.

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03/08/2010, 01:37
Ryoko

Ryoko no sabe si sentir miedo, cabreo o impotencia, pero en ese momento se siente perdida en el bosque con su familia.

-Creo que ahce unas tres horas, pero no estoy segura-añade mientras mueve su vista alrededor.

Observa las ramas de los árboles en movimiento a causa de la brisa que en ese momento corre, ve el camino sin final, la dirección por donde han venido y la dirección que, en teoría, deberían seguir. Sabe que no quedan muchas horas de luz y están perdidos en medio de un bosque que ninguno conoce. Intenta mirar el mapa por encima del hombro de su marido, pero no logra saber en qué punto están ni qué diracción deben seguir.

-Tal vez debériamos seguir andando-casi le susurro-. Éste camino debería tener final.

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03/08/2010, 01:46
Director

 En realidad la tarde había avanzado algo mas. La ultima casa del camino que visitó la familia Hirano habia sido la pequeña casa de postas en la que habían hecho una comida tardía y de eso ya hacia casi cinco horas. Pero aquel viaje apaciguaba las mentes de los viajeros y en este caso la familia Hirano se sentia feliz de poder compartir aquel tiempo entre los suyos y de poder permitirse un pequeño lujo despues de tanto tiempo trabajando sin cesar. La familia siguió el camino sin detenerse pero este parecia no acabar nunca, mientras las sombras se estiraban y el viento empezaba a agitar las ramas. 

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03/08/2010, 01:48
Kisho

- Si, claro que si. Dijo a su mujer mientras la miraba sonriendo. - No hay razón por la que preocuparse. Lo decía, pero no lo pensaba.

Kisho sacó su vieja pipa de barro y la encendió. El tenue resplandor rojizo del tabaco logró calmarlo un poco. Mientras caminaba, soltaba bocanadas de humo que se perdían entre el bambú.

- Estoy pensando en incorporar una nueva receta de sopa de fideos para el restaurante.Dijo despreocupadamente.  No era verdad, solo intentaba distraer su mente y a la de su familia de aquel oscuro e interminable bosque de bambú.     

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03/08/2010, 10:00
Mitsuko

-Uff... de acuerdo- Mitsuko suspiró aliviada ante la respuesta de su padre e ingenuamente creyó a pies juntillas lo que éste acababa de decirle así que se limitó a tararear por lo bajo una canción que acostumbraba a cantarle su madre cuando era más pequeña y se distrajo pateando un poco las hojas acumuladas en el suelo.

-¿En serio?, ¿incluirá rodajas de bambú?- propuso con entusiasmo y buen humor a su padre entorno a la nueva receta, aunque en el fondo sabía que a pesar de encontrarse en un bosque repleto el bambú era un ingrediente relativamente caro para su restaurante costero, que se basaba sobretodo en el pescado.

-¿Falta mucho? Empieza a refrescar....- la joven empezó a frotarse los deslgados brazos y optó por cubrirse mejor con las extensas mangas de su sencillo kimono.

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03/08/2010, 14:10
Ryoko

-Kisho, dime la verdad-le susurra a su marido para que si hija no la oiga-No tienes ni idea de dónde estámos.

Lo mira interrogativamente a los ojos buscando la verdad en él. Pero no encuentra más que hostilidad.

-Bueno,- añade ya en voz alta-lleva razón Mitsuko, igual innovarías con el bambú-dijo entre sonrisillas.

Continuaron andando en silencio. Cada vez Ryoko está  más asustada, pero no quería asustar a su hija ni cabrear a su marido. Sabía de sobra que no debía contradecirle y si él decía que sabía dónde estaban, sabía dónde estaban y punto, ella no debía cuestionarla. Vió como Mitsuko se recolocaba las mangas del kimono para calentarse un poco y ella misma se dio cuenta que tenía un poco de frío, asique imitó el gesto de su hija.

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03/08/2010, 14:54
Director

La luz cada vez mas rojiza se extendia por el suelo alargando las sombras que proyectaban los troncos. Un suave viento seguía meciendo las ramas haciendo que bajara la temperatura unos grados. El crujido de sus pasos era lo unico que resonaba por aquel lugar. 

"No, no puede ser que me haya perdido, estamos en este camino...pero aqui...esto no tiene sentido. Quizas me han dado el mapa incorrecto..."-pensaba Kisho mientras lo miraba concienciudamente. 

En un par de horas se haría noche cerrada y por las noches "salen los kamis y los ogros", como solía decir Kisho a su hija cuando era mas pequeña. En verdad no era nada seguro pasar la noche en un bosque desconocido, aunque no parecia que alli habría una posada o un ryokan. Mientras avanzaban a paso lento una figura apareció en el camino. Avanzaba lentamente hacia ellos con la cabeza agachada, con un paso tambaleante como si estubiera cojo.

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03/08/2010, 15:22
Ryoko

-¡Kisho! ¡Mira allí!-dice Ryoko medio alegre por ver a alguien en ese lúgrube lugar y medio asustada por no parecer una persona normal.

Intenta fijar la vista en ese extraño que había aparecido en el cmaino intentado ver los rasgos de su cara o definir su vestimenta.

"Igual está borracho"

-Mitsuko, ven aquí, no te apartes de tu padre-le dice a su hija que se había alejado un poco.

Las dos se esconden detrás de Kisho.

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03/08/2010, 15:22
Kisho

Kisho avanzó unos pasos, manteniendo a su mujer e hija detrás de el. Un sudor frío le recorrió la espalda. Aquella situación cada vez le gustaba menos. 

Intentó vislumbrar el rostro del desconocido que se acercaba hacia ellos.

- Disculpe señor. La voz de Kisho aparentaba seguridad. - ¿Sabe usted, si hay cerca de aquí alguna posada para poder descansar?

Giró la cabeza un momento para observar a su familia, y volvió a clavar la mirada en el viajero.

 

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03/08/2010, 15:36
El viajero

 El viajero se incorporo como pudo en su cayado. Era un hombre mayor, de unos 70 año. Vestia ropas casi de monje y tenia la frente arrugada por el paso de los años. Los ojos apenas visibles debajo de las espesas cejas miraban a la familia. El hombre sonrrió abiertamente. Una sonrrisa que recordaba al abuelo Hirano, cuando salia a pasear por las mañanas o pescaba una carpa del rio.

-Vaya buenas tardes, parecen ustedes perdidos-les dijo- pues no es bueno que se queden en este bosque, dicen que los kamis salen por la noche y secuestran a jovencitas como tú-dijo señalando a Mitsuko- jajaj pero no se preocupen, veran ya estaban cerca, si siguen el camino por donde yo he venido hay una casa muy grande, esta junto a un pequeño lago. No tiene perdida.

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03/08/2010, 15:53
Mitsuko

-Quizá no se encuentra bien...- respondió a su madre mirando al hombre con cierta aprensión pero enseguida obedeció y corrió los escasos metros que la separaban de sus padres hasta sujetarse al brazo de su madre, al principio tranquila... después algo más tensa al detectar que incluso su padre estaba algo nervioso, cosa poco habitual en él.

Cuando el anciano acabó de acercarse Mitsuko consiguió relajarse un poco más, y aunque dio un respingo ante la mención a los crueles kamis después no pudo evitar reír junto al anciano.
-Gracias por sus indicaciones- le dijo antes de efectuar una pequeña reverencia respetuosa como le habían enseñado que debía hacerse con los ancianos.

No parecía que el viajero estuviera realmente cansado, sediento o hambriento así que no se preocupó demasiado con él y se dispuso a reemprender la marcha con mayor entusiasmo ante la idea de conocer una posada nueva.

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03/08/2010, 16:34
Ryoko

La tensión de Ryoko se dispersa al ver que se trata de un anciano que reamente quiere ayudarlos. Sale de destrás de su marido.

-Muchas gracias-dice mientras le hace un reverencia de respeto-. ¿Seguimos adelante?-les pregunta a su marido y a su hija.

Luego espera paciente al lado de su esposo, esperando para hacer lo que éste indique.

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03/08/2010, 16:48
Kisho

- Muchas gracias por sus indicaciones. Saludando cortésmente al anciano, Kisho continuó la marcha.

Si cariño, será mejor que continuemos. Miró calidamante a su esposa, aliviado al saber que el refugio no estaba lejos. - Ya te dije que no faltaba mucho para salir del bosque. Mientras le ofrece el brazo para que ella lo cogiera.

- Esta noche nos reiremos al recordar esta pequeña aventura. La sonrisa volvía a dibujarse en su rostro.

- Mitsuko, no te retrases, o no llegaremos antes del anochecer. Kisho se giró un instante para observar de nuevo al anciano, y despedirse de el, inclinando la cabeza.

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03/08/2010, 17:03
El viajero

-Sigan el camino y llegaran sin problema. Es una casa de viajeros con mucha afluencia, espero que aun les quede hueco- dijo el viajero con una amable sonrrisa.

Despues hizo una ligera reverencia y siguió su camino. La familia pudo ver como se alejaba poco a poco cojeando por el camino hasta perderse en la lejania del bosque.

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03/08/2010, 17:09
Director

 Los tres continuaron el camino y en efecto, como aquel anciano les había dicho encontraron la casa. Junto a ella había un hermoso lago de agua oscura. El lago no figuraba en el mapa, tal y como había comprobado el padre, pero alli estaba un hermoso lago. No había nadie fuera de la casa y las sombras se escurrian por ella dando el paso a la noche. El cielo apenas tenia ya destellos rosados y algunas estrellas empezaban a aparecer. La familia se dirigió hacia le entrada de la casa. 

                                                                                       

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03/08/2010, 19:12
Mitsuko

-¡Qué bonita!- la joven contuvo el aliento por un segundo y enseguida sonrió de forma radiante para empezar a corretear hasta la casa adelantando a sus padres.

Se detuvo sobre el pequeño puente que cruzaba las agua y allí se acuclilló para ver el agua más de cerca. Era una lástima que no hubiera luz pero seguro que mañana se vería todavía más bonito.

Cuando sus padres la alcanzaron volvió a levantarse y siguió sus pasos.
-Quizá sea un poco tarde, parece que todos duermen....- dijo algo titubeante mientras se acercaban al edificio oscuro hasta alcanzar sus puertas, momento en el que dejó al patriarca la "responsabilidad" de llamar para presentarse.

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03/08/2010, 20:49
Kisho

- Es probable, hija mía, que todos estén en cama. Llamaré, y espero que nos oigan. Kisho se aproximó a la entrada de la casa con aire seguro y confiado. Sus temores se habían esfumado al vislumbrar la silueta de aquella casa recortada contra el cielo de la tarde. 

- ¿Hay alguien ahí? Estamos de paso hacia Osaka y nos sorprendió la oscuridad. Dijo subiendo el tono de voz, mientras llamaba a la puerta con los nudillos de la mano.

Lanzó una mirada tranquilizadora a su mujer y a su hija, y esperó junto a la puerta para oír si alguien se acercaba a abrirla.