Partida Rol por web

Ramah

Cuando te acercas a la mujer no puedes dejar de reparar en sus imponentes brazos. Aunque no sea excesivamente grande sus miembros parecen descompensados.

Tu velada amenaza no parece haberle sentado muy bien. Pero cuando crees que se avecinan problemas la mujer estalla en carcajadas. Tienes valor, eso no lo niego. Y Plugg y sus lamebotas no me caen bien, cierto. Banda de sádicos.

La mujer sin esfuerzo agarra un barril y lo pone entre vosotros. Apoya su brazo en el y te reta con la mirada. Bueno, veamos si tu brazo responde por tu lengua. Y si es así, me pensaré si ttomar postura.

Aha! Me gusta tu actitud! Flexionando primero los brazos, como si calentara unos músculos que no tiene, Ramah se posiciona frente a Tilly y ofrece su mano, apoyando el codo en el barril... empieza el pulso!

Tilly sonrie al notar tu flojo esfuerzo. Flexiona sus músculos y sin aparente esfuerzo revienta tu mano contra el barril, astillandolo.

Apenas puedes sentir los nudillos mientras se marcha sonriente. Quizá la próxima vez lo hagas mejor y me lo replantee...

El día siguiente amanece. Plugg comienza a dar órdenes pero algo ha cambiado.

Aliena, Ramah, ha cazar vuestros congéneres bajo cubierta. Bola de pelo! Baja de las jarcias. Me he cansado de ver tu peludo culo todo el día, y las velas están llenas de chinches. Baja a la sentina y limpiala. Te acompañarán Fipps y Maheem, que últimamente no trabajan.

Mientras Jask baja a cocina donde un medio sobrio Grok le pide que pesque, Plugg requisa las armas que lleva Kissia. No me fío de ti. Cuando tú turno acabe y hayas cumplido tu tarea te devolvere esto.

No le gustaba nada el cambio de planes del capullín pero sonrió para no darle importancia.

- Está bien, alguna vez me tenía que tocar.

El capullo le quería preparar una encerrona y no le extrañaría que la quisieran intimidar de alguna forma así que se preparó para actuar un poco si llegaba el caso. Como le mandaba justamente con dos de los que eran hostiles prefería tenerles un ojo encima y ni siquiera se iba a animar a charlar hasta ver cómo acababa la cosa. Lo único qu ela tranquilizaba es que todo el mundo había visto que eso estaba hecho a propósito y si le pasaba algo seguramente desencadenaría un enfrentamiento.

Lo peor de todo era que el trabajo era duro de cojones y le resultaba muy cansado. Aún así estuvo siempre atenta para ver si había alguna forma de librarse de esos dos.

Trabajar junto a los demás es casi placentero, si uno obvia el ambiente opresivo: el olor, la temperatura, el bamboleo bajo cubierta... de todas maneras, para no volver a poner en riesgo su espalda, Ramah trabaja con ahínco limpiando los rincones, ya que seguramente Besmara se canse pronto de evitar que le den latigazos. La diosa es un poco voluble, pero bueno... se le perdona, pues cuando está de buenas compensa sobradamente!

Ramah aprovecha la presencia de la pareja de compañeros para ponerse al día de chismorreos del barco, hablar con calma de la opinión de unos y otros, y en definitiva, dejar claro con quienes pueden contar y con quienes no. Por la noche ya le harán un resumen a Kissia. aunque la félido tendrá mucho que contar de su día, sin duda... el predicador eleva una plegaria a la Dama del Mar para que guarde a su compañera, argumentando que está destinada a darle muchos días de gloria.

- Buenos días Grok. Me pongo a ello. Las aguas parecen tranquilas, puede que tenga más suerte con la pesca hoy que en otras ocasiones. - Comentó jovialmente a Grok.

El espadachín cogió la rudimentaria caña y un cubo vacío, subió a cubierta y buscó un rincón poco poblado de gente. Allí tomó asiento en un taburete y echó la caña al agua a esperar que fueran picando los peces con la poca carnaza que tenía, proveniente de los desperdicios de la cena del día anterior.

La mañana va dando sus frutos y el cubo de pescado está a rebosar, gracias al buen tiempo y a que los peces van picando. Así, Jask aprovecha el tiempo para ver si puede influenciar a algún otro tripulante y ver si puede estar de su parte. En ese momento, aparece cerca de su posición Shivikha. No ha hablado mucho con ella, pero esta parece tan buena ocasión como otra cualquiera y la saluda con la cabeza, mientras le muestra el cubo.

- ¡Fíjate, Shivikha! Pescado fresco. Esta noche tendremos una buena cena, ¡Je, je je! ¿Cómo te va la mañana? Espero que tan bien como a mí con la caña. Por cierto, no se si lo sabes, pero parece ser que Azotes y los suyos están tramando algo gordo. Una persona como tú seguro que está al corriente de todo esto y algo habrá escuchado. Espero que estemos en el mismo bando cuando todo esto comience... - Y Jask prosiguió un poco con la conversación, sin que nadie les escuchara a ambos.

Mientras Jask volvía de pescar charlo amistosamente con Shivikha. La negra era reacia a hablar, pero algo del joven pirata le hizo gracia y se mostró simpática con el.

Mientras, Aliena y Ramah se afanaban tratando de acabar con las varias plagas que residían a bordo del barco. Kissia sin quitar ojo a sus "compañeros" de tarea trabajaba en la sentina.

Aunque la felida estaba atenta, en un descuido Fipps saco un pequeño cuchillo y trata de clavarselo en las costillas.

A pesar de aprovecharse de la indefensión de Kissia, el gordo hombre falla su ataque. Ademas, el grito de sorpresa de la gata llega a los oídos de de Aliena en la cubierta inmediatamente superior.

Rápidamente reaccionas y te encaras con tuvagresor. Maheem también avanza amena zante en tu dirección, aunque desarmado.

Aliena escucha un grito procedente de la Sentrina. Por el sonido cree que es Kissia. Sin dudarlo hecha mano a su espada corta y corre a ayudar a la félido

La felina ya se había olido aquello pues se les veía venir pero no había creído que fueran a tratar de acuchillarla. Al ver el arma de ese hombre no podía sino asustarse.

- ¡Socorro, me atacan! ¡Socorro!

No sabía si podría contra dos enemigos pero no parecía tener más opciones que la lucha si quería salir con bien de esa.  Si lograba acabar con uno quizás el otro se acobardaría.

- ¡Os están tendiendo una trampa, el capitán os matará por esto! ¿Me oís? ¡Recapacitad!

Exclamó queriendo que al menos uno de ellos se largara de allí.

Kissia golpea a Maheem, que no se esperaba el subito impacto y trastabillo. Pero rapidamente se recuperó mientras Fipps trrataba de acuchillar a la felida y se sumo al ataque. Atrapada entre ambos atacantes, se ve en dificultades, y tras esquivar el golpe de Maheem apenas puede hacer lo mismo con el filo de Fipps.

Mientras tanto, sobre ellos Aliena corre rapidamente hacia la trampilla que conduce a la sentina, pues ha oido los ruidos y los gritos de auxilio de su compañera.

De momento parecía que la suerte la acompañaba. Estaba logrando esquivar todos esos ataques. Kissia era consciente de que tenía que llevar sus pasos hacia la escalera para acabar subiendo por ella, así que caminó en su dirección.

- ¡El capitán os va a matar por esto! ¡Plugg os engaña!

El tal Maheem trataba de pegarla y ella sabía que era más fácil golpearle a él, de modo que en la siguiente oportunidad le propinó un puñezado y luego en patadón en la entrepierna que le hizo agacharse. La félido esperaba que no se incorporara sino que cayera al suelo, o bueno, ¡al menos que se rindiera!

- ¡Uníos a mí! ¡Dejad de escuchar a ese tramposo! ¿No veis que sois sus cabezas de turco?

Tenía que decir cualquier cosa que les hiciera dudar.

Estando los dos trabajando, Aliena suelta la fregona que manejaba sin preocuparle que caiga al suelo estrepitosamente, y sale disparada hacia un rincón. Eh, qué ocurre? Has visto un bicho enorme o qué?

Maheem trastabilla al ser nuevamente golpeado, pero aún así no ceja en su empeño. Kissia trata de subir por la escalerilla, pero el camino a esta se encuentra bloqueada por los piratas que tratan de acabar con ella. Deberá acabar con ellos para salir de alli por ese camino.

Tapando la única vía de retirada, Maheem saca un cuchillo de su cinturón, y junto a un Fipps igualmente armado se lanzan contra la pirata, pero la habilidad y velocidad de la mujer consiguen evitar lo peor.

El tipo estaba a punto de caer y él lo sabía. Seguramente por eso se había hartado y terminado por sacar el cuchillo.

- ¡ME QUIEREN MATAR! ¡SOCORRO!

Por más que gritaba parecía que nadie iba a venir en su auxilio así que sólo tenía la opción de llegar hasta la escalera. Si subía hasta arriba podría escapar. Lo malo es que el suelo tan resbaladizo casi le hace caer y ya sería el colmo. Necesitaba tener un golpe de suerte si quería salir con vida de esa.

Aliena escucha los gritos de Kisia y, desenfundando su espada corta, corre a salvar a su compañera.

Por un momento parecía que Fipps estaba a punto de caer, sin embargo consiguió mantener el equilibrio a duras penas casi resbalando, cosa que hizo que Kissia distrajera su atención hacia su mayor amenaza: Maheem... Sin embargo el movimiento solo era parte de una estrategia del pirata para que la felina bajara la guardia, y en cuanto ésta desvió la mirada le incrustó el puño bajo las costillas.

El golpe hizo que el aire saliera de sus pulmones dejándola momentáneamente inmóvil, cosa que aprovechó para clavar su daga en el hombro izquierdo de la chica

Viendo a su compañera en apuros, Aliena salta sobre el adversario más próximo. Sin embargo lo precipitado de su acción hace que su ataque falle miserablemente

Kissia, menuda fiesta tienes montada aquí abajo. ¡Ya podías habernos invitado a todos!

Estando desarmada todo se estaba complicando. Los rufianes la habían logrado herir así que ahora estaba a punto de caer. El problema era que si no terminaban de tumbar el pirata y ella caía entonces Aliena estaría en desventaja.

- ¡Aliena, me quieren matar, malditos bastardos!

Exclamó sintiendose mejor ahora que alguien venía a apoyarla. Estaba claro que ellos tenían sus cuchillos mientras que ella no tenía nada de nada con lo que defenderse, salvo sus puños.

- ¡Tú puedes con ellos!

Se abalanzó hacia Maheem esperando que este no fuera su último combate. Tenía que darlo todo porque esos cabrones querían matarlos definitivamente.