Partida Rol por web

Sorprendentemente, ante ellos la pétrea superficie de una roca comenzó a ondularse y brilla como si del agua se tratase. Para su intriga y espectación, la figura de una muchacha apareció sobre esta, moviéndose y hablando como si estuviese allí mismo. Estuvo tentado de acercarse y mirar... ¡tocar! aquella roca para cerciorarse de la veracidad de ese peculiar suceso, pero supo contenerse. Después de todo, tras todo le que le había ocurrido en la última hora, aquello era otra de las sorpresas que aquél mundo le mostraba. Aquello era mucho mejor que un periódico, y supo entonces qué opciones tenía para iniciar su pequeño proyecto.

-Hhmmm... interesante-musitó frotándose los labios con dos dedos, para luego volverse hacia la chica-¡señorita Lian!, creo que ya tenemos un objetivo... ese hombre-máquina parece muy interesante...

Lian guia a Claude al sitio donde, segun la televisión, se encontraba el hombre maquina en cuestión. Recorrieron un pasillo cavernoso, con losas de piedra como suelo y esa niebla que nunca se apagaba, eso si, allí no hacia ni frio ni calor.

Tras avanzar en linea recta y doblar a la derecha, el duo se encontró con una guerra entre Gorilas parlantes con equipo más allá de la imaginación de Claude, luchando con un grupo de monjes shaolin. Incluso se pudo ver como un gorila arrancó la cabeza de uno de esos monjes y la arrojó no muy lejos de donde estaban.

Evitaron entrar ahi y dieron un pequeño rodeo, a veces, se encontraban esos caracrustaceos por ahi andantes y perdidos.

Por fin llegaron al local, la fachada estaba incrustada en la roca, y tenia el aspecto de un Salón parecido al que había en la epoca de Claude pero en Estados Unidos.

Habia mucho ambiente.

Un grupo de "moteros" que vestian de forma rara para Claude, disparaban alocadamente hacia el techo mientras se reian, sus armas eran increiblemente grandes. Otros, más tranquilos, bebian sus copas en el interior.

En una mesa, un grupo de rubios vestidos de gris miraron hacia Claude unos instantes y luego volvieron a lo suyo.

El camarero servía una copa a un ser peludo que se comunicaba con gruñidos: ¡¡Waaahhggg!!! o algo así ¡y sorprendentemente el camarero lo entendia!

Recorrió la estancia con la mirada y una ceja en alza, en gesto desaprobatorio. Aquél sitio apestaba a sudor y alcohol. Sus ojos se posaron en la extraña criatura con la que parecía "parlamentar" el camarero y sobre el grupo de hombres grises.

-Es posible que deba actuar como intérprete, querida-susurró volviéndose ligeramente hacia Lian.

Avanzó hacia el interior y se encaminó hacia la barra (manteniendo las distancias con la criatura) para poder conversar con el camarero.

Guió a Claude hacia el lugar en cuestión, donde podrían encontrar a su nuevo compañero. Cuando entraron le dice:

- El próximo.. podré elegirle yo??? Aunque depende como sea este.. quizás me doy por conforme..

Comenta mientras se dirige a la barra, para ella estos lugares eran muy familiares, lo único es que ahora tenía una apariencia nueva y a la vez agradable, no como la anterior.

Se sienta en la barra y asiente de Claude. Levanta la mano llamando la atención del camarero.

Sonrió de medio lado a la mujer, volviendo el rostro hacia ella.

-Lo cierto es que, dado que según parece vamos a trabajar estrechamente durante bastante tiempo, sería conveniente conoocernos un poco mejor querida...-dijo en voz algo baja-tal vez pueda demostrarme en breve de lo que es capaz...

Guiñándole un ojo, se giró de nuevo hacia el camarero al que ya había llamado tan diligentemente.

-Disculpe, caballero, tal vez usted pueda ayudarnos...-dijo con gesto amable-... a cierto individuo...

El posadero es un tipo delgado y con facciones casi reptilescas, aunque parecía un humano. Se detuvo al oir a Claude, con dos jarras en la mano.

-Claro amigo, dime, ¿a quien buscas?

La criatura peluda aporrea la mesa con sus fuertes Brazos.

-¡¡Whaaaaaaaggg!!

El camarero replica con cara de pocas pulgas.

-¡Ya va! se ve que tienen el cambio de pelaje pronto jaja

-Verá, hemos oído hablar de un tipo mitad hombre, mitad máquina...-dijo al posadero con un brazo apoyado sobre la barra-creemos que se encuentra por aquí y quisieramos tratar asuntos de negocios con él...

Hablaba con el dueño del local sin darle mayor importancia a su aspecto reptilesco. Ya empezaba a amoldarse a ese lugar y no cabía esperar menos que esa clase de cosas.

El posadero se queda pensativo unos segundos y luego chasca los dedos.

-Debe ser John.

Señala a un tipo que bebe solo en la barra. Va con una ropa extraña negra, cazadora de cuero, brazalete rojo del ACID y sorprendentemente es más humano de lo que Claude se imaginaba. Aunque realmente, él se lo imaginaba como un hombre de madera viviente o como un hombre con piezas metalicas y energia a vapor, a lo Verne.

Pero allí estaba, bebiendo como uno más.

-Llegas tarde si quieres contratarlo...esos tipos de ahi le han hecho una oferta.

El posadero señala al grupo de gris. Visten de gris, y uno de negro, en sus sombreros hay un signo raro, de dos rayas unidas y fondo rojo. El de negro, además, tiene un craneo plateado a parte del signo desconocido para Claude.

Escucha al posadero y mira hacia el grupo, despues mira a Claude y le agarra del brazo.

- No le dejes escapar.. si esos le quieren, debe ser bueno. Contraataca!

Le insiste y le mira con los ojos muy abiertos, sabiendo que el que buscan debe ser un buen compañero.

-Hmmm... ¿de verdad?-dijo pensativo desviando la mirada hacia el bebedor solitario-gracias por su ayuda, caballero...

Claude estuvo tentado a lanzarle una moneda al tipo, como acostumbraba a hacer en su época cuando obtenía información en aquél tipo de sitios, pero pronto se dio cuenta, no solo de que no llevaba dinero encima, sino que además no tenía ni la menor idea de lo que se utilizaba en aquél mundo como moneda de cambio.

-Lian, querida, recuérdeme que le debemos una a este amable señor-dijo a la jovencita con una sonrisa.

De nuevo miró hacia el tipo. Efectivamente había esperado algo más... mecánico. La apariencia de aquél hombre era completamente normal, pero hacía bastante que había aprendido a no fiarse de las apariencias (al menos no siempre, como era el claro caso de Tommas). Tras meditar unos segundos, miró de nuevo a su compañera. Lo cierto era que su atractivo físico era encomiable, un factor bastante favorecedor a la hora de negociar. Ya había visto antes a más de un lider mafioso caer rendido a los encantos de una mujer...

-Señorita Lian, temome que necesite un favor suyo...-le susurró discreto a la muchacha-¿sería tan amable de distraer a ese grupo de ahí mientras charlo un ato con nuestro amigo?

Claude señaló con un disimulado gesto de cabeza al grupo de los hombres grises que se sentaban allí cerca.

-Tal vez así pueda averiguar también algo sobre ellos... y si las cosas se ponen feas confío en que podrá hacerse cargo de la situación...

Aquella era una buena oportunidad para comprobar las habilidades de la mujer. Despues de verla abrir el agujero en el casco de acero del barco aquello pintaba interesante.

Los tipos de la mesa en cuestión eran los peligrosos RFN Resistencia del Frente Nazi. Eran un batallón que acabó perdido en el inframundo en una coyuntura que ya no puede ser abierta. La misión de los Nazis, como no, era volver al año 1985 y tomar EEUU y cambiar la historia. Para eso habían formado una facción de mentes debiles.

Por supuesto, estaban en guerra con el frente de los campeones Hebreos y el frente popular Judio, pero estos eran muy pocos.

Mira hacia el grupo mientras su jefe le comenta lo que debe hacer, asiente.

- De acuerdo.. aunque vuestras intenciones son más de ver que soy capaz de hacer.. verdad? - sonrie y se mira en el cristal que tiene enfrente, donde tiene las botellas el camarero.

- Con su permiso.. comienzo la estrategia de distracción.. - dice bromeando y se acerca a la mesa donde están los nazis.

Camina hacia la mesa pensando en que hacer, y que mejor forma de distraer a unos hombres que tratándoles de forma cariñosa.. Asi que cuando llega a la mesa, se sienta en las rodillas del primero.

- Buenas noches.. interrumpo..?? Es que.. estaba muy sola.. y vi que aquí parecían divertirse.. - dice mirando a todos los que se encontraban en la mesa.

Ve marcharse a la muchacha con una sonrisa. Era inteligente, eso le gustaba. Estaba tan acostumbrado a la deplorable presencia del pobre Tom que ya casi había olvidado lo que era colaborar con alguien astuto. De no ser por James... "¡James!, ¿qué estaría haciendo ahora?, seguro que incluso él se sorprenderia de lo que había conseguido..." Aquél pensamiento despertó una sonrisa en su rostro.

Viendo que la señorita Lian estaba ya en proceso, se dispuso a comenzar con su parte. Disimuladamente se aproximó al cyborg y tomó asiento en el taburete de al lado.

-Buenos días, caballero...-saludó amable al enorme hombre-parece que se ha ganado una reputación en este mundo...

Los nazis miran a la china, uno escupe algo en aleman y los otros se rien, mirándola, sin duda, será un chiste racista o algo.

-Craro, Yaah..

Dice el tipo de negro. Coge una silla y la coloca a su lado.

-Y Digame, ¿tie gustan las razas puras como nosotros parra comparrtirr tu tiempo?

Uno parece más ofendido y dice algo en alemán, solo se entiende un nombre propio: "Kroenen"

El tipo del traje negro hace un gesto negativo.

El supuesto ciborg mira de reojo a Claude. Luego bebe una jarra de cerveza, lo que seguramente implica que es inoxidable...o un mentiroso.

-Eso parece, señor.

El tipo no era muy distinto a esos otros que estaban sentados con la compañera de Claude: Era castaño claro y de ojos azules, bastante robusto.

-¿Quiere algo?

Mira a los que están alrededor de la mesa sin hacer desaparecer su sonrisa aunque sabe que esa gente no es de relacionarse con otras razas, y ella ahora mismo fisicamente no era de los suyos.

Acaricia la nariz del hombre paseando el dedo por ella.

- Por supuesto.. siempre me ha parecido su raza la única.. y verdadera.. pero yo nací en un cuerpo equivocado.. - pone carita de pena - Aún así.. soy muy buena en mi trabajo.. podría complacerles.. y mucho - dice mirando únicamente a ese hombre.

Sonríe ligeramente, mirando las baldas repletas de botellas que hay en la pared tras la barra, en gesto pensativo.

-Probablemente...-dijo antes de apartar la mirada del frente y mirarlo-¿sabe?, no creo que le interese... pero procedo de una época visiblemente anterior a la suya o la de sus...

Desvió ligeramente la mirada hacia el grupo de hombres con uniforme gris. Parecía que la señorita Lian tenía las cosas bajo control.

-... amigos. Y, como es lógico, siento bastante curiosidad por su, ¿cómo decirlo?... dudosa naturaleza-comentó indiferente aunque sin dejar de sonreír-y naturalmente me intrigan sus cualidades, no creo terminar de comprender lo que es usted, si me permite la impertinencia... ¡oh!, perdone, ¿pero dónde están mi modales?... mi nombre es Claude, Claude Douvallier, mi buen señor...

Mirage se quitó el sombrero y lo llevó al pecho en gesto solemne.

-... ¿y usted es?

El tipo se giró y le ofreció la mano a Claude, salvo que esa no era una mano humana. No. Era metalica, reluciente, como la de un esqueleto humano real, pero de metal extraño, ni siquiera era el acero, era algo mas duro. La otra mano, la visible, si que era humana, o al menos, tenía un recubrimiento humano.

-John Wright.

Se presentó.

-Esos no son mis amigos. Yo no tengo amigos. Me van a pagar mucha pasta para robar un lugar Feng Shui o no se que cosa. ¿Tienes mas dinero que ellos? yo seré tu amigo.

Dijo, serio, moviendo los dedos de la mano bionica.

El hombre de negro rie ante lo que dice Lian y mira al resto con esa sonrisilla. Pegó mas a la mujer a él.

-Buieno, necesitamos muchos contactos y espias en todas parrrtes, si errress buiena chica, quizá te interresaría entrrarr con nosotrros...en nuestrro grroupo..

El hombre acarició el cabello de Lian con su mano enguantada, mientras sus ojos azules recorrian el cuerpo de la mujer sin pudor alguno.

Algunos compañeros pusieron cara de asco y dieron algun que otro golpe en la mesa por la actitud del miembro de la CSS.

Estrechó fervientemente pero sin aspavientos la mano metálica de su interlocutor, visiblemente complacido.

-Un placer, señor Wright-dijo con amplia sonrisa-veo que es usted un hombre despierto, efectivamente necesito de la ayuda de un hombre de su evidente... talento.

Claude recorrió sin demasiada educación el brazo metálico del hombre con la mirada.

-... verá, no sé cuanto le ha ofrecido esa gente ni me importa, pero le aseguro que puedo garantizarle un premio mayor por sus servicios...

Dicho esto se acercó un poco más hacia el hombre de metal, con una sonrisa algo indefinible.

-Tengo en mente requisar un cargamento más que admirable de oro macizo...-reveló en tono confidencial al cyborg-creo que ese es un buen aliciente, ¿no cree?

John observó a su interlocutor con renovado interes. Miro de reojo hacia donde estaban los Nazis.

-El oro es un metal universal. Sirve igual aqui que en el año 2059 de donde procedo. De acuerdo. Ya tiene a alguien de mi talento en su banda. ¿Cuales serían mis obligaciones con usted?

Preguntó el robot, tomándose un trago de la cerveza. Posiblemente tenía un software que le indicaba que eso que bebía le gusta. Pensar eso le volvía loco, ya que se creía humano, hasta que averiguó la verdad...y no podía ocultarla.