Partida Rol por web

Turno 606

- Vengo de ciudad lago, tan solo llevo algo de comida para el mercado de mañana, es la verdad. Si vuestra intencion es la de robarme, les rugo no lo hagan, solo soy un pequeño comerciante. - La voz del hombre sonaba angustiada.

Turno 606

- Ciertamente mañana se celebra un gran mercado en la ciudad- dijo el enano desde su posicion a Ilidan. - Tranquilo, no le haremos nada, somos buena gente... - dijo al carretero entre risas mientras señalaba a los enanos maniatados y reia sonoramente.

Turno 605

El refugio de Oin no estaba nada mal. Le habia llevado mucho hacerlo, pero al menos ahora estarian resguardados del aire. Tras terminar el improvisado dormitorio, encendio el fuego y acomodo al caballo. Despues entro junto a Theonor al interior de la precaria cabaña.

Theonor estaba en el suelo, tenia muchisima fiebre y pese a la fria nieve, no parecia remitir. De seguir asi, podria incluso morir. Necesitaba bajar la fiebre del rohir, mantenerle frio y lograr pasar la noche. El fuego que Oin habia hecho costosamente en la entrada era demasiado pequeño, no habia leña seca y las ultimas luces del dia habian desaparecido por completo. Seria una larga noche, y el fuego no duraria toda ella.

Acurrucados en las mantas, el enano veia como el humano sufria agonizante los delirios de la fiebre.

Poco a poco ves como todo se nubla, hasta perder la consciencia. De vez en cuando abres los ojos y ves a Oin corriendo de un lado para otro, despues vuelves a cer inconsciente.

No sabes que ocurre, estas ido... oyes ruidos de ramas, esta todo oscuro... No oyes ninguna voz.... El relincho de tu caballo a lo lejos... Calor a tu lado...

Tiritas, tienes frio, luego calor... No ves a Oin.

Tirada de percepcion para Draupner.

Se fija en el cargamento de la carreta.

Percepcion:

Aunque lleva la carga tapada, ves varios bultos detras. Son varios sacos tapados por una gran lona, un total de diez a juzgar por el bulto.

Draupner / Turno 606

El enano seguía con la mosca detrás de la oreja y los bultos del carromato bien podían esconder un par de enanos con arcos, así que, viendo que Zalmoxis tampoco le quitaba ojo a los presos, se acercó con cuidado a la parte de atrás del carro y protegiéndose con el escudo, con el martillo levantó un poco la lona para comprobar que entre la carga no se escondía nadie y verificar así la historia del carretero.

Ilidan / Turno 606

"Vengo de ciudad del Lago -respondió el campesino, tan solo llevo algo de comida para el mercado de mañana, es la verdad. Si vuestra intención es la de robarme, les ruego no lo hagan, sólo soy un pequeño comerciante"... decía totalmente asustado o asegurado ante nuestra presencia...

"Ciertamente mañana se celebra un gran mercado en la ciudad -dijo Arlan, tranquilo no le haremos nada, somos buena gente"...

Cierto -dijo Ilidan, no haremos nada, porque no somos ladrones... observando fijamente a los ojos del campesino. El edain se sentía inseguro; sin embargo, sus intuiciones no siempre eran tan claras... habían signos de lo que decía el mercader era verdadero... pero, ¿cómo se atrevía a cruzar tan dificiles tierras y sólo?

¿Cómo puede atreverse tan solitario señor, a cruzar estos bosques sin la menor escolta?

¿Es de estas tierras su procedencia mi señor?

Mientras escuchaba las respuestas del campesino... Ilidan susurraba a quien estuviera más cerca

Si todo está bien, los que aún podemos envainar nuestras armas, podemos servir de escoltas a este señor, mientras que nuestra paga puede ser transporte para los enfermos y los presos en el interior de su carreta; así y sólo así, el viaje puede transcurrir más rápido y llegaríamos seguros y en buen recaudo a nuestro destino... ¿Qué opináis?

Turno 606

- Bien, bien, he de continuar mi camino, antes de que se me eche la noche encima - decia el hombre mientras veia como uno de los enanos se asomaba bajo la lona, arma en mano. Irremediablemente, no quitaba ojo a Draupner mientras contestaba a Ilidan.

- Vera, el cargamento que llevo no es deasido ansiado por los ladrones, me tope con alguno, pero en vista de que tan solo podian llevarse manzanas y algunas otras frutas, me dejaron ir. - Le dijo a Ilidan smientras observaba como Draupner levantaba la lona completamente paranoico. Despues Ilidan comenzo a hablar en voz baja, lo justo para que el carretero no le oyera. El hombre nervioso se despidio asustado, ansioso por salir de alli.

- Si, soy de alli, aunque mis terrenos estan lejos de ciudad lago, y ahora disculpenme, he de continuar el viaje. - Dijo el campesino a la vez que latigueo a sus bueyes para que comenzarana andar, no espero a que el enano se apartase. No confiaba en los viajeros, y menos aun cuando sin permiso fisgoneaban en sus cosas y tenian a enanos maniatados.

La carreta comenzo a avanzar lentamente, mientras las ruedas se hundian en el barro, por suerte los bueyes tiraban con fuerza.

Draupner al levantar la lona, ve varios sacos llenos. Un fuerte olor a manzanas le golpea en la cara. Hay un total de diez sacos. 

Perdona, por la descripción pensaba que Draupner no estaba seguro.

El maldito enano no para de moverse, parece un rayo en plena acción..... estoy acabado, me agarra los brazos, me los inmobiliza desde donde está. O es un asqueroso mago o de alguna forma me ha lanzado un hechizo. Tengo que levantarme y atravesarle.....

Las hormigas me estan haciendo polvo, ese dragón será su aliado, me pica todo, todo me da vueltas, será el veneno....

El mounstro vuelve, me ataca.... ya noto el calor de la herida... me destapo como puedo y agarro el arma!! AAAAhhh estoy muerto......

Cobarde.... vas a morir.... vuelve a acercarte...

mis brazos... no te servirá de nada!! no se como pero te haré caer...

jajajaja las hormigas también van a por tí, estas repleto de ellas, notarás su veneno y caeras conmigo!!

Turno 606

Gallindum se sentía mejor después de comer las setas preparadas con esmero por Marga y algo de sus propias provisiones. Un radiante sol hacía que la sensación de frío desapareciese por momentos, pero la cruda realidad era que la temperatura distaba mucho de ser "agradable". Zalmoxis avisó al grupo de que una carreta se dirigía hacia ellos. Al parecer se trataba tan solo de un campesino que llevaba mercancias para el mercado.

Gallindum se mantuvo al margen mientras Ilidan y Draupner trataban con el arriero, que al parecer estaba asustado ante la posibilidad de que le robasen. El trato brusco que recibió acentuó su miedo. Pero era normal, el peligro de emboscada aun no había pasado y los enanos renegados podían intentar cualquier triquiñuela antes de que el grupo llegase a Barukkizdin, Gallindum pensó que habría actuado igual que sus compañeros.

Después de que Draupner inspeccionase la mercancía, parecía claro que el campesiono no venía con malas intenciones. Gallindum se dirigió a él en el momento en el que se ponía en marcha de nuevo.

- Disculpad el trato que os hemos dado, buen hombre. Pero nosotros mismos estamos esperando una emboscada de unos salteadores de caminos de la zona. Algunos de los nuestros son guardias contratados por la Ciudad para acabar con esos bandidos, y otros formamos parte de la escolta de una caravana que llego a Barukkizdin hace unos dias.- dijo el enano con tono cortes y conciliador.- Ahora llevamos a estos prisioneros a la ciudad para que sean juzgados, pero algunos de nuestros compañeros estan heridos o enfermos. Tal vez podríamos proseguir el viaje juntos, y de esta forma que un par de los nuestros vayan con usted en el carro y el resto le acompañaríamos y ya no tendría que preocuparse más por los ladrones. ¿Que le parece, amigo?

Oin - Turno 606

Acurrucado entre las mantas, Oin se mesa la barba y se pregunta qué diablos le llevó a acompañar a Theonor en busca de su caballo.

Observa al humano. Está claro que no durará mucho con esa fiebre. Por desgracia Oin nunca ha sido un experto en curar a nadie pero aún recuerda los consejos de su anciana abuela a quien Aüle guarde muchos años aún y su barba crezca larga y blanca.

"Frío... la fiebre alta se combate con agua fría" le decía su abuela cuando de pequeño le sumergía en una bañera helada para bajarle la fiebre que pilló por culpa de aquel baño en el río... loco de él...

Decide ponerse manos a la obra así que se acerca al humano y se asegura de que poner unas ramas bajo él para que no descanse sobre el frío suelo y luego, metódicamente prodece a desnudarle casi completamente.

"Por todos los trasgos... detesto esta piel desnuda como la de las ranas... me pregunto como son capaces de vivir sin vello en el cuerpo"

- Tranquilo... por tí velo... - le murmura cuando Theonor se debate entre pesadillas

"¿Hormigas? Uhm... mal... muy mal está...."

Una vez medio desnudo el humano, procede a amontonar nieve sobre y alrededor de él, dejando sólo fuera la cabeza para poder controlar la temperatura.

"Si esto no te mata, te curará, muchacho..."

Mira al penco.

"Joder... qué tendrán esos bichos que alguien es capaz de morir por ellos... si son sólo carne..."

Una vez, Theonor, cubierto de nieve, vigila que su temperatura no descienda demasiado. En el momento en que su fiebre ceda, le sacará del hielo para abrigarle con las ropas que le quitó, con la manta y acercándole al caballo, se acurrucarán los dos cerca del animal tratando de sobrevivir hasta el alba.

"Aguanta hasta el alba, muchacho... aguanta"

 Turno 606

Draupner se acerco al carro y tras revisar la carga y cerciorarse de que tan solo transportaba un buen cargamenteo de manzanas, se aparto aliviado de la carreta.Ilidan le susurro algo a sus compañeros mas cercanos, que el carretero no alcanzo a oir. Esto le puso algo nervisos y latigueando a sus animales comenzo a avanzar.

Pero unos metros mas adelante, Galindum le cortaba el paso y no tuvo mas remedio que parar para no llevarse por delante al enano, el conductor estaba mas asustado si cabia. Gallindum le propuso aunar fuerzas y aprovechar las ventajas que se ofrecian mutuamente. El hombre escucho con atencion mientras observaba al grupo.

Zalmoxis seguia en guardia, con su lanza apuntando a los presos y sin perder de vista ni un solo segundo el bosque. Parcia temer una emboscada inminente. 

Gelion permanecia a la espera, dejaba hablar al resto, mientras ocn su mano se tocaba el brazo, intentando localizar el lugar donde estaba roto. No le dodia nada, el musgo de Marga parecia haberle curado milagrosamente. Aunque la rotura no deberia estar curada en varios dias, o incluso meses, el dolor habia desaparecido, y la fractura tambien parecia haberlo hecho. No podia ser...

Marga miraba divertida la cara de Gelion, mientras el resto "austaba" aun mas a carretero. Se levanto y cogiendo un buen cazo de te se acerco al hombre para ofrecerle un poco.

Turno 607

Marga cogio su cazo y recogiendo en el una buena cantidad de te, se acerco al hombre andando con cuidado de no derramar la bebida.

- Tenga buen hombre, no se deje austar. Mis amigos no entienden de hospitalidad. Tomese este te, esta caliente y le reconfortara. Puede comer algo si lo desea, aun tenemos algunas setas. - Le dijo Marga al carretero, tendiendole el improvisado vaso. - Tenga cuidado aun quemara bastante. -

Turno 607

El hombre se quedo algo perplejo con la naturalidad con que Marga le trataba, era cordial y no entendia bien que hacia entre tantos hombres.

- Gracias... esto yo... - Tomo un pequeño sorbo de te y despues le devolvio el cazo a Marga.

Bajo de su carreta de un salto, estaba bastante agil, despues se acerco a Gallindum.

- Bueno, maese enano, la verdad es que pretendia llegar antes de que anochezca hasta Barukkizdin, pero mucho me temo que no lo conseguire. Su oferta me parece razonable - Le dijo a Gallindum.

Despues se giro para volver a coger el cazo. antes de dar un nuevo sorbo se dirigio a Ilidan.

- No se preocupe por mi, se defenderme, ademas no tengo demasiado que deseen los ladrones. Sali con mas compañeros de viaje, pero tube un problema y tube que retrasarme, me separe de ellos. Seguramente estaran en la ciudad esperando por mi. - le dijo al numenoreano.

Se dirigio junto a Marga hasta el fuego y luego se dirigio a todo el mundo.

- Mi nombre es Tangul, soy un simple granjero que suele comerciar con los enanos, no deben temer de mi, no podria aplastar ni una mosca. Bien podria pasar esta conche con vosotros, y mañana, a cambio os podria llevar a algunos en mi carreta hasta la ciudad. - Decia sin mirar a nadie en particular, cogiendo todo cuanto le daba Marga. Un poco de pan, setas y algo de te.

 Oin logro bajar la temperatura del rohir. Le enterro en nieve, practicamente desundo. Esto hizo que la fiebre le remitiera rapidamente, pero Theonor seguia inconsciente.

Pronto comenzo a enfriarse demasiado, y Oin le desenterro rapidamente para darle calor. Hizo que el caballo se tumbase junto a la entrada del refugio improvisado, y tapo a Theonor con su manta, colocandole lo mas cerca posible al cuerpo del equino. 

Asi avanzaba la noche, apenas podia dormir, tenia que enfriar y calentar al humano, privado de sueño, cansado por las jornadas anteriores hacia terribles esfuerzos por no caer dormido. Eso significaria problemas para su compañero, que continuaba inconsciente, aunque ya no sufria delirios.