Partida Rol por web

Terence observa a su jefe y baja la mirada. Se lleva la mano al cuello, a la altura de la nuca y lo acaricia con una incomodidad. No parece haberse terminado de despertar del todo, por el contrario, se siente cada vez más confundido, e incluso el hecho de estar en aquella situación tan familiar no le ayuda ni un poco.

-L-Lo siento Señor Curtis- dice mientras trata de articular alguna respuesta medianamente lógica. No quería perder su trabajo, aunque sentía como si no fuera suyo. -Le traeré un nuevo guión... al final de la semana...- su voz tratando de dar una excusa se convirtió en un hilo apenas audible.

No sabía que decir, quería pararse y tomar aire, sin importar lo que dijeran, hace mucho que debía haberse dedicado a otra cosa, pero escribir era lo suyo, aunque se muriese de hambre. Quizás se iría temprano a casa ese día.

Cuando tocas tu cuello sientes algo, el amuleto que te había dado tu sire.

Tu jefe te mira furioso, ¿la otra semana Fowles?...Lo notas negar, ¿es que acaso te pago para que  escribas cuando se te dé la gana?, lo quiero para mañana, no me importa que debas escribir toda la noche!. Esa petición laborar es por si ridícula para un guion de  78 hojas. Golpea la mesa, y cada vez, lo vez más y más furioso.

No entiendo cómo pudieron contratar alguien así, Tu Fowles,  deberías estar vendiendo revistas que en esta compañía, con razón tu padre  no quiso estar presente en tu crianza, y tu madre trabajaba para no tener que estar mirando tu carota. Este hombre está tocando fibras sensibles...

Subes al segundo piso, por un momento todo parece normal,  son sólo una especie de grupo de personas fumando hierva, inhalando coca y bailando.  Las mujeres son hermosas, y los hombres también, parece ser que aquí no hay impedimentos de orientación sexual, todos parecen atraerse mutuamente.

 El hombre que te invito desaparece  entre las personas que bailan eróticamente, mientras la música suena cada vez más fuerte.

Tu mente se confunde, una gran ira sientes por dentro y lo primero que sientes es que debes atacarlo, matarlo, despedazarlo, te lanzas hacia él con mucha agilidad con la idea de  derribarlo y  matarlo, y así lo haces. Sientes como tu cuerpo lo golpea, y sus huesos  se rompen, mientras tú lo golpeas una y otra vez y su sangre comienza a salpicar.

Pero sin que tú lo notes, cuando haces eso, cuando le has matado, en apariencia, el cuerpo se funde en el suelo, y tu de repente  solo queda una mancha de sangre.

 Impactado por lo ocurrido sientes que has vuelto a tener el control de sí, pero ahora estás mas confundido, estas en una  celda de 3*3 de ancho y una risa, que puede ser la del gato inunda el lugar.

La niña comienza a llorar mientras la Lames, ¿porque?, ¿porque?...¿porque mamá y papá se han ido al cielo? , ¿porque?  se levanta perturbada, y confundida con tu presencia, con lagrimas en sus ojos te mira  y simplemente dice ¿porque debo quedarme en casa de mis tios que me odian?... ya no quiero vivir perrito...

Por primera vez desde que eres neonato, sientes el defecto de tu clan,  tus colmillos sobresalen amenazantes y de repente salta hacia bob con la  intención sería de matarlo. Sin importarte las tradiciones, lo que piensan los demás brujah te acercas a el, con una fuerza que jamás  pensaste imaginar lo empujas, y golpeas, pudiendo sentir como rompes uno a uno los huesos en el proceso, y cuando crees que beberas de sus vitae te das cuenta que le has matado, pero el cuerpo inerte se funde con el suelo.

Al ver eso quedas sorprendido, y recobras el control de tí. Miras al rededor tuyo, estas en una selda de 3*3 de ancho, y escuchas una risa, que no sabes si es la de Bob.

No puedo responderle, y no solo por estar en otra forma. Lo que sus palabras implican duele, en varios frentes...  llevandome a pensar en otras cosas, más alla de las que soy totalmente culpable. Pero por ahora no puedo lidiar con eso, debo tratar de animarla. Es lo primero...

Pongo la cabeza entre sus manos, mirandola intensamente unos instantes, y ensayando un gañido triste tras sus palabras...

-hmf..

Luego giro en torno, frotandome con su cuerpo hasta ponerme detras... Entonces la empujo despacito hacia la calle, para sacarla de ese asqueroso callejon... Si me mira o trata de detener, solo le devuelvo la mirada, gañendo, y vuelvo a empujarla con la cabeza y el cuerpo para que nos vallamos.

Terry se gira en pos de la risa que había aparecido por arte de magia. Esto le estaba descolocando. Al final me voy a volver majara como Alber. Pensó el Brujah. Se encontraba en una celda y ya no estaba ni Bob, ni ninguno de sus camaradas de clan.- ¿Quién eres?.- Preguntó Terry mirando en esa dirección.

 Albert, ni corto ni perezoso se aproxima a los V.I.P. con naturalidad y deja que su cuerpo le lleve a las personas más atractivas que le den señas de que sea mutuo. La música satura sus oídos, el roce con los cuerpo de los extraños su tacto y la champagne en su boca está lista para ser pasada en un beso apasionado con quien desee recibirlo.

De repente, toca la cadena y descubre el medallón. Entonces no era un sueño. Observa fijamente al señor Curtis. No sabía si sentarse a llorar, porque se trataba de una ilusión, o de aliviarse porque ya no tenía aquella sensación de confusión. Escuchó sin entender lo que le decía su jefe (su ex-jefe) realmente, tan solo miró su medallón y luego hacia la ventana.

A veces deseaba saber como es que terminaba en aquellas cosas. Nada era real allí, sentía que las cosas no estaban bien, y no lo estaban ahora. Pero sabía que no podía seguir sumergido en aquella fantasía. -Lo siento señor Curtis- ni siquiera se detuvo a pensar por qué hablaba con alguien que no era real, que no existía.

Se levantó de la silla y se giró. No estaba seguro de como romper aquella proyección, así que se decidió a salir de donde estaba, empezó a caminar hacia la puerta de la oficina de su jefe y estiró la mano para girar el pomo lentamente. Se sentía nervioso, pero no por estar desafiando a su jefe, o por saber que era falso, se sentía nervioso porque no estaba seguro de que encontraría allá afuera...

Estaba bastante preocupado, las palabras del hombre eran bastante desconcertantes. La droga, la maldita droga ya no significaba nada para mi, fui un completo idiota al haber caido. Pero ya habia vuelto a mis cabales y tenia que solucionar el problema.

"De que demonios estabas hablando Paul! Responde si no quieres que te arranque tu garganta" dije sin pensar en ninguna repercusion.

Miro alrededor, extrañado, inquieto, cual si de una rata enjaulada me tratase. Todo esto era confuso... ¿Sería real? ¿Sería un sueño? No estaba seguro. Desconocía la magia de los Tremere y no sabía si me hallaba en medio de un trance o si realmente me había teleportado o algo así.

Me acerqué a las paredes, entre las histriónicas risas del Gato, y toqué los barrotes de mi celda. Otra vez, encerrado. Se había repetido mucho esa situación a lo largo de las últimas noches, una y otra vez... Ya estaba cansado de esto.

Agarré dos barrotes, uno con cada mano, y puse mis pies sobre los barrotes a sus lados, quedando mi cuerpo suspendido en el aire y tiré. Tiré con todas mis fuerzas, esperando que los barrotes se doblaran.

 Te das vuelta, y de  tomas el pomo de la puerta para salir de ahí, pero en ese momento algo cambia,  un olor de ambiente pesado  se llena la habitación y una voz, distinta te habla a la espalda. El pomo de la puerta no se abre.

¿Huyendo Fowles?.  Una risa estridente suena  detrás de ti y sientes como si alguien te respirara en el cuello, lo cual literalmente te hela la sangre. Reconoces la voz.  Es de ese maldito que te ha hecho la existencia imposible desde que estas en la capilla. La razón por la que te enviaran a esta misión sin sentido.

Sabíamos que  no lograrías nada jajaja. Se ríe. Eres un perdedor, un idiota, que no eres capaz de defenderte.

El espacio ha cambiado, sigues en la oficina, pero el señor Curtis no está. Los chicos y yo apostamos  mucho dinero en contra tuya, sabíamos que no lo lograrías...

!Ve! huye farsante, ve a llorarle a papa Rowan, ve y dile que te estamos molestando.

¿Arrancarme la garganta?. Te mira asustado. ¿De qué hablas?. Mira hacia atrás, aunque... yo no seré quien haga el trabajo.

Mira de un lado a otro asustado por ti, aunque...

Alguien más lo hará.... Su rostro entonces  muestra terror... por favor, no... no

En ese momento,  escuchas unas explosiones, la cabeza de tu amigo y el de la mujer estallan por un disparo de escopeta.

La sangre te  ensucia el vestido y una risa se escucha detrás de ti.

Miras hacía atrás y  ves  a alguien que reconoces.  Es el primogénito de tu clan acompañado de un hombre con esa gran y mortal escopeta.

¿Qué pasa Alan?

¿Quien soy? la voz de un hombre al que no le vez el rostro y que parece salir de todas partes suena como un eco. ¿quien eres tu?

El ambiente se torna algo pesado.

Si bien tratas de  utilizar tus fuerzas para salir, nada de lo que haces con tu fuerza surte efecto. Jajajajajajaj una gran risa se escucha una y otra vez. Parece salir de todas partes como un eco.