Partida Rol por web

Su pecho se contrae y expande, como su respirara profundamente... A pesar de sus recaudos, no han podido evitar otra trampa... El deseo de golpear los muros acude a su mente, pero trata de serenarse y volcarse a una linea de pensamiento mas productiva. Por ende, piensa en las palabras que acaban de leer, dejando que los demas debatan...

*Cuando entres no podras salir... bueno, eso queda claro, ya entramos... Nadie puede salir si no ha entrado... Entramos, exepto por esa puerta... El merito sera de los valientes... Los templados seran victoriosos. Eso para un acertijo o advertencia es demasiado vago... Solo los valientes, los templados... Alguien templado es alguien exprimentado, o tambien alguien tranquilo... bueh, ni modo...

-Habra que conservar la calma y continuar... no queda otra opcion. Una vez en el baile, hay que bailar... Salvo que se te ocurra algo mas, cuatroojos, sigamos como ibamos...

Vala puta mierda...

Bueno ya me estoy obstinando de tanta mariconada, yo voy a dentro, alguien me acompaña!?

Digo envalentonado meintras me volveto y me dispongo a volver, de donde regresavamos.

Me rasco la superficie calva de mi cabeza mientras miro el mensaje, poco antes de que este desaparezca. Osease, estábamos otra vez con la misma historia.

Al final va a resultar que esta ciudad es una maldita cárcel. Nos encierran en un piso franco, nos encierran en una jaula con explosivos y ahora también nos encierran en unas alcantarillas con magia... - cansado ya de la misma matraca una y otra vez me aventuro un paso adelante, con el toreador, mientras me activo mi ofuscación. Sabía que sobre los demás no iba a tener ningún efecto, pues ya me estaban viendo, pero sobre los que no me observaran en ese instante sí lo tendría - En fin... volvemos al principio, caballeros: encerrados y con un sólo camino por delante, probablemente peligroso y todo por una Príncipe Degenerada que poco le importan nuestras vidas, sólo mantener un gobierno que le pueda limpiar el culito cuando se levante de su retrete de oro... Juro que cuando vuelva voy a tener una charlita con Alexéi de la que se va a acordar... Si en el fondo tenía razón, era mejor ser un vagabundo en las calles que un esclavo de esa furcia. - avanzo otro paso, a por ese "Domo de la Fortaleza", mirando la pared lisa donde antes había estado ese mensaje - Menuda estupidez... ¿Quién Diablos pone un encantamiento que obliga a los incursores a entrar en el sitio? Carece de sentido totalmente... yo tenía que haberme quedado en casa. - y avanzo con paso lento, meditabundo.

Sonrrie tristemente

-Para obligarlos a ir hacia su perdicion, desde luego... Para que mas? +no esperaba ya otra cosa, una trampa era una trampa. Habian caido otra vez... pese a todo recaudo. Era más que evidente, el grupo que formaban habia ido como "The bitings", pero debia llamarse mejor "The baits"...

Con sus ojos de bestia mirando hacia la oscuridad, aferra firmemente la katana. La idea de cambiar se le antojaba, pero por ahora mejor reservarse... quien sabe que les esperara. Sin decir nada, continua la marcha, adentrandose en la puerta obligada.

Alzo la mirada para ver la frase que se nos presentaba. Sólo nos quedaba la alternativa de seguir por aquel lugar, por lo que me encongí de hombros, me llevé el pañuelo a la nariz con la mano izquierda y tome el mango de la pistola, colgada a un lado de mi cintura, con la derecha.

Seguí a los otros, respetando la posición que me había sido "asignada" una vez entramos a las alcantarillas.

¿cómo aparecen letras en una pared?. Miro a Harry Potter. ¿Qué dices gafitas debemos entrar? ¿pódemos hacer algo para protegernos? miro como los demás van entrando y me pregunto si será buena idea seguirlos... Mmm puede que haya una orgia adentro.

La magia que veía era demasiado avanzada, lo suficiente como para que una sensación de escalofrío (o algo que se le parecía) recorriera su espalda. Como borregos, parecían decididos de que no había otra opción.

-Esto fue una mala idea...- susurró en voz muy baja, mientras caminaba en la retaguardia con sus binoculares con visión nocturna, junto con sus sentidos agudizados. -...vamos hacia... hacia una... una trampa- comentó, sabía que una vez más sus palabras no harían eco, el mensaje no le gustaba, pero cabía pensar en que fuese... mentira, una trampa dentro de la trampa.

Él no buscaba entrar, buscaba salir de aquel lugar, y pensaba, casi que tenía la esperanza, en la existencia de una salida en algún lugar, trataba de alejar la sensación de que aquello era como una banda transportadora que los llevaba a una enorme olla hirviendo. Su cabeza iba a dolerle en cualquier momento. Esto era insano, simplemente absurdo.

No, Terence, esto no es una mala idea... es la peor idea que se pueda maquinar en este mundo de locos y de encerronas. - le dije, encarándome a él, harto ya de la situación - Pero, aquí, tu eres el único que sabe de esta magia, y no sabes como deshacerla, así que, como siempre, no nos queda otra que ser unos malditos borregos que caminan para adelante a enfrentarse a un peligro que no nos concierne a ninguno. - le doy la espalda, volviendo a dirigirme al camino que probablemente nos lleve a nuestra perdición - Es lo que hay. Podemos sentarnos en este cruce y esperar por los siglos de los siglos a que ocurra algo interesante, pero ni con esas me temo que estaríamos a salvo, tal y como se suceden los días. Yo tiraré pa alante, no pienso morir en estas alcantarillas.

Guardo silencio, durnate bastante rato. Es probable que me haya pasado bastante. El pobre no tiene culpa de nada, sólo es otro mandado que se ha visto envuelto en toda esta mierda. Me vuelvo a girar, lentamente, con gesto más calmado y voz más suave.

Sólamente... - dudo, intentando buscar las palabras más adecuadas - Procura no morir Terence, ni ninguno de vosotros. No merece la pena morir por una regente a la que no le importáis, ni por una posición, ni por nada. Morir es el final de esta vida eterna que nos han concedido hace tan poco. No malgastéis la oportunidad.

Y me aventuré de nuevo al oscuro pasillo.

Asintió simplemente. Pero su sensación de alarma no se desvaneció, dentro de sí, muy dentro, existía un terror primordial que le instaba a abandonar aquel sitio, un miedo instintivo que por una vez coincidía con su racionalidad. Pero como se había repetido innumerablemente en su vida y su no-vida, se veía obligado a tomar decisiones a disgusto suyo. A modificar lo suyo en función de otras órdenes. Lo único que había cambiado era que ahora era... inmortal y debía alimentarse de hambre.

-E...entiendo...- musitó. Pero luego dio un paso -Pero ustedes no... entienden. Esta magia es... muy poderosa... quien esté detrás de esto, sabe muchas cosas... y las armas no... van a ayudar- dijo atropelladamente mientras intentaba explicar su punto. No era capaz de transmitir el terror que le provocaba esto, de textos arcanos escritos por vástagos de la capilla, de los mismos comentarios de Rowan, y sentía que todo esto estaba muy mal. Ni siquiera había leído sobre los alcances de rituales taumatúrgicos hasta ese nivel. Era impresionante, demasiado... imposible.

Tragó saliva. Un viejo reflejo, como otros tantos que no podía evitar. No quería morir, eso era obvio, no tenía mucho que ganar, y la posibilidad de liberarse de esa cadena de mando estaba patéticamente lejos. Su mente empezó a vagar por días pasados, extrañaba sentir el aire llenando sus pulmones, extrañaba el sabor de la comida real, la comida cuando era humano... incluso, extrañaba su reunión de los martes para presentar sus avances en guiones absurdos. 

-Debemos buscar como salir...- musitó, casi que solo él se escuchó. Miró a través de los binoculares con una sensación enorme de desasosiego, de miedo. Hacia adelante, hacia la oscuridad y lo desconocido. Hacia el domo.

Las armas no serviran, pero podran hacer pupita, y si no tenemos mucho que hacer, ya que no consigues salida, tal vez nos divirtamos un rato y podremos al menos movernos de esta asquerosidad.

Digo mientras me coloco para ir avanzando.

Cuidadito con las linternas, voy a tratar de ver con los sentidos agudos.

Esto no me gusta, pero parece que no hay otra opción, parece que al fin de cuentas las armas no nos van a servir de nada.

Sí vamos a entrar, entremos todos, así nos cuidamos la espalda. Miro  a los demás. Se nota que Terence no sabe cómo salir de aquí, así que si el letrero dice que para salir hay que entrar, debemos seguir el sentido común.   

Vámos.  Y entro.

 La mayoría de ustedes entra , y saben que una vez dentro, no habrá escapatoria. Se enfrentan a lo desconocido. Una luz tenue se ve entre  sus cuerpos por uno o dos minutos mientras caminan por ese pasillo y al frente sólo ven esto.

De repente todo parece cambiar,  desaparecen sus compañeros, y parecen haber llegado a un sitio distinto.

Es curioso, estabas pensando en ser humano, en volver a tus raíces, en respirar, en ser lo que eras. En realidad  el ser vampiro ha sido sólo otro ítem de las cosas en las que no te va muy bien. Sientes tristeza y miedo... mucho miedo.

De repente un sonido peculiar te inunda todo.

La luz del día está en todas partes  y te encuentras en un lugar conocido.   En el cuarto piso de  la productora donde trabajaste gran parte de tu vida.

No puedes evitar abrir la boca casi fascinado. Te encuentras inmóvil en el pasillo  mientras cientos de  cubículos se abren hacia ti. Gente como tú, trabajando, escribiendo, unos hablando por teléfono, otros conversando entre sí..

Cáminas confundido, y puedes ver  a la odiosa de  Lorna Benanti , la secretaria del jefe, sentada de manera imponente mientras mira a los demás de reojo y contesta el teléfono con  superioridad, a la izquierda,  dos cubículos más adelante esta Lance, el  trabajador perfecto,  él podía hacer los mejores guiones, pero tu lo sabes, es sólo un mediocre que muchas veces robó tus ideas. Cómo raro coquetea con Rose, la tímida practicante que  ignora que es casado.

Miras a la derecha, y de repente, tu rostro dibuja una sonrisa.  Sentada clasificando unas cartas, e ignorándote totalmente (cómo siempre lo hizo), estaba Mindy Lawton.  No era una modelo, pero para ti no necesitaba serlo. De complexión delgada y sin muchas curvas, esta rubia intelectual siempre te cautivo.

 Ella tenía por mucho tu misma edad, no era una mujer joven, pero  debías aceptar que desde que habías llegado a la compañía hace 20 años  la mirabas con deseo... y hasta llegaste a enamorarte en secreto, sin que ella se enterara. Recuerdas que  hace muchos años, cuando los sentimientos los tenias a flor de piel escribiste uno de tus mejores guiones en su honor. Lástima que tu jefe lo haya  arruinado; la protagonista  pasó de  ser una mujer inteligente y poética, a  una mujerzuela adicta a los cosméticos.  Los años pasaron y eso que sentías, mermó un poco, uno no puede estar enamorado platónicamente para siempre, pero aún ahora, cuando la vez sientes cierto cosquilleo en tu estomago.

Te encuentras confundido..¿qué está ocurriendo?,  sientes que esto es muy real,  hasta los olores de la oficina son los mismos.

 De repente sientes un  grito enorme, que hace que por toda la espalda recorra un corrientazo de miedo.

¡!!FOWLES!!. Su cara es de furia de tu jefe es evidente. A MI OFICINA!... ¡AHORA!

Todo sucede como usualmente sucedía.  Lorna sonreía de placer, Lance te miraba en son de burla y el resto, el resto sólo seguían trabajando. Esta escena  no era desconocida para ti.

Sientes esta tensión sobre tu espalda.

Tienes una cantidad de sentimientos combinados, pero el principal es ira, estas furioso con tu sire y con todo.  Eran fichas, sólo fichas...

Pero esa luz te trae a un lugar conocido. Estas en el salón de los horrores. Muchos nosferatus  reunidos, muchos divirtiéndose. El ruido de las risas y voces roncas se mezclan.

Y en una esquina estaba  tu sire. Estaba sentado sólo leyendo la biblia.

Sientes muchas cosas cuando ves eso. Sobre todo Ira. ¿Es que acaso Alexei no se daba cuenta que la mitad de las cosas en las que cree son tonterías?, ¡Todo es una gran mentira!.

 De repente te sientes culpable por pensar eso, Alexei era el  último peldaño de todo, era el que menos poder tenia, y a pesar de eso,  y a pesar de los maltratos del gato, él siempre lucho por lo que creía, parecía no importarle morir por ser cristiano. Bueno era ridículamente creyente... pero le querías.

Miras al frente, al fondo, al lado del primogénito,  riéndose de manera  escabrosa estaba el Gato. No puedes evitar  gruñir cuando lo vez  levantarse y acercarse lentamente a la mesa donde está tu sire.

Lo ves todo claramente. El  intencionalmente tropieza, y hace que se riegue una copa de vitae encima de la Biblia de Alexei.

Tu sire se pone pálido y trata de secar rápidamente su biblia con sus mangas, pero el Gato de un manotón  lanza el libro al  piso.

Alexei mira al Gato por un segundo con un enorme dolor, pero él no le ataca, simplemente va a recoger su libro, que a este nivel está destrozado por las garras del gato.

Es curioso, de repente estas en una especie de bosque,  hay juegos infantiles, sillas, ancianos dándoles de comer a las palomas y  parejas que caminan de la mano. Es de día, sientes el sol sobre tu piel sin que te haga daño.

 El olor  de la tierra húmeda posterior a la lluvia es evidente. Todo parece real. Ya no estabas  en las alcantarillas.

El sonido del timbre te  desconcentra. Miras y lateral a la calle hay una escuela.

El grito de los niños felices al salir de la misma es tan sonoro cómo un concierto.  De repente, los niños abren la puerta y comienzan a salir.

Te quedas mirando, y de repente, ves un rostro que conoces... es ella.

Sí esa niña que habías dejado huérfana, y que hasta el momento no habías tenido el tiempo de reparar el daño.

La chica camina   triste, mientras otras niñas más populares  la empujan y siguen caminando. Ella se sienta en una silla, al lado de los otros niños que esperan a sus padres.

Apareces en un gran apartamento,  lo reconoces es de tu amigo Paul. Es de noche y al lado tuyo hay  mucha gente. La música del lugar es fuerte, y hay una gran algarabía.   Reconocías dónde estabas, en una de sus grandes fiestas.

Todo elegante, todo alocado, todo perfecto. La vida de un multimillonario joven.

El olor era idéntico, todo se sentía igual.

Caminas entre la multitud, no puedes evitar sentirte excitado frente a las hermosuras que hay en el lugar, puedes recordar todas las orgias que montaste mientras eras más joven... y humano.

Tras unos pasos puedes ver a Paul, en una de las oficinas laterales, muy bien acompañado de mujeres hermosas.

Ves en la mesa  unas líneas de cocaína, cómo usualmente  estaban... la mejor calidad para los mejores.

Paul te hace unas señas para que te acerques.

Das un paso hacia delante y de repente ya no estás en un sitio cubierto, estas en un lugar que ya conocías.  

Estas a las afueras de los Angeles, ves  una zona llena de arboles, y vegetación. Lejana de casi todo.

Es cómo una especie de lugar de reunión.

Motocicletas a un lado del camino, autos al otro y muchos hombres y mujeres con aspecto rebelde delante de ti.

Mary Jean esta con su  novio a un lado del camino, y se escucha el grito de  "vamos a entrenar".

Sientes una sensación extraña. Así fue como comenzaron tus problemas.  Ves al cretino de Bob  parado con unos amigos en una esquina, mientras te mira y se burla de ti.

Regresaste al famoso entrenamiento, pero todo se ve y se siente  tan real como fue.

De repente  ya no estás  dónde estabas.

Te encuentras en la calle, vestido como antes lo hacías, tu compañero de trabajo está a unos metros de tí.

La ambulancia está  al lado tuyo, como aguardando.

Hace frio, bueno, es raro volver a sentir frio, pero es así, “sientes frio”. Por un momento te alegras de sentir esta sensación. Es extraño, ¿donde estas?

Tocas la ambulancia, se siente como es, y los olores y todo es idéntico.

En ese momento  escuchan la radio.

4567 (el numero de tu ambulancia), acudan a  Beverly Hills 566- 89. Incendio en progreso.

Es la dirección donde vive tu novia.

Apareces en una gran fiesta. Cómo te gusta,  puedes ver a todos tus amigos ahi. La música es genial y las mujeres, y los hombres estan divinos.

Drogas acumuladas hay por varias partes, y  puedes ver que, las cosas se estan poniendo calientes. Hombres con hombres, mujeres con mujeres, y entre ellos.

!Estas son las fiestas que te gustan!

 La música es excelente y todos parecen pasarla bien.

Te sientes extraño. Tocas  las paredes, los muebles, y las personas, y evidentemente se sienten reales. El olor es el mismo.