Partida Rol por web

El grito del clérigo dejó paralizados unos instantes a los hombres quienes se apresuraron en encararse con el recién llegado. Agitaban hostiles sus troncos con cara de pocos amigos. El más grande de lso tres iba a decir algo cuando otro se le acercó a la oreja.

Es sacerdote...

El más alto pareció comprender y relajó la actitud, elq ue le había hablado le cedió al antorcha la tercero y señaló a la mujer. Una breve mirada del clérigo la identificó como elfa.

Esa...bruja, señor sacerdote, ha enevenenado a un vecino del pueblo.

Clarish agradeció los cumplidos de los dos varones, y posó un brazo sobre cada uno de ellos, a la vez que soltó una escandalosa sonrisa y una mirada cómplice.

Me halagan, señores. Me halagan mucho. Agradezco sus palabras...

La joven tomó una de las copas y se la extendió al ladrón para que se la llenara. Aprovechó el descuido para indicarle a Hugo que Johannes iba algo bebido con un gesto cómico. Pero enseguida le susurró algo al hombre.

Dígame, señor Montespino, ¿cómo es la vida en la Asamblea?

Si...intentas seducirme tal vez deberías hacer algo por mí. Díme...¿te gusta el champán bretoniano?

Asi que ha envenenado a un vecino... ¿como sabeis que fue esta mujer? ¿alguna prueba? dice Rainer mientras se acerca a la mujer y le susurra ¿Habeis sido vos?

¿Que podia hacer? Si realmente era una asesina envenenadora deberia decapitarla ahi mismo. Pero si no, ¿como salvarla de la turba?

Johannes, que estaba demasiado bebido como para ser sigiloso, respondió al cuchicheo de Clarish en voz alta:

—¿Shampán? —sonaba a bebida de noble, es decir, meado de ratas, pero le siguió la corriente a pesar de que en su mente una pequeña vocecita hacía saltar todas sus alarmas de cauteloso ladrón... que eran ignoradas al completo— Por shupuesto que shí. Esh mi shegunda bebida favorita, ¡despuésh de la shervesa!

Ya sabía yo que se estaba haciendo la estrecha —pensó con felicidad.

La elfa miró profundamente enfadada al clérigo y soltó una risa seca, carente de humor.

¡Pues claro que no! Estos ignorantes aldeanos vienen a acusarme a mí de todo lo malo que ocurre en el pueblo. Si su primo murió fue porque enfermó y el galeno no supo qué le pasaba, eso es todo.

¡Bruja miserable! -escupió uno de los hombres- ¡Tú le envenenaste con tus hechizos! Al igual que las cabras de Henrietta, las mataste para proteger tu árbol maldito.

¡Apártate o te quemaremos a ti también! -apuntó el tercero mientras esgrimía la antorcha

Tras contar a la mujer donde comí por última vez alcachofas de Altdorf, decido despedirme de ella, ya que no me da casi conversación. Empieza a ser aburrido. Demasiado para mí.

Así pues, decido buscar a mis compañeros, a ver que se cuentan. Seguro que han vivido apasionantes aventuras en estos últimos minutos que hemos estado separados. Aunque espero que no hayan sido demasiado apasionantes, no me gustaría quedarme sin fama ni fortuna por hablar de las exquisiteces culinarias de todo el viejo mundo.

Cuando los encuentro, están hablando con la Clarish, la cual es una desconsiderada ya que no quiso enjabonarme antes. No enjabonar a un pobre aventurero desdichado, como... Esta juventud...

No obstante, como soy un caballero ante todo, digo al grupo- ¡Hola! ¿Cuánto tiempo, eh?. Bueno, bueno, bueno... ¿Qué os contáis? ¿Habéis tenido un rato interesante?. Yo por mi parte, ya que lo preguntáis, he estado hablando de las exquisiteces culinarias de todo el mundo con una de las cocineras, una mujer encantadora. ¿Cómo va la fiesta?

Clarish pareció quedar lo bastante satisfecha con la respuesta, y se acercó a la oreja de Johannes. Sus compañeros no supieron muy bien qué fue lo que le dijo, pero una de las cejas del ladrón se alzó y puso cara algo más seria de lo habitual. Pronto la joven atendió al charlatán.

Sí, cuanto tiempo. -La mirada de Clarish recorrió al hombre de abajo arriba- Celebro verle con ropa...

Una media sonrisa.

No se preocupe, es broma. ¿Está disfrutando de nuestro pueblo? Aquí cultivamos gran variedad de alimentos, eso nos garantiza que haya comida incluso en malas épocas. Lo que no se consigue un año se compensa con lo demás. Cereales y legumbres, y luego está el ganado. Somos gente afortunada.

El señor alcalde, presente en la fiesta, guarda botellas de excelentes licores en su despacho. La ventana suele estar abierta y creo que un hombre fuerte como usted, mi querido Johannes, sabrá cómo llegar hasta ella...

-Eeen la... ¿Assamblea? Dijo Hugo con los ojos vidriosos. El halfling trató de enfocar mejor a la mujer humana y luego respondió.

-¡Muy buena, deshde luego! Allí todo es tranquilidad, shin losh ajetreos... ¡HIC! A losh que me he acoshtumbrado en vueshtro Imperio humano. Por Eshmeralda, diría que empieza a caersheme el pelo de losh piesh con tanto eshtresh de andar de aquí... ¡HIC! Para allá... Hugo se apoyó en al barril de la bebida para dejar de bambolearse erráticamente hacia los lados. Qué pena que me tuviera que marchar... ¡HIC! ¡Bueno, bueno, eshtáis toooodosh invitadosh a pashar unash vacaciones tranquilash en la casha de mi tío cuando queraish, dishfrutareish de la buena comida halfling, jajajaja!

Hugo se abrazó a la pierna de Johannes.

-Te quiero mushooo  compañero, eresh mi mejor amigo, shin voshotros ahora shería comida de rataash...

Y allí se quedó abrazado, en un estado de semiinconsciencia

Ehhm... ¡Vosotros, atras! dice Rainer mostrando el sagrado simbolo del Lobo ulrita. ¿¡Que pruebas teneis contra ella!? ¿su raza? Uno de los salvadores es un elfo tambien... ¿lo acusareis de algo ahora? Vaya con las gentes de este lugar. ¡Y yo que iba a limpiaros los bosques de Skavens! ¡Maldita sea!

Si no teneis pruebas de los malvados actos que le otorgais mas vale que la dejeis en paz si no quereis sufrir la ira del Colmillo...

Los ojos de Johannes brillaron codiciosamente mientras Clarish le susurraba al oído.

Seguro que tiene más cosas...

—Esh, intereshante lo que dicesh, presiosha, pero tendrásh que desirme cuál es tu interesh en todo eshto —dijo levantando un dedo y moviendo el brazo de un lado a otro. Puede que estuviera borracho, pero el ladrón no había perdido su sentido común. O quizás sí, pues se planteaba seriamente el allanamiento a pesar de su estado.

La expresiva muestra de afecto del halfling y la llegada de Wolfgang hizo que se distrajera por un instante.

—Eshpera un momento, guapa —un pequeño eructo hizo amago de salir a la luz pero consiguió contenerlo—. Tengo una cosha que hasher. ¡No te vayash! —se volvió hacia el charlatán y abrió los brazos alegremente con una sonrisa en la boca—. ¡Amigoo! ¡Ahora mishmo estaba pensando en tí!

Johannes intentó moverse hasta Wolfgang hasta que recordó al halfling que tenía pegado a la pierna. Lo miró entrecerrando los ojos, como si estuviera muy lejos o no lo viese bien. Dio unas ligeras palmadas en la cabeza de Hugo y sacudió la pierna, sin mucho efecto. Encogiéndose de hombros echó a andar, arrastrando la pierna y al halfling con él.

—¡Camarada! —gritó echando el brazo por los hombros de Wolfgang— ¿Osh he contado la vez que luchamosh contra el monstruo de lash alcantarillash? —preguntó a su alrededor sin fijarse en nadie en particular. Después bajó la vista hacia Hugo— Mucho mash terrible que lash ratamonshtruosh. ¡Sí! ¡Codo con codo, espalda contra eshpalda, eshpada en mano acabamosh con la beshtia!

Suspiró como recordando viejos tiempos de gloria y le dijo a Wolfgang:

—Te eshtaba bushcando. Tengo un trabajo a la vishta.

Guiñó un ojo al charlatán, seguro de que le entendería.

Eldarendil habia estado un poco ausente del grupo, no habia bebido nada como para entender la actuación de sus compañeros. La orquesta había sido muy entretenida, pero sin duda lo mejor estaba por llegar, cuando subió al escenario aquella humana, el elfo apenas escuchaba ya los gritos de sus compañeros, la voz de la chica era dulce, hacía despertar los sentidos de este. Tras la actuación no pudo mas que levantarse, tras la aclamción del publico y aplaudir todo lo fuerte que sus manos le permitían. - Es fantastico verdad compañeros? - dice el elfo a su compañeros mientras la mirada seguia fija en la chica. - Estoo... no se para que le pregunto nada a estos con la cogorza que tienen. - pensaba Eldar mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Cuando Hugo y Johannes decidieron ir hasta el barril de bebida situado junto al escencario, Eldarendil los siguió - Es la escusa perfecta para ver mas de cerca a esa humana - Clarish se acerco al grupo el elfo haciendo gala de su cortesía hizo una pequeña reverencia hacia ella - Ha estado maravillosa, sublime y tengo que decirle que la velada esta siendo bastante agradable, verdad compañeros? -  una pequeña patadita sale de los pies del elfo a sus compañeros, aunque la fiesta no le hubiera parecido nada especial , los ultimos acontecimientos la fiesta había ganado mucho.

-Una canciooon... preshiosha... shí... ¡HIC! Le respondió Hugo desde la pierna de Johannes a Eldarendil a medida que se alejaba llevado por el hombre.

El halfling se fue escurriendo por la pierna de Johannes a medida que este andaba, y al llegar a la altura de Wolfgang terminó de soltarse, quedando sentado en el suelo, mientras miraba con aire perdido en derredor suyo.

Hugo alzó la vista y vió a los dos humanos frente a él, a los que les dirigió una sonrisa bobalicona, y luego trató de levantarse.

Lo logró al cuatro intento, y aún entonces se bamboleo hacia la izquierda peligrósamente, estando a punto de volver a caer al suelo.

-¿Qué hay Wooolfgang? Preguntó al hombre. Bueeeenash esshash alcachofassh, ¿Eh? ¡HIC!

Sí que estaban buenas, sí... -Contesto a Hugo- Y, lo más sorprendente de todo, es que no estabas cocinadas, como creí en un principio, con los famosos ajos de Estalia. ¡Quién lo iba a decir, los ajos de esta región son casi tan deliciosos como los famosos ajos de Estalia!. Ah, Estalia... ¿Os he contado alguna vez cuando estuve en un viaje de negocios por Estalia?. Seguro que no, porque nunca he estado allí, así que tal viaje de negocios no existe ni ha existido nunca. Pero no descarto que algún día le haga...

Mientras digo esto, miro fijamente a Johannes. Va borracho como una cuba, pero supongo que si tiene un trabajo, sea sumamente interesante- Muy bien compañero... Nos ocuparemos de ello. Pero... ¿No creéis que habéis bebido suficiente?. No lo digo por nada en especial, pero os recuerdo que mañana partiremos... Y el dolor de cabeza que tendréis no se lo desearía ni al peor de mis enemigos... Aunque, que yo sepa, no tengo enemigos, ya que soy una persona muy agradable y amigable. Aunque no creo que las monstruorratas me quieran con locura, y mucho menos, el Club de Amigos de los collares verdes que brillan de forma malévola. No, seguro que esos no, pero seguro que me tratan igual que tratarían a todo el mundo, lo cual hace que siga siendo agradable y amigable para todos...

Miro a Johannes. Va borracho como una cuba, pero supongo que si tiene un trabajo, sea sumamente interesante. Un ladrón siempre es un ladrón, de aquí a la Espina del Mundo. Así pues, mientras suelto mi palabrería habitual, muevo los brazos como si fuese un simple vendedor de barcos piratas, para preguntarle- ¿De qué se trata ese trabajo?