Partida Rol por web

Travis se encontró con un corredor largo de pasillos poco y mal iluminados. Estaba claro que la noche ya entrada y la tormenta poco ayudaban a que el lugar fuera menos amenazador de lo que parecía. Que quizás en otro momento no habría reparado en ello restando importancia, pero con lo sucedido en su habitación y el cuchillo que llevaba en mano oculto envuelto en papel hacian que en su mente aparecieran demonios, aquellos de las pesadilllas de sus libros o otras peliculas de ficción.

Llevar ya un tiempo en el Campamento le habían servido para orientarse y supo como y a donde dirigirse para ir hasta las cocinas. Pero antes de llegar fue testigo de otra inquietante imagen.

No vio quien, pero alguien arrastró un bulto en una de las intersecciones hasta un punto que salía del campo visual del joven.

Si la salida del campamento estuviera junto a la puerta de suhabitación Travis ya habría huido del recinto sin pensarlo dos veces. Probablemente incluso estaría ya lamentando su decisión, pues afuera era noche cerrada y estaba en una isla de la que no podía escapar.

Al menos allí las luces del pasillo creaban una penumbra que mantenía a raya su pánico. Lo peor eran las sombras, que sentía moverse a su alrededor. No le extrañaría cruzarse con Joseph Cotten huyendo, como en hacía en las alcantarillas de Viena en El tercer hombre. O más bien era como estar dentro de una película de Murnau. En cualquier recodo podría darse de bruces con el mismísimo Nosferatu.

Lo que se encontró empeoró sus peores perspectivas. Un bulto se delizaba por el pasillo tirado por alguien o...algo. Ahogó un grito, se deslizó hasta el suelo con la espalda apoyada en la pared y el cuchillo cayó de sus manos. Se limpió las gafas y tanteó sus bolsillos en busca de su inhalador. En vano, lo había dejado en su habitación, y no pensaba volver allí.

Se dio cuenta de que el cuchillo era un arma y que le serviría para defenderse, en teoría. Al menos podría arrojarlo con cierta fuerza...

Estaba pensando tonterías, así que se obligó a avanzar, a gatas, hasta la esquina donde el bulto había desaparecido. Sacó la cabeza hacia el pasillo, recostado de tal modo que casi rozaba el suelo con la oreja, esperando descubrir nuevos horrores.

Travis avanza lenta pero con cierta determinación, gatea de forma que va pegado a la pared y va sintiendo algo de dolor en sus rodillas entumecidas por la incómoda postura y el lento caminar.

Hay una parte del pasillo, donde viera el bulto que esta lleno de algo pringoso. Con temor retira su mano manchada para darse cuenta que se trata de tierra mojada, barro. No hay demasiado y el rastro se pierde nada mas girar en ell recodo hacia la izquierda.

Antes de asomarse había escuchado no una, si no varias puertas cerrarse a la vez, algo que no ayudaba demasiado ya que el siguiente corredor tenía al menos, que pudiera ver por la poca luminaria seis puertas cerradas.

Cuando va avanzar otros pocos metros algo golpea su cuerpo, algo o alguien que cae sobre el pero que apenas logra ver bien, ¿un hombre?, ¿una mujer?¿El dueño del cuchillo?¿quien arrastraba ese saco?

Para colmo lo que llevaba Travis como arma cae de su mano, golpea en el suelo y resbala hasta una zona mas luminosa donde ha perdido parte de su envoltorio revelando el metal de su filo manchado que brilla como reflejo.

El corredor esta muy oscuro, al girar en la intersección tropiezas con alg, mas bien alguien que parecía estar agachado, como escondido en un recodo. Caes sobre el de bruces en el suelo, notas que lleva algo en la mano, algo que cae tambien y que golpea el suelo de forma metálica, resbala hasta una zona de luz y se libera del papel envuelto que tenía ...se trata de un cuchillo...

El cerebro de Travis procesó la información a toda velocidad: rastro de barro, rastro que termina sin previo aviso. Seis puertas cerradas. Puertas que cierran al mismo tiempo. ¿Eso indicaba más de un...? ¿Más de un qué? ¿Arrastradores de sacos? ¿Cocineros buscando patatas? ¿Psicópata sanguinarios? Conclusión:...

Un chillido agudo le cortó cualquier línea de pensamiento. Su propio chillido. A partir de ahí su cerebro necesitó un reinicio completo. Mientras, se dejó llevar por el pánico. Agitó brazos y piernas sin sentido, en una patética parodia de golpes sin dirección. ¿Qué era aquello? No lo sabía pero no quería que le tocara de nuevo. Cerró los ojos e intentó enfocar lo que fuera que estaba allí con él, se ajustó las gafas y vio el cuchillo caido. Estaba cerca pero no quería volver a cogerlo. De todos modos se acercó, allí había luz. Quería mucha luz.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHhhh!!!. Se me escapa un chillido de esos que tienes que ponerte las manos para taparte los oidos de lo molestos que son.

Muevo las manos, es mas golpeo con fuerza a ese que estaba escondido en plena cabeza intentando que deje de estar sobre mi en el suelo y con las piernas lo aparto, me libero para empujarme y ir hacia la luz hacia ese cuchillo.

¿Que clase de psicópata se esconde en mitad de un pasillo en penumbras con un cuchillo en su mano?.

- ¿Eres un perturbado mental?. ¿Estas loco o que te pasa?. Pregunto cuando recupero la verticalidad y me hago con ese pincho metálico. Al cogerlo y tocarlo me doy cuenta que esta manchado de...algo. Prefiero no pensar de que, pero eso me hace dejar distancia con el, aún no tengo claro quien es por la poca luz pero a simple vista no lo conozco.

- ¿Yo un perturbado? Y qué...¿qué narices haces arrastrando un saco por el pasillo a estas horas? - miró alrededor y no pudo ver ningún saco. Estaba oscuro, pero sin embargo las marcas todavía eran visibles en el cruce de caminos.

- Mira... - se frotó la cabeza. La tía pegaba fuerte y se sentía mareado. - Yo solo quiero encender la luz, ¿vale? Quédate el puñetero cuchillo, pero no te pongas nerviosa. No vayas a hacer alguna tontería... encenderé la luz y los dos nos calmaremos, ¿de acuerdo?.

Aquella estúpida máscara no ayudaba a que Travis se relajara precisamente. Pero nunca es buena idea criticar a la loca del cuchillo, eso lo sabe cualquiera que haya visto tantas horas de tv como el doctor Farrell.

- Si, eres un perturbado y un cretino. ¿Como se te ocurre esconderte así en mitad de la noche?. Me has dado un susto de muerte. Le señalo con la punta del cuchillo que he cogido del suelo a medida que recrimino su actitud.

- ¿Que saco ni que saca?. Yo vengo de la fiesta no se nada de sacos. Retiro la máscara ahora que no la necesito y porque molestaba un poco para respirar bien.

- ¿Y que hacias con esto?. Me acerco a la luz y veo que como había temido que la hoja esta manchada y parece sangre. - Hay señor que eres uno de esos frikis asesinos de las pelis...¿que has hecho, a quien has pinchado con esto?.Levanto la mano en alto y me alejo del chico de las gafas.

- ¡Socorro, socorro!!. No lo conozco de nada y puede estar engañandome, al igual es un violador que me queria hacer algo y por eso se escondia así que pido ayuda. Maldita fiesta, con la música a todo volumen no se si alguien me va a oir.

- No has visto... - miró hacia la entrada del pasillo y después a la joven. Ella tenía que haber visto a quien fuera que arrastraba... estaba claro que no sabía nada de aquello. Ni llevaba ningún saco. Pero sí tenía el cuchillo.

- Oye, oye, espera. Déjame explicarte... - no le dejó y se puso a pedir socorro a gritos. Pensó en acercarse y zarandearla para que se calmara. No era buena idea. Eso supondría tocarla y además, seguía teniendo el cuchillo. Su única opción era gritar más fuerte.

- ¿Te quieres callar? ¿De verdad te parezco un psicópata? Me he asustado más que tú al tropezarnos. Y si estaba agachado era porque me había parecido ver a alguien... - señaló el cuchillo y bizqueó un par de veces, se colocó las gafas y echó de menos su inhalador.

- Eso estaba en mi cuarto, me he asustado al verlo. Ni siquiera queria tocarlo, joder - ahora señalaba los papeles con los que había envuelto el arma para sacarla lejos de su habitación. - Pero no quería dormir con eso cerca.

Hizo un intento supremo por resultar amable, bajando la voz - Soy Travis, Travis Farrell. También estaba en la fiesta pero me he ido enseguida... Las fiestas no son lo mío. - Agachó la mirada con timidez.

Travis y Maya siguen discutiendo hasta que escuchan pasos ya cuando estos estan sobre ellos, pues al estar en un pasillo largo es torcer la mirada y encontrarse al final del corredor a una pareja que alertados por el grito parecen haberse acercado a ver que ocurre.

Por sus vestidos y sus máscaras tienen claro que vienen de la fiesta, y cuando se acercan a la luz les reconocen de haberles visto en la pista de baile.

La mujer enmascarada fue la primera en ver a la pareja, un chico de gafas que reconoció pronto y al que vió bastante nervioso y una mujer que no había visto antes que parecía guardar la distancia con el. A los pocos metros el enmascarado que la seguía pudo ver lo mismo que ella.

Miro al hombre a los ojos, es algo que me gusta hacer cuando hablo con la gente pues me digo que se puede leer o aprender mucho de ellos. Algo me dice que es una buena persona pero lo que ha pasado, lo que he encontrado que escondía y su explicación siguen sonando realmente mal.

Pasos, alguien llega, sin duda me han oido gritar, entonces le vuelvo a mirar, cabizbajo parece pasarlo bastante mal y si llego a decir lo que he visto, o lo que encontré...

- ¡ Hola! , hola, no pasa nada chicos fui yo que soy una tonta y al salir al pasillo a oscuras y tropezarme con...Travis me asusté y solté un grito. Guardo lo de mi mano en el bolsillo y me esfuerzo un poco mas en sonreir de forma mas abierta.

- Perdona si te incomodé o llegué a asustar también, yo soy Maya. Tiendo la mano aunque aun me tiembla ligeramente. No merecía que hubiera dicho nada, creo que le habría metido en un lio del que no tiene culpa, pero he de hablar con el en privado y me tiene que explicar bien que esta pasando.

Me vuelvo hacia esa pareja que acaba de llegar. - No os molestamos mas, regresad a la fiesta amigas.

La chica lo observó y lo sopesó durante segundos interminables. Y para complicarlo todo un poco más una pareja apareció al fondo del pasillo. Travis se sintió palidecer creyendo que iba a ponerlos en su contra, parecía alterada y desconfiada... Pero en el último momento cambió su actitud, se recompuso y le ofreció una mano franca.

Tal era el alivio que sintió que solo cuando sintió el tacto suave de la piel contra su propia mano se dio cuenta de que le estaba tocando. Y apenas le importó. De hecho, esbozó una sonrisa. El sudor comenzó a enfriarse en su espalda.

- Encantado, Maya - su cabeza procesó datos. No había ninguna Maya en las habitaciones A, B y C. Debía ser gente recién llegada, o una nueva remesa de visitantes, o parte del personal...No, no se comportaba como un miembro del personal... Todo eso no era relevante, debía centrarse en el delicado momento que tenía ante sí.

- Esto está muy oscuro, nos hemos llevado un buen susto - miró a la espalda de la pareja recién llegada, al fondo del pasillo, desconcertado. - ¿Vosotros no habéis visto...? - Un saco arrastrándose. Mejor no seguir liando las cosas. "Ya eres el rarito de los zumos, se larga de la fiesta y se esconde en los rincones para asustar a las chicas. Y es la primera noche. Un record hasta para tí." - Quiero decir, ya ha terminado la fiesta? He sentido un pequeño apagón y parece que arrecia la tormenta.

Sin saber qué hacer con ellas metió las manos en los bolsillos. Más calmado observó a la pareja y cayó en la cuenta de que ella era la chica a la que se había acercado en la fiesta. Nervioso miró de nuevo a Maya y la incomodidad volvió con fuerza.

Amaya Travis encantado, yo soy Lujuria y ella es Putada, vaya susto nos habéis dado, estábamos en la enfermería putada se cortó y ya le he vendado la mano, con esta calor qué hace disculpad que me presente sin camisa. Tened cuidado, espero que estéis bien. Pues eso repetí otra vez queriendo dar más importancia a lo de mi compañera que a la situación. Putada se ha hecho un corte al querer recoger los trozos de un vaso que se cayó. Y yo bueno no soy médico pero sé al menos que una herida hay que desinfectarla antes de curarla y vendarla. Después miré a Maya más detenidamente y dime Maya ¿estás bien? ¿quizás has encontrado algo raro que te haya hecho estar con miedo? Por que no es muy normal dar ese grito solo por encontrar a otros de los que estamos aquí en el pasillo, creo que es algo normal, ya sé que el pasillo está un poco oscuro y puede ser el motivo de tu miedo. Creo que estas vacaciones no son tan cálidas como esperábamos verdad. Digo sonriendo, mientras que mi cuerpo fibroso dejaba ver los músculos desarrollados tanto del pecho como de hombros, brazos y antebrazos. Mi pantalón pegado y mis pies descalzos podía dar un cierto motivo a la risa por la degradación de la imagen que ahora portaba debido a la mezcla entre el desnudo y un pantalón caro de vestir.

Hola Travis, digo al acercarme a ellos... ¿qué es lo que ha pasado?.. ¿A qué ha venido ese grito...?

Miro a la chica pelirroja, que no había visto antes por el campamento.... Hola Maya..., le saludo ¿Eres nueva...? No te había visto antes por aquí... me doy cuenta de que presentarse a alguien con una máscara puesta es un pelín maleducado así que me la quito, junto a la peluca. Ay que tonta.. perdona... , Yo soy Cassie... comparto la habitación con Travis...  le tiendo amistósamente la mano a Maya... ¿en qué habitación estás tú...?

Travis y Maya parecen un poco más relajados y proponen que volvamos a la fiesta, pero sinceramente, tengo muy pocas ganas de volver... se me ha bajado el calentón y además mi identidad secreta ya es conocida... miro el pasillo oscuro, la tormenta y a mis tres compañeros en la penumbra.... Pues yo no tengo muchas ganas de volver a la fiesta... era bastante aburrida y que queréis que os diga..., tal como se ha puesto la noche, con esta oscuridad y gritos en la noche hasta me está apeteciendo hacer un poco de investigación... hay como un ambientillo de misterio "misterioso".... podemos ir los cuatro a explorar el campamento ahora que no hay nadie, y así descubrimos los secreeeeetos que escoooondeee!!! jaja (Digo finjiendo una voz de ultratumba). 

- No, en serio, es solo que soy bastante miedosa. La tormenta, esta oscuridad y tropezarme con un desconocido es algo que me pudo.

No iba a contarles mas, pero eso que dijo la otra chica no me pareció tan mala idea, al menos no iría sola de un lado para otro por el campamento pues con lo que me había pasado estaba cagada de miedo.

- Llegué justo hoy junto a otro grupo de turistas, por eso imagino que no nos conocemos. Vuelvo a miar a los recién llegados. - Ahora que vamos a ponernos a explorar el campamento podrías quitarte la máscara y presentarte con tu verdadero nombre. Sugerí.

Cojo la mano del que se llama Travis y la saco del bolsillo donde la había escondido. - Tu tambien te vienes, que digiste algo de que buscabas un saco o algo asi...Le guiño un ojo para que se anime, no quiero que se vaya asi sin mas, prefiero tenerlo cerca y así me cuente que esta pasando..

- ¿Que hacen aquí y no estan en la fiesta?. Un rostro demacrado salió entre las penumbras. Vestía bata blanca, mojada en los pliegues de mas abajo, pantalón oscuro y botas recias que estaban manchadas de barro.

- Soy Frank, el médico del Campamento. Parece que un amigo suyo se pasó mas de la cuenta, me han dicho que lo han llevado a la enfermería. Con las manos en sus bolsillos os miró con aire siniestro antes de seguir su camino. - Vayan con cuidado, esta muy oscuro y puede haber accidentes...

No pasó mas de dos minutos de que el buen doctor se alejara que una chica del servicio con antifaz se acercó hasta el grupo reunido en el pasillo.

- Vaya me alegra encontrarles, señor Travis y señorita Murray, tengo que comunicarles que se les cambia de habitación a otra por motivos de higiene y seguridad. No se preocupen, nada grave, cosa de..cucarachas según me han dicho, va a venir un equipo para fumigar con pesticidas y desinfectarlo todo. Cosa de los mandamases. Yo ahora les ayudaré a llevar sus cosas y en unos minutos ya podrán ir a descansar, lamento mucho las molestias..

Saludó al chico con su gesto habitual, levantando la mano con desgana. A la otra chica sí la conocía, resultó ser Cassie, su compañera de habitación. Eso no ayudó a que se relajara, se sintió avergonzado al recordar la fiesta.

- Ho...hola Cassie. Yo... - se aclaró la garganta antes de continuar. - Yo agradecería ir a algún otro lado, sí. - A cualquier otro lado. No estaba pensando ni mucho menos en investigar nada, aunque su respuesta parecía dar a entender otra cosa. Solo quería acostarse y dormir. Era tarde ya - consultó su reloj - e iba a necesitar al menos un par de sus pastillas para poder conciliar el sueño.

Entonces Maya lo tomó de la mano. Lo hizo con tanta naturalidad que él solo pudo sonreír. Notó una gota de sudor frío recorriéndole la frente. Balbuceó sonidos sin sentido incapaz de aclarar el asunto del saco. Entonces apareció el doctor. Se fijó en sus botas manchadas y tragó saliva. Tal vez era él quien había estado... no tenía mucho sentido. Nada lo tenía en aquel horrible lugar. Como llegó el doctor desapareció rapidamente, dejando solo nuevas dudas y preguntas en la mente acelerada de Travis.

Antes de recuperarse, con mil ideas funestas rondándole la cabeza y con la mano cálida de Maya sujetando la suya todavía, apareció una joven que les anunció que iban a cambiarles de habitación. Recordó que había salido de allí huyendo, y pensó en todas sus cosas abandonadas. Ahora irían y registrarían todo. Iban a tocar todo, tendría que revisarlo al volver... Y lo verían todo. No, no tenía intención de volver a la antigua habitación, casi lo había olvidado. Suspiró con fuerza, le faltaba el aliento.

- A mí me pareció ver que alguien tiraba de un saco , había huellas de barro ahí, al fondo del pasillo... - indicó el cruce de caminos por el que había llegado hasta allí. Se sentía estúpido, así que miró a una y otra chica y forzó una sonrisa. Al chico que seguía enmascarado no se atrevió a mirarlo. Haciendo de tripas corazón, se decidió y tiró suavemente de Maya para llegar hasta el lugar que indicaba y comprobar si realmente las huellas seguían allí. Era lo más lejos que pensaba llevar la "investigación".

Ahgg cucarachas, que asco, espero que mi habitación no tenga. Escucho a los demás y no digo nada, ni con el médico ni con la chica del personal de servicio. Aunque tengo que decir que el medico me dio mal rollo, tenia cara de pocos amigos, el típico malote de peliculas de clase B que ponen de relleno después de comer.

- Que suerte que se preocupen y os cambien la habitación tan rápido. Miro a la chica y a Travis, los afectados.

Lo del saco es raro, no le daría mucho crédito si no fuera por lo que encontré en el suelo. - Pero hay tormenta y cualquiera que haya salido afuera bajo el temporal se habría manchado de barro,  incluso el médico tenia las botas manchadas. Y el saco..¿no serian patatas para las cocinas?